¿Por qué el Foro
Social Mundial se ha agotado?
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Emir Sader.
La Jornada. Rebelión.
El Foro Social Mundial (FSM) fue la primera gran
reacción internacional a la ola neoliberal que pasó a devastar el mundo en las
últimas décadas del siglo pasado. Era una ola tan destructiva, que el lema del
FSM era minimalista –otro mundo es posible. Se estaba buscando afirmar la
disconformidad con las tesis del fin de la historia y el Consenso de
Washington.
Esas tesis, nacidas en la
derecha –con Reagan y Thatcher–, se habían difundido hacia otras corrientes
–socialdemocracia, nacionalismos–, revelando su capacidad hegemónica. El FSM
nació en la contramano de esa ola, teniendo un éxito inmediato al demostrar el
potencial que la resistencia a esa ola suscitaba.
Su auge fueron las
movilizaciones en contra de la guerra de Irak, las más grandes manifestaciones
conocidas hasta ahora, donde el FSM tuvo un rol importante en su convocatoria.
A partir de ese momento se inició un declive del FSM.
El mismo hecho de no haber
realizado un balance de las manifestaciones ni discutido la forma de dar
continuidad a la lucha por la solución pacífica y no violento de los conflictos
mundiales ya revelaba una debilidad fundamental del FSM. La hegemonía de las
ONG y de algunos teóricos vinculados con las concepciones de esas entidades fue
la responsable de la decadencia del FSM.
El FSM había nacido en el
marco de una ambigua reacción ideológica y política al final de la guerra
fría y la posición frente al Estado fue determinante para esa ambigüedad.
Hay que recordar que el lema central de Reagan era el de que el Estado no era
la solución, sino el problema. Se descargaban sobre el Estado las baterías
fundamentales de la nueva derecha, a lo que se sumaban las ONG y sus teóricos.
“Es necesario aumentar el nivel de conciencia de los
ciudadanos para movilizar más en contra de las injusticias, de las
desigualdades y en favor de la libertad y la dignidad de nuestros pueblos”.
Foro Social mundial. Túnez. Marzo del 2015.
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El lema reaganiano hacía
parte de la nueva hegemonía liberal en el mundo, con su vertiente del Estado
mínimo –con la correspondiente centralidad del mercado– y la política de
promoción de la sociedad civil, con contornos imprecisos y fuertemente
permeables a interpretaciones ambiguas. ONG y visiones teóricas vinculadas con
ellas dentro del propio FSM centraban su fuego en contra del Estado. En ese
campo ambiguo se confundían ONG, intelectuales eurocéntricos y el propio campo
neoliberal.
No por casualidad las ONG
consideraban cuestión de principio la no participación de los partidos
políticos en el FSM. Postura que llegó al absurdo de que presidentes
latinoamericanos, como Hugo Chávez, Lula, Rafael Correa y Evo Morales, tuvieron
que presentarse en un acto paralelo, externo a la programación oficial del FSM
de Belén, en 2009.
El FSM perdía el hilo de la
lucha real en contra el neoliberalismo, que se hacía desde gobiernos, con
estados y partidos políticos como partes indispensables en esa lucha
El FSM y los intelectuales
vinculados con las visiones de las ONG, hegemónicos en la organización de los
eventos, se separaban de la construcción del otro mundo posible, llevada a cabo
por los gobiernos progresistas latinoamericanos. Gobiernos que rompían con la
centralidad de los ajustes fiscales del neoliberalismo, imponiendo la prioridad
de las políticas sociales. Gobiernos que priorizan los procesos de integración
regional y los intercambios Sur-Sur, en lugar de los tratados de libre comercio
con Estados Unidos.
Gobiernos que, además,
rescatan el rol del Estado como inductor del crecimiento económico y como
garante de los derechos sociales de todos.
Las mismas propuestas del
FSM, como la recuperación de los derechos sociales expropiados por el
neoliberalismo y la regulación de la circulación del capital financiero, sólo
podrían ser realizadas a través del Estado. Al rechazar el Estado en favor de la
sociedad civil, las ONG y los intelectuales vinculados con ellas –en general,
europeos o latinoamericanos con visiones eurocéntricas– han quedado reducidos a
la impotencia política y al aislamiento de los movimientos populares.
Mientras, América Latina,
que había sido víctima privilegiada del neoliberalismo, elegía y consolidaba
gobiernos antineoliberales, el FSM, al perder sintonía con la historia real, se
fue vaciando. Las ONG caracterizan a los foros como lugar apenas de intercambio
de experiencias entre distintos movimientos, sin plantearse alternativas a la
construcción del posneoliberalismo. Ni siquiera reservan lugar para el debate
necesario entre gobiernos progresistas y movimientos sociales.
Las ONG y los teóricos de
la sociedad civil han visto su paradigma liberal, antiEstado, superado por la
realidad. Varios de ellos pasaron a tomar gobiernos progresistas, como los de
Evo Morales, Rafael Correa, Lula o Rousseff, como sus enemigos fundamentales,
latinoamericanos, prestándose a servir a la derecha de esos países.
Los errores teóricos son
pagados de forma grave por la realidad concreta, relegando el FSM a la
intranscendencia y a visiones equivocadas, que perdieron el sendero de la
construcción del otro mundo posible, encarnados por los gobiernos pos-neoliberales
de América Latina.
Emir Sader. Profesor de la
Universidad de Sao Paulo, autor del libro El nuevo topo: los caminos de la
izquierda latinoamericana.
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TÚNEZ 2015. FORO SOCIAL MUNDIAL.- Destacada
participación de la UNMS en el Foro Social Mundial de Túnez La Unión Nacional
de Mujeres saharauis participa en el Forum Social Mundial celebrado en Túnez
del 24 al 30 de marzo. Una delegación de la UNMS compuesta por miembros del
Buró de la Unión Nacional de Mujeres saharauis y de activistas por los DDHH
procedentes de las zonas ocupadas del Sahara Occidental bajo ocupación
marroquí, está participando en las actividades organizadas en el marco del FSM
de Túnez. Durante las actividades del Foro las mujeres saharauis tienen
previsto llevar a cabo varios talleres sobre la violación de los DDHH por
parte de Marruecos en el Sahara Ocupado y el papel de las mujeres en los
conflictos armados así como su papel como constructoras de paz.. Durante el
taller de DDHH se hizo una presentación audiovisual de los testimonios de las
víctimas saharauis y el testimonio de algunos activistas procedentes de los
territorios ocupados.
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Declaración de la
Asamblea de los Movimientos Sociales - Foro Social Mundial 2015.
"Construir
una agenda común contra el capitalismo, el imperialismo, el patriarcado y el
racismo"
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Asamblea de los Movimientos Sociales.
Rebelión 30 de marzo del 2015.
Nosotras y nosotros, nos
hemos reunido en la Asamblea de los Movimientos Sociales, durante el Foro
Social Mundial de Túnez 2015, teniendo en cuenta toda nuestra diversidad para
construir una agenda común de luchas contra el capitalismo, el imperialismo, el
patriarcado, el racismo y todas las formas de discriminación y de opresión.
Hemos construido una
historia y un trabajo en común que ha permitido avances, con la esperanza de
conseguir la victoria contra el sistema dominante y poder concretar
alternativas en pro de un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la
naturaleza.
Los pueblos de todo el
mundo sufren actualmente los efectos del agravamiento de una profunda crisis
del capitalismo, en la que sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados
mediáticos, instituciones internacionales) buscan potenciar sus beneficios a
costa de una política intervencionista y neocolonialista, con la complicidad de
gobiernos neoliberales.
Guerras, ocupaciones
militares, tratados neoliberales de libre comercio (Transatlántico, Transpacífico,
ALECA, UE- MERCOSUR ,
ADE, e Israel-MERCOSUR y diferentes tratados bilaterales) y políticas de
austeridad se traducen en paquetes económicos que privatizan los bienes comunes y
los services publiques, rebajan los salarios, violan los derechos, multiplican
el desempleo, aumentan la precariedad y la sobrecarga de las mujeres en el
trabajo de los cuidados, y destruyen la naturaleza.
Estas políticas
neoliberales afectan con intensidad tanto a los países del Sur como a los
países del Norte, aumentando las migraciones, los desplazamientos forzados, los
desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales. Refuerzan el
conservadurismo y el control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. Además,
nos imponen la “economía verde”, como falsa solución a la crisis ambiental y
alimentaria, que no solo agrava el problema, sino que resulta en la
mercantilización, privatización y financiarización de la vida y de la naturaleza.
Afirmamos que los pueblos
no son responsables de esta crisis y por lo tanto no deben pagar sus
consecuencias. No hay salida posible dentro del sistema capitalista. Aquí, en
Túnez, nos reafirmamos en nuestro compromiso para la construcción de una estrategia
común de combate contra el capitalismo. Y por ello, los movimientos sociales
luchamos:
● Contra las
transnacionales y el sistema financiero ( FMI ,
BM y OMC ),
principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los
servicios públicos y los bienes comunes como el agua, el aire, la tierra, las
semillas, los recursos minerales, promueven las guerras, violan los derechos
humanos y saquean los recursos. Las transnacionales reproducen las prácticas
extractivistas perjudiciales para la vida, acaparan nuestras tierras y
desarrollan semillas y alimentos transgénicos que privan a los pueblos de su
derecho a la alimentación y destruyen la biodiversidad.
Luchamos por la anulación
de la deuda ilegitima
y odiosa que hoy es instrumento global de dominación, de represión y de asfixia
económica y financiera de los pueblos. Rechazamos los tratados de libre
comercio que los Estados y las transnacionales nos imponen y afirmamos que es
posible construir una integración de otro tipo, por los pueblos y para los
pueblos, basada en la solidaridad y en la libertad de circulación para todos los
seres humanos.
Apoyamos el llamamiento a
una jornada de acción internacional
contra los tratados de libre comercio prevista para el día 18 de abril de 2015
● Por la justicia climática
y la soberanía alimentaria, porque sabemos que el calentamiento global es
resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las
transnacionales, las instituciones financieras internacionales y los gobiernos
a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Denunciamos la “economía verde” y rechazamos todas las falsas soluciones a la
crisis climática como los agrocombustibles, los organismos genéticamente
modificados, la geoingeniería y los mecanismos del mercado de carbono, como el
REDD (reducción de Emisiones debido a la Deforestación y a la Degradación), que
ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y
mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años.
Defendemos la soberanía
alimentaria y la agricultura campesina que son la solución real a la crisis
alimentaria y climática, y que significan también el acceso a la tierra para la
gente que la trabaja.
Llamamos a una gran
movilización sobre el clima para el mes de diciembre de 2015 en París. En
paralelo a la COP21. Hagamos de 2015 el año de las movilizaciones de los
movimientos sociales en todo el mundo por la justicia climática.
● Contra la violencia hacia
las mujeres, que se ejerce con regularidad en los territorios ocupados
militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando
son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos
contra la violencia doméstica y sexual que se ejerce sobre ellas cuando son
consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y
su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres,
niñas y niños.
Defendemos la diversidad
sexual, el derecho a la autodeterminación de género, y luchamos contra la
homofobia y la violencia sexista.
Llamamos a apoyar las
acciones de la 4ª Marcha Mundial de Mujeres entre marzo y octubre de 2015.
● Por la paz y contra la
guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros
territorios. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos y
de la lucha contra los integrismos, que muchas veces justifica las
intervenciones militares. Defendemos el derecho de los pueblos a su
autodeterminación y a su soberanía. Denunciamos la instalación de bases
militares extranjeras utilizadas para fomentar conflictos, controlar y saquear
los recursos naturales y promover dictaduras en diversas partes del mundo.
Exigimos reparaciones para
todos los pueblos del mundo víctimas del colonialismo
● Por la democratización de
los medios de comunicación masivos y por la construcción de medios
alternativos, que son fundamentales para derrocar la lógica capitalista.
● Por la resistencia y la
solidaridad: Luchamos por la libertad de poder organizarnos en sindicatos,
movimientos sociales, asociaciones y en cualquier otra forma de resistencia
pacífica.
Denunciamos el aumento de
la represión contra los pueblos rebeldes, los arrestos, encarcelamientos y
asesinatos de activistas, estudiantes y periodistas, así como la
criminalización de nuestras luchas.
Inspirada en la historia de
nuestras luchas y en la fuerza renovadora del pueblo en las calles, la
Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a todas y todos a desarrollar
acciones, coordinadas en todo el mundo, durante una semana global de luchas contra
el capitalismo, del 17 al 25 de octubre de 2015.
¡Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad global
para derrotar al sistema capitalista!
Reforcemos nuestra
solidaridad con los pueblos del mundo que combaten cotidianamente contra el
imperialismo, el colonialismo, la explotación, el patriarcado, el racismo y la
injusticia, en Túnez, Palestina, Kurdistán, Siria, Irak, Libia, Grecia, España,
Burkina Faso, Malí, República Democrática del Congo, en el África central, en
el Sahara occidental…
¡Viva la lucha de todos los pueblos!
¡Los pueblos unidos jamás serán vencidos!
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