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“La
lucha de la sociedad civil por el reconocimiento del cuidado del ambiente como
derecho humano En la previa de la reunión del Consejo de Derechos
Humanos, Amnistía Internacional junto a más de 1100 grupos de la sociedad civil
y de pueblos indígenas emitió
una declaración pública en
la que instaba al organismos de la ONU a reconocer un medioambiente
seguro, limpio, saludable y sostenible como
derecho humano universal.
«Cuando
millones de personas sufren hambre y desplazamiento debido a los efectos del
cambio climático y la degradación ambiental, está más claro que nunca que la
vida y la dignidad humanas dependen de un medioambiente saludable», señalaba el documento conjunto, que también exigió a los Estados miembros que
mandaten un procedimiento especial de la ONU sobre derechos humanos y cambio climático.
“Los
dramáticos efectos del cambio climático han
puesto al descubierto, con una claridad devastadora, hasta qué punto un medioambiente saludable es parte integral del disfrute
de todos nuestros demás derechos. Es fácil no
valorar nuestro planeta hasta que vemos el costo humano de su degradación: hambre, desplazamiento, desempleo, carencia de hogar,
enfermedades y muertes”,
afirmó Agnès
Callamard, secretaria general
de Amnistía Internacional.
El documento
encabezado por Amnistía Internacional denunció que «la falta de medidas de los gobiernos para abordar el cambio
climático pese a las acuciantes pruebas científicas podría ser la mayor
violación de derechos humanos intergeneracional de
la Historia». En ese sentido, consideraron que una declaración
internacional «animaría a los Estados que aún no reconocen este derecho en sus leyes
nacionales a reconocerlo, y motivaría a otros a reforzar su legislación”.
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LA
ONU DECLARÓ QUE UN AMBIENTE LIMPIO, SALUDABLE Y SOSTENIBLE ES UN DERECHO HUMANO.
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Por | 20/10/2021
| Ecología social
Fuente Rebelión miércoles 20 de octubre del 2021.
Frente
a las consecuencias innegables del cambio climático,
la resolución adoptada por el Consejo de Derechos
Humanos insta a los Estados a tomar medidas «rápidas
y reales» para el cuidado del ambiente y el pleno ejercicio de los
derechos. La OMS también emitió un comunicado
crítico en el que pide soluciones urgentes en la próxima COP 26.
El Consejo de
Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que un medio
ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano. Lo hizo a través de una resolución impulsada
por Costa Rica, Maldivas, Marruecos,
Eslovenia y Suiza, que obtuvo 43
votos de apoyo y ningún voto en contra. Sin embargo, Rusia, China, India y Japón se
abstuvieron de votar. El Consejo
instó a tratar el tema en la Asamblea
General y estableció, en una resolución separada, una nueva relatoría
dedicada específicamente al impacto del cambio
climático en los derechos humanos. La Organización Mundial de la Salud y
Amnistía Internacional también emitieron declaraciones que ratifican la
perspectiva de derechos
humanos ligados íntimamente al respeto a la
naturaleza.
El organismo
internacional observó que el derecho a un medio ambiente sin riesgos,
limpio, saludable y sostenible está relacionado con otros derechos humanos reconocidos
internacionalmente. Los derechos humanos son indivisibles e
interrelacionados. En los hechos, la degradación del ambiente daña el ejercicio
del derecho a la
salud, a la vivienda digna y a
la educación,
entre otros. Este derecho tiene sus raíces en la Declaración de Estocolmo de 1972.
En ese documento, la ONU ya afirmaba
que
«hemos
llegado a un momento de la historia en que debemos orientar nuestros actos
en todo el mundo
atendiendo con mayor solicitud a las consecuencias que puedan tener para el
medio ambiente «
Proteger
el medio ambiente, la naturaleza y a las personas que luchan contra el
extractivismo
La reciente
declaración del Consejo de Derechos Humanos de la ONU alienta a los Estados a que creen capacidades para las actividades de protección del
medio ambiente, a fin de cumplir sus obligaciones y compromisos en
materia de derechos
humanos. Se pide, asimismo, que mejoren
la cooperación con otros Estados, el resto del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y
regionales, las instituciones nacionales de derechos humanos y las empresas para
la implementación del derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible.
También se les insta a adoptar políticas para el disfrute del derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, en resguardo de la biodiversidad y los ecosistemas. El documento pone en el contexto de la garantía de los derechos humanos el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tomando en consideración su carácter integrado y multisectorial. Además, invita a la Asamblea General a «examinar» el tema. El derecho a un medioambiente saludable está reconocido jurídicamente en más del 80% de los Estados miembros de la ONU a través de constituciones, leyes, sentencias judiciales y tratados regionales.
El
reconocimiento de esta garantía fundamental por el máximo órgano de derechos
humanos es el resultado de décadas de
ardua lucha de
ambientalistas, activistas, pueblos indígenas, científicos y muchos otros actores de la sociedad civil. Este hito significa también protección para quienes luchan contra los extractivismos y la contaminación. Según datos brindados por
la propia ONU,
solo en 2020 fueron asesinados más de 200 activistas.
La Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a los Estados a tomar medidas audaces para
dar efecto “rápido y real” al
derecho a un medio ambiente saludable. En ese sentido, manifestó su
intención de que la medida
“sirva
como trampolín para impulsar políticas económicas, sociales y ambientales
transformadoras que protejan a las personas y a la naturaleza”.
A su vez, destacó que la declaración de este
derecho reconoce claramente la degradación
ambiental y el cambio climático
como crisis de derechos humanos
interconectadas. Asimismo, continuó, la medida resalta que los segmentos de
la población en mayor situación de
vulnerabilidad se ven afectados de manera más aguda. Por su parte, la directora ejecutiva del Programa de la ONU para el
Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen,
aseveró que la adopción de la resolución es “un hito decisivo para la justicia ambiental”.
La
lucha de la sociedad civil por el reconocimiento del cuidado del ambiente como
derecho humano
En la previa
de la reunión del Consejo de Derechos Humanos, Amnistía Internacional junto a
más de 1100 grupos de la sociedad civil y de pueblos indígenas emitió una declaración pública en
la que instaba al organismos de la ONU a reconocer un medioambiente
seguro, limpio, saludable y sostenible como
derecho humano universal.
«Cuando
millones de personas sufren hambre y desplazamiento debido a los efectos del
cambio climático y la degradación ambiental, está más claro que nunca que la
vida y la dignidad humanas dependen de un medioambiente saludable», señalaba el documento conjunto, que también exigió a los Estados miembros que
mandaten un procedimiento especial de la ONU sobre derechos humanos y cambio climático.
“Los
dramáticos efectos del cambio climático han
puesto al descubierto, con una claridad devastadora, hasta qué punto un medioambiente saludable es parte integral del disfrute
de todos nuestros demás derechos. Es fácil no
valorar nuestro planeta hasta que vemos el costo humano de su degradación: hambre, desplazamiento, desempleo, carencia de hogar,
enfermedades y muertes”,
afirmó Agnès
Callamard, secretaria general
de Amnistía Internacional.
El documento
encabezado por Amnistía Internacional denunció que
«la
falta de medidas de los gobiernos para
abordar el cambio climático pese a las
acuciantes pruebas científicas podría ser la mayor violación de derechos humanos intergeneracional de la Historia».
En ese sentido, consideraron que una declaración internacional «animaría a los Estados que aún no reconocen este derecho en sus leyes nacionales a reconocerlo, y motivaría a otros a reforzar su legislación.
La
OMS se pronunció sobre «decisiones insostenibles» contra el planeta y la salud
En el Informe especial sobre
cambio climático y salud, elaborado por la Organización Mundial de
la Salud y publicado ayer en el marco
de los preparativos de la 26.ª
Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio
Climático, expone el llamado de la
comunidad mundial de la salud en favor de la acción climática. De esta manera, el cumplimiento de esos objetivos se vincula expresamente con
la garantía derecho humano a la salud,
razón más que suficiente para sostener la perspectiva de derechos humanos en las políticas ambientales.
Tedros
Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, aseguró que «las mismas decisiones insostenibles que están matando a nuestro
planeta están matando a las personas». Por este motivo, el organismo
sanitario realizó un llamado a todos los países para que se comprometan a tomar
medidas decisivas en la COP26 con el fin de limitar el calentamiento mundial a 1,5
°C.
El informe de
la OMS se presenta al mismo tiempo que una carta abierta, firmada por más de dos tercios del personal de la salud
mundial —300 organizaciones que
representan al menos a 45 millones de médicos y profesionales de la salud de todo el mundo—, en la que se pide a los líderes nacionales y a las delegaciones de
los países en la COP26 que intensifiquen la acción climática.
En el
documento afirma:
«La quema de combustibles fósiles nos está
matando. El cambio climático es la mayor
amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. Aunque nadie está a salvo de los
impactos del cambio climático sobre la salud, los más vulnerables y
desfavorecidos los sufren de forma desproporcionada».
Además,
sostiene que la contaminación del aire,
resultado principalmente de la quema de combustibles
fósiles, causa 13 muertes por minuto en todo el mundo.
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