&&&&&
La
globalización, sí efectivamente es un proceso multidimensional, que tiene una ideología y política, el neoliberalismo en su
estructura está profundamente concatenada con todo el sistema, y es un concepto Polisémico, producto de la
amplia, extensa y polarizada contradicción que ha originado llegar a una
síntesis de su definición general; sus políticas mundializadas tienen
características asimétricas, desiguales, injustas, excluyentes, que han
originado la más cruel e hiriente
extrema pobreza y hoy han logrado en un escenario de injusticia,
explotación, violencia y crisis estructural del sistema-mundo, la más injusta e inhumana desigualdad
económico-social; su visión dialéctica y
concatenada de su estructura, se define en la mirada de "un proceso de difusión de ideas,
valores, formas de producción y de comercio, procesos y productos, diseños
organizativos y formas de conducta, a través de las fronteras nacionales. Un
proceso, por lo tanto, que está conduciendo a una creciente articulación e
interdependencia de todas las sociedades...". Definición del brillante
académico, Politólogo Luciano Tomassini. Concepto que emerge en el centro de la crisis del “viejo”
capitalismo industrial, No como expresa el autor del artículo a finales de la Guerra Fría (1989) La Caída del Muro de
Berlín, el fin del “socialismo realmente No existente”; mejor leamos lo que
manifiesta:
“La globalización surge como un tema
central en la encrucijada histórica marcada por el fin de la guerra fría, que
coincide con el aceleramiento del desarrollo de las tecnologías de información
y comunicación, y con la declinación en el plano económico del estado
bienestar, del modelo Keynesiano y el subsecuente auge de la ideología
neo liberal que estimula el desarrollo de la economía de libre mercado en el
mundo”.
La
globalización, como fase superior del capitalismo, (in)surge en la década de
los 70’ del siglo XX,- en el epicentro de los 30 años de oro del capitalismo -
producto de las revoluciones: la
comunicación electrónica, (comunicación e información) la revolución tecnológica y la revolución
del transporte, pero para consolidar este proceso se impusieron un conjunto
de leyes, normas, acuerdos, tratados,
con la finalidad de “abrir” los mercados
del mundo al capitalismo financiero
especulativo. Las décadas de cuatro siglos del capitalismo industrial – que
utiliza mano de obra en cantidad -. la
clase obrera, los sindicatos, el partido político, la revolución socialista,
etc; ingresamos al escenario turbulento, especulativo del nuevo modelo del
capitalismo, el
financiero – los bancos, las bolsas, Wall Street- las Aseguradoras, las
corporaciones, etc – donde la
mano de obra en cantidad es sustituida por la mano de obra, especializada,
tecnificada – de millones de reducen de cientos – y posteriormente imponen la
información como forma de universalización del mercado neoliberal.
La
globalización siempre hubo en el mundo, en Egipto, Grecia, Roma, globalizaciones político-militares,
culturales, comerciales, etc. Quizás una de las más grandes porque comprende
varios siglos la globalización
histórico-religiosa-militar de Roma, hacia los Santos Lugares;
globalización en los tiempos históricos del descubrimiento de América, los
viajes de Marco Polo hacia la China, los
Movimientos Campesinos del siglo XV y XVI de oposición al ingreso del
capitalismo al agro. El descubrimiento de la Imprenta en el siglo XVI – 1600 – “el segundo cerebro del hombre,
la formación de las primeras “empresas editoriales” y la publicación de los
libros de la Reforma y la Contra-Reforma Religiosa de Calvino, Lutero y Enrique
VIII.
La extrema pobreza, hoy mundializada,- en especial de los niños - como cruel realidad de la desigualdad económico-social también globalizada, es el resultado más salvaje, violento e inhumano de la globalización neoliberal.
***
Años después
la globalización con la primera Revolución Industrial – 1670 – así como presente en los tiempos
político-históricos de la Primera Revolución Burguesa. Inglaterra. La globalización
política presente en los años de la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa – durante el proceso
revolucionario el descubrimiento de la Propaganda, los Murales y Pinturas –
como expresión de comunicación política frente a una población de más del 80%
de analfabetismo – y el propio proceso que se manifiesta entre la formas de
resistencia y defensa de las Lenguas
Originarias – lenguas vernáculas -, el proceso socio-cultural del “nacimiento
del Idioma Nacional”, la Modernidad, el surgimiento del Estado Moderno y los
procesos políticos de Integración
Nacional – el territorio, la nación, la cultura nacional, la identidad
cultural, etc. – Presente también durante el proceso revolucionario de la Independencia de las Colonias de España:
América latina.
Solamente
enumeramos los procesos políticos
de la lucha por los derechos políticos de la Mujer, el Sufragismo, al segunda revolución industrial de 1890, el
surgimiento del imperialismo – la conquista y dominación de los mercados del
mundo, la nuevas burguesías imperialistas, el capital financiero a nivel
mundial, los Monopolios, Trust, Sindicatos, Corporaciones, etc. Las nuevas teorías políticas del Social-cristianismo,
el Reformismo, el Populismo como propuestas políticas de las clases
dominantes frente al avance del Socialismo (el anarquismo y el revisionismo). La Primera Guerra Mundial, la
Revolución Socialista de Octubre- Rusia 1917. Las Internacionales Socialistas y Comunistas.
El Social-progresismo que sale de la Segunda Internacional. La Tercera
Internacional Comunista y su influencia en todo el mundo.
Lo que surge en la
década de los 70’ del siglo XX, es:
“Nació
a finales de los 70’ producto de una
sola crisis: económica-social y política. Se fortaleció con finanzas
especulativas en los 80’, en el centro de una crisis básicamente Política,
hasta la Caída del Muro de Berlín. Creció sin control alguno en los 90’ en el
contexto mundial de las políticas del Consenso de Washington – el evangelio
universal neoliberal -, escenario de profundas y extensas turbulencias
culturales”. Es decir, esta con nosotros la globalización neoliberal, el neoliberalismo como ideología
y política.
Presentamos
dos Textos sobre la Globalización Neoliberal. Sería interesante su análisis e
interpretación al “calor” de las teorías de La Sociología de las Ausencias.
/////
ANTECEDENTES DE LA GLOBALIZACIÓN Y PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS.
*****
Mundo y Política. El Ciudadano.com
Viernes 28 de noviembre del 2014.
La globalización ha llegado a ser un término muy familiar para la gente;
está muy presente en los medios de comunicación, pero también para muchos,
puede ser muy difícil de explicar en pocas palabras. El propósito entonces de
este trabajo es entregar distintas visiones y perspectivas acerca de este
concepto, así como algunos elementos teóricos que puedan ser de utilidad a
estudiantes y académicos.
El fenómeno de la
globalización nos aparece como un proceso multidimensional, que influye
fuertemente pero que es también diversamente contestado desde lo local. Si bien
las influencias e impactos entre lo global y lo local son asimétricas, esta no
sería una relación dicotómica (Jorge
Larraín ( 2005), contrario a lo que sugeriría Castells cuando plantea que “existiría una división
fundamental entre el instrumentalismo abstracto y universal, y las identidades
particularistas de raíces históricas” (2006: 1).
Como muestra el párrafo
anterior, el asunto en cuestión no es para nada una discusión saldada por lo
que se pueden apreciar muchos enfoques distintos, miradas encontradas,
oposiciones de tipo ideológicas sobre el tema. Pero esta diversidad y debate se
debe tomar con amplitud, con el fin de enriquecer el estudio en torno a este
proceso que suscita tanta atención y también tanta polémica.
La globalización surge
como un tema central en la encrucijada histórica marcada por el fin de la
guerra fría, que coincide con el aceleramiento del desarrollo de las
tecnologías de información y comunicación, y con la declinación en el plano
económico del estado bienestar, del modelo Keynesiano y el subsecuente
auge de la ideología neo liberal que estimula el desarrollo de la economía de
libre mercado en el mundo.
Pero la globalización
tiene antecedentes históricos de mucha más larga data. El ser humano desde
tiempos muy remotos busco relacionarse a través de la actividad que debía
desplegar para subsistir, para generar los medios necesarios para interactuar
con la naturaleza, para entender lo que experimentaba.
Para ello necesito
comunicarse, crear medios de transporte, formas productivas y comerciales de
muy distinta índole y grado de desarrollo hasta alcanzar niveles de
comunicación, producción, conectividad y mercantil de magnitud planetaria,
siendo un punto de inflexión histórica en este desarrollo la segunda mitad del
Siglo XIX con el explosivo auge de todos estos procesos, propulsados
fundamentalmente por la revolución industrial. El mundo comienza a verse más
integrado, mucho más interconectado, si bien la equidad no fue ni ha sido
alcanzada.
Junto a este largo
derrotero histórico, que es antecedente del contexto de fines del siglo XX, hay
que destacar las características o rasgos principales que señalan los
investigadores – desde distintos ángulos – como centrales para comprender lo
que es la globalización.
Una de las características
seria que por los avances en la información y la comunicación principalmente,
las coordenadas espacio tiempo han sido modificadas (Bauman, 1998). La cultura e identidades locales sufren la
embestida de la promoción de comunidades transnacionales y surgen efectos de
fragmentación de las comunidades locales. Junto con esto García Canclini (1995; 1999) plantea que las identidades cada día
se definen menos por esencias a – históricas sino más bien por lo que se es y
lo que se posee.
Las personas se sienten
interpeladas por lo que consume si bien formalmente continúan siendo ciudadanos
con derechos y deberes. Esto es, seríamos “ciudadanos
del Siglo XVIII, consumidores del Siglo XXI”. Otra característica de la
globalización, como distinta a la internalización, surge del hecho de que hoy
es más difícil distinguir lo propio de lo ajeno. Asistimos, según el
autor, a un tiempo de emergencia de comunidades imaginadas, del pasaje de lo
dialógico a lo fonológico.
Sin duda esto último tiene
que ver con otro rasgo fuerte de nuestros tiempos, la producción se
desterritorializa. En el mismo ámbito Bauman
(1998) comenta, como una de las consecuencias sociales de la globalización,
que la flexibilidad laboral más bien es ‘flexibilidad empresarial y rigidez e
incerteza laboral’, que ‘los ricos se
globalizan y los pobres se localizan’.
Bauman
señala que esto es reflejo – y condición – del libre flujo del capital en el
planeta. Sin duda que estas características y juicios de lo que ha traído
la globalización son diversos, conflictivos y a veces parecieran
ideológicamente irreconciliables. Pero no podía ser de otra manera en
tanto se argumenta desde perspectivas ideológicas distintas; también
porque la globalización concerta al mismo tiempo muchos procesos que la
componen; y por ultimo porque afecta en forma distinta a los habitantes del
planeta, de acuerdo a las condiciones locales en que se produce la ‘glocalizacion’.
Para algunos como Callinicos (citado en Held et Al.,
2003), quien es parte de los llamados por Held & McGrew (2003) como ‘escépticos’, globalización es ‘americanización’, ‘neoliberalismo
disfrazado; otros la llaman ‘McDonalizacion’,
o encubrimiento del término imperialismo.
Pero Jorge Larraín (2005) llama la atención en no reducir la
globalización a un fenómeno meramente económico, ni confundirla con una
ideología. Por lo que insiste que la globalización es concomitante con la modernidad y que hay que distinguirla
del neoliberalismo, y que este ultimo si constituiría una ideología y de esa forma se relaciona con la globalización y le
imprime en gran medida un sello.
Bien, presentados algunos de los aspectos centrales que
caracterizarían a la globalización, procedamos a revisarlos más en
extenso.
*****
René Leal Hurtado/
Doctor en Sociología, Universidad de Wollongong, Australia.
*****
La defensa y resistencia cultural de nuestra cultura
local, de la identidad cultural colectiva, sus tradiciones, usos, costumbres
originarias, sus formas diversas de
asociacionismo democrático de formas de trabajo, empleo, fiestas
populares y religiosas, es parte de la defensa y resistencia de nuestra Cultura
Nacional frente a la llamada “globalización cultural” o imperialismo cultural.
***
GLOBALIZACIÓN ¿UNIVERSALIZACIÓN DE LA IDENTIDAD PERDIDA?.
*****
Víctor Cabezas.
Quito, Ecuador
Durante mi último año de
colegio, confluyeron una serie de discursos sociales conducentes hacia la
ponderación y glorificación de la “globalización”.
Durante mi último año de
colegio, confluyeron una serie de discursos sociales conducentes hacia la
ponderación y glorificación de la “globalización”; en clase nos decían como ser
ciudadanos globales, de mentalidad abierta y comprometidos con los nuevos retos
de la humanidad.
Es claro que la
globalización puede ser entendida como un proceso para la comprensión de la
interdependencia global de los problemas sociales o como un sumario de
interacción e integración entre la gente, los Estados y las empresas. Sin
embargo, el proceso de globalización –tal como lo estamos percibiendo hoy en
día- es muy asimilable a un proceso consolidado por parte de las hegemonías
mundiales conducente hacia la liberalización de mercados, la ponderación de
discursos sociales y políticos inamovibles y la estructuración de nuevos
consumidores ávidos de insertarse dentro del arquetipo de “ciudadano del
mundo”.
Hay mucha evidencia que
nos permite asimilar a la globalización a un proceso de universalización de la
opinión pública. Un modelo donde, citando al profesor Noam Chomsky, existe un
catálogo de ideas políticamente correctas; la democracia, la libertad de
expresión, la legitimidad de los medios libres e independientes, el libre
mercado, etc. Este catálogo de ideas intocables sustancia y legitima la acción
monopólica de las grandes corporaciones que controlan y concentran la operancia
material de dichas entelequias o ideales “correctos”. Hablemos de libertad de
expresión, en Estados Unidos –ejemplo y promotor de la globalización- la
opinión pública es enmarcada y dibujada por 6 empresas –Newsgroup, NBC, Time
Warner, Viacom y CBS- que controlan el 90% de las televisoras, periódicos,
radios, casas productoras y portales web.
Uno de los problemas más
agudos dentro del proceso de construcción de identidad y preservación de
nuestra cultura –en el supuesto de que existiera- es precisamente la oleada de
moda, música, vocabulario, conductas y modelos de pensamiento direccionados
hacia el posicionamiento y consolidación de una cultura hegemónica; ciudadanos
con objetivos éticos y morales comunes, ideales concomitantes, consumidores de
marcas comunes, con anhelos consonantes, con modelos morales asimilables; la
terrible e inconcebible pretensión de encontrar ciudadanos universalizados; una
forma de vida, un influjo cultural-aspiracional susceptible de ser hallado en
Nueva York, en Praga o en Cusubamba.
No es casualidad que
dentro de las comunidades y pueblos más recónditos de nuestro país exista un
creciente mercado de ropa “Abercrombie” “Adidas” o “Hollister” –sin que exista
ninguna razón medianamente coherente para pensar que aquello es incorrecto o
peor aún indebido-. Habría que preguntarnos que fenómenos sociológicos y
culturales han confluido para que una gran facción de nuestra juventud –me
incluyo- haya establecido como objetivo de vida aquellos paradigmas de hombre
exitoso, con el deber de ser feliz, demócrata, interconectado a través de miles
de aparatos y cables, con títulos, vistiendo a la moda, en forma, con un
particular acento a inglés en el hablado y con un gran arsenal de tarjetas de
crédito.
Es larga la discusión
doctrinaria a cerca de la verdadera naturaleza de la globalización; el celebre
profesor de MIT Noam Chomsky, ha desarrollado un largo cúmulo de textos que,
entre otras cosas, advierten del carácter colonialista de la globalización. Las
culturas y los países ya no se conquistan con la guerra o con la violencia
directa; son los influjos culturales de las hegemonías mundiales -debidamente
incorporados dentro de una sociedad- los que determinan el nuevo orden de
ejercicio de poder en el mundo.
Es imposible negar la
globalización y pensar que, en gran medida, no somos un producto más de
aquella. La moda, la tecnología, los discursos sociales y políticos
hegemónicos, las muletillas al hablar y las verdades absolutas hoy demarcan y
dibujan el escenario en el que deberemos encontrar y construir el nuevo sentido de identidad –que
discutiblemente hayamos podido tener algún día- como individuos y sociedad.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario