Perdedores Electorales, dos realidades diferentes Europa – Grecia, España,
Portugal, Francia, Italia, etc – y América Latina (Brasil, Argentina,
Venezuela, etc.), primero las condiciones
económico-sociales son absolutamente distintas: Europa, donde las políticas de austeridad han sido y
siguen siendo un fracaso absoluto, no han resuelto la grave crisis estructural
hoy vigente, por el contrario la derecha en el gobierno al insistir en estas
políticas no solo ha destruido el empleo, el salario, los derechos sociales y
laborales, sino que está destruyendo las instituciones y el propio Estado de Bienestar que había dado
tantas ventajas y beneficios a la Europa de finales del siglo XX. La propia Democracia Europea Electoral,
liberal, representativa se juega su última oportunidad. La clase media otrora su bastión
de resistencia, hoy se debate en la peor crisis y está en peligro de
desaparecer. Las políticas de austeridad han arremetido directamente sus
intereses de clase y derechos sociales fundamentales.
América Latina, segundo, la situación política es el “reverso” de la
medalla, es la izquierda democrática, progresista la que está perdiendo en las ánforas
ante una arremetida total de la derecha – combinada incluso con “políticas”
xenofóbicas -. Muchos expresan que el
ciclo de la izquierda en el gobierno se terminó?, otros que se encuentra en
grave crisis? Y otros aún optimistas que si hay una crisis – objetiva, cierta –
pero que la izquierda la está ”pagando” víctima de sus propios errores políticos.
Llegó al gobierno, triunfaron en las elecciones y se “entronizaron en el “Poder”, No sólo en el gobierno” y se
sintieron gobierno y comenzaron a aplicar una serie de Políticas Sociales – ojo
Políticas Sociales, que son
políticas de coyuntura, que ayudan en el cambio social propuesto, pero si van
acompañadas de Políticas de Estado, - tuvieron éxito en la lucha contra la pobreza (Brasil fue y es el mejor ejemplo) pero más
allá de sacar a más de 60 millones de familias de la pobreza y extrema pobreza,
Qué se hizo, cuál era la responsabilidad
política con los derechos de las “nuevas clases medias”. Ah,
se olvidaron, porque concentraron su gobierno en otros campos de la sociedad?,
NO, unos se envanecieron con el éxito relativo y otros Qué hicieron?.
He ahí la gran pregunta, que hasta ahora se debe pensar y reflexionar
profundamente: Porque el
partido político en el gobierno NO trabajó con estos amplios sectores sociales
en la lucha por sus “Nuevos Derechos
Sociales”. Educación, Salud, Empleo, Salarios, Deporte, Transporte, Medio
Ambiente, etc. Se dejó en libertad – precisamente, hasta ahí llegaron las
políticas sociales – ahora era el turno y responsabilidad de las Políticas de Estado, pero tampoco trabajaron
en esa nueva realidad?. Argentina –
viene la derecha ataca con todo y en menos de un mes tare al suelo el trabajo
de una década – Se trabajó con mucho miedo - no se ingresó al “mundo social y político de la Participación
Ciudadana – que el poder popular local, es decir la organización
representativa de la Nueva Sociedad Civil,
emergente, popular, plural y democrática asumiera la responsabilidad política.
Se confió mucho – diré demasiado – en las cúpulas y élites de los partidos en
el gobierno y además – lo más nocivo para la política de izquierda – se permitió
que el “Líder” del Nuevo Proceso
Político se convirtiera – su transformación fue progresiva una veces otra
muy rápida – en un “Super-Poder”, era el
personaje “Predestinado” – el nuevo salvador, NO este es un grave error
político y todo es resultado porque el modelo existente del “viejo” estado neoliberal, no fue
tocado – ni con una flor – y encima ahora en el gobierno las cúpulas fueron “capturadas”, no por la política para
conducir a su partido político hacia nuevos escenarios socio-económicos y
políticos, sino que cayeron – como mansas palomas – no todos – en los campos envenenados de la
corrupción – ahora más el fin del ciclo macro-económico – que la derecha
también se la responsabiliza al gobierno de izquierda. Motivos, razones, origen, para que la derecha entre en las calles y plaza públicas – nuestro hogar
histórico – y desde allí prepare la
derrota electoral de los gobiernos de izquierda democrática. Será el final del
fin del progresismo democrático en América Latina?. Miremos hacia el futuro y desde esos nuevos
escenarios múltiples y complejos podemos intentar dar la respuesta política?.
/////
Dr. Inmanuel Wallerstein.
PERDEDORES ELECTORALES.
*****
Inmanuel
Wallerstein.
La
Jornada lunes 28 de diciembre del 2015.
Este
ha sido un mal año para los partidos en el poder que enfrentaron elecciones.
Han estado perdiéndolas, si no por completo, sí relativamente. La atención se
ha estado enfocando en una serie de elecciones donde los así llamados partidos
de derecha se desempeñaron mejor, algunas veces mucho mejor, que los partidos
en el poder considerados de izquierda. Los ejemplos notables son Argentina,
Venezuela, Brasil y Dinamarca. Y uno podría añadir a Estados Unidos.
Lo
que está menos comentado es la situación inversa –partidos en el poder que son
de derecha, y que perdieron ante fuerzas de la izquierda, o por lo menos
perdieron en términos de porcentaje y en los escaños que habían obtenido a
nivel nacional y/o a nivel provincial. Esto ha sido cierto en Canadá, España,
Portugal, Italia e India.
Tal
vez el problema no esté en los programas propuestos por los partidos, sino en
el hecho de que los partidos en el poder son culpados por las malas situaciones
económicas. Una reacción, que hemos visto casi en todas partes es el populismo
xenofóbico de derecha. Y otra reacción es exigir más, no menos, medidas propias
del Estado benefactor, que se dice son contra la austeridad. Por supuesto se
puede ser xenofóbico y estar contra la austeridad, al mismo tiempo.
Pero
si un partido alcanza el poder y tiene que gobernar, se espera que haga la
diferencia en lo relacionado con las vidas de aquellos que votaron por ellos
para llegar al poder. Y si no pueden lograrlo, pueden enfrentar una severa
reacción en las elecciones del futuro, a veces muy pronto. Esto es lo que el
primer ministro Modi, en India, aprendió cuando (menos de un año después de
barrer en las elecciones nacionales) su partido tuvo un mal desempeño en las
elecciones provinciales en Delhi y Bihar, donde su partido lo había hecho muy
bien justo antes.
No
creo que esta volatilidad vaya a cesar pronto. La razón, pienso, es muy simple.
Los mantras neoliberales de crecimiento y competitividad no han sido capaces de
reducir significativamente la tasa de desempleo real. Como resultado pueden
ante todo forzar la transferencia de riqueza de los estratos pobres a los más
ricos. Esto es muy visible y es lo que conduce a la denuncia de los programas
de austeridad.
La
reacción xenofóbica responde a una necesidad psíquica, pero de hecho no conduce
a un mayor desempleo, y por tanto tampoco a un mayor ingreso real. Tales
votantes pueden retirarse entonces de la política electoral, como pueden
hacerlo quienes persiguen objetivos de izquierda, como el fijar mayores
impuestos a los ricos. A su vez, los gobiernos –de centro, de izquierda o de
centro– tienen menos dinero para cualquier medida social de protección.
La
combinación de estos elementos no sólo es muy negativa para aquellos situados
en la base de la escalera del ingreso. También significa la decadencia de la
llamada clase media –es decir, ocurre una transferencia de muchas familias
hacia las filas de los estratos inferiores. Sin embargo, el modelo de
elecciones parlamentarias con dos partidos principales se ha basado en la
existencia de un estrato relativamente grande de clase media que está listo
para darle un viraje a sus votos ligeramente y con calma entre los dos partidos
centristas bastante semejantes. Sin ese modelo en funciones, el sistema
político es caótico, que es lo que estamos viendo ahora.
He
estado describiendo un escenario intra-estatal. Pero también existe el
escenario inter-estatal –el poder total relativo de diferentes Estados. Así
como la tasa real del empleo es algo que podemos observar al interior de un
Estado, así las tasas de cambio de las divisas son una clave del poder
inter-estatal. El dólar estadunidense se ha mantenido en su nivel de mandamás
sobre todo porque no hay otra buena alternativa a corto plazo. No obstante, el
dólar estadunidense no es estable, sino que está sujeto a vaivenes volátiles,
repentinos y a una decadencia relativa de largo plazo.
Las
tasas de cambio caóticas significan que permanece ahí una muy peligrosa
solución para reforzar el poderío relativo inter-estatal: la guerra. La guerra
es a la vez intimidante y remunera en el corto plazo, aun siendo humanamente
devastadora y extenuante en el largo plazo. Así, cuando Estados Unidos debate
si habrá de perseguir sus intereses en Siria o en Afganistán, es muy fuerte el
jalón hacia un involucramiento militar mayor, no menor.
Dicho
lo dicho, no es un panorama bonito. El punto para los partidos políticos es que
no es un buen tiempo para efectuar elecciones. Algunos partidos en el poder
comienzan a decidir no celebrarlas, o por lo menos no efectuar ni siquiera las que se piensen
marginalmente competitivas.
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Traducción:
Ramón Vera Herrera.
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