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Las políticas salvajes aplicadas e impuestas por la
Troika europea hacia la euro-zona, no constituyen políticas tendientes a encontrar o
construir el camino a mediano o largo plazo hacia la salida de la crisis
estructural, multidimensional en Europa. Las
políticas de austeridad ahora salen en todo su dimensión destructiva,
cuando los gobernantes europeos presentan en los Congresos de sus respectivos países el Presupuesto Oficial para el año
2013. El recorte es efectivo, dramático
y salvaje en la educación, salud, salarios, pensiones, servicios públicos, etc.
Hoy
los Académicos Europeos están presentes cuando señalan con claridad y objetividad que los recortes
presupuestarios en las Universidades es realmente salvaje, brutal y violento,
porque ahora la disminución en el presupuesto en investigación científica en Universidades, Becas de estudiantes, pagos
en Matrículas, salarios y sueldos de la Docencia Universitaria, etc. Esta realidad
de austeridad y agresión económica a las Universidades conducirá en Europa,
marcha incontenible hacia la privatización
del conocimiento, porque ahora las investigaciones
científicas, serán financiadas por las
corporaciones transnacionales, desaparece la calidad en la formación
universitaria, se camina hacia la elitización en la formación profesional, e
inexorablemente hacia la privatización de la educación Universitaria. El Estado estará cada vez más ausente del presupuesto
universitario y por lo tanto la única salida que presenta es hoy
la privatización de la formación universitaria. Ahora sí es posible que el neoliberalismo imponga en Europa el
Modelo de Universidad “La Universidad
Bolonia”, el modelo único, privatizado, con docentes
contratados sólo anualmente – y cientos
sin renovación en sus contratos otros hasta diciembre – realidad desastrosa
que testimonia la violación absoluta de sus derechos laborales.
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La crisis Académica
en Europa.
Los dirigentes
sindicales ante la situación de la Universidad.
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Gremialistas de España, Italia, Alemania, Portugal y otros países
advierten sobre los recortes y la caída de la calidad.
Página
/12 martes 2 de octubre del 2012.
Agustín Saavedra
Recortes en investigación,
podas de becas estudiantiles, caída de matrículas, reducción de derechos
laborales son, entre otros, los efectos de la crisis económica en las
universidades europeas. Durante la VIII Conferencia Mundial sobre Enseñanza
Superior, que por primera vez se realizó en Buenos Aires, Página/12 dialogó con
dirigentes sindicales de Europa, que hicieron una descripción urgente de los
problemas que enfrenta la educación superior. Si bien los detalles varían según
las regiones, las coincidencias auguran –hacen temer– “una merma importante de
la calidad académica, así como del acceso a la universidad”.
La conferencia, que concluyó
la semana pasada, fue impulsada por la Internacional de Educación y la
federación docente Conadu. Durante los recesos de los paneles y exposiciones,
este diario dialogó con gremialistas de España, Francia, Alemania, Italia,
Portugal y Dinamarca.
“Hasta el año pasado, en
España no habíamos sentido los efectos de la crisis en la educación superior”,
dijo Pedro González, de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras. Sin
embargo, “el actual gobierno (de Mariano Rajoy, del PP) ha establecido un
presupuesto que recorta 250 millones de euros en la partida de universidades y
les ha exigido a las comunidades autónomas que apliquen otro tanto ellas
mismas”. Además, “se han reducido un 46 por ciento las becas de ciencia y
tecnología y se ha congelado y disminuido el número de becas para los
estudiantes universitarios en todos los niveles, desde grado hasta doctorado”,
cuantificó González.
En Italia, como en varios
países del sur de Europa, la crisis pone a la universidad en grandes
dificultades: “Tenemos una nueva ley universitaria, que redujo fuertemente los
derechos de los trabajadores y los espacios de cogobierno”, comenzó Alessandro
Arienzo, de la Federación de los Trabajadores del Conocimiento. “Se redujeron
las oportunidades de los jóvenes para acceder a la universidad y las de los
investigadores. El empleo de los investigadores antes era de tiempo completo,
ahora es un empleo temporario. Tenemos recortes de financiamiento, aumento de
cuotas de estudiantes, es decir, nuestra situación no es muy diferente de la
española.”
“En Portugal cambiamos de
izquierda a derecha como en España, pero un poco antes –dijo Manuel Dos Santos,
de la Federación Nacional de Profesores–. Los recortes son cada vez más anchos,
sobre todo el año pasado, cuando fueron del 8,5 por ciento anual. Pienso que
hoy las universidades están casi al mínimo de lo que es posible funcionar.” Dos
Santos registró también una “caída la matrícula en un 10 por ciento respecto de
años anteriores y no porque haya menos estudiantes, ya que aumenta la
escolaridad, sino porque no hay muchas becas y básicamente por la crisis
económica en cada familia”.
Versiones distintas
presentaron los dirigentes gremiales de Francia y Alemania. “Durante el
gobierno de Nicolás Sarkozy, el dinero de la educación superior estaba dirigido
a universidades vinculadas con el petróleo o a universidades de excelencia,
pero no había financiamiento para pequeñas instituciones”, dijo Cohen
Jean-Hervé, del Sindicato Nacional de Enseñanza de Segundo Grado. “En Francia
las dificultades que tenemos en la educación superior no son producto
esencialmente de la crisis, sino de la ideología de los gobiernos, que ponen la
concurrencia del mercado como primera prioridad”, observó Jean-Hervé. De
acuerdo con el sindicalista, la asunción del presidente François Hollande
obligó a los gremios a posicionarse de otra manera: “Durante diez años nos
acostumbramos a decir no, a ser oposición, pero ahora tenemos que aprender a
ser más constructivos, un verdadero desafío para nuestras organizaciones.
Tenemos un nuevo gobierno de izquierda, que por supuesto no va a satisfacer
todas nuestras demandas, pero creemos que puede haber una distribución más
igualitaria”.
El caso alemán es diferente:
“No hay ninguna crisis –aseguró Andreas Keller, del Sindicato de Educación y
Ciencia–. En los ’70 tuvimos un millón de estudiantes y 40 mil profesores catedráticos.
Ahora tenemos dos millones de estudiantes, todavía 40 mil profesores
catedráticos y un aumento de las otras categorías docentes”. Los conflictos
aparecen en los primeros escalafones de la docencia: “El 90 por ciento de los
colegas que no son catedráticos tiene contratos temporales”, indicó Keller.
Pero esta situación, “más que una coincidencia de la crisis, es una ideología
de las universidades en mantener a los profesores de esa forma”, sostuvo. “Otra
causa puede ser un programa del Estado que se llama Iniciativa de Excelencia,
por el cual se asigna un financiamiento de cinco años a las universidades.
Entonces hace que las universidades contraten por un tiempo reducido, porque no
saben si en cinco años recibirán otra vez el dinero.”
La precarización laboral en
las universidades parece lugar común. En España “han anunciado una modificación
de la ley de universidades que va a conllevar que no se sustituya a ningún
profesor que se jubile en los próximos años –dijo González–. Y hoy no se están
renovando los contratos de profesores que tenían una contratación a tiempo
parcial, o interina”. El italiano Arienzo concluyó: “La crisis es un hecho y
tenemos que enfrentarla. Pero la forma en que la crisis es utilizada como herramienta
para reducir al sector público, eso es ideología”.
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