“Por
eso no es simplemente una crisis, estamos en un momento de reestructuración de
la economía mundial. Claro que los más débiles, sobre todo
Brasil y Venezuela, son los más afectados. Venezuela por su dependencia
económica de las exportaciones de petróleo, por el hecho de que ya no esté
presente Hugo Chávez, que tenía una
calidad de pensamiento y de estrategia, muy por encima de la media.
Entonces, todo esto claro, está afectando muy gravemente la situación económica
de Venezuela. Y Brasil también está
afectado muy fuertemente, lo mismo Argentina.
Todo esto está en el cuadro, más amplio, de que para enfrentar la crisis en Estados
Unidos y Europa la fórmula principal fue una acción muy fuerte de parte de los
Estados para proteger al sector financiero, que era el más directamente
afectado por la crisis de 2008. Así
se generó una transferencia masiva de los recursos del Estado hacia el sector
financiero. Esto permitió que la crisis no se agravara tanto en un primer
momento, pero creó las condiciones para que en un momento siguiente, que es lo
que estamos viviendo ahora, no exista forma de pagar estas deudas”.
“Los Estados se convirtieron en grandes
deudores, los países del Sur de Europa, Estados Unidos, etc.
El caso de Estados Unidos es muy dramático. La deuda pública de Estados Unidos
salta en estos años de 6 a más de 16 billones de dólares, que es igual al monto
del resto de la deuda pública del mundo. Y no hay cómo pagar algo así. Deben
buscar alguna forma, la deflación (caída precios) quizás sea una salida. La
única forma es la quiebra, la deflación sería una quiebra colosal para Estados
Unidos. El otro problema que tiene Estados Unidos, y Europa también, es que no
pueden tener una tasa de interés muy alta. Porque eso los llevaría a una baja
de su crecimiento mucho más grave. Los bancos centrales de los países
industrializados mantienen actualmente tasas de interés cercanas a cero, pero
Japón ya lo hacía desde la década de 1990, eso no resuelve el problema en las
economías centrales, eso digamos, permite que la crisis no se manifieste tan
fuerte, pero se va generando otra crisis, de grandes excedentes de deuda”.
“En
América Latina no estábamos preparados para enfrentar
la crisis, a pesar de que algunos de nosotros lanzamos advertencias. La
tendencia en nuestra región es de prejuicio, de no entender lo que pasa más
allá de la dinámica del pensamiento que viene de Estados Unidos. La verdad es
que no se dio importancia suficiente a lo que pasaba en China, India, etc. Nuestros países no se prepararon para hacer
frente a una demanda que todo el tiempo se dijo que no existía. Cuando se llega
al gobierno se tiene primero una situación de fantástico crecimiento. Por
ejemplo, Brasil pasó de exportar mercancías por 60,000 millones de dólares a
casi 200,000 millones de dólares. China que al principio no era tan
importante, pasó a ser el primer país importador de productos brasileños”.
/////
“NO ES SIMPLEMENTE UNA
CRISIS, ESTAMOS EN UN MOMENTO DE REESTRUCTURACIÓN DE LA ECONOMÍA MUNDIAL”.
Entrevista a Theotonio dos
Santos, exponente de la teoría marxista de la Dependencia.
*****
Ariel
Noyola Rodríguez.
Rebelión martes 23 de febrero del 2016.
Si hay alguien que ha dejado huella en el pensamiento económico de
América Latina es Theotonio dos Santos: científico social brasileño,
catedrático de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, exponente de la
Teoría Marxista de la Dependencia y galardonado con el Premio Economía Marxista
2013 de la Asociación Mundial de Economía Política. Dos Santos dictó a mediados
de febrero una serie de conferencias sobre teorías del desarrollo como parte de
la Cátedra Maestro Ricardo Torres Gaitán que le fue otorgada por el Instituto
de Investigaciones Económicas de la UNAM por sus aportaciones en la materia.
Ariel Noyola
Rodríguez, consiguió entrevistar a Theotonio dos Santos durante su estancia en
la Ciudad de México y abordó, entre otros temas, las perspectivas de la
economía y el sistema mundial, las contradicciones del desarrollo capitalista
de China, el ascenso del yuan como divisa de reserva internacional, los
desafíos de la integración latinoamericana, el atasco burocrático del Banco del
Sur, el reposicionamiento regional de Estados Unidos, la crisis del pensamiento
económico y los problemas que enfrenta la izquierda para construir
alternativas.
Por su amplia extensión, la publicación
de la entrevista se ha dividido en varias partes. En esta primera entrega
Noyola Rodríguez explora con dos Santos la posibilidad de que se materialice
una nueva recesión global, la reestructuración de la economía mundial comandada
por los BRICS, las contradicciones del desarrollo capitalista de China y el ascenso
del yuan como divisa de reserva internacional…
Ariel Noyola Rodríguez: Muchas gracias
por haberme concedido esta entrevista. Quiero comenzar con la complicada
situación por la que atraviesa la economía mundial en estos momentos, y cuál
será, desde su punto de vista, el impacto sobre los países latinoamericanos.
Durante el último mes se ha observado un desplome considerable de las
principales bolsas de valores. Las acciones de los grandes bancos de
inversiones (Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Deutsche Bank, etc.) se han
derrumbado en estos días, lo mismo ha sucedido con los precios de las materias
primas (commodities) y los tipos de cambio de los países emergentes
¿Estamos a las puertas de una nueva recesión mundial? ¿En qué posición se
encuentra América Latina ante ese posible escenario?
Theotonio dos Santos: La
crisis de 2008-2009 fue muy fuerte para los países que formaban parte del
centro de la economía mundial, pero al mismo tiempo, China se mantuvo con un
fuerte crecimiento junto con los países de los BRICS (acrónimo de Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica), y también casi todos los países en
desarrollo. De manera que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto
(PIB) de la economía mundial no cayó. Esto muestra que hubo cambios muy
significativos en los últimos años: el motor de la economía mundial se desplazó
de la zona central, básicamente de la tríada (Estados Unidos,
Europa y Japón), hacia otras regiones.
Esto ha dado origen a una serie de
trabajos, de intentos de explicación de este fenómeno. Desde la década de 1970,
incluso un poco antes, nosotros mostramos la tendencia a la decadencia de la
economía norteamericana y europea, y hasta Japón, que en aquel momento estaba
en un auge económico importante, aunque también se comenzó a revelar una cierta
tendencia a una caída que operó a partir de la década de 1990. En ese sentido,
Japón mostró un poco lo que iba a pasar con las economías industrializadas. La
economía japonesa entró en una baja bastante significativa. Recordemos que
Japón registró entre 8 y 10% de crecimiento del PIB durante gran parte del
período de posguerra, pero en la década de 1990 bajó a cero, incluso obtuvo
tasas de crecimiento negativo (-2%, -3%, etc.), y apenas alcanzó un ligero
crecimiento en años muy aislados.
Ahora hay otro problema que está
causando desesperación en el centro del sistema, y es que los países en
desarrollo, los que han ganado una mayor participación en la economía mundial,
ahora también empiezan a tener un menor crecimiento. Es que gran parte de la
expansión desde los años 2000 hasta 2010-2012, estuvo basada en la demanda
china. La demanda de China es un asunto poco estudiado, durante la década de
1990 cuando nosotros llamamos la atención sobre el crecimiento de la demanda
china en la economía mundial, la reacción de muchos colegas fue que eso era
absurdo, que China, un “país de pobres”, no iba a generar ninguna demanda
importante.
Era un gran desconocimiento, China
tiene todavía sí, una población bastante pobre, pero en la década de 1980 y
1990 se desarrolló mucho la economía del Sur de China sobre todo, y esa
economía alcanzaba ya unos 500 millones de habitantes con un nivel de consumo
próximo a todo el Sur de Europa. Es decir, en esos años se agregó a la economía
mundial una “Europa del Sur”. Entonces, despreciar este fenómeno era un
problema muy grave porque mostraba exactamente la crisis, esa sí bastante
grave, del pensamiento económico.
¿Ahora bien, qué pasó con la caída del
crecimiento chino? Frente a la crisis, la dirección política de China tomó posiciones
que están alterando bastante su participación en la economía mundial en este
momento. Una de esas decisiones fue volcarse más hacia su mercado interno. En
2008 China había adoptado ya la decisión de volcar 500,000 millones de dólares
para ampliar la demanda de las zonas más pobres, y re-orientar su economía
hacia sus propios mercados. Ese giro tuvo un efecto sobre todo para los países
que estaban en ascenso, ya que ese ascenso estaba vinculado con el aumento de
los productos de exportación hacia China.
Y a pesar de que se tomaron algunas
decisiones para intentar aprovechar el auge de las exportaciones, no fueron
suficientes, no se logró un cambio tan sustancial que nos permitiera colocarnos
de lleno dentro de las nuevas tendencias de la economía china, para así
disminuir un poco el efecto de la caída de la demanda mundial. Además hay otro
problema, hay una caída de los precios de las materias primas (commodities),
que componen el grueso de las exportaciones de nuestros países hacia China.
Frente a eso, hemos tenido problemas graves, y en lo que respecta al petróleo
sobre todo.
Hay un intento de manipular el mercado
petrolero para servir a objetivos geopolíticos, sobre todo de Estados Unidos,
país que para hacer frente al auge de China, favoreció el uso de la fractura
hidráulica (fracking), que es un método de producción interesante en
términos económicos para las empresas de Estados Unidos. El fracking tiene
la ventaja de permitir un gran crecimiento de la producción petrolera sin
destinar grandes montos de inversión, pero al costo de acabar con el agua. La
crisis del agua se va a agravar en Estados Unidos, en unos 15 o 20 años más.
De cualquier forma, era una decisión
estratégica para enfrentar a los enemigos que Estados Unidos definió en este
período, básicamente Rusia, Irán y Venezuela, golpeando también a Brasil y
otros países. Brasil está ingresando en un dominio petrolero muy grande, que
afecta bastante el funcionamiento de la economía mundial. En busca de bajar el
precio del petróleo, y así generar problemas en América Latina, Estados Unidos
apostó por la acumulación de inventarios (stocks) y colocaron al mercado
de materias primas (commodities) en una crisis bastante grave, y también
profundizaron la crisis energética.
En este cuadro es posible entender que
esa política tuvo efectos bastante negativos desde el punto de vista económico,
pero desde el punto de vista político no funcionó. Rusia, en vez de aceptar las
presiones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comandada
por Estados Unidos, se convirtió entonces en una fuerza muy activa en Europa. Y
Europa oriental depende hoy mucho de Rusia, que además se aproximó más a China,
garantizando una nueva salida de sus productos de exportación, y además apoyó
fuertemente la idea de los BRICS, que es la base de una nueva dinámica
económica mundial.
El Oriente Medio también está cansado
de Estados Unidos. Arabia Saudita se está reuniendo con Rusia en este momento.
La idea es que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tenga
una política común con los grandes productores de petróleo [Nota: en efecto,
momentos después, la OPEP y Rusia acordaron congelar la producción petrolera a
los niveles del mes de enero, una medida que busca apoyar el repunte de los
precios]. Arabia Saudita siempre ha sido una fuerza fundamental de Estados
Unidos en Oriente Medio, no se gustan mutuamente, pero son necesarios entre sí.
Por eso no es simplemente una crisis,
estamos en un momento de reestructuración de la economía mundial. Claro que los
más débiles, sobre todo Brasil y Venezuela, son los más afectados. Venezuela
por su dependencia económica de las exportaciones de petróleo, por el hecho de
que ya no esté presente Hugo Chávez, que tenía una calidad de pensamiento y de
estrategia, muy por encima de la media. Entonces, todo esto claro, está
afectando muy gravemente la situación económica de Venezuela. Y Brasil también
está afectado muy fuertemente, lo mismo Argentina.
Todo esto está en el cuadro, más
amplio, de que para enfrentar la crisis en Estados Unidos y Europa la fórmula
principal fue una acción muy fuerte de parte de los Estados para proteger al
sector financiero, que era el más directamente afectado por la crisis de 2008.
Así se generó una transferencia masiva de los recursos del Estado hacia el
sector financiero. Esto permitió que la crisis no se agravara tanto en un
primer momento, pero creó las condiciones para que en un momento siguiente, que
es lo que estamos viviendo ahora, no exista forma de pagar estas deudas.
Los Estados se convirtieron en grandes
deudores, los países del Sur de 0Europa, Estados Unidos, etc. El caso de
Estados Unidos es muy dramático. La deuda pública de Estados Unidos salta en
estos años de 6 a más de 16 billones de dólares, que es igual al monto del
resto de la deuda pública del mundo. Y no hay cómo pagar algo así. Deben buscar
alguna forma, la deflación (caída precios) quizás sea una salida. La única
forma es la quiebra, la deflación sería una quiebra colosal para Estados
Unidos.
El otro problema que tiene Estados
Unidos, y Europa también, es que no pueden tener una tasa de interés muy alta.
Porque eso los llevaría a una baja de su crecimiento mucho más grave. Los
bancos centrales de los países industrializados mantienen actualmente tasas de
interés cercanas a cero, pero Japón ya lo hacía desde la década de 1990, eso no
resuelve el problema en las economías centrales, eso digamos, permite que la
crisis no se manifieste tan fuerte, pero se va generando otra crisis, de
grandes excedentes de deuda.
En América Latina no estábamos
preparados para enfrentar la crisis, a pesar de que algunos de nosotros
lanzamos advertencias. La tendencia en nuestra región es de prejuicio, de no
entender lo que pasa más allá de la dinámica del pensamiento que viene de
Estados Unidos. La verdad es que no se dio importancia suficiente a lo que
pasaba en China, India, etc. Nuestros países no se prepararon para hacer frente
a una demanda que todo el tiempo se dijo que no existía. Cuando se llega al
gobierno se tiene primero una situación de fantástico crecimiento. Por ejemplo,
Brasil pasó de exportar mercancías por 60,000 millones de dólares a casi
200,000 millones de dólares. China que al principio no era tan importante, pasó
a ser el primer país importador de productos brasileños.
Chávez sí entendió el contexto, hizo un
gran esfuerzo junto con la OPEP, para reestructurar el mercado petrolero, para
mejorar el papel de Venezuela como país exportador de petróleo. Chávez intentó
forzar la industrialización en Venezuela, pero el problema de países como
Venezuela, los que están en el Caribe, Cuba también, es que algunos sectores de
la población están acostumbrados a utilizar los excedentes de dólares, que se
consiguen en ciertos momentos históricos, para comprar bienes de consumo del
exterior. No existe la percepción de que ese dinero que posees debe ser cuidado
para utilizarlo después como un instrumento para el desarrollo. Tienes muchos
dólares y los pierdes en el exterior, no permites que esos excedentes se
utilicen en el desarrollo industrial del país.
La industrialización está basada en el
avance de la productividad. Y el avance de la productividad no se da en escala
nacional solamente. Desde la década de 1960 se va constituyendo una economía de
una gran diferenciación de productos y el capital que dirige eso, el capital de
las multinacionales va re-orientando su producción a los lugares donde paga
menos impuestos, donde encuentra la mano de obra más barata, etc., la economía
mundial se reestructura. Tu país se queda con una parte de eso, pero no cuentas
con la capacidad tecnológica para que tú mismo dirijas el proceso, ni
económica. Entonces se crea un nuevo tipo de dependencia, que incluso se ha
profundizado.
Ariel Noyola Rodríguez: Hay una reforma capitalista
que está en curso de dimensiones mundiales, promovida por China y otros países
emergentes. En el ámbito de las finanzas internacionales, el gobierno chino
consiguió que se incluyera el yuan en los Derechos Especiales de Giro (DEG). Y
el Congreso estadounidense destrabó finalmente la reforma del sistema de cuotas
de representación del Fondo Monetario Internacional (FMI), con lo cual, China y
los BRICS vieron incrementados sus porcentajes de participación, si bien
Estados Unidos todavía conserva su poder de veto.
Sin embargo, las concesiones otorgadas por el FMI
comprometen a China a llevar a cabo una serie de reformas estructurales que
profundizarían su vinculación con el mercado financiero mundial por la vía de
la liberalización de las tasas de interés, los tipos de cambio y el mercado de
capitales. Los chinos han construido su propio mercado de derivados para emitir
títulos financieros respaldados en materias primas (commodities) pero
denominados en yuanes, ya no en dólares. Asimismo, la banca en la sombra (shadow
banking system), compuesta por las entidades financieras fuera del marco
regulatorio, va cobrando una mayor relevancia en el sistema de crédito.
Por otra parte, si bien es cierto que China viene
ganando terreno frente al antiguo Grupo de los 7 (G-7, integrado por Alemania,
Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) en la jerarquía
de la economía mundial, al mismo tiempo se mantiene fuertemente ligada a las
economías y los instrumentos de los países industrializados, bajo esta
perspectiva, parece haber construido una relación de dependencia mutua, más que
de autonomía. Por ejemplo, cuando Lehman Brothers quebró, China mantuvo sus
adquisiciones de bonos del Tesoro de Estados Unidos. Asimismo, China es hoy el
principal socio comercial de Estados Unidos, y uno de los principales destinos
de inversión de Estados Unidos, Europa y Japón.
Algunos plantean incluso que el ascenso económico
de China será puesto en cuestión en un tiempo breve. La deuda pública sí,
todavía es baja, pero la deuda privada, la que incluye la de las familias y las
empresas, ha aumentado de modo bastante significativo. La deuda total, esto,
es, si sumamos la deuda pública y la privada, sería equivalente a más de 200%
del PIB de China.
Entonces, ¿Cómo interpretar el avance económico de
China frente al bloque occidental y la construcción de una nueva dinámica
económica mundial, cuando en otros aspectos Pekín legitima las instituciones e
instrumentos del orden mundial de la segunda posguerra, y reproduce al mismo
tiempo muchas de las pautas seguidas por el capitalismo estadounidense?
Theotonio dos
Santos: Bueno, estamos en un proceso de armar una
nueva economía mundial. La posibilidad de influenciar fuertemente esta nueva
economía en un cierto momento parecía muy difícil. Y en la actualidad sí, por
supuesto, aún se piensa usar el FMI, digamos, abrir el FMI para lograr una
presencia más fuerte, sobre todo de China, pero también de otros países, en
términos de mejorar su posición en las cuotas del FMI.
Pero la reforma fue muy pequeña, y
ahora finalmente se consiguió, porque Estados Unidos fue obligado a aparentar
ayudar un poco la posición de los países en desarrollo. Sin embargo, el FMI
actúa para Estados Unidos, también el Banco Mundial. La verdad es que a
nuestros países no les interesa más el FMI. Nosotros no somos deudores del FMI,
somos acreedores, incluso hemos ayudado con nuevos recursos. Lo que ellos están
haciendo claro, es buscar captar nuestras reservas, y buscan mecanismos para
lograr eso, muy ayudados por los bancos centrales de nuestros países.
En China existe una corriente, digamos,
dentro del mismo gobierno, que defiende que China entre fuertemente al mercado
financiero mundial. Y para hacer eso los chinos tendrían que aceptar gran parte
de los instrumentos existentes. Pero hay otra corriente que está armando otro
tipo de instrumentos. El banco de los BRICS por ejemplo, creo que se va a
convertir, a pesar de que se han creado dificultades para impedir que se
consolide, en un órgano más poderoso que el Banco Mundial.
Y lo mismo va a pasar con el Banco
Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII). A Estados Unidos le
correspondía contener el apoyo de los europeos y no lo consiguió, todos los
europeos se fueron a financiarlo. Lo que revela que la influencia china en este
momento es más poderosa que la de Estados Unidos, en una cuestión mercantil, no
en una cuestión política propiamente, pero sin duda esto tiene desdoblamientos
políticos. Es que el BAII no sólo garantiza el funcionamiento de Asia en
general, con la entrada de estos países (Alemania, Francia, Reino Unido, etc.),
se convierte en un instrumento de actuación muy amplio, incluso para Europa.
Son cambios que no implican simplemente
meterse en el mercado financiero mundial, sino que se están estableciendo
nuevas reglas para la economía mundial. El otro asunto es que en los próximos
10 años veremos el ascenso del yuan. De 4 años para acá, el yuan pasó de
representar 2% a alcanzar más de 8% del total de las operaciones de
financiamiento comercial, un crecimiento de 4 veces, según los datos de la
Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT,
por sus siglas en inglés). Y esta dinámica va a continuar, porque el dólar está
en plena caída en verdad, pende de un hilo.
A nadie le interesa que haya una caída
tan brutal del dólar, pues se podría acentuar la deflación, por eso están
haciendo todo lo posible para evitar su derrumbe. Tampoco la caída del dólar le
interesa a los chinos, que tienen muchos dólares en este momento, y que
necesitan al dólar para realizar muchas operaciones. Pero, en el contexto de la
tendencia económica mundial actual, ¿Qué preferirías tú, dólar o yuan?
Ariel Noyola Rodríguez: El yuan, sin
lugar a dudas…
Theotonio dos Santos: Evidentemente,
es una moneda que se valoriza, cuyo rol en la economía tiende a crecer. El
dólar en cambio, es una moneda en decadencia, no paga interés alguno por los
títulos de deuda pública norteamericanos. Estados Unidos es un país deudor
absoluto. La deuda pública es equivalente al tamaño de su PIB, la deuda misma
que el gobierno acepta como tal.
Las deudas que tú mencionas son deudas
emitidas por otros agentes sociales, económicos, que el gobierno puede claro,
entrar a patrocinarlas, también en un cálculo de que si no lo hacen se haría
más profunda la crisis del dólar. Y evitar el colapso del dólar sería mejor
para China, pero también para casi todos los jugadores (players)
mundiales. Sin embargo, si el yuan consigue mantener ese nivel de ascenso, en
unos 10 años podría llegar a 30%, muy próximo a alcanzar 50%. Y cuando llegas a
más de 50% entonces puedes emitir moneda, que es lo que hace Estados Unidos.
Las previsiones actuales apuntan hacia esa dirección.
Ariel Noyola Rodríguez: Aunque bueno,
quizás las contradicciones del desarrollo capitalista de China entorpezcan el ascenso
del yuan como moneda de reserva mundial. El Banco Popular de China ha
disminuido en varias ocasiones la tasa de interés de referencia, lo mismo el
nivel de encaje de los bancos, precisamente para evitar una mayor
desaceleración de la economía, apuntalar la provisión de crédito, e impedir a
toda costa que la deflación contagie a su industria manufacturera.
Por otro lado, desde que China comenzó
a devaluar el yuan, en agosto de 2014, su banco central se ha visto obligado a
ocupar una tercera parte de sus reservas internacionales en la defensa de la
estabilidad del tipo de cambio, como una consecuencia sí, en parte de los
ataques de los especuladores, pero también por cierta desconfianza de los
inversionistas en torno
a su fortaleza financiera ¿Considera usted que hay riesgos de que estalle una
crisis financiera en China por el agravamiento de las contradicciones de su
desarrollo capitalista?
Theotonio dos Santos: No,
no veo perspectivas de una crisis financiera en China. Ese tipo de problemas
son cuestiones de política monetaria, una política que no busca apreciar el
yuan fuertemente. El tipo de cambio yuan/dólar no tiene que ver tanto con la
política china, es el resultado de las interacciones del mercado financiero
mundial. Los chinos quieren que la apreciación de su moneda sea lenta. Y
evitarían sin duda que la crisis del dólar fuera tan grande si ellos
estuvieran en condiciones de comandar la política económica mundial. Estados
Unidos necesita del apoyo chino para poder evitar la crisis del dólar.
La crisis del yuan no sería un problema grave
porque no tendría que ver con la tendencia económica de China, que está
invirtiendo en el mundo entero, creando mecanismos propios, de préstamos, de
inversión, etc. Entonces para los chinos [la apreciación cambiaria] no es algo
que ellos quieran apurar. Es un resultado de la mecánica de la economía
mundial, derivada a su vez del rol histórico del capitalismo en su
organización. Ahora bien, Estados Unidos puede tener más influencia en la
economía mundial, y evitar una crisis más grave si teje alianzas con China,
pero bajo una condición subordinada. Y es difícil pensar que los
norteamericanos lo vayan a aceptar fácilmente.
Pero quizás sí lo hagan, en alguna medida. Por
ejemplo, en cuanto a la renovación de la deuda de Estados Unidos, el presidente
del Sistema de la Reserva Federal (FED) de ese momento fue semanalmente a China
a discutir el asunto para evitar que China se deshiciera de sus bonos del
Tesoro. Los chinos conservaron sus títulos, pero ya no compraron más. Pero para
convencerlos de que los mantuvieran, Bernanke tuvo que ir semana tras semana a
China, durante 1 mes, 2 meses.
Esto es una subordinación clara, tú depende más de
ellos, que ellos de ti. Los chinos no fueron obligados a comprar más títulos
respaldados en dólares, sino a renovar. Al renovar, China pide exigencias y
condicionamientos. Los acreedores siempre imponen sus propias condiciones,
sobre todo cuando la deuda es muy grande, porque hay un instrumento de poder
muy importante, que es simplemente no pagar.
A nadie le conviene una caída muy fuerte de los
títulos de la deuda pública norteamericana, que ya la hay de hecho, aunque no
se habla mucho de eso. Nadie compra un título de deuda de Estados Unidos por lo
que vale. Cómo vas tú a pagar 100% por un título que representa en realidad 60%
de su valor original, menos aún. Para proteger el dólar es verdad que los
norteamericanos necesitan a los chinos, sí.
Pero también hay que presentar esta situación desde
el otro lado. Los norteamericanos también dependen de China, no es solamente
que los chinos dependan de Estados Unidos. Sí, en cierta parte dependen. Es que
los chinos no tienen interés en una depreciación masiva del dólar por la enorme
cantidad de reservas que poseen, más de 3.3 billones de dólares. Ese es el gran
problema.
Muchos sectores en Estados Unidos quieren una pelea
con China porque aún piensan que son dueños del mundo. Piensan que hay que
imponerse por la fuerza frente a los chinos. Pienso que sería un error muy
grave. Y ese escenario no se desdoblaría solamente en el ámbito financiero.
¿Quién puede controlar esos fenómenos que tú
citaste, y que obligarían a China a valorizar más el yuan? Bueno, China acepta
que tiene que valorizar, pero no lo quieren hacer del todo, no quieren
contribuir a eso. Excepto el sector financiero, ellos sí quieren que China
entre rápidamente en el mercado financiero mundial en calidad de gran potencia.
Cualquiera que sea la salida, creo que no beneficiará a Estados Unidos, en términos de
recuperar su poder en el mundo, más bien será favorable para China…
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Ariel Noyola Rodríguez es economista por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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