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SOBRE LA CUMBRE CLIMÁTICA DE
GLASGOW: ¡NECESITAMOS CAMBIAR EL
SISTEMA Y NO EL CLIMA! Plataforma
Socioambiental. Desde la Plataforma Socioambiental queremos
expresar nuestra profunda preocupación por la Cumbre Climática que se está desarrollando en
Glasgow, Escocia y por las posiciones que los gobiernos en general. Nuestra
posición parte de asumir que la actual Crisis
Climática y las consecuencias que ya está teniendo sobre los pueblos del
mundo y en especial a los que somos parte del sur global requiere de medidas drásticas y urgentes que frenen las
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y que se desmantelen las
estructuras de los grandes intereses de las corporaciones de la energía, del
agronegocio y de los nuevos negocios de la economía verde. Esto no está
ocurriendo en Glasgow y mientras los gobiernos prometen compromisos no
vinculantes continúan apoyando falsas
soluciones que no atacan al problema de fondo y que abren la puerta para nuevos
negocios corporativos.
Nos
parece importante remarcar el rechazo al nuevo discurso que se intenta imponer
en Glasgow de las Soluciones Basadas en la Naturaleza que detrás
de un nombre sugerente no es más que la máscara para nuevos despojos para los
pueblos. Nos hacemos eco de las
declaración presentada en la Cumbre por más de 250 organizaciones de todo el
mundo en la que plantean “detrás de
la carátula propagandística de “Soluciones Basadas en la Naturaleza” son,
en realidad, “despojos basados en la
naturaleza” y prácticas dañinas, como los monocultivos de árboles y la
agricultura industrial….La demanda de “Soluciones
Basadas en la Naturaleza” por parte de las empresas implicará la clausura de
espacios de vida de Pueblos Indígenas, campesinos y comunidades que dependen de
los bosques a una escala masiva".
Además,
expresamos el rechazo a varias de las propuestas presentadas por el gobierno argentino a
la cumbre; fundamentalmente a:
- La
intención de presentar al modelo de agronegocio argentino basado en
monocultivos transgénicos y agrotóxicos como una posible solución de la mano de
los bonos de carbono. Esta es
una tremenda falsedad ya que como el mismo gobierno lo admite en su informe a
la Cumbre un 39%
de los GEI que produce Argentina provienen de la agricultura, ganadería y otros usos del suelo.
- La
propuesta de realizar “Canjes de Deuda por Naturaleza” que implican la mercantilización de nuestros bienes comunes (ponerle precio a
nuestra biodiversidad y otros patrimonios naturales), una sesión de soberanía y, una vez más, un atropello para las
comunidades locales allí donde se realicen. Por otro lado, claramente
significa legitimar
la Deuda Externa que a todas luces es
ilegal e ilegítima. Nuestro país es un
acreedor ambiental y la Deuda Ecológica debe ser reconocida; pero no será en
termino de canjes de deuda por naturaleza como la misma debe ser resarcida.
Las
verdaderas soluciones a la Crisis Climática (que inevitablemente se tendrán que
aplicar en algún momento) vendrán de la mano de una disminución real de las
emisiones de GEI, de un desmantelamiento del sistema
agroalimentario industrial (responsable de al menos un 50% de las emisiones a
nivel global) y de una justicia
climática que reconozca las diferentes responsabilidades en las emisiones a
nivel global y dentro de cada país.
Desde nuestro espacio sabemos que la
respuesta está en apostar a la potencia de las experiencias de las
organizaciones populares, agroecológicas, campesinas e indígenas que al
mismo tiempo que mitigan las causas de
la Crisis Climática construyen soluciones concretas frente a la crisis alimentaria, social y económica de nuestros
pueblos. Todos
los integrantes de la Plataforma Socioambiental estamos comprometidos en ese
camino.
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POR QUÉ NUESTRO CLIMA NO
BRINCA DE ALEGRÍA DESPUÉS DE LA COP26.
Como fue la Cumbre de los
Pueblos.
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Solo
unas calles más allá de la Cumbre oficial, tuvo lugar la Cumbre de
los Pueblos. Su mensaje fue sencillo: las corporaciones y sus
Gobiernos complacientes no harán el trabajo, así que la gente debe
establecer la agenda “del cambio de sistema”.
Vijay Prashad, Zoe Alexandra | 25/11/2021 |
Opinión.
Fuente. ALAI viernes 26 de noviembre del 2021.
En la 26ª Conferencia de las Partes (COP), que concluyó el 13 de noviembre en Glasgow, Escocia, se obtuvieron dos grandes avances: el primero, que se celebrará otra COP durante el 2022, en Egipto, y el segundo, que los líderes del mundo expresaron su aspiración de mantener la temperatura global por debajo de los 1,5 grados centígrados. Sin embargo, para el final de la COP26, estos fueron los únicos avances con respecto a cómo abordar el apremiante tema del cambio climático
Después de más de dos semanas de intensos debates – y muchas noches de cócteles financiados por grandes empresas – los países más poderosos del mundo abandonaron el centro de la convención complacidos por no haber alterado el statu quo.
Durante el evento, el eje de las discusiones y negociaciones
entre los líderes del mundo parece haber girado en torno al cambio de una
palabra en el Pacto Climático de Glasgow, el documento final que será adoptado por casi 200 naciones. Inicialmente, los países habían empezado a acordar la
“eliminación gradual” del carbono;
sin embargo, la versión final del documento se limitaba a decir que se “reduciría gradualmente”. Durante las
últimas horas de la COP26, Simonetta
Sommaruga, ministra suiza de Medio Ambiente, tomó
el micrófono y expresó su
“profunda decepción” con el cambio. “El lenguaje que habíamos
acordado sobre el carbono y las subvenciones a los combustibles fósiles se ha diluído – aún más – como resultado de un proceso poco
transparente”, dijo.
Sommaruga tiene razón. El proceso ha sido “poco transparente”. Solo un puñado de líderes mundiales – de los países más poderosos – tuvo la oportunidad de poner su pluma sobre el papel del pacto. La mayor parte de los líderes solo vieron un borrador del documento, y luego se les entregó el texto final del Pacto Climático de Glasgow. A las agrupaciones de la sociedad civil apenas se les permitió entrar en la sala y, menos aún, tener la oportunidad de sentarse con el pacto y dar su opinión al respecto. Sin ningún rodeo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo “nunca antes tanta responsabilidad estuvo en manos de tan pocos”. Sin embargo, la razón por la que esta “responsabilidad” se ha dejado “en manos de tan pocos” no se menciona en su discurso.
Palabras y significados
Durante la COP26, miles
de documentos aparecieron en el sitio web de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), entre los que se incluían informes, comunicados y propuestas
relacionadas con la Conferencia. Se necesitaría un ejército de abogados para
revisar los textos de estos documentos y darles sentido. La mayoría son presentaciones hechas por Gobiernos, corporaciones y
plataformas financiadas por empresas, así como por organizaciones de la
sociedad civil.
Desde el primer día de la COP26 estuvo claro que el objetivo
de conseguir emisiones “cero netos” para el 2050 sería sobre el carbono y
no en todos los combustibles fósiles.
A lo largo de las negociaciones con los países occidentales (este fue el punto
de falla), se puso énfasis en el carbono, que se utiliza principalmente en el Sur Global, con India y China a la cabeza
(y no en los países occidentales, que no dependen en gran medida del carbono).
El hecho de que la COP26 se centrara
en esto permitió que el uso de los combustibles fósiles en general (incluyendo
el petróleo y el gas natural) recibiera un respiro. Mientras aumentaba la
presión para recortar los subsidios a combustibles fósiles, el Norte Global logró consensuar que se recortarían solamente los
subsidios “ineficientes”, sin que se
estableciera un calendario para estos recortes. Sommaruga, quién tan
enérgicamente se pronunció contra la frase “reducción
progresiva” cuando se refería al carbono, no dijo nada con respecto a los subsidios
“eficientes” para respaldar el uso
de combustibles fósiles. Es mucho más fácil culpar a India y China por su dependencia del carbono que acordar la
reducción progresiva de todos los combustibles fósiles.
Finanzas climáticas
El 15 de noviembre, el
vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian dijo que China “concede gran importancia a la transición
energética”. Pero especificó que hay algunas cuestiones que deben ser
examinadas antes. En primer lugar, la transición energética no puede tener
lugar sin ser conscientes de que “no
todo el mundo tiene acceso a la electricidad y el suministro de energía no es
adecuado”. Eliminar el carbono mañana condenaría a miles de millones de
personas a vivir sin electricidad (cerca de mil millones de personas viven sin
acceso a la electricidad y la mayor parte de estos, habitan en el Sur Global).
En segundo lugar, dijo Zhao,
“animamos a
los países desarrollados a tomar la iniciativa de detener el uso del carbono,
al mismo tiempo que proporcionan un amplio financiamiento y apoyo con
tecnologías e infraestructura para la transición energética de los países en
desarrollo”.
Los países desarrollados habían acordado financiar el Fondo Verde para el Clima con 100.000 millones de dólares por año hasta el 2020, pero las cantidades reales desembolsadas fueron muy inferiores. En la COP26 no se llegó a ningún acuerdo financiero. “Necesitamos acciones concretas”, dijo Zhao, “más que slogans”.
La Cumbre de los
Pueblos
Solo unas calles más
allá de los grandes salones de la Cumbre oficial, movimientos sociales,
organizaciones indígenas, de jóvenes, de migrantes, de ecologistas, sindicatos,
y mucho más, se reunieron en el marco de La Cumbre de los Pueblos por la Justicia
Climática, entre el 7 y el 10 de noviembre. Su mensaje era sencillo:
las
corporaciones y sus Gobiernos complacientes no van a hacer el trabajo, así que
la gente necesita encontrar una forma para establecer la agenda “del cambio de
sistema”. Los más de 200 eventos organizados por la Cumbre de los Pueblos
abordaron un amplio espectro de temas, desde el rol del militarismo en las
emisiones, hasta la construcción de un nuevo Acuerdo Ecológico Global, e
incluso la construcción de un Tribunal Popular para enjuiciar a la ineficiente
CMNUCC.
Las emociones en la Cumbre de los Pueblos oscilaron entre la emoción de estar juntos en las calles después de casi dos años de confinamiento por el COVID-19, y el temor ante la inminente desaparición de los Estados insulares bajos. Los participantes de Tuvalu y Barbados hablaron sobre el impacto de la inacción del Norte Global mientras ven cómo sus islas desaparecen, sus casas se inundan y su presente se desvanece. “¿Por qué nos piden que comprometamos nuestras vidas?” preguntó Mitzi Jonelle Tan, activista climática de Filipinas y vocera de Fridays for Future.
El Tribunal de los Pueblos pidió la disolución de la CMNUCC y su refundación desde cero, como un Foro del Clima que no permita que los contaminadores tomen las decisiones. Este Foro, recién constituido, exigiría un financiamiento significativo para una transición verde, así como el fin del saqueo de los recursos naturales y de las guerras.
Asad Rehman de War on Want se dirigió a la
presidencia de la COP26 con palabras que resonaron lejos de Glasgow:
“Los ricos
se han negado a hacer la parte que les corresponde, más palabras vacías sobre
finanzas climáticas. Han dado la espalda a los más pobres, quienes se enfrentan
a una crisis de COVID, apartheid económico y climático por culpa de las acciones
de los más ricos. Es inmoral que los ricos hablen del futuro de sus hijos y
nietos cuando los niños del Sur Global están muriendo ahora”.
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