“La audiencia sobre el presupuesto fue parte de un “Congreso de
Acción Moral” de tres días, convocado por la Campaña de los Pobres, presidida por el reverendo William Barber y
la reverenda Liz Theoharis. Es una renovación de la Campaña de los Pobres
lanzada por el Dr. Martin Luther King
Jr. en el último año de su vida.
“En la audiencia, el Reverendo Barber declaró: “Resulta trágico que en una sociedad donde
nuestro primer deber constitucional es establecer la justicia y promover el
bienestar general permitamos la injusticia
de la pobreza. El 43,5% de las personas [en Estados Unidos] son pobres o de
bajos ingresos, y las personas reunidas aquí, que podríamos dar una lección
a esta sociedad, nos alejamos de nuestros valores constitucionales y de
nuestros valores espirituales, que nos dicen que es peligroso para una nación
no aliviar de su situación a los pobres”.
El pasado lunes, los reverendos fueron anfitriones de un foro de
candidatos presidenciales demócratas, con una
asistencia de nueve de los aspirantes demócratas a la presidencia. Como
apertura de la sesión, que duró seis horas, el reverendo Barber señaló que la pobreza nunca se había abordado
de manera directa en los debates
presidenciales de 2016: “El
43,5% de esta nación, no el 30%
ni el 23%, sino casi la mitad de esta nación [vive en la pobreza]. Cualquier nación que ignore a la mitad de su
población está
en una crisis moral y económica que es constitucionalmente incoherente,
económicamente demencial y moralmente indefendible”.
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ESTADOS UNIDOS DEBE REPARAR LOS HORRORES DE
LA ESCLAVITUD.
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Amy
Goodman y Denis Moynihan.
Democracy
Now|
Rebelión lunes 24 de junio del 2019.
El 19 de junio se celebra en Estados Unidos Juneteenth, una conmemoración de la libertad. El nombre de la celebración proviene de
una combinación de las dos palabras de la fecha en inglés, 19 y junio. Ese día, en 1865,
250.000 esclavos de Texas fueron liberados por un general del Ejército de
la Unión que había llegado a Galveston con
sus tropas el día anterior. La Guerra
Civil había terminado hacía más de un mes, pero la noticia del final de la
guerra tardó en llegar a algunas partes de Texas.
Para fines de 1865, la 13ª Enmienda de
la Constitución fue ratificada, aboliendo formalmente la esclavitud en todo
Estados Unidos.
Se trató de una victoria increíble, pero la
trayectoria del racismo sistémico en Estados Unidos no terminó allí, como bien
sabemos. De hecho, el impacto de la esclavitud en la población afroestadounidense actual ha estado en el centro de la
escena en Washington D.C. esta
semana, donde se realizaron históricas audiencias y encuentros públicos para
debatir, deliberar y organizar acciones en torno a la pobreza de este sector de
la población y las reparaciones necesarias, así como para ofrecer panoramas
para una nación más justa y equitativa.
El miércoles, en plena celebración de Juneteenth, el
Comité Judicial de la Cámara de Representantes celebró una audiencia sobre el
proyecto de ley H.R. 40, una ley que propone crear una “comisión para el estudio y el desarrollo de propuestas de reparación
para los afroestadounidenses”. El proyecto de ley fue presentado este año
por la congresista demócrata Sheila Jackson Lee, de Houston, después de que el excongresista John Conyers hubiera
luchado por el proyecto de ley durante décadas sin éxito. Como su nombre lo
indica, todo lo que se procura hacer es establecer una comisión para explorar
el tema de las reparaciones. Pero la oposición a este proyecto de ley es feroz.
Entre los que dieron testimonio en apoyo a la ley se
encontraban el senador Cory Booker, quien patrocina el proyecto de ley
complementario en el Senado; el actor y activista Danny Glover; la economista
Julianne Malveaux; Katrina Browne, que proviene de una acaudalada familia de
traficantes de esclavos de Rhode Island y el escritor Ta-Nehisi Coates. Un
artículo de Coates de 2014 publicado en la revista The Atlantic, “Argumentos
para una reparación histórica”, reavivó la discusión sobre cómo nosotros, como
sociedad, debemos reparar el horror de la esclavitud.
El martes, una joven
periodista afroestadounidense, Eva McKend, le preguntó al líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, si
el gobierno debería emitir una disculpa pública por la esclavitud. La respuesta
de McConnell fue contundente: “No creo que [otorgar] reparaciones por algo
que sucedió hace 150 años, de lo cual ninguno de los que vivimos actualmente
somos responsables, sea una buena idea”
Ta-Nehisi Coates abrió su testimonio ante el Comité
Judicial de la Cámara de Representantes haciendo referencia a la declaración de McConnell:
“El líder de la
mayoría del Senado, McConnell, ofreció una respuesta familiar. Estados Unidos no debe ser considerado responsable por algo que sucedió hace 150 años, ya que nadie que
vive actualmente es responsable. Esta refutación presenta una extraña teoría de
la gobernanza, según la cual las cuentas a rendir de Estados Unidos están
ligadas de alguna manera a la vida de quienes las generaron. Pero bien entrado
el siglo, Estados Unidos todavía pagaba
pensiones a los descendientes de los soldados de la Guerra Civil. Honramos
tratados que datan de unos 200 años atrás, a pesar de que ninguna de las
personas que firmó esos tratados continúa con vida. A muchos de nosotros nos
encantaría que nos cobraran impuestos solo por las cosas de las que somos
individualmente responsables. Pero somos ciudadanos estadounidenses y, por lo
tanto, estamos unidos en un proyecto colectivo que se extiende más allá de
nuestro alcance individual y personal. Reconocemos nuestro linaje como una
herencia generacional, un legado, y el verdadero dilema que plantean las
reparaciones es justo eso: un dilema de legado. Es imposible imaginar a América sin el legado de la esclavitud”.
El 19 de junio también se realizó otra audiencia
particular. La denominada “Campaña de los Pobres: un llamado nacional
para un renacimiento moral” presentó ante el Comité de Presupuesto de
la Cámara de Representantes un “presupuesto
moral de los pobres”. Dicho presupuesto rechaza las medidas de austeridad y
exige recortes masivos en el gasto militar, impuestos justos sobre los
acaudalados, las grandes corporaciones y Wall Street, y señala el ahorro de
miles de millones más si se pusiera fin a la encarcelación en masa, se tomarán
medidas contra el cambio climático y otros objetivos progresistas.
La audiencia sobre el presupuesto fue parte de un “Congreso de Acción Moral” de tres
días, convocado por la Campaña de los Pobres, presidida por el reverendo
William Barber y la reverenda Liz Theoharis. Es una renovación de la Campaña de
los Pobres lanzada por el Dr. Martin Luther King Jr. en el último año de su
vida.
En la audiencia, el Reverendo Barber declaró:
“Resulta trágico que en una sociedad donde
nuestro primer deber constitucional es establecer la justicia y promover el
bienestar general permitamos la injusticia de la pobreza. El 43,5% de las
personas [en Estados Unidos] son pobres o de bajos ingresos, y las personas
reunidas aquí, que podríamos dar una lección a esta sociedad, nos alejamos de
nuestros valores constitucionales y de nuestros valores espirituales, que nos
dicen que es peligroso para una nación no aliviar de su situación a los
pobres”.
El pasado lunes, los reverendos fueron anfitriones de
un foro de candidatos presidenciales demócratas, con una asistencia de nueve de
los aspirantes demócratas a la presidencia. Como apertura de la sesión, que
duró seis horas, el reverendo Barber
señaló que la pobreza nunca se había abordado de manera directa en los debates presidenciales de 2016:
“El 43,5% de
esta nación, no el 30% ni el 23%, sino casi la mitad de esta nación [vive en la pobreza]. Cualquier nación
que ignore a la mitad de su población está en una crisis moral y económica que
es constitucionalmente incoherente, económicamente demencial y moralmente
indefendible”.
Para su crédito, el
ex vicepresidente Joe Biden fue el primero en hablar. Sin embargo, para
sorpresa de muchos, la noche siguiente asistió a un evento de recaudación de
fondos de alto perfil para su propia campaña en la ciudad de Nueva York, donde
se remontó a sus primeras épocas en el Senado y recordó el “respeto” de los días de antaño, cuando trabajaba con dos
segregacionistas, los senadores Herman Talmadge y James Eastland. Según un
reporte conjunto, Biden expresó: “Estuve
en un bloque junto con James O. Eastland. Él nunca me llamó ‘chico’; siempre me
llamaba ‘hijo’”. Por supuesto, para Eastland, senador demócrata por
Mississippi entre 1943 y 1978, la palabra “chico”,
así como otras mucho peores, estaba reservada para los afroestadounidenses, a quienes Eastland se refería como una “raza inferior”. Las críticas que le
llovieron a Biden por sus comentarios han sido intensas.
Podemos imaginarnos la alegría que sintieron hombres, mujeres, niños y
niñas al ser liberados en Galveston, Texas, en ese
Juneteenth original, el 19 de junio de
1865. Pero esta semana, en los pasillos del Congreso y en todo Washington
D.C., los ecos de sus celebraciones estuvieron presentes en la lucha de tantos por
la tan largamente esperada justicia racial y económica.
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© 2019 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en
español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800
emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es
co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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