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partir de la asunción del presidente ecuatoriano Rafael Correa en 2007, en ese país se empezó a trabajar con un
equipo de economistas que lograron cambiar profundamente la estructura
económica de ese país. Pedro Páez Pérez,
era en ese momento director de la Comisión Técnica Presidencial del Ecuador
para la Nueva Arquitectura Financiera.
Hoy es uno de los más lúcidos economistas del continente y uno de los ideadores
de la propuesta que intenta revertir el modo de entender la economía también a
nivel de América Latina. “La pertinencia
de la propuesta ecuatoriana se ve a todas luces ahora”, explicó en diálogo
con L’Ombelico del Mondo,
programa internacional de Radionauta
FM. “Creo que es indispensable poner todas las fuerzas para abrir ese
debate. Los economistas, inclusive los
heterodoxos, tenemos la responsabilidad de aportar con soluciones concretas
a los problemas de nuestros pueblos y sobre todo defender los procesos democráticos y sociales que
se están dando en contra de las agendas
de desestabilización que combinan elementos financieros macro económicos y
políticos para provocar la ruptura de los avances en las conquistas
sociales que se están logrando”, dijo. Por otra parte, refiriéndose a la
actualidad agregó que “si se ven con
cuidado los acontecimientos de los últimos dos o tres meses, puede leerse
con mucha claridad la trascendencia estratégica que tiene la constitución
inmediata de los tres pilares que
hemos venido defendiendo”. Allí enumeró algunas de ellas como: un banco
de desarrollo “de nuevo tipo”, que incluya la utilización de monedas
nacionales; una red financiera con un fondo de estabilización “alternativo
al FMI y al sistema global de reservas de la liquidez de la transaccionalidad
que tiene el dólar”; y finalmente la disputa del concepto mismo
de moneda, “sobre la base del fortalecimiento de los intercambios
basados en el trabajo de la gente, a través de los sistemas de compensación de pagos como el
Sistema Unitario de Compensación”.
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América latina, encerrada con fuerte "candado" guardando tres características centrales (tendencias) de su economía, siempre estará en peligro, expresará debilidad y estará al vaivén de la economía internacional: primero encerrada por siglos en el viejo modelo extractivista exportador de materias primas y depredador del medio ambiente: segundo, esta realidad compleja lo conduce a sólo depender de los precios de los commodities ( entre ellos los minerales) y su dependencia al mercado chino (la gran factoría global), y tercero, apostar al crecimiento macro-económico - excluir toda vía al desarrollo económico social, la industrialización y diversificación productiva, así como la modernización y fortalecimiento del Estado.
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LATINOAMÉRICA Y SU LABERINTO ECONÓMICO.
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Notas. Rebelión martes 5 de agosto del 2014.
En medio del debate desatado por las negociaciones
con los fondos buitres, el programa internacional de Radionauta FM, L’Ombelico del Mondo, dialogó con el economista Pedro Páez Pérez, superintendente de
Control del Poder del Mercado de Ecuador, y principal pensador de la Nueva Estructura Financiera
Latinoamericana.
El debate en torno al pago a los fondos buitre en
Argentina ha generado una gran cantidad de opiniones en torno al marco de las
finanzas a nivel global en el que se da ese hecho. La cesión de soberanía
jurídica y la inclusión subordinada de los países latinoamericanos al mercado
global, consagrados en la letra chica de este tipo de transacciones, son hoy
-junto con la legitimidad de las deudas externas- el principal foco de
discusión para quienes proponen alternativas al actual sistema económico. Y en
este contexto es que reflotan viejas propuestas.
A partir de la asunción del presidente ecuatoriano Rafael Correa en 2007, en ese país se
empezó a trabajar con un equipo de economistas que lograron cambiar
profundamente la estructura económica de ese país. Pedro Páez Pérez, era en ese momento director de la Comisión
Técnica Presidencial del Ecuador para la Nueva
Arquitectura Financiera. Hoy es uno de los más lúcidos economistas del
continente y uno de los ideadores de la propuesta que intenta revertir el modo
de entender la economía también a nivel de América Latina.
“La pertinencia de la propuesta
ecuatoriana se ve a todas luces ahora”, explicó en diálogo con L’Ombelico del Mondo, programa
internacional de Radionauta FM.
“Creo que es indispensable poner todas las fuerzas para abrir ese debate. Los
economistas, inclusive los heterodoxos, tenemos la responsabilidad de aportar
con soluciones concretas a los problemas de nuestros pueblos y sobre todo
defender los procesos democráticos y sociales que se están dando en contra de las
agendas de desestabilización que combinan elementos financieros macro
económicos y políticos para provocar la ruptura de los avances en las
conquistas sociales que se están logrando”, dijo.
Por otra parte, refiriéndose a la actualidad agregó
que
“si se ven con cuidado los
acontecimientos de los últimos dos o tres meses, puede leerse con mucha
claridad la trascendencia estratégica que tiene la constitución inmediata de
los tres pilares que hemos venido defendiendo”. Allí enumeró algunas de ellas
como: un banco de desarrollo “de nuevo tipo”, que incluya la utilización de
monedas nacionales; una red financiera con un fondo de estabilización
“alternativo al FMI y al sistema global de reservas de la liquidez de la transaccionalidad
que tiene el dólar”; y finalmente la disputa del concepto mismo de moneda,
“sobre la base del fortalecimiento de los intercambios basados en el trabajo de
la gente, a través de los sistemas de compensación de pagos como el Sistema
Unitario de Compensación”.
Para el economista el “ejemplo” que están dando los
BRICS,
“muestra clarísimamente que este
tipo de cosas son la respuesta adecuada para poder defendernos, y ni siquiera
de los Estados nación de los países imperiales, sino de de lo que está llevando
al abismo a esos propios países y sus élites. Esa es la descomposición de la
política global en la que el sistema se ha embarcado”.
Sin embargo Páez
Pérez, que hoy se desempeña como superintendente de Control del Poder del
Mercado del Ecuador, admite que algunos de los pasos ya se han concretado.
“No solamente se ha avanzado de
manera muy lenta, sino que lo poco que se ha avanzado corre el riesgo de ser
secuestrado y desnaturalizado para convertir por ejemplo al Banco del Sur en
una réplica caricaturesca del Banco Interamericano de Desarrollo”, puntualizó
al respecto.
“Si se obliga al Banco del Sur a
funcionar con dólares el músculo financiero va a ser insignificante pero además
va a apretar las mismas tuercas del mismo sistema que está llamado a criticar.
Lo mismo pasó con el Banco de los BRICS”,
explicó. La iniciativa original inspirada en los fundamentos teóricos
discutidos en torno a la nueva arquitectura financiera latinoamericana,
lanzados en el comunicado de los BRICS de marzo de 2012, “planteaba un gran
banco de desarrollo con un capital social de 250.000 millones de dólares
contribuidos por igual en monedas nacionales”.
Sin embargo “cuando los
tecnócratas secuestraron la decisión presidencial de los líderes legítima y
democráticamente electos, como puede pasar en América Latina, transformaron ese
capital en dólares, lo cual volvía imposible el asunto”. Para Brasil “no hubiera ningún problema en emitir 50.000 millones
de dólares en reales brasileños, que no se van a gastar en su territorio por lo
tanto no van a generar ningún tipo presión inflacionaria o presupuestaria, sino
que van a proporcionar los medios para que desde otros países se activen flujos
de comercio e inversión que profundicen la cooperación sur - sur y las
posibilidades de otro tipo de relaciones económicas mucho más justas”.
Economía
latinoamericana sortea entorno adverso Aunque el
crecimiento es bajo no deja de ser positivo comparado al escenario
internacional. La economía latinoamericana no
anduvo muy bien este año, pero tampoco le fue mal. El crecimiento proyectado
para el año es bajo, pero el resultado no deja de ser positivo si se compara
con el escenario internacional en el que los países industrializados apenas
empiezan a salir de su letargo y China desacelera su ritmo explosivo.
***
Y el paralelo con el Banco del Sur resulta obvio.
“El Banco del Sur no va a poder
cumplir su cometido, va a convertirse en otra frustración para los pueblos si
es que no involucra la participación y movilización de recursos nacionales en
su moneda, la recuperación del despliegue de sistemas soberanos de crédito de
todos los países, y esté complementado por la integración comercial y
productiva con la posibilidad a largo plazo de repagar esos créditos sobre la
base del intercambio comercial basado en el mecanismo de compensación de pagos
como el SUCRE que existe entre los
países del ALBA”.
Esto equivale a la integración de los tres pilares
planteados por los economistas de la nueva arquitectura financiera
latinoamericana. Páez Pérez hizo
especial hincapié en la necesidad de ampliar el funcionamiento del Sistema
Único de Compensación Reciproca (SUCRE).
“El funcionamiento del SUCRE durante estos tres o cuatro años
ha dado muestras de robustez a pesar de la campaña de desprestigio y sabotaje
que se ha dado en todas partes. Las condiciones para que eso se expanda a toda
América Latina para proteger flujos de comercio, fomentar otras líneas de
comercio y provocar condiciones de sostenibilidad en la dotación de créditos de
monedas nacionales en la condición de repago de esas deudas en el mediano y
largo plazo, abren las puertas para dar viabilidad a un proceso de
profundización de la integración productiva, comercial y social, inmediata del
continente que se puede articular de manera absolutamente armoniosa”.
Esto también puede generar
“las
condiciones para renegociar nuestra relación conflictiva con los grandes
capitales. Y desde el ángulo de la Patria
Grande latinoamericana ir apalancando otras condiciones que permitan
proteger la paz y la prosperidad en contra de esa agenda especuladora”.
El economista advirtió no obstante que las ventanas
para generar este profundo cambio se están cerrando y es necesaria una acción
sobre posibilidades que son inmediatas.
“El problema
es que la oportunidad para el continente puede cerrarse muy rápidamente por el
grado de desesperación que tienen esas élites en el norte”.
Para Páez
Pérez es “muy probable” que el caso de los fondos buitre
“esté ligado no sólo a una agenda
de desestabilización en América Latina sino que esté marcado en una guerra
financiera que contrapone a distintas facciones de esas élites y también en el
marco de una geopolítica en disputa en el declive de la hegemonía
norteamericana y el ascenso de un capital productivo monopólico relocalizado
hacia los BRICS, el sur, América Latina, con proyecciones políticas que van
más allá de lo que ellos quisieran”.
En ese sentido resaltó que
“es indispensable crear una
presión social sobre la base de la decencia, reconociendo la urgencia de la
coyuntura. Reconociendo el riesgo de que el territorio latinoamericano se
convierta en otro escenario de las disputas geopolíticas internacionales.
Reconociendo el riesgo inmediato de la ruptura de los procesos democráticos que
se han venido construyendo en el continente y no me refiero sólo a los
gobiernos progresistas”.
“Ese riesgo”, subrayó, “puede
trastornar de manera muy rápida las expectativas y horizontes que asumimos como
dados hasta ahorita. Hoy tenemos la posibilidad de una guerra financiera entre
las facciones suicidas del poder en las altas cumbres. Que se suban las tasas
de interés marca la fragilidad de la situación macroeconómica y financiera del
continente. Hay
una necesidad inmediata de hacer realidad lo que ya fue decisión política”.
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