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"La democracia y el peligro por la Redes Sociales. . Las GAFAM se han hecho dominantes y monopólicas en internet y en las TIC, y a su vez han avanzado en la apropiación de la comunicación, de la socialidad, podríamos decir: de la naturaleza humana. Estas corporaciones son hijas del modelo neoliberal financiero especulativo, no escapan a esta lógica y en este mundo nuevo, el de las TIC, sin reglas claras, avanzan exponencialmente para lograr sus objetivos geopolíticos. Podemos señalar algunos aspectos claves de este nuevo mundo que necesitan regulación político institucional urgente:
a) los datos y el extractivismo de
información;
b) las escalas de estas corporaciones;
c) la monopolización de las TIC;
d) el contenido de internet;
e) la regulación del espectro digital.
El sistema alegal en
el cual se manejan las GAFAM son un
problema para muchos otros sectores del poder. The Wall Street Journal,
cuyo dueño es News Corp (Roper Murdock),
plantea: “sería bastante fácil concluir que Facebook es terriblemente poderoso y
que solo podremos controlarlo con una intervención agresiva del gobierno.”
Mientras que Joe
Biden expone que plataformas como Facebook “están matando a la gente por la
desinformación”. La desregulación
ha llegado a un grado tan alto que ya hay una ofensiva por parte del parlamento de EE.UU. para desmonopolizar a estas corporaciones de
las tecnologías.
El acuerdo sobre un impuesto mínimo global del 15% a las multinacionales, va
a afectar directamente a corporaciones
como Facebook y Amazon. Al mismo suscriben 136 países y es impulsado por Biden
y Yelen (secretaria del Tesoro de Estados Unidos) también muestra la
necesidad del propio capital, en
medio de la crisis, de reconfigurar
las reglas de juego internacionales.
Así como se encuentran en juego millones de dólares y la posibilidad de generar una redistribución también se encuentran en juego miles de millones de datos personales y la democracia como sistema político institucional. Estas transnacionales cambian las reglas de juego, con manipulaciones, privilegiando la instalación masiva de mensajes en función de acuerdos políticos y utilizando los datos para inducirnos al candidato al que tenemos que votar. Estos hechos pueden ser (o no) una oportunidad para que, desde los estados, los movimientos sociales y la comunidad en general demos batalla y pongamos patas para arriba esta lógica del lucro a partir de nuestra naturaleza humana en las tecnologías de la información y la comunicación.
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EL
IMPERIO FACEBOOK.
Venta
de datos, monopolización de la comunicación y jaque a la democracia
*****
Dra. En Sociología.
Verónica Sfrorzin | 14/10/2021 | Conocimiento Libre
Rebelión jueves 14 de octubre del 2021.
Verónica Sfrorzin, coordinadora del equipo
técnico de Comunicación y Tecnología del PJ Nacional, profundizó en el estado
de situación de las TICs (Tecnologías de la información y la comunicación), a
raíz de la caída global de la corporación transnacional
Facebook.
Los tres impactantes hechos salidos a la luz en los últimos días nos muestran la urgente e imperiosa necesidad de ordenar y regular el espectro digital por parte de los organismos globales, regionales y de los Estados, así como de una política activa por parte de los movimientos nacionales y populares en la región.
Ingeniera Frances Haugen, denunció desde dentro del monopolio de Facebook, todos los problemas que genera en la Sociedad en especial en lo Niños.
***
Una
vez más, documentos internos de Facebook,
esta vez filtrados por una ex
trabajadora, Frances Haugen, nos muestran cómo esta red social prioriza sus
ganancias por sobre el bienestar social, por sobre la salud mental de los
jóvenes y cómo, incluso dentro de sus redes (gracias a la configuración de
algoritmos a los cuales nadie tiene acceso), se fomentan adicciones, llegando a
la manipulación
social. Por otro lado, se “robaron” de
Facebook más de 540 millones de registros
los cuales terminaron en un foro de
Hacker para ser vendidos al mejor postor. Mientras que el lunes 4 de octubre se produce una caída de
las redes que son propiedad de Mark Zuckerberg:
Facebook, Instagram, Messenger y WhatsApp.
¿Están concatenados los hechos? No
de una manera lineal, sin duda; pero si muestran una lógica estructural que
tenemos que problematizar para que nos permita ganar en grados de conciencia
respecto de cuáles son las tareas
históricas frente a estos grandes monopolios de internet y las tareas
político institucionales de nuestro tiempo. Analicemos una por una.
Se trata de los Datos
Un grupo de hacker sustrajeron los datos personales de más
de 1.500 millones de usuarios de Facebook los cuales se encuentran a la venta
en un foro; esto podría permitir a los ciberdelincuentes
dirigirse a internautas de todo el mundo. Este hecho se viene repitiendo cada
vez con mayor asiduidad, no olvidemos el caso de Cambridge Analytica.
Estos hackers,
lejos están de los activistas-militantes
de la red por causas como el software
libre, sino que son pequeñas estructuras que lucran con la venta de
información… digamos como Facebook,
pero sin la construcción de un imperio de las TIC. Y justamente ese es el primero de los problemas: ¿por qué Facebook acapara todos estos datos
de nosotros? ¿le paga a alguien por
obteneros? ¿cuánta monetización logra con ellos? Todas preguntas sin
respuestas mientras los datos no se tomen como una problemática global y se avance en reglamentaciones
claras.
Un correo interno filtrado de Facebook, publicado por DataNews (un medio de comunicación belga) aclara: “esperamos más fugas de datos y creemos que es importante que se tome como algo normal”. Facebook tiene más de 2.320 millones de usuarios registrados alrededor de todo el mundo, la información de todos ellos es lo que está en disputa.
La caída global por 7 horas del Imperio de las Redes Sociales, Facebook, Instagram y Messenger y WhatsApp, generó para el imperio una pérdida de mas de 7 mil millones de dólares.
***
Las transnacionales de las TIC
hacen fortunas con nuestros datos,
se roban entre empresas y se revenden en el “mercado negro”; todo este
descalabro es propio de la lógica del capitalismo
financiero especulativo bajo un modelo neoliberal que utiliza sin ningún
tipo de regulación y escrúpulos nuestra
información personal. Esa información adquiere vital importancia para el
desarrollo de la Inteligencia Artificial,
para el mejoramiento continuo de los medios
de producción que hacen que una mera información al azar, pueda tener un
sentido y pueda utilizarse en un procesamiento en tiempo real para construir perfiles psico-sociales de
la población y así vendernos
mercancías, pero también para incrementar
un mercado de futuros conductuales en donde se apuesta a cuál va a ser nuestro comportamiento y
se manipula para que sea como se invirtió.
En este mundo, se desarrollan también un
conjunto de hacker y empresas que consiguen
datos, para su reventa y para la ciberdelincuencia
más llana.
Todo este mundo privado, clandestino, en
donde se hacen fortunas es el que, desde los movimientos sociales, los activistas y los
Estados Nacionales tenemos que poner
sobre la mesa. Los Datos deben
concebirse como Bienes Comunes, no
como materias primas; en donde los Estados, bajo un sistema democrático de acceso a la información, deben ser los
principales ordenadores y reguladores.
Este
camino permite no solo la desmonopolización
de las TIC, sino el fortalecimiento
de la capacidad estatal en la planificación
social, el desarrollo de políticas públicas y de la tecnología de la información y la comunicación y la IA al
servicio de las mayorías.
La caída de los
gigantes
La caída de los servicios de Facebook se
prolongó este lunes por espacio de más
de seis horas e hizo que más de 3.500
millones de usuarios de todo el mundo no pudieran ingresar a sus cuentas
personales.
En los 90 la
supuesta ineficiencia de los servicios que estaban en manos del Estado fueron el caballito de batalla para impulsar sus privatizaciones;
¿la caída de Facebook nos puede permitir construir el
distanciamiento necesario para poner en cuestión la monopolización de nuestras
vías estratégicas de comunicación?
Ese lunes utilizamos las llamadas, el mail, Telegram estalló, vimos las alternativas más a mano con las que contábamos; descubrimos, por unas horas, que un mundo sin Facebook es posible. Las GAFAM en su desarrollo monopólico han intentado por todos los medios la construcción de un sistema ubicuo, sin principio, ni final; estas caídas, que muestran sus límites y los coloca en evidencia, los pone realmente nerviosos.
Una situación, no menor,
que entra en discusión son los sistemas
de protocolos cerrados que utiliza la red
social, versus otros sistemas de protocolos
abiertos que utilizamos para comunicarnos, como en el mail. Esto que aparece como algo muy técnico, es sin duda un problema político, ya
que hace al grado de monopolización de
la comunicación en la web. No podemos ver el protocolo detrás de los servicios de Facebook, como no podemos
ver la estructura de sus algoritmos,
todo está sellado bajo el secreto comercial.
Lejos estamos de la comunicación como un derecho humano, cuando las
herramientas que se utilizan
para construirla son privadas,
transnacionales y monopólicas.
Facebook, el
laboratorio social
Algunos
autores hablan de que Facebook queda
preso en un “modelo de negocios”,
esto implicaría que puede cambiar su lógica. Desde mi punto de vista Facebook es parte de una nueva fracción de capital, que intenta imponer otra lógica de valorización.
Esto
implica que todas estas manifestaciones que Frances Haugen saca a la luz, pero
que ya denuncio Snowden
y Julián Assange, entre otros, no son excesos, sino que son manifestaciones de comportamientos
estructurales que hacen a su lógica
de acumulación.
En
este marco lo que nos muestran estas
filtraciones, podemos sintetizarlo en:
1) Las reglas acerca de cuál es la
información circula en sus múltiples redes sociales las pone Facebook.
Y hace “excepciones para personas
poderosas”
2) A pesar de tener información acerca
de las afectaciones en salud mental que produce el funcionamiento de los algoritmos en los adolescentes
no ha hecho nada por revertirlo (ya
que necesita que estén conectados a sus plataformas permanentemente para
obtener los valiosos datos)
3) Se recompensan los contenidos más
viralizados, más allá de que el contenido sean mensajes de odio y profundicen la polarización
social. De manera estructural genera un estado de emocionalidad permanente en las sociedades. Como plantea
Frances:
«Facebook gana más dinero
cuando se consume más contenido. La gente se involucra más con cosas que
provocan una reacción emocional. Y a cuanta más rabia se les expone, más
interactúan y más consumen»
Una sociedad disgregada, dividida, es una sociedad que queda a merced de los grandes poderes facticos, como las GAFAM ¿qué interés tendría Facebook de impedir que esto se produzca, siendo que también le permite su exorbitante valorización?
La democracia
Las GAFAM se han hecho dominantes y
monopólicas en internet y en las TIC, y a su vez han avanzado en
la apropiación de la comunicación,
de la socialidad,
podríamos decir: de la naturaleza
humana. Estas corporaciones son
hijas del modelo neoliberal financiero
especulativo, no escapan a esta lógica y en este mundo nuevo, el de las TIC, sin reglas claras, avanzan exponencialmente
para lograr sus objetivos geopolíticos.
Podemos señalar algunos aspectos claves
de este nuevo mundo que necesitan regulación político institucional urgente:
a) los datos y el extractivismo de
información;
b) las escalas de estas corporaciones;
c) la monopolización de las TIC;
d) el contenido de internet;
e) la regulación del espectro digital.
El sistema alegal en
el cual se manejan las GAFAM son un
problema para muchos otros sectores del poder. The Wall Street Journal,
cuyo dueño es News Corp (Roper Murdock),
plantea: “sería bastante fácil concluir que Facebook es terriblemente poderoso y
que solo podremos controlarlo con una intervención agresiva del gobierno.”
Mientras que Joe
Biden expone que plataformas como Facebook “están matando a la gente por la
desinformación”. La desregulación
ha llegado a un grado tan alto que ya hay una ofensiva por parte del parlamento de EE.UU. para desmonopolizar a estas corporaciones de
las tecnologías.
El acuerdo sobre un impuesto mínimo global del 15% a las multinacionales, va
a afectar directamente a corporaciones
como Facebook y Amazon. Al mismo suscriben 136 países y es impulsado por Biden
y Yelen (secretaria del Tesoro de Estados Unidos) también muestra la
necesidad del propio capital, en
medio de la crisis, de reconfigurar
las reglas de juego internacionales.
Así como se encuentran en juego millones
de dólares y la posibilidad de generar una redistribución
también se encuentran en juego miles de
millones de datos personales y la democracia como sistema político institucional.
Estas transnacionales cambian las
reglas de juego, con manipulaciones,
privilegiando la instalación masiva de mensajes
en función de acuerdos políticos y
utilizando los datos para inducirnos al
candidato al que tenemos que votar.
Estos hechos pueden ser (o no) una
oportunidad para que, desde los estados, los
movimientos
sociales y la comunidad en general demos
batalla y pongamos patas para arriba esta lógica del lucro a partir de nuestra naturaleza humana
en las tecnologías de la información y la comunicación.
VERÓNICA SFRORZIN. Doctora en
Comunicación por la UNLP y socióloga. Coordinadora del equipo técnico de
Comunicación y Tecnología del PJ Nacional.
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