"Para su
última intervención en la Eurocámara, el británico Nigel Farage, adalid
del Brexit, colocó también sobre su banca una bandera
británica, contra las normas de la Eurocámara. Las palabras de las
fuerzas europeístas fueron de cariño hacia los ciudadanos del Reino Unido.
Si los británicos deciden volver, nuestros brazos estarán abiertos, aseguró
la jefa de filas de los socialistas, Iratxe García. El Brexit, en virtud de un referendo de 2016, golpea
a la UE que superó, aunque no indemne, una crisis
económica y otra migratoria en los últimos años y que confía su
porvenir a políticas de crecimiento verde y mayor control de sus
fronteras. EU, cuyo Secretario de Estado Mike Pompeo, viajó al Reino
Unido, reafirmando que su prioridad es cerrar un acuerdo comercial con el gobierno
británico de Boris Johnson en 2020, lo que generó recelos en la UE.
"En tanto, el
Parlamento de Escocia votó a favor de convocar a
un nuevo referendo independentista. La votación
tendrá escasas consecuencias en lo inmediato. Para ser vinculante, un referendo
requiere la aprobación del gobierno británico y hace unas semanas el primer
ministro Boris Johnson rechazó el pedido del gobierno escocés sobre la
consulta. Johnson
sostiene que un plebiscito en 2014, en el cual
los escoceses rechazaron la independencia, fue declarado un suceso irrepetible en una sola generación y que se debe
respetar ese criterio".
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Reino Unido, comienza su andadura como país fuera de la Unión Europea, 47 años después de tormentosa relación con Europa Continental.
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DESDE
EL 1 DE FEBRERO EL REINO UNIDO FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA.
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Isabella Arria.
Estrategia sábado 1 de febrero del 2020.
Los
eurodiputados ratificaron el acuerdo de retirada de Reino Unido de la Unión
Europea (UE), al sellar
el primer divorcio en la historia del bloque, en una sesión marcada por las
lágrimas y las despedidas, que deja un futuro incierto: el Brexit se producirá el primer día de febrero.
Con el
divorcio encaminado, la atención se centra en el acuerdo sobre la futura
relación, especialmente comercial, que ambas partes deberán cerrar para finales
de 2020, cuando termina el periodo de transición. El Reino Unido
recupera también su libertad para negociar acuerdos comerciales con terceros
países, como Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump ya puso los
ojos en su aliado trasatlántico.
Varios
analistas de la capital británica señalan que la decisión es un grito de
dependencia. Si a fines
del siglo XVIII Estados Unidos proclamó su independencia de Londres,
todo conduce a que con este divorcio de la Europa continental se transforme en
dependiente y mascarón de proa de los intereses estadounidenses.
El
intercambio comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea permanecerá sin modificaciones durante el período de
transición, pero es la gran discusión que se viene (Shutterstock).
Tres años,
siete meses y una semana después del referéndum en el que el 51,9% de los británicos
votó a favor de salir de la Unión Europea (UE), el Brexit
será un hecho consumado este viernes, 308 días más
tarde de lo previsto. A las 11 de la noche de Londres
(la medianoche en Bruselas, sede de la
UE), el Reino Unido quedará automáticamente fuera del bloque político y
económico al que se incorporó en 1973.
A lo largo
de los años la relación entre ambas partes pasó por muchas crisis, desde la
lucha de Margaret Thatcher a principios de los 80 para que la UE reembolsara al
Reino Unido parte de su
contribución anual al presupuesto de la Unión hasta la salida del Reino Unido
del mecanismo de tipos de cambio (MTC) en 1992.
Pero la
guerra entre el Reino Unido y la UE por la carne vacuna ha sido una de las más intensas. El 29 de marzo
de 1996 la Comisión Europea anunció que había decidido prohibir la
exportación de carne vacuna británica, además de todos sus derivados, salvo los
lácteos, no solo a otros países de la Unión Europea, sino a todo el mundo.
El Ejecutivo
comunitario optó por una medida drástica después de que el gobierno conservador
del Reino Unido admitiera
que podía haber un vínculo entre la enfermedad de las "vacas locas" y
la cepa mutante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que podría matar
a seres humanos.
Los medios
derechistas hicieron campaña contra la Unión Europea y exigieron al primer
ministro John Major que se
opusiera a la prohibición, como lo hubiera hecho Thatcher. En un
editorial a finales de marzo, The Sun señaló entonces que
"Si Bruselas tiene el poder de impedir que
Gran Bretaña venda un producto en cualquier parte del mundo, entonces ya no
somos una nación soberana e independiente que controla sus asuntos
internos".
Sir Nigel
Sheinwald, exembajador del Reino Unido ante la UE y Washington, cree que
"Europa siempre pareció ser una cuestión de
elección, no de necesidad para el Reino Unido, a diferencia de la percepción
francesa y alemana".
"Las sucesivas generaciones de líderes
políticos británicos no lograron
explicar las realidades y la importancia de nuestra pertenencia a la UE,
prefiriendo vivir con, en lugar de enfrentarse a la actitud de
'little-Englandism' de los medios de comunicación británicos
(expresión del siglo XIX para referirse a aquellos que se oponían a la
expansión del imperio)".
Repercusión
Sólo en la
agonía de la separación miramos en la profundidad del amor, dijo la presidenta
de la Comisión Europea, Ursula
von der Leyen, al citar a la poeta británica George Eliot. Siempre
te amaremos y nunca estaremos lejos, agregó. En una emotiva sesión en Bruselas,
legisladores de los 28 países externaron su amor y tristeza, mientras algunos,
sobre todo del Partido Brexit, de Gran Bretaña, expresaron su alegría.
Por 621
votos a favor, 49 en contra y 13 abstenciones, la Eurocámara allanó el camino
hacia una salida ordenada de Reino Unido, que seguirá respetando las reglas europeas durante un periodo de
transición hasta finales de año. El Reino Unido se encamina a poner fin
a 47 años de tormentosa relación con Europa continental.
Para su
última intervención en la Eurocámara, el británico Nigel Farage, adalid
del Brexit, colocó también sobre su banca una bandera
británica, contra las normas de la Eurocámara. Las palabras de las
fuerzas europeístas fueron de cariño hacia los ciudadanos del Reino Unido.
Si los británicos deciden volver, nuestros brazos estarán abiertos, aseguró
la jefa de filas de los socialistas, Iratxe García.
El Brexit, en virtud de un referendo de 2016, golpea
a la UE que superó, aunque no indemne, una crisis
económica y otra migratoria en los últimos años y que confía su
porvenir a políticas de crecimiento verde y mayor control de sus
fronteras. EU, cuyo Secretario de Estado Mike Pompeo, viajó al Reino
Unido, reafirmando que su prioridad es cerrar un acuerdo comercial con el gobierno
británico de Boris Johnson en 2020, lo que generó recelos en la UE.
En tanto, el
Parlamento de Escocia votó a favor de convocar a
un nuevo referendo independentista. La votación
tendrá escasas consecuencias en lo inmediato. Para ser vinculante, un referendo
requiere la aprobación del gobierno británico y hace unas semanas el primer
ministro Boris Johnson rechazó el pedido del gobierno escocés sobre la
consulta.
Johnson
sostiene que un plebiscito en 2014, en el cual
los escoceses rechazaron la independencia, fue declarado un suceso irrepetible en una sola generación y que se debe
respetar ese criterio.
ISABELLA
ARRIA, Periodista
chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de
Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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