&&&&&
La fe que está en juego son
los dogmas del crecimiento infinito. Si la contaminación en
algún punto no disminuye permanentemente a medida que aumentan los ingresos,
deberíamos admitir que hay límites ecológicos a la actividad económica. Aunque la U invertida de la CMK describe la
relación entre algunos contaminantes clave y el crecimiento del PIB en la mayor parte de los países
desarrollados, ese descubrimiento tiene errores conceptuales fatales. Los contaminantes "clave" no son
todos los contaminantes, y contaminantes particulares no son el único y
permanente marcador de degradación ecológica. Las políticas que controlan un tipo de contaminante (y que por
tanto envían hacia abajo su CMK) pueden simplemente fomentar un cambio a
procesos industriales que producen otro tipo de contaminantes -que no estén
(todavía) regulados y ni siquiera hayan sido medidos de forma que no hay forma
posible de trazar su historia en una CMK.
Otro tipo de cambio crea una CMK para un contaminante en un país porque el
proceso manufacturero se desplaza a algún otro sitio. Ningún estudio de CMK ha excluido nunca definitivamente la posibilidad
de este efecto "refugio de contaminación". Si exportar un proceso
industrial sucio a un país con escasa o ninguna regulación es más barato que
cumplir los estándares reguladores en su país, ¿por qué haría una empresa que busca su
máximo beneficio otra cosa?.
/////
Ahí está una de las consecuencias criminales de destrucción de la vida y el medio ambiente en la sociedad por la codicia del crecimiento económico infinito.
*****
LA NEBLINA DEL CRECIMIENTO
INFINITO EN CHINA.
“Aire y agua contaminados,
enfermedades pulmonares, cáncer, están destruyendo la sociedad china”.
*****
Eric
Zencey.
The
Daly News. Sábado 13 de abril del 2013.
Rebelión.
Hace
unas semanas, la calidad del aire en la embajada de los EEUU en Pekín registró 755 en una
escala de 500. Una neblina espesa, asfixiante, envolvía toda la ciudad. No se
podía ver de una torre de oficinas a otra; se cancelaron vuelos, se cerraron
algunas autopistas, los niños en edad escolar se quedaron en casa, las
admisiones en los hospitales aumentaron enormemente. Los problemas de la
calidad del aire en China no se limitan a Pekín -un estudio de 2010
descubrió que la contaminación de aire condujo a 1,2 millones de muertes
prematuras en todo el país- y el aire asesino es solo una de las preocupaciones ecológicas
del país. La mitad de su superficie acuática está tan contaminada que no se
puede tratar para hacerla potable, y la mitad de esta es tan mala que ni
siquiera se puede utilizar para fines industriales. El setenta por ciento de
los ríos y lagos del país reciben aguas residuales directas o toxinas
industriales no tratadas. Las tasas de cáncer suben y el país ha estado perdiendo
un área del tamaño de Connecticut cada año debido a la desertificación
provocada por prácticas agrícolas insostenibles en ecosistemas de pradera.
En
protesta, la población china ha empezado a tomar las calles
en manifestaciones que cada vez más acaban en choques, a veces sangrientos con
la policía antidisturbios.
Entre
1978 y 2008 la economía china se multiplicó por diez, dejando atrás al resto
del mundo. (Como comparación: el PIB real de los EEUU se triplicó durante este
periodo). El crecimiento ha llegado gracias a un considerable y notorio coste
en aire y agua contaminados y otras "desventajas" -enfermedades
pulmonares, cáncer, disturbios-. ¿Son estos los costes necesarios del
desarrollo? Por supuesto que no. ¿Y entonces por qué los está pagando China?
Como la mayor parte de las preguntas en el mundo real, no hay una respuesta
simple, pero una de las partes más claras, más
fuertes y más tristes de una respuesta completa es esta:
Relación teórica entre
contaminación e ingresos
Estos
economistas no están ni locos ni ciegos. Pueden ver el coste humano de la
contaminación y de la degradación medioambiental. Pero tienen una teoría que
les asegura que el problema es temporal y se arreglará por si solo: La Curva
Medioambiental de Kuznets (CMK), que marca una supuesta relación entre
contaminación e ingresos como una U invertida. Antes del desarrollo, dice esta
teoría, los niveles de contaminación son bajos; luego aumenta la contaminación
a medida que crecen tano la actividad económica como los ingresos; y
finalmente, en algún punto de inflexión, la contaminación llega a su pico y
empieza a disminuir con ingresos en aumento, a medida que una población más
rica demanda y se puede permitir una mejor calidad medioambiental.
Esto, dicen los libros de texto estándar de economía, es "intuitivamente interesante". Y lo es -si tu intuición ha tomado forma gracias a la teoría económica tradicional-. Si el daño ecológico siempre se puede revertir y si la calidad medioambiental no es un regalo de Dios o un derecho humano básico sino una mercancía como cualquier otra, tiene sentido pensar que puedes comprar un mejor medioambiente cuando tienes más ingresos. La implicación: "El crecimiento es la clave para proteger al medioambiente, no su enemigo", como señala un artículo sobre la CMK.
Esta lógica lleva a una conclusión absurda (siempre un mal signo para una teoría): la razón por la que tenemos cambio climático es que los países más ricos que el planeta ha visto nunca no son lo suficientemente ricos como para permitirse el bien medioambiental conocido como "estabilidad climática". Tampoco se puede defender la CMK con una base empírica como buena ciencia. El New Palgrave Dictionary of Economics reconoce que la mayor parte de los estudios sobre la CMK "se han diseñado para que den como resultado vías de contaminación-ingresos con forma de U invertida, y tienen éxito por usar diversos supuestos y mecanismos" -un enfoque más consistente con la preservación de una fe que con una investigación científica.
Esto, dicen los libros de texto estándar de economía, es "intuitivamente interesante". Y lo es -si tu intuición ha tomado forma gracias a la teoría económica tradicional-. Si el daño ecológico siempre se puede revertir y si la calidad medioambiental no es un regalo de Dios o un derecho humano básico sino una mercancía como cualquier otra, tiene sentido pensar que puedes comprar un mejor medioambiente cuando tienes más ingresos. La implicación: "El crecimiento es la clave para proteger al medioambiente, no su enemigo", como señala un artículo sobre la CMK.
Esta lógica lleva a una conclusión absurda (siempre un mal signo para una teoría): la razón por la que tenemos cambio climático es que los países más ricos que el planeta ha visto nunca no son lo suficientemente ricos como para permitirse el bien medioambiental conocido como "estabilidad climática". Tampoco se puede defender la CMK con una base empírica como buena ciencia. El New Palgrave Dictionary of Economics reconoce que la mayor parte de los estudios sobre la CMK "se han diseñado para que den como resultado vías de contaminación-ingresos con forma de U invertida, y tienen éxito por usar diversos supuestos y mecanismos" -un enfoque más consistente con la preservación de una fe que con una investigación científica.
La
fe que está en juego son los dogmas del crecimiento infinito. Si la
contaminación en algún punto no disminuye permanentemente a medida que aumentan
los ingresos, deberíamos admitir que hay límites ecológicos a la actividad
económica.
Aunque
la U invertida de la CMK describe la relación entre algunos contaminantes clave
y el crecimiento del PIB en la mayor parte de los países desarrollados, ese
descubrimiento tiene errores conceptuales fatales. Los contaminantes
"clave" no son todos los contaminantes, y contaminantes particulares
no son el único y permanente marcador de degradación ecológica. Las políticas
que controlan un tipo de contaminante (y que por tanto envían hacia abajo su
CMK) pueden simplemente fomentar un cambio a procesos industriales que producen
otro tipo de contaminantes -que no estén (todavía) regulados y ni siquiera
hayan sido medidos de forma que no hay forma posible de trazar su historia en
una CMK.
Otro
tipo de cambio crea una CMK para un contaminante en un país porque el proceso
manufacturero se desplaza a algún otro sitio. Ningún estudio de CMK ha excluido
nunca definitivamente la posibilidad de este efecto "refugio de
contaminación". Si exportar un proceso industrial sucio a un país con
escasa o ninguna regulación es más barato que cumplir los estándares
reguladores en su país, ¿por qué haría una empresa que busca su máximo
beneficio otra cosa?
En
el esfuerzo por cambiar la huella contaminadora de una economía a otro país, la
CMK es una gran ayuda. Asegura a la nación receptora que el aire y el agua
envenenados son una fase necesaria del desarrollo económico; que algún día
también serán lo suficientemente ricos como para restaurar la calidad
medioambiental que una vez tuvieron. Lo que no dice la CMK es que los
ecosistemas pueden estar degradados más allá de cualquier esperanza de
recuperación, como muchas civilizaciones
anteriores aprendieron de la peor manera. No dice que vivimos en un
planeta finito, y no hay garantías de que cuando queramos restaurar la calidad
medioambiental de tu país, seas capaz de encontrar nuevos refugios de
contaminación que quieran aceptar la huella de tu economía.
Así es en China. En 2005, Pan Yue, entonces viceministro de protección medioambiental lamentó la aceptación de la CMK en su país: "La suposición [era] que el crecimiento económico [que perseguimos] nos dará los recursos financieros para superar las crisis que envuelven al medio ambiente, las materias primas y el crecimiento de población" Si China puede o no revertir el daño y enviar fuera los servicios contaminantes que su medioambiente se le ha pedido proporcionar está por ver. Una cosa está clara: otras partes de la huella ecológica de ese país están siendo exportadas. China está comprando ahora tierras cultivables en África y arrendamientos agrícolas a largo plazo en Sudamérica porque su paisaje degradado no puede mantener la población humana que alberga.
Así es en China. En 2005, Pan Yue, entonces viceministro de protección medioambiental lamentó la aceptación de la CMK en su país: "La suposición [era] que el crecimiento económico [que perseguimos] nos dará los recursos financieros para superar las crisis que envuelven al medio ambiente, las materias primas y el crecimiento de población" Si China puede o no revertir el daño y enviar fuera los servicios contaminantes que su medioambiente se le ha pedido proporcionar está por ver. Una cosa está clara: otras partes de la huella ecológica de ese país están siendo exportadas. China está comprando ahora tierras cultivables en África y arrendamientos agrícolas a largo plazo en Sudamérica porque su paisaje degradado no puede mantener la población humana que alberga.
La
CMK todavía tiene sus defensores y sigue siendo tratada como un descubrimiento
económico robusto -probablemente porque si la CMK no es verdad, una disciplina
dedicada al crecimiento infinito tendrá que enfrentarse al hecho de que hay
límites a lo que la naturaleza nos puede dar y a lo que puede absorber de
nosotros. La evidencia y la lógica -y la calidad del aire en Pekín- dicen que
sí, que hay límites. Es hora de que los economistas dejen de ver el mundo a
través de la neblina distorsionada y venenosa de una teoría que no se puede
mantener y empezar a ver el mundo tal como es. El destino de nuestra civilización depende de
ello.
*****
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario