Según IOM y Unicef, la organización de la ONU para la infancia, uno
de cada cinco de los 878.495 migrantes que cruzaron el Mediterráneo, son menores de edad (es decir
175.699). Los menores representan a su vez el 10 por ciento de los migrantes
que han llegado a Italia y tres cuartos de ellos han viajado sin sus padres o
sin acompañamiento alguno de un tutor. Los
niños y menores de edad son el sector más vulnerable de los migrantes,
dicen las organizaciones internacionales. Más de un tercio de ellos se ha ahogado
en el mar Egeo, tratando de llegar de Turquía a las costas de Grecia. Muchas
veces son niños pequeños como se han podido ver en filmaciones y fotos
desgarradoras cuando sus cuerpitos fueron encontrados en las playas turcas. Octubre fue uno de los peores meses en
este sentido porque murieron unos 90 menores en el intento de sus familias o de
ellos mismos por llegar a Grecia. Los menores corren más riesgo que los adultos
de enfermedades, accidentes, explotación, de separación de la propia familias,
secuestro y tráficos variados,
subrayaron IOM y Unicef. Sobre el tema de los menores no acompañados, la
fundación ISMU está llevando adelante una iniciativa junto a otras fundaciones, tendiente a
organizar la recepción de los menores no acompañados.
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Los niños son el sector más vulnerable de los migrantes, dicen las organizaciones internacionales.
LA CRISIS MIGRATORIA EN CIFRAS.
El panorama de Europa, cambió sustancialmente
este año.
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Desde enero llegaron a Europa
907.712 migrantes; unos 3563 murieron en el mar. Según IOM y Unicef, la
organización de la ONU para la infancia, uno de cada cinco migrantes que
cruzaron el Mediterráneo es menor de edad.
Elena
Llorente
Desde Roma viernes 4 de
diciembre del 2015.
Desde
enero de 2015 llegaron a Europa 907.712 migrantes, la mayoría (878.495) por
mar, es decir, atravesando el Mediterráneo o el mar Egeo en distintos puntos,
los demás por tierra. Pero según las organizaciones internacionales que llevan
el control de este fenómeno, como ISMU (Iniciativas y Estudios sobre la
Multietnicidad) de Italia, la Organización Internacional para los Migrantes
(IOM) con base en Suiza, y Acnur, la agencia de la ONU para refugiados, unos
3563 (sobre un total mundial de 4960) murieron en el mar que separa Europa de
Medio Oriente y Africa o resultan desaparecidos. El arribo de refugiados este
mes disminuyó relativamente a causa de las bajas temperaturas y el mar
convulsionado típico del invierno europeo, y muy probablemente retomará el
ritmo cuando pase el frío.
El
panorama cambió mucho este último año respecto de los precedentes. Mientras
antes el lugar de partida preferido era el norte de Africa, sobre todo Libia, y
de llegada, Italia (la isla de Lampedusa está sólo a un centenar de kilómetros
de Libia), la peligrosidad del mar hizo que se cambiara de ruta, explicó el
Informe Anual 2015 de ISMU, presentado ayer en Milán. Entonces la gente empezó
a partir desde Turquía hacia Grecia y de ahí a través de los Balcanes,
caminando o en tren, intentaron llegar a Hungría, Alemania o Austria. Grecia e
Italia se han transformado en países de tránsito porque la mayoría de los
migrantes quieren llegar sobre todo a Alemania, Inglaterra o los países del
norte de Europa.
Si
el total de migrantes se analiza según el país de llegada, a Grecia este año
llegaron 731.161 migrantes y murieron en el intento 589. La mayor parte
provenía de Siria, Afganistán e Irak. A Italia llegaron 143.114 pero en el
cruce del Mediterráneo murieron más de 2889. Provenían sobre todo de Eritrea,
Nigeria y Somalia, y para eso atravesaron media Africa y se embarcaron en
Libia, donde está concentrado el mayor número de traficantes de seres humanos
que, por algunos miles de dólares, los colocan en barcazas semidestruidas que
muchas veces no llegan a destino. Para concentrar todos los datos existentes
sobre ahogados y desaparecidos, IOM ha organizado un Proyecto sobre Migrantes
Desa- parecidos donde las familias pueden conseguir información.
También
han aumentado los que piden asilo político, es decir que quieren adquirir el
grado de refugiado, que les permitiría vivir en Europa sin problemas. Pero
refugiado, según los cánones internacionales, pueden ser sólo aquellos que son
perseguidos políticos o religiosos o que escapan de una guerra. Por lo cual
cada caso debe ser analizado detalladamente antes de que las autoridades tomen
una decisión y esto lleva tiempo. De hecho en Italia han pedido asilo político
–lo que no significa que se deban quedar en el país porque pueden ser
reubicadas en Europa– unas 61.500 personas entre enero y octubre de 2015. Pero
sólo unas 135 de ellas fueron reubicadas como refugiados en otros países
europeos. La mayoría está a la espera de una decisión oficial.
Según
IOM y Unicef, la organización de la ONU para la infancia, uno de cada cinco de
los 878.495 migrantes que cruzaron el Mediterráneo, son menores de edad (es
decir 175.699). Los menores representan a su vez el 10 por ciento de los
migrantes que han llegado a Italia y tres cuartos de ellos han viajado sin sus
padres o sin acompañamiento alguno de un tutor. Los niños y menores de edad son
el sector más vulnerable de los migrantes, dicen las organizaciones
internacionales. Más de un tercio de ellos se ha ahogado en el mar Egeo,
tratando de llegar de Turquía a las costas de Grecia. Muchas veces son niños
pequeños como se han podido ver en filmaciones y fotos desgarradoras cuando sus
cuerpitos fueron encontrados en las playas turcas. Octubre fue uno de los
peores meses en este sentido porque murieron unos 90 menores en el intento de
sus familias o de ellos mismos por llegar a Grecia. Los menores corren más
riesgo que los adultos de enfermedades, accidentes, explotación, de separación
de la propia familias, secuestro y tráficos variados, subrayaron IOM y Unicef.
Sobre el tema de los menores no acompañados, la fundación ISMU está llevando
adelante una iniciativa junto a otras fundaciones, tendiente a organizar la
recepción de los menores no acompañados.
Pero
las migraciones no se producen sólo por motivos de persecución política o de
guerras. Existen como se sabe millones de personas que tratan de escapar del
hambre, de la miseria provocada a veces por las equivocadas políticas
económicas de los gobiernos pero muchas otras veces también por razones
ambientales que desestabilizaron las economías nacionales y familiares. Según
el Centro de Monitoraje de Desplazamientos Internos, institución internacional
con sede en Noruega pero colaboradora de la ONU, en 2014 hubo 19,3 millones de
personas que se desplazaron a causa de desastres naturales como terremotos,
huracanes, sequías, inundaciones, etc. En 2015 se calcula que hay en el mundo
57,3 millones de personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares o
países tanto por razones políticas como naturales. De ese total, 14,4 millones
son refugiados.
En cuanto a las respuestas dadas por la Unión Europea al problema
migratorio, algunas medidas recientes han sido muy cuestionadas por organismos
humanitarios. En particular, la decisión del 29 de noviembre de entregar 3000
millones de euros a Turquía en el arco de un año y 3600 millones a varios
países africanos, para que ellos controlen a los inmigrantes, impidiéndoles
salir de su territorio. Una política no nueva en la UE. En efecto, acuerdos
bilaterales similares se firmaron entre Italia y Libia antes y después de la
muerte de Khadafi. Esos pactos consisten en “pagar a los Estados por la función
de bloquear a los migrantes”, “un trabajo sucio que consiste en impedir la
llegada de los prófugos a las fronteras europeas”, dijo un comunicado de tres
organizaciones humanitarias que se ocupan de los migrantes en Italia, el Comité
Verdad y Justicia para los Nuevos Desaparecidos, la agencia eritrea Habeshia y
Proyecto Derechos. Las tres organizaciones piden que sea anulado el bloqueo
ilegal de los migrantes en Turquía y que se establezcan “corredores europeos
humanitarios y canales de inmigración legal desde Medio Oriente y Africa hacia
Europa”.
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