BRASIL,
Continua la “guerra” legal contra la corrupción en la política y en las
corporaciones de la construcción tanto al interior del país como en el
exterior, sobre todo como se hizo uso y abuso de los dineros – que pertenecen a
todo el pueblo de Brasil – de la empresa
PETROBRAS – o petróleos brasileños – ya cayeron envueltos en la corrupción
dirigentes de primer nivel, del partido gobernante, el P.T, Partido de los
Trabajadores, siendo o parte o haber sido capturados por la mafias de políticos
y empresarios. Pero, comienza la “justicia”
por destacados dirigentes de la Oposición Política – envueltos aún más
formas abiertas y encubiertas de corrupción, como es el depósito de millones de
dólares en bancos suizos – A favor y
beneficio del “poderoso” hombre, político – sr. Cunha, ayer socio y aliado del PT, como es el actual Presidente de la Cámara de Diputados,
y hoy opositor – a sueldo – de todas la oposición político-financiero – élites golpistas,
desesperadas porque el Poder se les va de la mano. Pero junto a la corrupción que ha envuelto a la política, su “clase política”
y sus organizaciones representativas, hoy está presente en la sociedad “carioca”,
que a pesar de ser la séptima economía
del mundo – arrastra un pasado de herencia colonial muy poderoso, el extractivismo
primario exportador, hoy en todo América latina, comienza con “hacer agua”,
producto de la crisis de decrecimiento – o parálisis del crecimiento
macro-económico – exitoso en la década anterior y que en parte también
favorecido por los buenos precios de los
Commodities en los mercados de las Economías BRICS -.. crisis de desempleo,
de desconocimiento de derechos sociales y sindicales, disminución de la
inversión extranjera y nacional.
Finalmente
queda en el “tintero”, que habiendo sido un
éxito las políticas sociales contra la pobreza y la extrema pobreza, en
Brasil, salieron de la
pobreza más de 60 millones de Ciudadanos, los mismos que hoy exigen derechos de
mejor calidad: Educación, salud,
transporte, vivienda, empleo, salarios, así como el respeto hacia el medio
ambiente ante la presencia masiva de la construcción – eliminación de espacios
públicos en beneficio de las grandes corporaciones, sumado a todo ello que el
gobierno y el PT. No logran organizar,
movilizar a esta nueva clase media y menos encuentran alternativas efectivas,
frente a la inseguridad ciudadana y la delincuencia organizada. La Política
debe salir de las propias entrañas de una sociedad enferma en crisis, en
corrupción y violencia. Pero la Democracia
se defiende en las calles y plazas públicas, frente al golpismo político
militar – agitado por algunos sectores de las élites político-financieras – se recupera
la Confianza de la Ciudadanía en la
Democracia, mediante el Diálogo Nacional, alturado, democrático, horizontal
y cívico – se fortalece el gobierno, la institucionalidad democrática y se emprende una gran tarea
nacional: la lucha contra la corrupción.
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Integrantes de la Policía
Federal extraen elementos de la residencia de Cunha en Brasilia,
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BRASIL: UN MAL DÍA
PARA EL VILLANO.
Allanan la Mansión del jefe de Diputados,
Eduardo Cunha.
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El poderoso político opositor es blanco de
investigaciones del Ministerio Público y de la Corte Suprema, acusado de
recibir coimas en el escándalo de corrupción en Petrobras, de lavado de dinero,
evasión fiscal y otros delitos.
Eric Nepomuceno.
Página/12
En Brasil
Desde
Río de Janeiro miércoles 16 de diciembre del 2015.
En
Brasilia, poco antes de las seis de la mañana de ayer, un grupo de agentes de
la Policía Federal (que en Brasil tiene la función de combatir crímenes contra
el Estado) llegó al portón de la mansión oficial que, en su condición de
presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha ocupa desde febrero. Uno de
los encargados de la seguridad avisó al mayordomo que, a su vez, informó al
noble diputado que, frente a la residencia, un comisario pedía permiso para
ingresar. Una medida educada, pero dispensable: el comisario tenía una
autorización de la Corte Suprema para entrar, revisar todo y requisar lo que
fuera necesario. Cunha pidió cinco minutos para vestirse apropiadamente –al fin
y al cabo, estar en pijamas delante de un comisario federal no es lo más apropiado–
y los recibió.
Exactamente
a la misma hora, otros dos grupos de la Policía Federal se presentaban en la
lujosa residencia de Cunha en Barra da Tijuca, un barrio más bien cursi, de
nuevos ricos, en Río de Janeiro, y en el despacho de la Presidencia de la
Cámara, en Brasilia. Fueron secuestrados celulares, computadoras, notebooks,
joyas, dinero, papeles, muchos papeles. Sorprendió la cantidad de documentos
que los agentes cargaban cuando salían de las casas y de las instalaciones de
la Presidencia de la Cámara.
Cunha
es blanco de investigaciones del Ministerio Público y de la Corte Suprema,
acusado de recibir coimas en el escándalo de corrupción en la Petrobras, de
lavado de dinero, evasión fiscal y otros delitos más. En la misma Corte corre
una investigación sigilosa sobre el uso de las prerrogativas de su puesto para
impedir el avance de investigaciones en el Consejo de Etica de la misma Cámara
que él preside.
La
segunda mala noticia del día le llegó poco antes de la una de la tarde, cuando
ese mismo Consejo de Etica aprobó que se le promueva, en el Pleno de la Cámara,
un juicio por quiebra de decoro parlamentar. La acusación, amparada en un
arsenal de pruebas, se refiere a que Cunha mintió, en una Comisión Parlamentar
de Investigaciones, al afirmar que no tenía ninguna cuenta en el exterior
(tenía cinco: cuatro en Suiza, una en Estados Unidos; en dos de las cuentas
suizas las autoridades de aquel país le bloquearon dos millones y medio de
dólares clandestinos).
La
reacción de Cunha fue inmediata. Dijo que la acción de la Policía Federal era
una venganza del gobierno por haber, en su condición de presidente de la
Cámara, decidido abrir un juicio para destituir a Dilma Rousseff. En relación
con la derrota sufrida en el Consejo de Ética, dijo que la mesa directora de la
Cámara anulará todas las decisiones, para que su juicio vuelva a empezar de
nuevo. Y para finalizar, afirmó, con la frialdad de los cínicos y de los
verdugos, que no presentará su renuncia.
La
verdad es que desde hace días, cuando sintió que sería derrotado en el Consejo
de Etica, pese a todas las escandalosas maniobras llevadas a cabo, Cunha empezó
a negociar con el PSDB de Fernando Henrique Cardoso, mayor partido de la
oposición. Su propuesta: él renuncia a la presidencia de la Cámara, siempre que
le aseguren, cuando su juicio llegue al Pleno, los votos suficientes para que
no pierda su mandato. Es que, sin los privilegios de inmunidad a que tiene
derecho Cunha sabe que tan pronto salga del Congreso, las posibilidades de que
vaya directo a la cárcel son altísimas.
Ha
sido la acción más ruidosa del día, pero Cunha no fue el único a recibir
incómodas visitas: ayer mismo hubo idénticos operativos de la Policía Federal
contra dos ministros de Dilma, el de Ciencia y Tecnología, Celso Pensera, y el
de Turismo, Henrique Alves, además de un senador de la República y ex ministro,
Edison Lobao. También ex altos ejecutivos de Petrobras tuvieron sus residencias
y oficinas allanadas.
Hay
un detalle importante a ser observado: todos son del PMDB, principal aliado (y
mayor traidor) del gobierno. Alves, además, es muy cercano al presidente del
Senado, Renan Calheiros. A propósito, se supo que la Corte Suprema negó un
pedido del Ministerio Público para también visitar tanto la residencia oficial
de Calheiros como su despacho, su casa particular en su provincia, sus
haciendas.
En
un momento especialmente delicado que vive Dilma Rousseff, a raíz del juicio
que Cunha facilitó en el Congreso y que podrá costarle el mandato presidencial,
las acciones de la Policía Federal poniendo foco en el PMDB es preocupante. El
partido está muy dividido entre los que defienden a la presidenta y los que
quieren derrocarla por la vía de un golpe institucional. Los votos del PMDB
serán decisivos. Hasta ayer, Dilma y sus estrategas creían poder contar con al
menos 40 por ciento de ellos, pese a la acostumbrada y tradicional deslealtad
del partido (que, a propósito, ocupa 7 de los 31 ministerios y secretarías de
Estado con rango ministerial).
El
vicepresidente de la República, Michel Temer, que además preside el PMDB,
conspira a la luz del día contra Dilma. Podrá utilizar las acciones y presiones
del Ministerio Público y de la policía contra el partido como argumento para
obtener más adhesiones a sus maniobras conspirativas.
Cunha
es un hombre malvado y vengativo. Todavía tiene mucho poder en la Cámara. Mucha
razón tiene Dilma (y sus estrategas) para temerle.
La tensión
persiste en Brasilia, tan densa como una nube de temporal momentos antes de
explotar.
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