En la coyuntura mundial actual, si es
posible hablar de un centro político, dado el fracaso absoluto de la derecha
política, espacio público hoy en plena crisis por las propias políticas
violentistas, impositivas y salvajes del neoliberalismo, que atan, amarran cualquier posibilidad de
liberarse e intentar fortalecer la democracia, que en última instancia se
encuentra en un proceso final de destrucción institucional. Sin embargo, el
sistema capitalista, estará enfermo, pero no ha sido vencido, menos sepultado
definitivamente y progresivamente en plena crisis mundial, en el “Cambio de Época Histórica” va forjando
un nuevo modelo de acumulación mundial del capitalismo – depredador, capitalismo de desposesión y saqueo - y sus políticas
continuaran aunque infectadas, pero siempre estarán ahí, porque el escenario de
la derecha estará copado por la anti-política. En cambio, el otro extremo, la izquierda, vive
aún en un mar de dubitaciones y procesos
de construcción de una alternativa social y política de clase.
Centro Nueva Tierra, compromiso y esperanza. Como equipo
nacional del Centro Nueva Tierra articula Proyectos de formación y capacitación
en política y pedagogía, así en políticas públicas.
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Este camino político, democrático, de la
izquierda en el escenario mundial de las clases y la lucha de clases, hoy está
presente en tres contextos diferentes, pero con objetivos de lucha y
estrategias comunes. Pero aun falta el hilo conductor que forje la cohesión
social y política de los Ciudadanos a nivel global. Finalmente si es un escenario de Pedagogía política, el centro por
ahora, es muy valorado en especial por una clase media emergente a nivel mundial, los movimientos estudiantiles, las ONGs,
Profesionales y Ciudadanos que hoy luchan contra las políticas de
austeridad del “viejo” capitalismo financiero-especulativo. Un centro político
de capacitación y enseñanza política – reproduciendo
lo que realizamos la izquierda por las décadas del 60 y 70 del siglo XX.
Centros de capacitación, de la clase en sí, a la clase para sí. Escuelas de
Socialismo y formación de Líderes Universitarios, Líderes obreros,
sindicalistas, Profesores, etc. Por ahora es un frente de lucha, de
desarrollo de la conciencia de clase en contra
del neoliberalismo y sus políticas salvajes, violentas y fascistas a nivel mundial. Por ahora cerramos, expresando “Ciudadanos del
mundo, Uníos, contra las políticas fascistas del neoliberalismo”.
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EL CENTRO Y LA PEDAGOGÍA POLÍTICA.
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Jaime Rodríguez Arana.
El Confidencial.com lunes 18 de agosto del 2014.
En los últimos tiempos se
observa, a diestra y a siniestra, una peculiar tendencia a la ausencia de
explicaciones y argumentaciones en relación a las políticas que se ponen en
marcha. Todo lo más, como si fuera una fórmula mágica que para todo sirve, se
esgrime, con ocasión y sin ella, la referencia al interés general. Por cierto,
un interés general que ordinariamente ni se concreta ni se justifica.
La política es una tarea de
rectoría de los asuntos públicos orientada a la mejora de las condiciones de
vida del pueblo. En la medida en que la política democrática descansa sobre el
Estado de derecho, la racionalidad debe presidir la confección y elaboración de
las políticas públicas, así como su comunicación y explicación a los
ciudadanos. Comunicación y explicación son dos funciones bien relevantes
de los nuevos espacios políticos que han de realizarse pedagógicamente, dedicando
tiempo a exponer las argumentaciones y las razones que justifican la acción de
gobierno o la oposición política.
La realidad demuestra, más
bien, que la pedagogía y la explicación brillan por su ausencia.
Probablemente porque reclaman trabajo, esfuerzo, ponerse en la piel de quienes
escuchan, de las personas a las que van dirigidas los mensajes. Además, la
pedagogía hay que hacerla cerca de las personas, de los ciudadanos, y ello
supone que hay que desplazarse con el “riesgo” que hoy entraña alejarse del
poder real y adentrarse en mundos complejos y poco “rentables” tecno-estructuralmente
hablando.
Comunicación y explicación son
dos funciones bien relevantes de los nuevos espacios políticos que han de
realizarse pedagógicamente, dedicando tiempo a exponer las argumentaciones
Los nuevos espacios políticos,
entre los que se sitúa el espacio del centro, traen consigo una particular
exigencia de pedagogía política. Efectivamente, en el desarrollo de sus
políticas, las formaciones inspiradas en el espacio de centro deben atender de
modo muy particular a la comunicación con el entorno social, con toda la
sociedad. El trabajo de pedagogía política no es, de ninguna manera, una labor
de adoctrinamiento, de conversión ideológica, sino precisamente de transmisión
de los valores de las políticas que se proponen o que se realizan. El respeto a
las posiciones ideológicas, a los valores que individualmente cada ciudadano
defiende, debe conjugarse con la insistencia en la llamada a abrirse a la
realidad de las cosas, y a su complejidad, haciendo ver que las soluciones
simplistas no son soluciones; que la prudencia es una buena guía en las
decisiones políticas, y que esta no está reñida –antes al contrario– con las
metas sociales ambiciosas; que importa más el trabajo serio y consolidado que
los gestos superficiales y sin fundamento, que bajo la apariencia de progreso
esconden un progresivo deterioro de la vida económica y social e incluso de la
ética, que nunca tardará demasiado en ponerse en evidencia.
En este tiempo en el que algunos
confunden el centro con la ambigüedad, la pusilanimidad o la indiferencia,
la exigencia de explicación y de pedagogía es, si cabe, más relevante. Si así
no se hace, la gente se siente decepcionada, se aleja de los políticos y, es
lógico, empieza a abrirse a nuevas propuestas en las que el mensaje es
demagógico y desafiante. Desde el centro, que es un espacio político de
apertura, pluralidad, dinamismo y complementariedad, es menester que se
transmitan al pueblo las políticas a emprender acompañadas o precedidas de las
razones de su formulación, así como de las consecuencias que de ellas se van a
desprender.
Cuando domina el silencio,
asoman las demagogias, los populismos, los salvadores de la patria, los
manipuladores sociales y todo un conjunto de oportunistas especializados en
manejar el descontento y la indignación
La pedagogía política impide
la demagogia porque la racionalidad es su principal manifestación. Cuando las
propuestas o las medidas se pueden explicar porque son razonables, lógicas, con
argumentaciones al alcance de cualquier fortuna, es probable que el pueblo
soberano pueda comprender mejor el alcance y sentido de esas políticas. Y
cuando estas se hacen para todos porque son exigencias de la centralidad del
ser humano, entonces se transita por el buen camino y no es difícil explicar
las causas y las razones de tal proceder. En cambio, cuando domina el
silencio, la ausencia de explicaciones y la rendición de cuentas es una falacia,
la misma democracia va perdiendo enteros. Entonces asoman las demagogias, los
populismos, los salvadores de la patria, los manipuladores sociales, todo un conjunto de
oportunistas especializados en manejar el descontento y la indignación.
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*Jaime Rodríguez-Arana es
catedrático de Derecho Administrativo y miembro de la Academia Internacional de
Derecho Comparado de La Haya
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