Evo perdió
la primera batalla electoral en 10 años en la presidencia del Estado
Plurinacional de Bolivia. Pero la guerra – las clases y la lucha de clases – sigue su
desarrollo histórico. Pero existe una formula Política para derrotar a la
derecha política-empresarial, es precisamente haciendo, realizando,
desarrollando POLÍTICA. No caer en
el juego sucio del chisme público, de las falsas denuncias, en la farsa de la
constante manipulación, engaño y los eternos ofrecimientos, NO a la anti-política. Limpiemos nuestra
casa política – eliminemos la corrupción
desde las raíces, caiga quién caiga, no debemos ser contemplativos y menos blandos
ni con los camaradas de lucha – que fueron atrapados con la corrupción – y menos
con los “amigos” de viaje sedan de la derecha o centro, pero a todos por igual.
Guerra frontal, profunda y extensa
contra la corrupción. Formemos y construyamos Partido Político – desde la Ciudadanía
Política, hasta los militantes,
simpatizantes – pero todos en la Educación
Política como Ciencia, Ética y Pedagogía.
Movilicemos nuestros Militantes, para forjar e intensificar las Participación Ciudadana – la participación
política, derecho constitucional -, consolidar el Poder Popular Local, base de la Nueva Sociedad Civil – emergente, plural, popular, democrática -,
todo sistematizado, organizado, concentrado dialécticamente en los Movimientos Sociales, fortalezas sociales
y columnas
vertebrales de los procesos revolucionarios o de los procesos progresistas en
Democracia.
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No porque haya ganado el No se ha acabado con la vida del Evo”, dijo Morales al reconocer su derrota electoral..
EVO MORALES: “HEMOS PERDIDO UNA BATALLA, PERO
NO LA GUERRA”
Reconoció la derrota en el Plebiscito
Reeleccionista, pero reafirmó el rumbo de su Gobierno.
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De acuerdo con el conteo del
Tribunal Supremo Electoral con el 99,82 por ciento de las actas verificadas, el
No se imponía con el 51,29 por ciento de los votos. Mientras el Sí quedaba en
48,71. “Respetamos los resultados,” dijo Evo Morales.
Sebastián Ochoa
Página/12 En Bolivia
Desde La Paz jueves 25 de
febrero del 2016.
Conocidos
los resultados finales, que le dieron el triunfo del No a la modificación de la
Constitución para permitirle un mandato más a Evo Morales entre 2020 y 2025, el
presidente boliviano aseguró que respetará el resultado de la votación. “No es
que estamos derrotados, ésta fue una pequeña batalla por la modificación de la
constitución. Con los movimientos sociales, que son el pueblo, vamos a
continuar con la batalla. Mientras existan capitalismo e imperialismo, la lucha
sigue y ahora con más fuerza”, aseguró. De acuerdo con el conteo del Tribunal
Supremo Electoral (TSE) con el 99,82 por ciento de las actas verificadas, el No
se imponía con el 51,29 por ciento de los votos, mientras el Sí quedaba en
48,71.
“Terminó
el referendo, tenemos los resultados del referendo. Quiero decirles, como ya
dijimos, que respetamos los resultados. Es parte de la democracia. Pero si el
Sí remontaba, con seguridad la derecha nos hubiera acusado de fraude”, comentó
Morales.
Desde
el domingo a la noche, la oposición empezó a festejar con los resultados a boca
de urna otorgados por dos empresas consultoras. Conforme el conteo oficial
avanzaba y las opciones de Sí y No se acercaban, representantes de partidos de
derecha se incomodaron y empezaron a cuestionar el desempeño del TSE. Con el
escrutinio prácticamente concluido, se permitieron felicitar a los mismos
funcionarios electorales que el día anterior habían acusado de parcializarse
por el Movimiento Al Socialismo (MAS).
El
presidente destacó el “voto duro” del 50 por ciento de la población en apoyo a
su gobierno luego de 10 años de mandato. “Yo en algún momento pensé que el voto
duro del MAS era del 35, 40 por ciento. Ahora vemos que el voto duroduro llega
al 50 por ciento para esta revolución pacífica, democrática y cultural”, dijo
en conferencia de prensa. “Una batalla, pequeña batalla por la modificación
parcial de la Constitución hemos perdido. ¿Acaso con eso hemos perdido a Evo?
¿Acaso Evo está enterrado? Logramos el 50 por ciento de apoyo con semejante
campaña sucia”, dijo Morales en Palacio de Gobierno.
“No
porque haya ganado el No se ha acabado con la vida del Evo. No porque el No
ganó con el dos por ciento se va a acabar la lucha. No porque hayamos perdido
esta batalla se ha caído el proceso. No está en debate el programa (de
gobierno), aunque hubiese sido interesante que la derecha presentara su
programa”, comentó.
A
su turno, el vicepresidente Alvaro García Linera también desdramatizó los
resultados del referéndum. “Nos hemos doblado el tobillo, nos hemos detenido un
poco. Vamos a recuperar fuerza, vamos a tomar cañahua y vamos a seguir para
otras victorias. La vida es así: remontar la derrota, superar las
dificultades”.
Según
los conteos oficiales (que aún no finalizaron) la opción del No se impuso al Sí
por poco más de cien mil votos, sobre un padrón electoral de aproximadamente
6.500.000 personas. “Faltaba un poquito más de fuerza. Hemos reconocido (el
triunfo del Sí), pero también hemos dicho que hemos perdido una batalla, pero
no la guerra. Habrá otras batallas para ganar. El proceso de cambio es una
revolución”, afirmó Morales.
De
aquí en adelante, el MAS se abrirá a un debate interno para analizar las causas
del No, también para evaluar quién del partido podría continuar a la
presidencia de Morales en 2020. Consultado sobre este punto, el líder aymara
advirtió que aún es muy pronto. Y aseguró que las organizaciones sociales se
encargarán de elegir a su posible sucesor.
“No
sabemos quién va a ser nuestro candidato. A Evo la derecha le tiene miedo. La
derecha racista, los nietos de los patrones otra vez quieren regresar, botar
fuera a los indígenas y ellos gobernar”, comentó García Linera.
Los
principales líderes de la derecha tradicional son Samuel Doria Medina y Jorge
Quiroga, fuertemente asociados a los gobiernos neoliberales que se dedicaron a
desguazar el Estado boliviano en las décadas del 80 y el 90. Como en una remake
de Los Muertos Vivos, ayer aparecieron para convocar a la “unidad” a los
diversos sectores opositores. Alguno hasta se atrevió a sugerir que se convoque
a un referéndum revocatorio para sacarlo a Morales del gobierno antes de 2020.
Algunos
derechistas modelo 2016 ya adelantaron que tampoco permitirán que estos
cultores de la vieja política vuelvan a colgarse del poder. Norma Piérola,
diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC), ya le mordió la mano al jefe de
este partido y ex presidente interino, Jorge Quiroga. “No creo que él pueda ser
candidato. Y espero que él también se dé cuenta de que no puede ser. Pedimos
que se dé lugar a las nuevas personas que podemos surgir en estos cuatro años”,
adelantó.
Morales indicó que en los cuatro años siguientes se enfocará en aplicar
la Agenda Patriótica hasta 2025. Este es un plan de desarrollo muy ambicioso,
que propone de aquí a nueve años cambiar la fisonomía del país con una serie de
mega-obras y de incentivo a las actividades económicas. “Vamos a continuar con
la Agenda Patriótica, que será cumplida con este proceso, especialmente con el
pueblo unido y organizado. La lucha no termina acá”, sostuvo el presidente.
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