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El año 2,000 parece marcar un punto de
inflexión en la historia de las luchas en América
del Sur. Pero al tomar como referencia esta fecha en el tiempo político e
histórico, lo hacemos teniendo como base y fundamento la extraordinaria
performance de los pueblos de América Latina que en condiciones totalmente
negativas luchan y se enfrentan a la política neoliberal y especialmente a sus
voceros políticos e implementadores gubernamentales. Como siempre “la pita se
rompía por el lado más débil”, socialmente, millones de trabajadores y el
pueblo en su conjunto son una vez más víctimas de políticas públicas inhumanas de Gobiernos sin
representación y legitimidad política, con “programas de reajuste estructural”
aplastaron en la década anterior a millones de seres humanos al hambre, la
pobreza, miseria, exclusión y fundamentalmente consolidaron el “nuevo” escenario
continental de profunda y extrema desigualdad económico social.
Desaparecieron absolutamente sus
derechos laborales, demolieron las estructuras institucionales de sus gremios, sindicatos y Partidos Políticos,
dejándolos prácticamente a “merced” o en manos del poder total del gran
capital, la gran empresa, primero las multinacionales y en la última década las
transnacionales corporativas. En el período, comprendido entre el final de la
década de los noventa y los primeros años del 2000 (considerado 1999-2003) se
experimentó una gran crisis socio-económica y política, incluyendo crisis
económicas y financieras en Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Ecuador,
Perú y Uruguay. Después de más de veinte – en otros quince y diez - años de
políticas de libre mercado acompañando al proceso de globalización, la red de
seguridad social estaba hecha jirones. Los precios de las mercancías
(commodities) se mantenían bajos y la desregularización financiera agudizaba la
vulnerabilidad de las economías ante la recesión en EE.UU.
Perú. Julio del 2,000. La histórica
Marcha de los cuatro Suyos. Día del Juramento el 27 de Julio. Un millón de
peruanos, iniciamos el camino de la derrota final de la dictadura.
LOS NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES
EN AMÉRICA LATINA.
Visión
Política hacia el nuevo milenio.
*****
Pablo Raúl Fernández Llerena.
Sociólogo. Politólogo.
“Hay hombres que luchan un día y son
buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos
años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda su vida, esos son los
imprescindibles”.
***
“No estoy de acuerdo con tus ideas, pero
defiendo tu sagrado derecho a expresarlas”.
Introducción.
1.- Los “Nuevos” Movimientos
Sociales a finales del siglo XX.
El año 2,000 parece marcar un punto de
inflexión en la historia de las luchas en América
del Sur. Pero al tomar como referencia esta fecha en el tiempo político e
histórico, lo hacemos teniendo como base y fundamento la extraordinaria
performance de los pueblos de América Latina que en condiciones totalmente
negativas luchan y se enfrentan a la política neoliberal y especialmente a sus
voceros políticos e implementadores gubernamentales. Como siempre “la pita se
rompía por el lado más débil”, socialmente, millones de trabajadores y el
pueblo en su conjunto son una vez más víctimas de políticas públicas inhumanas de Gobiernos sin
representación y legitimidad política, con “programas de reajuste estructural”
aplastaron en la década anterior a millones de seres humanos al hambre, la
pobreza, miseria, exclusión y fundamentalmente consolidaron el “nuevo” escenario
continental de profunda y extrema desigualdad económico social.
Desaparecieron absolutamente sus
derechos laborales, demolieron las estructuras institucionales de sus gremios, sindicatos y Partidos Políticos,
dejándolos prácticamente a “merced” o en manos del poder total del gran
capital, la gran empresa, primero las multinacionales y en la última década las
transnacionales corporativas. En el período, comprendido entre el final de la
década de los noventa y los primeros años del 2000 (considerado 1999-2003) se
experimentó una gran crisis socio-económica y política, incluyendo crisis
económicas y financieras en Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Ecuador,
Perú y Uruguay. Después de más de veinte – en otros quince y diez - años de
políticas de libre mercado acompañando al proceso de globalización, la red de
seguridad social estaba hecha jirones. Los precios de las mercancías
(commodities) se mantenían bajos y la desregularización financiera agudizaba la
vulnerabilidad de las economías ante la recesión en EE.UU.
La década viene precisamente como
resultado del proceso de “integración mundial” que lideran los agentes del
mercado a través del libre comercio, constituye el punto central de la lógica
del actual proceso de globalización y dentro de ella del proceso mundial de Deslocalización Empresarial, cuando
cientos primero y después miles de empresas, corporaciones de Occidente se
reubicaron hacia los países de economías emergentes. El objetivo ha sido la
permeabilidad de sus fronteras a flujos de información, conocimiento y valor,
de modo tal que el Estado ha llegado a ser considerado como cualquier otro
actor estratégico internacional sea este político, económico, militar e
informacional.. Todos estos actores poseen al mismo tiempo un conjunto nuevo de
recursos asociados con la tecnología y
el libre mercado, y un escenario global totalmente transformado. En
tales condiciones, nos importa considerar como el ambiente, el agua, los
recursos naturales y la biodiversidad de cada país se ubican en el centro de
las expectativas, que buscan controlar dichos recursos a través de acciones de
poder y cómo ello define la toma de decisiones en el marco de las políticas
nacionales de desarrollo. En tal sentido, el actual proceso de globalización
forma parte de un proceso histórico de dominación económica y expansión
planetaria del capitalismo.
Este proceso se consolida con la Caída del Muro de Berlín en 1989 y la
implementación autoritaria y salvaje de las políticas mundiales del Consenso de
Washington 1990. Tales hechos históricos en parte delinean el fin de la
Bipolaridad del mundo y el inicio de la imposición del sistema económico
financiero-especulativo, cono modelo en el ámbito mundial: la construcción de
una sociedad de mercado. América
Latina salía de una etapa muy vulnerable, débil, porque la “conquista y/o recuperación de la Democracia” que se había
planteado como objetivo estratégico principal, en los 80’ no se logró
conseguir. La famosa década perdida, antes que avances, representa una carga
con un pasado muy pesado no resuelto y menos había la capacidad de la
“civilidad” – una sociedad civil muy débil, fracturada y en pleno proceso de
reconstrucción – de encarar problemas muy graves que aún tienen influencia muy
poderosa: la pesada deuda externa,
la violación flagrante y masiva de los Derechos
Humanos – las dictaduras la usaron como política de uso corriente – el no
avance del proceso de industrialización
– nos quedamos en una etapa muy atrasada y no competitiva – la educación y la salud estaban en “cero”,
alto índice de desempleo, sub-empleo
masivo e informalidad como sobrevivencia. Falta total de liderazgo, derechos ciudadanos de mujer no resueltos, la política en estado crítico al igual que
los partidos políticos. Sumado a todo ello en la última década del siglo XX:
Perú. María Elena
Moyano . La Mujer Coraje. Extraordinaria
Lideresa de la Federación de Federación Popular de Mujeres de Villa El
Salvador. Mártir de lucha contra el terrorismo. Fue
salvajemente asesinada por la hordas criminales senderistas.
Febrero de 1992.
*****
Perú,
1990, se
instala el gobierno constitucional de Alberto Fujimori, en un escenario
nacional profundamente fracturado por el terrorismo, la hiper-inflación más
gigante de nuestra historia – sólo comparable con lo que aconteció en la
coyuntura en Bolivia y Nicaragua – y el fracaso del primer gobierno
“alanista-aprista” que nos dejó al filo des despeñadero como país, se inició
con políticas, absolutamente distintas a las ofrecidas en su campaña política –
por ello derrotó a las políticas neoliberales del novelista Vargas Llosa,
políticas neoliberales salvajes, conocidas como el “fuji-shock” en agosto de
1990. Políticas neoliberales salvajemente, autoritarias, impuestas en su
sociedad fracturada por la violencia del terrorismo, la hiper-inflación, la
corrupción, el contrabando y una sociedad en descomposición y pérdida de
valores personales y sociales. El sector más sacrificado y aplastado con las
políticas neoliberales del shock salvaje y fundamentalista, son los sectores
del Perú profundo, donde está enraizada históricamente la desigualdad
económico-social, a la par regiones donde se instalado por más de una década el
terrorismo. La Izquierda Unida,
movimiento político progresista, anti-imperialista, construido dentro del
pensamiento político del gran Amauta
José Carlos Mariátegui, fue la gran
derrotada. El movimiento político, el sindicalismo, el gremialismo, los
movimientos populares y el movimiento sindical clasista fueron el blanco del
terrorismo así como de las políticas salvajes del neoliberalismo. Las Mujeres
organizadas de los sectores urbano-populares dieron la batalla hasta el final,
Una Líder Popular se encumbró en la coyuntura en la lucha contra el senderismo
y contra las políticas neoliberales del gobierno, era MARIA ELENA MOYANO, joven mujer, mujer coraje, líder de la Federación
de Mujeres de Villa El Salvador, mujer de ideas y militancia socialista,
fue asesinada cobardemente por el senderismo, y salvajemente dinamitada, porque
fue una extraordinaria mujer que opuso resistencia militante a las hordas
salvajes. Meses después se consolidó la dictadura con el Golpe de Estado en abril de 1992. La izquierda democrática, la
Unidad de Izquierda Mariateguista y lo último que aún quedaba del sindicalismo clasista, fuimos los
grandes derrotados en la coyuntura, por la violencia que partió como fuego
cruzado desde el senderismo, la derecha conservadora y la dictadura. Una década
fuimos parte del movimiento político,
popular y social latinoamericano aplastados y vencidos temporalmente por
la derecha y sus fuerzas políticas dominantes, pero no eran duraderas y
eternas. Años después volveremos con la misma fuerza, coraje y dignidad a la
lucha social y política contra la dictadura fuji-montesinista y sus políticas
salvajes del neoliberalismo.
Fue una década de sobrevivencia y el
neoliberalismo como ideología y política de la globalización, caminó
prácticamente sólo, como catecismo universal. Los principales problemas
sociales, económicos, educativos, salud, empleo, sueldos y salarios, vivienda,
transporte y en general los derechos laborales, si en la década del 80 al 90’
se prometió su solución, en la década del 90´el poder fáctico globalizado y la
implementación de las políticas del Consenso
de Washington, prácticamente las barrieron, las liquidaron, con
alternativas ilusas, falsas e irrealizables, como la equidad social, la participación ciudadana, el presupuesto
participativo, el empoderamiento que al final solo contribuyen a embalsar los derechos sociales,
laborales y políticos que en la coyuntura muy especial con plena seguridad debe
ocurrir su explosión social y política.
El embalse, la corrupción y la
represión, explotan como sucesivos volcanes. Estamos ingresando a la era de la
inflexión histórica en América Latina, se inicia la “Guerra del Agua”, más o menos en aquél año, cuando el 10 de enero
comenzaron los bloqueos de caminos en torno a Cochabamba, Bolivia, donde una subsidiaria de la trasnacional Bechtel acababa
de apoderarse del agua, tradicionalmente escasa en la región. Once días
después, el 21 de enero, 12,000 indígenas rodeaban el Palacio de Justicia y el
edificio del Congreso en Quito,
exigiendo la salida de la presidencia de Jamil Mahuad, el nefasto presidente
“dolarizador”, sucesor de otro presidente, Bucaram, también destituido unos
años antes. Esto fue el preludio de la Guerra del Agua en Bolivia, de la
reactivación de la insurgencia indígena aymara, de la expansión de la capacidad
de acción de la poderosa y respetada
Confederación Nacional de Comunidades Indígenas del Ecuador: La Conaie y el Movimiento Nacional
Pachakutik.
Desde marzo del mismo año el pueblo del
Perú, conocedor profundo del más grande Fraude
Político Electoral, radicalizó sus movilizaciones y sus reivindicaciones
políticas. Consumado el fraude político, de la ree-relección en la segunda
vuelta electoral a favor de la dupla corrupta y agentes del neoliberalismo, el
Dictador Fujimori y su Jefe del Servicio de Inteligencia Montesinos; el
territorio peruano fue el escenario de uno de los más grandes Movimientos
Sociales, La Marcha de los cuatro Suyos,
– participaron todas las regiones más de un millón se movilizaron a nivel
nacional – se concentran en la ciudad de Lima, procedentes de todo el país los
días 26, 27 – Día de la Juramentación
por la Democracia, y 28 de Julio día de la Juramentación del “usurpador
político” y el pueblo peruano fue protagonista de una de las más páginas de su
Historia Política más importante, lleno de coraje, voluntad, lucha, honor y
lealtad por la “nueva democracia” de nuestro pueblo.
A lo largo de todo ese año el
continente entero se fue cimbrando por las protestas y movilizaciones de
cientos de miles de personas, de hombres, mujeres y niños, cuyas historias de
vida, tan menudas, tan insignificantes, no suelen salir en ningún programa
transmitido por televisión de señal abierta o de cable. Una y otra vez a lo
largo del año, los noticieros internacionales tuvieron que informar, minimizándolo,
acerca del persistente malestar social que poco a poco se convertía en
creciente torrente de insubordinación social y rebelión política. Había
transcurrido una década y el “Palacio de Cristal” ofrecido por el
neoliberalismo, solo conseguía, pobreza, sub-empleo, desempleo, informalidad,
miseria, y en general, el resultado se profundiza y extiende la desigualdad
económico-social.
Hay muchísimos hechos y acontecimientos
que necesitan ser reflexionadas, visibilizadas, sistematizadas y dichas acerca
de esta creciente irrupción político-social de una tumultuosa capacidad de
acción social transformativa y política emancipadora. Para ello es bueno y positivo
disponer de un conjunto de herramientas teóricas y algunos mecanismos
democráticos en poder de investigadores y académicos, así como militantes bolivianos, uruguayos, argentinos,
peruanos, ecuatorianos, brasileños etc,
hemos ido desarrollando para pensar lo que viene sucediendo, y formularnos
directamente las preguntas en torno a esta problemática, sumamente compleja y
plural,
2.- Cómo definimos en
realidad los Movimientos sociales y los Nuevos Movimientos Sociales?.
¿Cómo entender estos nuevos movimientos
sociales?. ¿Son en realidad nuevos? ¿No son, más bien, simplemente, una nueva
oleada de movilización después de dos décadas de ofensiva neoliberal sin
cortapisas?. ¿Qué es lo que los distingue como nuevos? En relación a esta
problemática y la obligación de tener una o varias respuestas, proponemos tres líneas de razonamiento que
podrían contribuir al esclarecimiento de lo que viene aconteciendo desde
entonces a nivel latinoamericano.
1.*-
Entender ¿Quiénes
son los que luchan y cómo lo hacen?, es decir, el problema del sujeto colectivo
y la estructuración y re-estructuración social. Estamos frente a nuevos actores
sociales, producto del ya “maduro” modelo del capitalismo
financiero-especulativo en América latina. Actores sociales absolutamente
diferentes en sus orientaciones políticas, y por sus formas de organización;
distintos por la construcción de la Plataforma de lucha que presentan y
finalmente marcan una fuerte distancia en relación al carácter como enfocan,
desarrollan y que objetivos pretenden alcanzar en su protestas y movilizaciones
2.*-
Registrar y aprender
acerca de cómo se organizan, como estructuran sus pronunciamientos y qué
discursos emiten. Las nuevas formas de lucha exigían obligadamente nuevas
formas de organización que de hecho “rompían” esquemas tradicionales e
históricos. El contenido de sus pronunciamientos y los discursos en definitiva
son absolutamente diferentes al siglo anterior. Por lo general la crisis
ideológica y política está presente al igual que la crisis de los paradigmas
históricos. Ahora hay mucho contenido de cultura e identidad local.
3.*- Y finalmente, como comenzar a vislumbrar cuál es el
espacio de sentido que inauguran con sus acciones colectivas. Hay objetivos
nacionales en el carácter de sus luchas o por el contrario hay una tendencia a
privilegiar lo local, regional, incluso se evidencia esta orientación cuando
los movimientos son respuestas coyunturales, momentáneas, - pasajeras – a
algunos pasajes sueltos y agresivos del neoliberalismo.
Sin embargo, es necesario considerar
que por lo general la tendencia central de los Nuevos Movimientos Sociales en
América Latina entre el fin de un siglo y el inicio de un nuevo milenio, el
conjunto del movimiento como totalidad, es la expresión, manifestación y
protesta de todo un colectivo social, sobre todo los puntos centrales
consignados en la plataforma son comunes a todos los sectores sociales
comprendidos en la protesta; son movimientos alternativos, primero frente a la
política oficialista del gobierno de turno y segundo, trabajan desde la unidad
en la búsqueda de canales de información, diálogo y protección con
personalidades públicas – Congresistas, Alcaldes, Gobiernos Regionales – o
instituciones prestigiadas, como la Iglesia, la Defensoría del Pueblo,
representan instancias en el proceso de organización y desarrollo del
movimiento. La movilización de recursos, es de su entera responsabilidad, en
cuanto garantizar locales para la asistencia diaria, sobre los recursos
económicos, se sustentan en base a sus propios recursos, así como la defensa
desde el inicio por mantener cierta autonomía – en el campo de una supuesta
protesta a-política, neutral o independiente – constituyen recursos propios de
los movimientos para tratar de proteger su unidad – cohesión social – frente a
la fragilidad política – fuerte debilidad de conseguir una marcada cohesión
política, sobre todo tener cierta fortaleza para poder resistir al ataque
permanente – muchas veces artero – de los medios de comunicación.
En estas condiciones muy complejas
entre la crisis de las instituciones y la aún no muy clara forma de un nuevo
liderazgo ( emergente, no tradicional, pero sí con absoluta legitimación de los
ciudadanos que lo eligen), Líder que responda hacia estos objetivos sociales y
políticos coyunturales, - no hay influencia política definida en su concepción
de clase), los movimientos sociales en su dirección y conducción a nivel local
y regional – al interior de un país – comienzan a recibir cierta influencia de
los Movimientos Sociales Alter-mundistas, anti-globalización y del propio Foro
Social Mundial de Porto Alegre.
La importancia de los Movimientos
Sociales “Históricos”
– y los Nuevos Movimientos Sociales - en
América Latina, presenta en la actualidad una nueva y diferente visualización
política, desde el ámbito de las
ciencias sociales y la ciencia política, por los distintos espacios sociales
que ocupan y los múltiples caminos que recorren los propios protagonistas. Muy
simple y general mientras los Movimientos
Sociales Históricos, Anti-capitalistas,
Anti-dictaduras de la década de los 70’, tiene una clara y transparente ideología y política de clase, es el Socialismo marxista y estrategia
de lucha, organización y movilización, sus dirigentes y Líderes Sociales son
militantes de los partidos Políticos de Izquierda,(perseguidos, deportados,
encarcelados, despedidos del trabajo por la dictadura); en cambio, los nuevos movimientos Sociales por los
general su ideología y política se enmarca en el ámbito de la complejidad de
problemas presentes que tiene el capitalismo – medio ambiente, derechos
humanos, derechos civiles y sociales, contra-cultura, pacifistas, gays y
lesbianas, etc – los mismos que tienden a profundizarse al no tener una
respuesta válida, rápida y oportuna, por el propio carácter anárquico del
capitalismo ( Los inicios de la gobernabilidad) y además el cambio que
significaba entre la crisis final del “viejo” capitalismo industrial y el
surgimiento de las grandes revoluciones que emergen en su propio contexto:
revolución tecnológica, de la comunicación electrónica y del transporte. La
globalización en la era del capitalismo financiero-especulativo, la “primera”
crisis” del Estado de Bienestar y
los millones de trabajadores que se quedan en la calle, entre el “viejo”
sistema que se basaba en el uso intensivo de la mano de obra, y el “nuevo”
modelo que se fundamenta en el uso intensivo del capital financiero y de la
información. Está emergiendo una Nueva
Sociedad Civil, cuya columna vertebral son los Nuevos Movimientos Sociales.
(Aquí está presente quienes son considerados los actores directos y centrales
en la “caída” final del socialismo “realmente existente” – un socialismo que
realmente no existía, desde décadas anteriores - y finalmente la Caída del Muro
de Berlín).
Por otra parte, continúan los debates
interpretativos, acerca de qué significan los movimientos sociales históricos así como los nuevos movimientos sociales, o
cuáles son sus principales dilemas, sus retos o desafíos están también a
la orden del día. ¿Qué razones explican que los movimientos sociales estén al
centro de muchos debates y al centro también de muchas de las incertidumbres,
pero sobre todo de las renovadas esperanzas políticas de los latinoamericanos?.
Por ello es necesario tener presente una visión histórica, especialmente en la
última década sobre los movimientos sociales y los nuevos movimientos sociales,
aún sin ingresar a realizar un deslinde ideológico-político, organizativo y
representativo, como conducción y liderazgo, simplemente una mirada política
profunda sobre su génesis y
posicionamiento en el espacio público nacional y regional-continental.
3.- Los Movimientos Sociales
en el escenario a finales del siglo XX.
“Los
pueblos son muchas veces como ríos subterráneos que en un momento determinado
surgen a la superficie. Los pueblos son emergentes históricos que el sistema no
tiene previsto, pero que surgen porque dejan de ser espectadores y se asumen
como protagonistas de su propia vida y de su propia historia…..” Adolfo Pérez Esquivel. Premio Nobel de la Paz. 1980.
A finales de los últimos años del siglo
XX, evaluando en realidad cuál era la situación de la vida en cada uno de los
pueblos del continente, sobre todo teniendo como base que habían transcurrido
una década de la aplicación de las políticas del Consenso de Washington y cuál era en concreto el resultado. Como
hemos manifestado el neoliberalismo en América latina “corrió sólo”, no tuvo
opositores, sin embargo la democracia debería luchar contra la propia
democracia, en un proceso muy complicado y polarizado de intentar democratizar
las instituciones, con la finalidad de que le sirvan de mecanismos y fortalezas presentes en el
proceso de aplicación de las políticas neoliberales, como por ejemplo; ante la
masiva privatización de las empresas públicas o la reforma y modernización del
Estado o la liberalización de las relaciones laborales, se iba a encontrar una
fuerte oposición de la clase trabajadora, aún existente, así como los derechos
sociales y políticos constitucionales de la ciudadanía en general que de hecho
se recortaban o se eliminaban de raíz de acuerdo a los postulados neoliberales.
En América Latina a las “puertas” del
cambio de siglo, presente ya en México el “primer” TLC – Estados Unidos, Canadá y México – y el (in)surgimiento por
primera vez en la Historia Social y Política de América latina, por su puesto
al margen de los movimientos campesinos, que si han estado y siguen presentes
en su lucha en toda nuestra historia, ahora después de 5 siglos – estaban vivos
y sobrevivieron a pesar de la degradación, miseria, explotación, destrucción de
su cultura, de su vida cotidiana – los
pueblos indígenas, los pueblos originarios y el Levantamiento Político del
Movimiento Zapatista de Chiapas, marcan un antes y un después en la lucha de
los Movimientos Sociales en América y en el mundo. En el mismo escenario, a
medida que se profundiza la revolución de la comunicación electrónica y la
tecnología – la sociedad del conocimiento y la información – la Redes Sociales, representan una
extraordinaria “vía libre” para la comunicación, convocatoria, concentración y
protesta a nivel global
Emergen en este contexto los “nuevos”
movimientos sociales “Alter-Mundistas”,
Anti-globalización que convocan y movilizan a miles en certámenes oficiales
convocados por las instituciones de la globalización neoliberal: El Fondo
Monetario Internacional, El Banco Mundial, La ONU, el G-7, la OCDE, la Unión
Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo BID, la OEA, después el G-20. El
Foro Económico Mundial de Davos, fechas que movilizan a cientos de miles de
“alter-mundistas” hasta cerrar el siglo con el Conclave Global de la
Organización Mundial del Comercio, la OMC,
en la Ciudad de Saettle en noviembre
de 1999 , marcan definitivamente el inicio de las grandes jornadas de lucha
social y popular en defensa y protección de los derechos ciudadanos, en forma
permanente atacados ferozmente por el neoliberalismo. La lucha estratégica se
centra en rescatar la Democracia del dominio del mercado y recuperar la
Gobernabilidad secuestrada por las políticas dominantes de las corporaciones
transnacionales y los poderes facticos globales.
Representa una clara visualización en
torno a los movimientos sociales emergentes o los nuevos movimientos sociales.
Constituyen manifestaciones de los pueblos que nos dicen a gritos que debemos
centrar nuestra atención y preocupación
cada día más, por sus problemas centrales en relación:
a.-
Condiciones de vida y trabajo
frente a las consecuencias dramáticas que se han originado – y continúan – en
el escenario local, nacional, mundial a raíz de los programas de reajuste
estructural, es decir, de las políticas neoliberales de los 80’ . La visibilidad de ellos
como desocupación y sub-ocupación, pobreza y extrema pobreza, miseria, hambre y
desnutrición de los niños, exclusión social y marginación de sus más
elementales derechos ciudadanos;
b.-
Calidad de vida de los seres humanos en todo nuestro planeta: relacionado directamente con
Educación, asistencia en salud, trabajo, salario, vivienda, seguridad social,
etc. Igualmente hacer un uso adecuado y racional de los recursos naturales para
preservar la vida humana, y que hoy las democracias desarrollan como
alternativas sociales y herramientas políticas en el propio proceso de
democratización de la democracia.
c.-
Representa un reto y obligación
construir políticas locales públicas que asuman directamente la protección y recreación de
nuestra cultura e identidad local-nacional, con la finalidad de
institucionalizar las prácticas comunales, la sabiduría popular, la memoria
social de nuestra comunidad local-nacional.
La situación social y política de transformación
se vive hoy como una fase de transición entre la crisis del sistema, tiempos de
la Modernidad y el surgimiento de un nuevo modelo de sociedad, ingresamos a una
“nueva era” de capitalismo
imperialista transnacional. En esta etapa de transición se van forjando y
recreando nuevas propuestas y alternativas, surgen nuevos movimientos sociales
en su “triple” dimensión y objetivos:
1.-
Local-nacional de oposición y lucha contra las políticas del neoliberalismo y sus consecuencias
económicas, sociales, políticas, culturales, ambientales, etc; comienzan desde
el territorio local, básicamente con distintas formas de organización y lucha
de tipo político, única alternativa de canalizar una fuerte y consistente
oposición a fin de conseguir “humanizar”
a la globalización y otorgarle una conducción política desde el Estado-nación
para forjar las bases de una gobernabilidad democrática.
2.-
En el nivel socio-cultural y de mejor calidad de vida, diversidad de movimientos emergentes
que luchan por conquistar nuevos espacios sociales y reafirmar derechos en el
“escenario de escenarios que es la Sociedad
Civil Emergente, es decir el escenario de las clases y la
lucha de clases. Al inicio ambientalistas y ecologistas, pacifistas y
feministas, defensores de los Derechos Humanos y la libertad sexual, así como
derechos principales de los consumidores o derechos y pertenencias de los
grupos contraculturales, cada uno por separado fortalece y amplía “su feudo de
derechos” pero al final siempre concatenan esfuerzos, voluntades, derechos y
responsabilidades.
3.-
A nivel mundial, (in)surgen infinidad de movimientos que luchan contra la
globalización neoliberal,
desde el Movimiento de Movimientos Sociales o Movimiento Anti-Globalización, o
Movimiento de Resistencia Global, el Movimiento Alter-mundista, hasta la unificación y centralización de
todas las formas de protesta, organización y movilización de millones de seres
humanos que representan políticamente la expresión de un “Nuevo Internacionalismo Social”: “Otro Mundo sí es posible”, voces del mundo que se expresan en el Foro Social Mundial de Porto Alegre.
En
las tres formas diferentes de expresión y lucha, de organización y
movilización, de representación y liderazgo, que se manifiestan en la actual
coyuntura local-nacional y mundial, de sus “entrañas”, emergen nuevos actores sociales, nuevas formas
de organización, nuevas formas de movilización y lucha, nuevas formas de
liderazgo y comunicación, se fortalecen y sustentan en un “nuevo tipo” de redes
sociales y finalmente desarrollan nuevas formas
de hacer política, en definitiva están construyendo progresivamente un
largo periodo de consensos y alternativas de una nueva sociedad civil, emergente y
popular. Obviamente, en el caso de las dos
primeras formas de expresión social y
política los actores, como sujetos colectivos y/o como protagonistas, son
absolutamente diferentes; las formas de organización y lucha, tipo de
reivindicaciones, liderazgo, comunicación y formas de hacer política son
totalmente diferentes, independientes y autónomas. En cambio ambos
movimientos vistos desde lo local
son en definitiva parte integrantes, se involucran directamente en los
distintos espacios sociales y constituyen la fortaleza sobre la cual se levanta
el movimiento anti-globalización mundial como movimiento de resistencia global.
Otra
línea de análisis más reciente es la de Boaventura
de Sousa, quien nos ha indicado que, - sus tesis centrales pertenecen
claramente a la línea política y al escenario local-nacional-global que venimos
desarrollando como Tesis Central del trabajo - en realidad, el debate en torno
a los nuevos movimientos sociales hay que verlo en torno a dos polos
estructurantes:
a.-
la relación entre regulación y emancipación y
b.-
la relación entre subjetividad y ciudadanía.
Con
relación al primer polo, de Sousa,
considera como la mayor novedad de los nuevos movimientos: “La novedad más
grande de los NMSs reside en que constituyen tanto una crítica de la regulación
social capitalista, como una crítica de la emancipación social socialista tal
como fue definida por el marxismo”. Se trataría, según de Sousa, que al identificar los movimientos sociales nuevas
formas de opresión, que sobrepasan las relaciones de producción –como la
guerra, la polución o el machismo- abogan por un nuevo paradigma social que se
basaría menos en la riqueza y el bienestar y más en la cultura y la calidad de
vida, lo que otorga a los nuevos movimientos “una radicalidad sin precedentes”
con relación a los excesos de regulación de la modernidad. La crítica
compromete también al marxismo, al movimiento obrero y al “socialismo real” en cuanto la lógica emancipatoria denuncia
también a la producción y el desarrollo tecnológico como factores de
regulación. Por otra parte, la lucha contra las nuevas opresiones no debe
perder de vistas las viejas opresiones, pero más que eso, la emancipación por
la que se lucha tiene como objetivo transformar lo cotidiano de los actores en
el aquí y en el ahora y no en futuro lejano, de tal modo que la emancipación “o comienza ahora o no comienza nunca”.
El segundo polo
estructurante de los debates sobre los nuevos movimientos sociales tiene que
ver con la relación entre subjetividad y ciudadanía: “Según algunos, los NMSs representan la afirmación de la subjetividad
frente a la ciudadanía. La emancipación por la que luchan no es política, sino
ante todo personal, social y cultural. Las luchas en que se traducen se
pautan por formas organizativas (democracia participativa) diferentes de las
que precedieron a las luchas por la ciudadanía (democracia representativa). Al
contrario de lo que se dio con el dúo marshaliano ciudadanía-clase social en el
período del capitalismo organizado, los protagonistas de estas luchas no son
las clases sociales, son grupos sociales, a veces mayores, a veces menores que
las clases, con contornos más o menos definidos en función de intereses
colectivos, a veces muy localizados pero potencialmente universales”
Más
que concesión de ciudadanía, se trataría de reconvertir procesos de
socialización –piénsese por ejemplo en las relaciones de género- o de
inculcación cultural o modelos de desarrollo –tal sería el caso de la
ecología-. Y por último, el campo de los movimientos tiene su lugar en la sociedad civil y no en el Estado y
estos además requieren mantener una relación de distancia calculada con el
Estado, así como con los partidos o sindicatos tradicionales. De Sousa, si bien
reconoce y valora esta novedad de los nuevos movimientos no participa
completamente de esta posición que enfatiza en la subjetividad sobre la
ciudadanía, sobre todo en América Latina, donde resulta difícil encontrar
“movimientos sociales puros”, dada la multi-dimensionalidad no solamente de las
relaciones sociales, sino de los sentidos de la acción.
Por
otra parte, más que el rechazo a la política, los nuevos NMSs estarían dando
cuenta de una ampliación de la política más allá del marco liberal de la
distinción entre Estado y sociedad civil. Los nuevos movimientos, indica De Sousa, “parten del presupuesto de que las contradicciones y las oscilaciones
periódicas entre el principio del Estado y el principio del mercado son más
aparentes que reales, en la medida en que el tránsito histórico del capitalismo
se hace de una interpenetración siempre creciente entre los dos principios, una
interpenetración que subvierte y oculta la exterioridad formal del Estado y de
la política frente a las relaciones sociales de producción”
Oponer
el principio del Estado y principio del mercado sería caer en una trampa de
transformar lo que existe en lo que ya existe, como es propio del discurso
oficial. Para de Sousa, “ el principio
de comunidad rousseuaniana, es el que tiene más potencialidades para fundar las
nuevas energías emancipatorias. La idea de la obligación política horizontal
entre ciudadanos y la idea de la participación y la solidaridad concretas en la
formulación de la voluntad general, son las únicas susceptibles de fundar una
nueva cultura política y, en última instancia, una nueva calidad de vida
personal y colectiva basadas en la autonomía y en el autogobierno, en la
descentralización y en la democracia participativa, en el cooperativismo y en
la producción socialmente útil. La politización de lo social, de lo cultural, e
incluso de lo personal, abre un inmenso campo para el ejercicio de la
ciudadanía y revela, al mismo tiempo, las limitaciones de la ciudadanía de
extracción liberal, incluso de la ciudadanía social, circunscrita al marco del
Estado y de lo político por el constituido”.
Me
parece, en suma, que de Sousa, no sólo está identificando ciertos ejes
estructurantes de los nuevos movimientos sociales, sino que nos está sugiriendo
atender a los efectos políticos de la acción de los movimientos como la emergencia
de una nueva “cultura política”, o tanto mejor, una renovada proyección
política de la cultura popular latinoamericana, de la que dan cuenta los
movimientos indígenas en Ecuador, Guatemala, Bolivia, México, los desocupados
argentinos, los pobres urbanos de La
Paz o los campesinos sin tierra del Brasil, o los cocaleros y
campesinos peruanos. etc.
4.- Las jornadas de lucha histórica: experiencias latinoamericanas.
“Desde comienzos de los noventa, - expresa Raúl Zibechi - la
movilización social derribó dos presidentes en Ecuador y en Argentina, uno en
Paraguay, Perú y Brasil y desbarató los corruptos regímenes de Venezuela y
Perú. En varios países frenó o retrasó los procesos de privatizaciones,
promoviendo acciones callejeras masivas que en ocasiones desembocaron en
insurrecciones. (Tal vez una de las más interesantes sea la de “Guerra del
Agua” en Cochabamba, Bolivia, en abril del 2000). De esta forma los movimientos
forzaron a las elites a negociar y a tener en cuenta sus demandas, y
contribuyeron a instalar gobiernos progresistas en Venezuela, Brasil y Ecuador.
El neoliberalismo se estrelló contra la oleada de movilizaciones sociales que
abrió grietas más o menos profundas en el modelo”. En ese sentido, es
importante para nosotros considerar los siguientes hechos, acontecimientos y
procesos socio-políticos que han marcado nuestra Historia hacia el nuevo
milenio.
1.*-
En primer lugar en el tiempo político e histórico, de la nueva era del neoliberalismo, en
la crisis de la Modernidad, podemos considerar que son hechos realmente
definitivos ?, experiencias de movimientos populares, de movimientos sociales
desde los histórico-culturales, por primera vez en la historia – donde los Estados no tienen políticas
públicas frente a esta nueva y exigente realidad, objetivamente están “en cero”,
en cambio el mercado, los empresarios y sus corporaciones, desde el inicio,
secuestran la Democracia, se
apoderan de las políticas de la Gobernabilidad
y no se encuentra respuesta válida, oportuna, democrática a las luchas,
protestas, movilizaciones, reivindicaciones y derechos de los pueblos y
ciudadanos, negados, destruidos o simplemente desconocidos por el
fundamentalismo ciego, vertical y autoritario del neoliberalismo. Movimientos
sociales con objetivos claramente políticos, que sirvieron de fortaleza social
y política para la expulsión del gobierno de presidentes y políticos que
“traicionaron” su promesa presidencial, o comprometidos en degradantes hechos
de corrupción, o violación permanente de los Derechos Humanos u otros que
pusieron en grave riesgo la Soberanía Nacional de sus respectivos países.
El 1 de enero de 1994, en Chiapas,
surge el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional.
1.1.-
El levantamiento zapatista en la selva Lacondana, el 1º de enero de 1994, que hizo visible las demandas de
indígenas y campesinos cuando en México se ponían en vigencia el TLC y los acuerdos de libre comercio
con los Estados Unidos y Canadá.. Como ha indicado Pablo González Casanova,
cuya transformación de proyecto militar en un proyecto de luchas políticas “más
que deberse a la iniciativa del gobierno, obedeció a la enorme movilización de
la sociedad civil en contra de la guerra”. Abrió una etapa en que los
dirigentes del EZLN fueron
impulsados por las propias masas indígenas y su cultura de la resistencia a
defender y construir un proyecto político
que se centra principalmente en los derechos de los pueblos indios, con
respeto a su autonomía y dignidad, a sus tierras y territorios, a su cultura y
costumbres, a su participación y representación en el Estado nacional.
1.2.-
Las movilizaciones y levantamientos indígenas en el Ecuador que han derrotado políticamente a más
de cinco presidentes, e influido en la
reforma de la Constitución en 1998,
que formaron parte del gobierno de Lucio
Gutiérrez,- también lo derrotaron y
acusaron de traición a los intereses de los indígenas – así como se
identificaron y apoyaron al gobierno del Presidente Correa y a partir de
la Nueva Constituyente, proceso político
que derrotaron a la derecha en forma contundente, nos han planteado la cuestión
de construir un “Estado plurinacional”, es
decir, un Estado en donde los indígenas ya no sólo reclaman demandas de
integración y respeto a sus etnias, sino que participar en “la redefinición y reestructuración de todo el Estado, de todas las formas de hacer política, de procesar sus
conflictos, de canalizar la representación e inclusive en la forma en la que se
constituye y aplica un modelo económico determinado” .
1.3.-
Perú La marcha de los 4 Suyos y la derrota de la dictadura.-
En las elecciones electorales
nacionales del año 2,000, con la
presencia incluso de la OEA y muchos
observadores nacionales e internacionales, la dictadura de Fujimori y Montesinos
había cometido un nuevo atropello al pueblo peruano, además de que era ilegal
su candidatura – amparada en su
Constitución, el Jurado Nacional de Elecciones y la Oficina Nacional de
Procesos Electorales ONPE,
controlados directamente por Palacio – era una re-.elección de elección, sin
embargo, en la segunda vuelta electoral, eliminó a su opositor el señor Toledo
y sólo se fue hasta el final. A raíz de este “gigantesco” Fraude Electoral, las Oficinas electorales nacionales, convalidaron
el fraude, con la oposición de los
Observadores de la OEA e
Internacionales. El pueblo estaba
cansado de la dictadura, los atropellos, los asesinatos, la corrupción
institucionalizada, el narcotráfico, las matanzas de estudiantes, campesinos y
humildes trabajadores ambulantes – por lo cual hoy está preso el ex presidente
– la liquidación de los derechos sociales y sindicales, la intervención en la
Universidades, pero también era necesario reconocer – y de ello se valía para
su eterna reelección – la lucha contra el terrorismo, el orden impuesto contra
la evasión de impuestos y en parte haber “parado la terrible hiper-inflación –
pero a costa de la aplicación del más salvaje shock neoliberal, el fuji-shock
– y liquidación de los derechos
sociales-laborales.
La protesta contra el fraude fue masiva
y multitudinaria por regiones, departamentos, provincias, sin embargo, poco le
importó a la dictadura. Ante esta realidad del fraude y su ilegalidad en
el Gobierno de convocó a la
Histórica Marcha de los 4 Suyos
– la histórica
Los
4 Suyos, la división geográfica del Imperio del Tahuantinsuyo.
división del Tahuantinsuyo – un millón
de ciudadanos de los 4 suyos, ( Chinchaysuyo,
noreste del Cusco; Collasuyo, sur
este del Cusco; Antisuyo, norte y
este del Cusco y Contisuyo, sur y
oeste del Cusco) sorteando todos los inconvenientes – la dictadura se movilizó
con todo sus agentes en contra - . La
ciudadanía se organizó por primera vez, en sectores y grupos de la Sociedad Civil local, - las redes
sociales originarias, del asociacionismo organizativo y representativo se
mantuvieron incólumes, y fueron la fuente que alimentó el Movimiento desde el
Perú Profundo- los 4 suyos -, su oposición a la dictadura por la recuperación de la Democracia y la
lucha frontal contra el neoliberalismo. Los
Actores sociales provenientes de los 4 Suyos, fuero absolutamente distintos
a los “clásicos” actores sociales de Movimientos Sociales anteriores. Campesinos, pequeños agricultores,
despedidos, maestros, desocupados, sub-ocupados, pequeños comerciantes e
industriales, estudiantes universitarios, intelectuales y sindicalistas. Pero
también, Mujeres por la Democracia, La
Sociedad Civil, algunos partidos políticos de oposición, el Foro Democrático – la intelectualidad organizada contra la
dictadura – etc.
Fue el fin de la dictadura, Fujimori
fugo del país, una reunión de Asia-Pacífico fue su coartada y renunció Vía Fax desde Japón su verdadero País
de nacimiento. Increíble pero cierto, hasta en eso nos engaño el neoliberalismo
cuando lo impuso como Presidente en 1990, en la jornada electoral que derrotó
políticamente al candidato ultra-liberal, el escritor Mario Vargas Llosa. Pero
después vino la “traición” al pueblo
peruano, cuando los sucesivos Presidentes en su campaña electoral prometieron
acabar con la Constitución, con el modelo neoliberal, pero al contrario,
fortalecieron y hoy el crecimiento económico – más alto de A.L. - a favor de
una elite empresarial-exportadora, ligada a las corporaciones transnacionales
es la gran beneficiada y el pueblo sigue esperando la Gran Transformación.
1.4.*-
Las movilizaciones de campesinos e indígenas en Bolivia, que les ha permitido alcanzar nuevos
liderazgos y agrupaciones así como alcanzar una significativa presencia en el
parlamento y finalmente en octubre del 2005, derrotaron políticamente a la
derecha y seudos izquierdas de ese país, llevaron a la Presidencia al líder
cocalero Evo Morales, y con el apoyo
militante de los nuevos sectores sociales emergentes, empobrecidos y migrantes
de El Alto en la Paz, hoy son Gobierno con una clara posición política
anti-imperialista, de profundo nacionalismo y soberanía nacional. Hoy los
movimientos sociales y desde el inicio de su Gobierno constituyen y representan
la fortaleza social y política del proceso nacional de ser Bolivia, un Estado Plurinacional.
Bolivia,
marcha indígena en lucha contra el gobierno neoliberal de Sánchez de Lozada.
1.5.*-
La propia elección de Lula, -
y cuatro años más tarde su reelección - se explica básicamente por el
desarrollo de los movimientos sociales, que permitieron en los 80 la fundación
del Partido de los Trabajadores,
asumiendo luego la conducción edil de varias ciudades para lo cual inauguran
una nueva forma de hacer política local, asumiendo como alternativa el “Presupuesto Participativo” – los
pueblos organizados y con representación asumen directamente la solución de sus
problemas más importantes - y el recorrido político histórico y organizativo de más de dos
décadas, y en el Brasil de hoy, encontramos los enormes avances y novedades en
cuanto a organización y legitimidad, y
sentidos de la acción colectiva que representa el poderoso movimiento social:
el Movimiento de los Sin Tierra. MST,
la lucha contra la pobreza y la aplicación exitosa de los Programas Sociales en
beneficio de la niñez, la educación y la salud.
1.6.*-
Argentina hasta finales del siglo XX e inicios del nuevo milenio, fue presentada por los organismos
financieros supranacionales – F.M.I.- B.M. y el B-I-D – como la vitrina
política continental de los Programas de Reajuste Neoliberal que para ellos
había arrojado enormes resultados económicos, financieros, políticos y sociales
después de más de una década de sucesivos gobiernos del Sr. Menen – el excelente discípulo del neoliberalismo y el autor
principal de las “grandes y extensas privatizaciones y liberalizaciones
económico-sociales “y después el gobierno del Sr. De la Rúa, presentaban en
diciembre del 2001, que el tal “país del éxito de las políticas neoliberales”,
“la vitrina internacional del neoliberalismo”, era simplemente un “cadáver con
dirección al camposanto” político. Producto de esta hecatombe neoliberal,
surgen grandes y extensas masas urbanas de desposeídos, “nuevos pobres”, a quienes se les expropió sus derechos, inmensos cordones de miseria y explotación.
Millones perdieron el trabajo, miles fueron privados de sus ahorros en dólares
en los bancos. In-surgen millones de
desposeídos en la ciudad y el campo. Aparece un nuevo y poderoso movimiento social, “Los Piqueteros”, totalmente
atípico que rápidamente se articula a compactas masas urbanas ya víctimas del
neoliberalismo – amplias masas urbanas – desconectadas, sin organización - de
sobrevivientes,
socialmente diferentes, con
intereses político-coyunturales
totalmente nuevos. – fortalece y consolida el movimiento de los Piqueteros.
Y los “otros” movimientos sociales que recorren la historia social argentina de
los 90’ y que encuentran un punto de inflexión en los sucesos del 19 y 20 de diciembre del 2001,
interrogando toda la historia reciente de la Argentina.
Y podemos seguir enumerando, tener una
mirada diferente a los movimientos que han alcanzado visibilidad en el
continente, no solamente por haber tenido un protagonismo coyuntural en los
medios, sino en lo principal por haber marcado toda una etapa de inflexión
político social. Queremos decir entonces, que estamos, históricamente hablando,
ante nuevos protagonistas, que llamamos genéricamente “movimientos sociales”, que obviamente tienen una profunda y clara
diferencia ideológica, política, organizativa, conducción y liderazgo, grupos y
sectores sociales que lo integran,- actores - liderazgos, formas de
comunicación, y en fin objetivos principales por los cuales luchan, con los
denominados “nuevos movimientos sociales” y que en el caso de los primeros están influyendo de modo muy significativo,
sino decisivo en la historia social y política latinoamericana.
2.*-
En segundo lugar, y de
modo ya visible para las ciencias sociales y la ciencia política en los años 90, estamos en presencia de nuevos sujetos colectivos, nuevos
protagonistas populares que rompen con ciertas tradiciones: no se trata ni
de los antiguos movimientos de origen “estructural” (el viejo movimiento
obrero), ni tampoco de partidos de masa
(aprismo o peronismo) o del brazo político de una vanguardia. Estamos más bien
frente a un conjunto diverso de sujetos
colectivos, - cuando se transforman en sujetos colectivos, tienen claridad
“de clase” – aunque no son clases sociales – simple y llanamente grupos y
sectores sociales generalmente emergentes e “hijos de la crisis”- en los
objetivos supremos de su lucha política tanto en su origen, composición, así
como con relación a sus objetivos, formas de organización y sentidos de su
acción.
En
el Perú en junio de 1998, rompen
las ataduras del miedo, la represión y la venganza de la dictadura de Fujimori
y Montesinos Miles de estudiantes
Universitarios, primero de las Universidades Particulares ( de prestigio
académico y centro de estudios de los hijos de las clases altas –burguesía,
comerciantes, exportadores, profesionales, etc – se enfrentan a la dictadura y
reclaman contra la intervención y cese de algunos Magistrados del Tribunal
Constitucional y la intervención en un Canal de TV y la deportación y anulación
de la Nacionalidad Peruana de su Accionista mayoritario. Los estudiantes universitarios
comienzan rescatando el “espacio
público” que nos había arrebatado la dictadura como también liberando parte
de la Opinión Pública, secuestrada
por el dominio y venta de los principales dueños de los medios de comunicación,
empresarios, banqueros, líderes de opinión pública y haber transformado la
política en la anti-política y la descomposición moral de los partidos, los
políticos, todos sometidos y vendidos al poder de la dictadura. Pero también la
lucha meses después a nivel nacional, además de la recuperación de la
Democracia era combatir los crímenes cometidos por el terrorismo senderista y
crímenes del propio Estado. Aquí están presente los “hijos de la crisis”, la
prepotencia el autoritarismo, la corrupción, el terrorismo y el entreguismo nacional
ahora era masivamente enfrentada desde la ética, la moral, la dignidad y la
política por la juventud universitaria y los primeros Frentes de Ciudadanos por
la democracia..
3.-
En tercer lugar, estos nuevos movimientos se desenvuelven en medio de profundos
cambios en el
sistema capitalista mundial, fenómeno conocido como “globalización neoliberal”,
el fin de la historia o la postmodernidad. Generalmente son grandes sectores
sociales emergentes, desocupados y sub-ocupados – producto de la crisis de la
industria y la empresa nacional que fue “barrida” de la competencia por las
empresas multinacionales primero y después las transnacionales corporativas –
trabajadores llamados como “los nuevos
esclavos asalariados”, no tienen ningún derecho laboral y social - 8 horas
de trabajo, trabajo por temporada, sin descanso dominical, sin derechos
sociales de seguridad social, sin vacaciones, sin subsidios al desempleo, sin
seguridad social, sin jubilación ,etc., grandes grupos sociales – especialmente
jóvenes – de ambos sexos, ubicados en
servicios transitorios y con mínimas condiciones de sobrevivencia, y otros
sectores sociales productos directos de la crisis estructural del sistema capitalista.
La denominación, en relación a los
grupos o sectores sociales a los cuales pertenecen, varía según sea el punto de vista que se
elija para el análisis, pero lo que no está en discusión es que el mundo ha
cambiado, al menos en dos sentidos globales:
1.-
El capitalismo no es
el mismo que hace 30 años atrás y (El “viejo” capitalismo industrial, presente
desde siglos antes, ingresó a su crisis final, entre los 70 y 80’).
2.- El socialismo como “sistema
alternativo de sociedad” ha vivido sus mayores retrocesos con el derrumbe de
los socialismos del este europeo, a fines de los años 80’ “simbólicamente” con
la Caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989.
Por cierto que estos cambios han
influido de modo muy significativo en América Latina, que cerró el ciclo de las
dictaduras del cono sur y abrió paso a los ajustes y transformaciones que le
impuso el denominado “Consenso de
Washington”, la Ideología y la Política Única, el llamado Catecismo
Universal Neoliberal de los 90, transformaciones que han comprometido tanto la
organización económica de nuestras sociedades como las tradicionales funciones
del Estado,- el Estado-nación ingresó en una acelerada e incontenible crisis de
representación y legitimidad - lanzando
al desempleo a millones de latinoamericanos, ensanchando la brecha entre ricos
y pobres, la informalidad en la economía y la subsistencia – sobrevivencia -
popular. A partir de entonces el proceso económico, social y político de
nuestros países es conducido por las políticas neoliberales, se oficializan los shocks salvajes como políticas
oficiales, profundizan las Políticas y Programas sociales, que sirven a amplios
sectores, víctimas del hambre, la
desocupación, desnutrición, explotación,
- emerge en los cinturones de miseria, “la
cultura de la basura”, que “alimenta” a millones de seres humanos - sólo
por temporadas, mientras calman el hambre y la miseria; Estas políticas
sociales no son más, que un proyecto político-ideológico estratégico de las
grandes empresas transnacionales y con la complicidad directa de los organismos
financieros supranacionales – FMI, BM y la OMC-.
4.-
En cuarto lugar, la relación entre el desarrollo de los nuevos movimientos sociales. El nuevo contexto socio económico y
político de América Latina no es
claro ni unívoco, al revés es muy complejo y representa avances, impasses y
también regresiones sumamente complicadas en el ámbito de la política pública.
Se podría sostener que el desarrollo de los movimientos sociales se desenvuelve
entre sus capacidades de producir transformación con altos grados de autonomía (sería el caso del MST en Brasil y del zapatismo en México) y su compleja relación
con la política y el Estado que
agota a los propios movimientos, interroga los tiempos de la política o se
estanca colocándonos nuevas interrogantes (sería el caso de los movimientos
sociales argentinos y con anterioridad a ellos, el de los movimientos sociales
chilenos y peruanos como los FEDIP, (Frentes de Defensa de los
Intereses del Pueblo) antes de los 80 y
la luchas contra las dictaduras militares).
Pues bien, este es más o menos el
panorama de los problemas que nos ocupan cuando nos hacemos la pregunta por los
movimientos sociales y el actual
contexto latinoamericano. Se trata de variados problemas, razón por la cual no
podemos hacernos cargo de todos ellos, sino elegir algunos para poner en el
debate un punto de vista, una opinión en
sentido político. Nos parece que la mayor dificultad con los movimientos
sociales se relaciona con la comprensión de su significado, su novedad, organización, juventud y
actualidad, sus potencialidades, sus
formas de lucha diferentes, lo mismo que sus Plataformas de reivindicaciones y
derechos. Para opinar, en ese sentido, quiero detenerme en lo que ha sido el
tratamiento de los movimientos desde las ciencias sociales y ciencia Política –
como Politólogo – y aventurar
algunas hipótesis de tipo histórico-político, que es el terreno que más nos
compromete en esta coyuntura y aventura profesional.
Consideramos como puntos centrales para
la formulación del conjunto de propuestas teóricas de análisis e interpretación
que nos permitirá comprender en su integridad y complejidad la sociedad de las
habilidades y valorar una nueva mirada local y global para su comprensión
dialéctica de los movimientos sociales, en su unidad, - cohesión social - organización, representación, Identidad,
totalidad y oposición, alternativa y legitimidad, movilización de recursos internos
y externos como su autonomía e independencia de los poderes locales
tradicionales y dominantes, es decir, como las masas organizadas,
movilizadas y en lucha son capaces de construir consensos políticos y políticas
de concertación públicas: confianza, legitimidad,
transparencia, cohesión social, “empoderamiento”, conciencia de clase – quizás muy difícil en esa coyuntura - desde
las bases que le permiten conquistar nuevos espacios sociales, recrear e
innovar otros emergentes en la perspectiva de construir mayores niveles de participación ciudadana, fortalecer las
nuevas tendencias de derechos y pertenencias ciudadanas como derecho al futuro
en un nuevo escenario de escenarios: la Sociedad
Civil Real, popular y emergente, democrática
– el escenario de escenario de las clases y la lucha de clases - producto a
su vez también, del largo y a veces intransitable camino de democratizar la
instituciones de la democracia. En la perspectiva tenemos:
5.- Los Movimientos Sociales: ¿Son realmente Nuevos?
A mediados de los años 80’ , una investigación de carácter
latino-americano sobre movimientos sociales, que coordinó Fernando Calderón desde CLACSO, indicaba que una de la mayores
novedades en América Latina en los años ochenta, era la emergencia y la mayor
visibilidad de una diversidad de actores y movimientos sociales, Tesis Central
que también la desarrollamos en nuestro trabajo de Investigación para sustentar
el Grado Académico de Máster en Ciencias
de Comunicación. Se reconocía, en esta investigación, que en medio de las
dictaduras, quienes más resistencia oponían y más iniciativas desplegaban en
contra del autoritarismo y el terrorismo de Estado, e igualmente extensos y
variados sectores sociales víctimas directas de la crisis económica – despidos
y desempleo generalizados, salarios de hambre, subempleo, negación de derechos,
carencia absoluta de nuevos puestos de trabajo, violencia contra las
organizaciones gremiales y sindicales – aparecen en el escenario social y
político, desplegando “ nuevas formas de
organización, nuevas formas de lucha, nuevos tipos de reivindicaciones y en
general nuevas formas de hacer política “, en la práctica de la vida
cotidiana constituían una variada gama de movimientos: desde
*- las Madres de la Plaza de Mayo,
*- las Comunidades Cristianas en
Brasil,
*- los movimientos indígenas del
Ecuador,
*- los “paros cívicos” en Colombia,
*- las Protestas Nacionales en Chile,
*- Los Paros Sectoriales y Nacionales
Sindicales en Perú.
*- Los Paros regionales como Frentes de
Defensa de los Intereses del Pueblo.
Los FEDIP en Perú.
*- Los movimientos populares e
indígenas en Bolivia.
*- Los movimientos juveniles de variado
origen, como los Rockeros
Argentinos, etc .
El Moqueguazo.
El “primer” Movimiento Social Histórico de la Región Moquegua-Perú en 1973 contra el gobierno del General Velasco. El FEDIP-Moquegua, la lucha del pueblo en defensa de sus derechos constitucionales y
el retorno a la Democracia.
A finales de los 80’ , en tiempos históricos post-dictaduras
y tiempos políticos del neoliberalismo, en el análisis e interpretación de los
académicos latinoamericanos se observó con profundidad y preocupación que los
antiguos o viejos protagonistas, declinaban progresivamente y la crisis
estructural presente en nuestros países, estaba “demoliendo en su integridad y
representación” .Igualmente se indicaba también que declinaban los movimientos
históricos tradicionales, el movimiento obrero, el movimiento campesino y la
alianza considerada siempre estratégica por la Izquierda: la alianza
obrero-campesino. Ingresaban también en crisis – en un camino sin retorno -,
adicionemos, los proyectos mundiales de transformación que animaban a estos
movimientos. Entonces, se indicó: “La
caída del presidente Allende simboliza, quizás con mayor fuerza que otros
procesos políticos de la región, la perdida de proyección histórica de los
movimientos sociales de orientación industrial totalizante”.
Si revisamos las perspectivas y la
fuerza real de los movimientos sociales en Latinoamérica que pretendían modelos
nacionales independientes o transformaciones clasistas acabadas (sea de la
burguesía industrial, sea del proletariado y sus aliados), probablemente
concluyamos... que estas orientaciones y prácticas han ido perdiendo
progresivamente su impulso vital. Paralelamente, es posible distinguir en los
últimos veinte años, la emergencia de nuevos
actores sociales y nuevas prácticas colectivas y nuevas formas de organización y lucha, tanto en el seno de los
movimientos sociales clásicos (obrero-campesino), como en el desarrollo de
nuevos movimientos sociales, vistos en su análisis e interpretación desde dos
perspectivas totalmente diferentes:
En
primer lugar, los Nuevos Movimientos Sociales masificados, radicales,
regionales o locales
con clara orientación política anti
neoliberal, - no ligados ni relacionados con ningún Partido Político – rechazan
y cuestionan muy fuerte a los Políticos - al principio independientes,
autónomos, marchaban por caminos distintos, pero al final con el desarrollo de la propia
dinámica y lucha colectiva, la profundización y a la vez fracaso de las políticas neoliberales,
se forjó nuevos espacios sociales de convergencia y unidad, hoy representan un
vasto y amplio sector social que se opone a las políticas neoliberales, por
distintos caminos y formas de lucha, desarrolló la consigna de la recuperación
de la Soberanía Nacional, la Cultura y la Identidad y su tendencia histórica es
a ser mayoritarios por sus intereses planteados, su estrategia de lucha
anti-globalización, al final como proceso de construcción múltiple y complejo,
paralelamente está construyendo un Nuevo
Ciudadano, resultado directo de esta lucha, protesta y movilización; y
En
segundo lugar, precisamente como “expresión desde la ciudad” sectores
juveniles, educados,
conocedores de sus derechos integrales. Como: ecologistas y ambientalistas,
pacifistas y defensores de los Derechos Humanos, de género y generacionales,
étnicos y contraculturales, defensores de los consumidores, etc; son hoy los
protagonistas de los “nuevos movimientos
sociales que surgen en el ámbito de la cultura
y la búsqueda permanente de mejor calidad de vida” y “comienzan” a construir un nuevo Paradigma, pero que no llegan a
plantearse metas ni acciones holísticas, sino en prioridad el bienestar social
de su comunidad, mejores condiciones vida y trabajo.
Algo cambia y no se trata de un cambio
menor. Ya no se tratan de los movimientos de raíz estructural ni de los
proyectos de cambio estructural, propio del sesenta. Un ciclo se cerraba, otro
se abría, pero los principios centrales del programa anti-sistema quedaba como
tarea pendiente, sobre todo cuando en un nuevo escenario en la década de los
noventa el neoliberalismo generaba serios conflictos político-sociales con su
política de privatizaciones, la reforma y modernización del Estado –
simplemente reducción o achicamiento, pero reforma, modernización hasta hoy se
espera - despidos masivos del aparato estatal. Y por cierto, como ocurre casi
siempre en la historia, sabíamos mucho más del ciclo que se cerraba y mucho
menos del ciclo que se abría, precisamente por la gran incertidumbre que
presenta el Proyecto Neoliberal. Por ello nos preguntamos: ¿Qué son estos nuevos movimientos?. ¿Qué representan en la nueva
coyuntura global?. ¿Qué efectos podían tener sus acciones?. ¿Qué novedad representan desde el punto de
vista social y político?. Estas eran preguntas que interrogaban al mundo
académico, a las Ciencias Sociales, a la Ciencia Política, pero también a las
prácticas políticas militantes: ¿Qué
hacer con la diversidad? en su contenido multidimensional: histórico, organizativo, representativo, social,
cultural, político, institucional. ¿Está surgiendo una nueva manera de
hacer política o se trata sólo de un fenómeno transitorio? ¿Estos nuevos
movimientos, eran los nuevos sujetos de la historia y por tanto portadores del
proyecto histórico popular?. ¿La conciencia de clase seguiría siendo el
objetivo prioritario de la Educación Popular en los movimientos contra la
política neoliberal de los gobiernos de turno, y/o;
Había que transitar hacia nuevas formas
de conciencia, más específica, concreta, según el conflicto de los grupos o
sectores sociales, por ejemplo, la
conciencia ecológica, de género, urbana, pacifista, derechos humanos, etc., y
en consecuencia, referir más la educación popular a las cuestiones de la
identidad? Y la identidad,
¿permitiría realmente fundar una nueva política popular? Ambos tipos de nuevos
movimientos sociales en su organización, formas de lucha, reivindicaciones,
comunicación, liderazgo, redes sociales y nuevas formas de hacer política
pertenecen absolutamente al terreno de la Nueva Sociedad Civil Popular y
Emergente, la misma que se desarrolla, genera nuevas alternativas de
democratización, nuevos liderazgos, recrea y enriquece la comunicación
intercultural al compas como los nuevos movimientos sociales dinamizan y
activan sus derechos, como procesan en su favor lo conseguido y disputado al
Estado y al mercado de los propios políticos y
empresarios tradicionales y mercantilistas. Pues bien, creo que frente a
la novedad que representan los “nuevos”
movimientos sociales, se han ido estructurando diversas respuestas. Una de
ellas es aquella que ya en los ochenta, debió plantearse más que una nueva
política, los movimientos expresaban algo más profundo: los nuevos movimientos
estarían expresando cambios en los discursos y en las prácticas que organizan
las relaciones sociales en las bases mismas de la sociedad. Elizabeth Jelín, al respecto nos
propone:
“...
quizás sea la hora de repensar los movimientos sociales desde otra perspectiva:
no se trataría solamente de nuevas formas de hacer política, sino de nuevas
formas de relaciones y de organización social; lo que se estaría transformando
o engendrando es una sociedad, más que una política nueva. El significado e
interés analítico de los movimientos sociales reside en buscar en ellos
evidencias de transformación profunda de la lógica social. Lo que está en
cuestión es una nueva forma de hacer política y una nueva forma de
sociabilidad. Pero más profundamente, lo que se intuye es una nueva manera de
relacionar lo político y lo social, el mundo público y la vida privada, en la
cual las prácticas sociales cotidianas se incluyen junto a, y en directa
interacción con, lo ideológico y lo político institucional. La pregunta que
surge de inmediato, imposible de responder a ciencia cierta, es si se trata de
una “nueva realidad” o si la vida social siempre fue así, y sólo nosotros,
ciegos por el peso de los paradigmas dominantes, no lo estábamos viendo”
Tal vez, no sea imposible de responder
a esta pregunta cuando se interroga a los historiadores más que a los
sociólogos, ya que evidentemente desde una perspectiva histórica, estamos
obligados a reconocer que la historia de
América Latina está plagada de movimientos sociales, desde los movimientos indígenas que
resistieron la invasión española y portuguesa, pasando por los movimientos
anti-coloniales, que intentaron romper la dominación colonial española,
insurrección étnico-nacional, representativo, es sin duda alguna, la Revolución de Túpac Amaru II en Perú, noviembre de 1780, movimiento que
abrió el camino hacia la Independencia de América latina, a inicios del nuevo
siglo XIX; los movimientos migratorios
que prácticamente refundaron un país como la Argentina a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, hasta
los movimientos políticos y religiosos de raíz campesina como la “guerra” de los Canudos, en el nordeste de Brasil, al final de las dos últimas
décadas del siglo XIX. Es decir, tenemos que conceder a Elizabeth Jelin, que en
realidad, hemos estado relativamente ciegos en la historia oficial, con
relación a la historia social y política de América Latina, o mejor aún, en la
medida que cambiamos los enfoques y las perspectivas de la investigación social
y en particular la investigación histórica ampliada, desde el ámbito complejo
de La Sociología de las Ausencias,
América Latina se nos irá revelando como una tierra prolífica en “acciones
colectivas” de diversos contenidos como sociedad
de habilidades, potencialidades, talentos y sinergias colectivas, es decir
una tierra prolífica en el desarrollo de movimientos sociales y nos irá
abriendo nuevos surcos aún desconocidos para todos nosotros que tenemos una fe una esperanza, y “sigan
ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las
grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad
mejor”. Una sociedad superior en Nuestra América.
No me preocupa el grito de los violentos. El
movimiento de los corruptos. La grita de los deshonestos. El odio de los
intolerantes. La desvergüenza de los inmorales. El impudor de los sin ética y
la delincuencia del criminal…. Lo que me preocupa es el silencio de los buenos.
Región. Arequipa, patrimonio
cultural de la humanidad.
PERÚ. Miércoles 5 de
septiembre del 2012.
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