HONDURAS, el PUEBLO en las CALLES. REBELIÓN
POPULAR. Un “presidente” como el sr. Hernández en Honduras, sin legitimidad
democrática y menos constitucional – producto de un fraude electoral, uno de los más
borrascosos y corruptos de su Historia – como
presidente cesante, la Constitución prohíbe la relección inmediata – pero violentó
todo ello – echó a la basura todos los principios de la Constitución y se presentó en las elecciones y que de hecho las
perdió – pero la santa alianza con los “tribunales
electorales – permitió hacer un fraude
escandaloso y auto-reelegirse, por encima de la voluntad del pueblo y de la propia Constitución. Además, su
presentación, su currículo como candidato tenía como “premio” el ser un CORRUPTO, demostrado y comprobado,
incluso con la participación de su
familia, como expresa toda la Información que tenemos hoy en el Cable.
Pero, por encima y al margen de lo expresado, hay un capítulo criminal en el gobernante
de turno. Su
intento criminal de PRIVATIZAR la EDUCACIÓN y la SALUD en contra de los
intereses de un pueblo como Honduras, que camina entre la pobreza, el desempleo, la violencia en las calles, inseguridad y una
extensa y profunda Desigualdad Económico-social que ha violentado los más
elementales derechos a la Vida. El
Pueblo está en las Calles y el Diálogo Democrático y Nacional será el mejor
camino para encontrar una solución, en una coyuntura
que la crisis interna se profundiza y el pueblo hondureño, sabrá con su inteligencia y
sabiduría encontrar un camino democrático, participativo y ciudadano para
forjar su Derecho al Futuro, en Nuestra América, la Patria Grande.
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Honduras en llamas. El pueblo en las calles.Exige la salida del corrupto, ilegal - tramposo en las urnas - e inconstitucional - seudo-presidente Hernández, gran servidor del sr. Trump- Honduras vive hoy un proceso de ingobernabilidad absoluta. El pueblo en las calles decidirá el futuro de la Nación en las siguientes horas.
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HONDURAS EN LLAMAS.
Tomas populares por todo el país, militares
atrincheran casa Presidencial.
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Kaosenlared.
Viernes 21 de junio del 2019.
Tomas de calles y carreteras y algunos conatos de quemas de negocios, es
el escenario que se vive esta noche en Honduras, en una nueva jornada de
protestas por parte de la ciudadanía que ha salido masivamente a las calles a
exigir la salida del poder del gobernante, Juan Hernández.
El clima de insurrección resurgió en los hondureños la
tarde de este miércoles. El pueblo se ha autoconvocado nuevamente a las calles
para exigir la salida del gobernante
Juan Hernández, quien ha ordenado al Ejército atrincherar Casa
Presidencial.
Hasta ayer, la lucha social estaba enfocada por la defensa de la Salud y
Educación pública; sin embargo, luego que las Fuerzas Especiales de la Policía declararan “brazos caídos” denunciando violaciones a sus derechos y abusos por
parte de sus autoridades, el pueblo hondureño decidió salir a tomar las calles.
«Le reiteramos
al Gobierno que nuestra postura es firme, y que no vamos a reprimir
más al pueblo hondureño. Que busquen una solución mediante el diálogo», comunicaron desde la facción en
paro de la DNFE, pidiendo a los demás colegas sumarse al paro y a los
manifestantes abstenerse de realizar actos violentos y vandálicos.
Los policías manifestaron, mediante un comunicado, que no reprimirán a la población que se
manifieste en las calles porque las protestas son justificadas.
Según cita Reuters, Orlin Cerrato, Comisionado de la Policía hondureña, declaró que
estos agentes de brazos caídos corresponden a un 10 % de las fuerzas policiales
de la DNFE, que suma cerca de 3.000 miembros alrededor del territorio nacional.
En las últimas seis semanas, la lucha social era comandada por la Plataforma para la Defensa de la
Salud y Educación, coalición que se formó contra la privatización de ambos
derechos sociales; sin embargo, luego de conocer la postura de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional,
más la crisis de desabastecimiento de combustibles por el paro de transporte de
carga, ha motivado al pueblo a exigir la renuncia
del jefe de Estado, los hondureños han vuelto a las calles de forma masiva.
En Tegucigalpa, ya se reporta tomas de avenidas en el bulevar
Centroamérica, barrio El Guancaste, Hato de Enmedio, Prados Universitarios y la
Colonia Kennedy. No obstante, las acciones se reportan en todo el país. A raíz
de los incidentes entre los uniformados, la
población reaccionó de manera espontánea y comenzó a tomarse puentes, calles y
carreteras en los cuatro puntos cardinales. Momentáneamente la población
está siendo reprimida por los elementos de la Policía Nacional Preventiva y de
la Policía Militar del Orden Público.
Cabe destacar que más temprano este miércoles, en una
radio hondureña, el expresidente de la
República, derrocado en el golpe de
Estado de 2009, Manuel Zelaya, informó
que las bases de Libertad y Refundación (Libre), estaban obligadas a luchar con
la Plataforma sin condiciones.
Además, dijo que Honduras
está atravesando “brotes de insurrección
popular en todo el país”. Zelaya también mencionó que hoy la salida de las
elecciones “no representa nada para nosotros. La única opción que tenemos es la
rebelión, amparada en la Constitución”.
El
expresidente, advirtió a la población que durante las próximas horas debe estar
“en vanguardia y alerta popular sin
distintivos políticos”. Lo anterior porque desde anoche se vive un ambiente
que, según estimaciones de dirigentes políticos, podría significar el fin del
régimen de Hernández.
En tanto, el candidato presidencial de la Alianza de
Oposición Contra la Dictadura, Salvador
Nasralla, se dijo listo para tomar lo que considera que por derecho ganó en
las elecciones de 2017.
Luego de la entrevista de Zelaya, por redes
sociales giró un afiche que convocaba al
pueblo a las calles inmediatamente, ante esta alerta, poco a poco las
estaciones de servicio empezaron a tener mucha más afluencia de vehículos que
en la mañana, atendiendo hasta quedarse
sin reservas de combustibles.
De igual manera, varios
supermercados en toda la capital, poco a poco van llenándose de ciudadanos
preocupados por un posible golpe al
poder político del país. Esto luego del paro de transporte pesado que ha
imposibilitado el abastecimiento de insumos.
Corrupción.
Juan Hernández ha sido
salpicado por la corrupción. En junio de 2015, cuando se descubrió el descomunal saqueo en el Instituto Hondureño de Seguridad Social
(IHSS), confesó que su campaña política de 2013 recibió a los mensos 150 mil dólares de empresas que
participaron en el desfalco.
Según publicaciones de medios locales, Hernández y su entorno familiar habrían
drenado al menos 4.500 millones de
lempiras de instituciones del Estado mediante la utilización de organizaciones
no gubernamentales.
Honduras viene enfrentando una crisis de ingobernabilidad que se acentuó con las elecciones de noviembre de 2017, por un fraude electoral y por la violación
de la Constitución de la República, que prohíbe la reelección presidencial.
Hernández, sigue a merced de una crisis de legitimidad y en medio de dos diálogos: uno gestado por
él mismo con sectores afines y otro liderado por la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación, integrado por
los docentes, médicos y personal de la salud, con el respaldo de la mayoría de
los hondureños, que exige un sistema
sanitario y educativo gratuito y de calidad. La exigencia comenzó para
hacerle frente a un proceso privatizador
de la salud y la
educación, iniciado en los últimos nueve años.
En medio de la lucha por la salud y educación, que inicio desde abril, los ciudadanos han
seguido exigiendo, mediante protestas, la salida de Hernández.
La crisis social en Honduras se ha
comenzado a sentir en las últimas horas con el desabastecimiento de
combustibles en las principales ciudades del país, debido a un paro de labores
por parte del sector de carga pesada que lleva tres días consecutivos en tomas
de carreteras.
Esta noche se reportaban cierres en las carreteras que
dan acceso a las fronteras con El
Salvador, Guatemala y Nicaragua. Mientras las empresas de transporte
interurbano anunciaban el cierre de operaciones para mañana.
Esta noche los hondureños
se siguen auto convocado a las calles y han programado un cacerolazo
a partir de las 8:00 de la noche.
Mientras la crisis se acentúa con el paso de las horas, el gobierno de
Hernández no ha reaccionado al respecto. Lo único que se ha
observado es el gran despliegue de
militares en la Casa Presidencial.
El pueblo está a nueve días de conmemorar el décimo
aniversario del golpe de Estado, que, para analistas de la vida social y política, ha significado el génesis de todos los
males que sufren los hondureños: violencia, miseria, caravanas migrantes y violaciones a los
derechos humanos.
Fuentes: Criterio, RT, El
Libertador
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