Independentistas de Cataluña ganan las elecciones al Parlamento Europeo.
Domingo 25 de mayo del
2014.
Con motivo de los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, a
finales de mayo del 2014, la Independentistas de Izquierda – Esquerra Republicana
de Cataluña – vencedor en las elecciones a la derecha nacionalista
conservadora del Presidente Artur Mas,
se expresaban muy claro y contundente, el terreno no es muy fácil para el
Gobierno del Presidente Rajoy, de España,
hasta cierto límite podrán detener los Tribunales, pero más allá la situación
es básicamente política y el diálogo democrático es el mejor camino. Esto
decían en mayo:
Los independentistas de
izquierda consiguieron el 23,67 por
ciento de los votos frente al 21,86 por
ciento obtenido por Convergencia y Unión. Los comicios al Parlamento Europeo
estuvieron marcados por el referéndum de autodeterminación, previsto para el 9 de noviembre.
Los independentistas de izquierda de Esquerra Republicana de
Cataluña (ERC) ganaron este domingo las elecciones europeas
en la región nororiental española de Cataluña, superando a Convergencia y Unión (CIU), la coalición nacionalista conservadora del presidente
regional Artur Mas. El ERC consiguió
el 23,67 por ciento de los votos
frente al 21,86 por ciento obtenido
por CIU, cuando se tienen escrutados el 99,98
por ciento de los votos. Estos comicios al Parlamento Europeo estuvieron
marcados por el referéndum de autodeterminación, que los nacionalistas quieren
celebrar para el 9 de noviembre. El
líder de ERC, Oriol Junqueras, ha anunciado que su partido pondrá la
victoria electoral al servicio de la consulta del 9 de noviembre. “Hoy es la víspera del 9 de noviembre, porque
hemos dado un paso más hacia la independencia de Cataluña”, expresó. De su
parte, los ecosocialistas de Iniciativa
por Cataluña Verdes (ICV) también favorables al referéndum secesionista, se
colocaron como cuarta fuerza política con un 10,30 por ciento de los votos. Los resultados confirman que los
partidos a favor de la consulta de noviembre consiguieron el apoyo del 55,83 por ciento de los electores
catalanes. “Todas las fuerzas que quieren
llegar al 9 de noviembre son las que
han conseguido un excelente resultado”, celebró el candidato de ERC Josep Maria Terricabras.
Además, la participación
electoral repuntó en esta región, aumentando en 10 puntos respecto a los comicios europeos de 2009, pasando del 36,9 por ciento al 47,4 por ciento, por encima de la media española y europea. “Esto como comprenderéis refuerza el proceso
político del derecho a decidir y de la consulta y refuerza el hecho que
queremos votar el 9 de noviembre”, afirmó por su parte el presidente
catalán Artur Mas, subrayando que
retrocederá en el proceso de autodeterminación. ERC logró dos eurodiputados, mientras que la coalición formada por CIU y el Partido Nacionalista Vasco consiguió 3 escaños en el parlamento
europeo. La policía regional levantó un centenar de actas administrativas en
varias localidades por la instalación de estas urnas llamadas “multirreferéndum”, que pretendía
consultar a los ciudadanos distintas cuestiones sobre la región, como el pago
de la deuda o el futuro de un centro de ocio. Dicho acto fue prohibido recientemente por el
Tribunal Supremo español.
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UN VOTO POR LA SOBERANÍA CATALANA.
Más de dos millones de catalanes
acudieron a las Urnas para la consulta no vinculante por la Independencia.
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De la convocatoria,
prohibida por el gobierno español, podían participar 5,4 millones de catalanes.
De los 2,2 millones que acudieron, el 80,72 por ciento votó a favor de la
separación. Para Artur Mas, fue “un éxito”.
Flor Ragucci
Página/12
En España
Desde Barcelona Lunes 10 de noviembre del 2014.
Más de 2 millones de
personas depositaron ayer su voto en Cataluña para manifestarse sobre la
independencia de España y la mayoría lo hizo a favor, según arrojaron los
primeros resultados del escrutinio. El 80,72 por ciento de los votantes
respondió que sí a las dos preguntas de la consulta por la autodeterminación:
sí a Cataluña como un Estado, sí a que éste sea independiente. El “sí-no”
obtuvo el 10,11 por ciento de los votos y el “no-no”, es decir, la opción
contraria a la secesión, el 4,55 por ciento del total. Estos fueron los datos
provisorios que anunció la vicepresidenta del gobierno de Cataluña, Joana
Ortega, pasada la medianoche, con el 88,44 por ciento de los votos escrutados.
Artur Mas, el presidente de la Generalitat, compareció antes de saberse los
resultados y sólo por la cifra record de participación –2.250.000 personas,
según lo contabilizado hasta el momento– calificó la consulta como “un éxito
total”. El dirigente catalán consideró en su discurso ante la prensa de todo el
mundo “que el Estado debe tomar nota de lo ocurrido este domingo en Cataluña”,
recalcando que “los ciudadanos han demostrado que Cataluña quiere gobernarse a
sí misma” y que se trata de “una aspiración que viene de hace muchos siglos,
pero que se mantiene intacta”.
Además de una gran
reivindicación soberanista, el éxito de la consulta supuso una contundente
respuesta ante la mordaza que el gobierno de Mariano Rajoy intentó oponerle a
la iniciativa, tras ser declarada inconstitucional y sometida a toda clase de
amenazas. Desde las 9 de la mañana de ayer, 1317 colegios abrieron sus puertas
gracias al trabajo voluntario de más de 40 mil personas para llevar a cabo un
acto cívico sin precedentes en España. Porque lo que a simple vista parecía una
jornada electoral como tantas otras, fue en realidad una consulta popular con
gran valor simbólico, pero sin garantías legales. Poco pareció importarles a
las más de dos millones de personas que se acercaron a depositar su papeleta en
las urnas de las 6695 mesas que el gobierno central declarase inconstitucional
la consulta. Aunque el resultado de las elecciones no sea vinculante, el
derecho a decidir de los catalanes pesó más que las amenazas de Rajoy y la
impugnación del Tribunal Constitucional. Incluso se podría decir que la censura
los animó, todavía más, a salir a la calle en este domingo frío y lluvioso.
El “president” de la
Generalitat, Artur Mas, depositó su voto cerca de las doce del mediodía y
declaró ante las decenas de cámaras que lo rodeaban que “los catalanes nos
hemos ganado el derecho a un referéndum definitivo”, a la vez que exigió al
gobierno del PP que deje de “intimidar” con la advertencia de la fiscalía de
estudiar posibles acciones contra la celebración del proceso participativo. Mas
subrayó que a partir del 9-N espera “tener las mejores cartas y las más fuertes
para hacer entender que en algún momento queremos una consulta definitiva, con
todas las garantías y consecuencias”, reivindicando lo “duro y difícil” que fue
el camino desde que, en diciembre de 2013, convocara oficialmente a las
votaciones.
Mariano Rajoy, por su
parte, siguió la jornada desde su despacho en Madrid y no quiso hacer
declaraciones, intentando en todo momento minimizar la iniciativa catalana.
Según fuentes de La Moncloa, el gobierno cree que la consulta de ayer es “un
ejercicio antidemocrático e inútil, que no tiene efectos jurídicos”. Después
incluso de conocer la cifra record de participación, los portavoces del
presidente insistieron en que esos datos “no tienen ninguna validez porque no
hay manera de comprobarlos, al tratarse de un proceso sin garantías controlado
por los independentistas”.
La consulta popular catalana, de gran valor simbólico, tuvo una participación masiva.
***
Hasta última hora, el
poder central tuvo en marcha las maquinarias legales para frenar el proceso
participativo, pidiendo a la Fiscalía superior de Cataluña que investigue si el
gobierno de Mas había ordenado la puesta a disposición de centros educativos
para realizar la consulta, y encargando a los Mossos d’Esquadra (policía
catalana) la relación de locales en los que se celebrarían los comicios y las
personas que serían las encargadas de su apertura. Ante esas amenazas, el
presidente de la Generalitat respondió desafiante: “Si la fiscalía quiere
conocer quién es el responsable de abrir los colegios públicos, sólo hace falta
que me miren a mí. El responsable soy yo”. Artur Mas arremetió contra los
anuncios de Rajoy y le exigió “que dejen al pueblo catalán tranquilo, que se
pueda expresar con normalidad y tranquilidad, sin intimidaciones”.
Pese al temor de que la
policía pudiera impedir la consulta o que se produjeran incidentes en algunos
de los 938 municipios en los que se llevó a cabo la votación, la jornada
transcurrió de forma pacífica. Los Mossos d’Esquadra finalmente no
identificaron a los voluntarios que a las ocho de la mañana abrieron los
colegios públicos en los que se realizaron los comicios y se limitaron a
patrullarlos, sin entrar en los mismos.
El proceso participativo
de Cataluña también tuvo que sortear el obstáculo de nuevas denuncias
interpuestas durante la misma mañana de ayer por partidos políticos contrarios
a la consulta, como UPD y Plataforma per Catalunya; organizaciones fascistas
como la Falange Española y también por particulares que pidieron ante la
fiscalía catalana la retirada de las urnas. Sin embargo, los jueces de guardia
rechazaron esas demandas porque, tal como especificaron en un escrito, “no
guardan proporcionalidad y no aparecen de momento razones de urgencia o
relativas al orden público que aconsejen su adopción”.
El alcance de la
consulta por un nuevo modelo de Estado fue tal que traspasó las fronteras
nacionales, y cerca de 220 mil ciudadanos catalanes votaron en las diecinueve
capitales del mundo en las que se dispusieron urnas. La jornada electoral, de
hecho, empezó en Sydney diez horas antes que en Cataluña, con la participación
de decenas de inmigrantes enfundados en sus banderas esteladas. Luego de la
ciudad australiana, las siguientes en abrir sus puertas fueron las delegaciones
situadas en Tokio y Hong Kong, y el último punto de votación en cerrar fue el
de Sillicon Valley, California, a las cinco de la mañana.
La agenda estipulada por
el gobierno de Cataluña para las próximas dos semanas es que, con el as en la
manga de los resultados en favor de la independencia y el alto porcentaje de
participación en la consulta, el proceso de negociación por un nuevo modelo de
Estado siga adelante. Tal como recordó Mas en su comparecencia ante los medios,
“queda pendiente que se pueda hacer un referéndum definitivo a la británica o a
la canadiense”.
El plan del presidente
de la Generalitat es enviar hoy una carta a Rajoy para volver a negociar, según
anunció. “Lo que haré será enviarle una carta para hacer un balance de lo que
pasó el día 9 y para ofrecer una vez más nuestra disposición a dialogar”,
explicó Mas. Además del posible referéndum, los mandatarios tienen aún por
resolver 23 puntos que el dirigente catalán le demandó a Rajoy el pasado mes de
julio durante su última reunión en La Moncloa. En esa lista figuran temas como
un nuevo modelo de financiación o inversiones pendientes en infraestructuras.
“Hasta ahora, de las 23 propuestas el gobierno sólo ha aceptado una, que además
no implica ni un euro de gasto público”, señaló el “president” en referencia a
la conexión ferroviaria entre Barcelona y su aeropuerto, que realizará una
empresa privada. “A partir del lunes (por hoy), lo que se tiene que hacer es
dialogar, hablar, sentarnos en una mesa y llegar a acuerdos con una mentalidad
del siglo XXI y escuchando a la gente; no se pueden llevar a cabo proyectos
políticos si no es con consenso”, sostuvo Mas.
Pero en este nuevo
intento de consenso con el gobierno central, el dirigente de Convergència i
Unió (CIU) está solo. Su hasta ahora socio en la causa soberanista, Oriol Junqueras,
líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), es contrario a seguir
dilatando la independencia. “Nadie me convencerá de que a la independencia
llegaremos negociando con el Estado español”, aseveró en un acto público días
antes de la consulta.
Desde que Mas renunciara
a la votación original, a raíz del veto del Tribunal Constitucional, y
planteara el sucedáneo que finalmente se realizó ayer, el pacto de estabilidad
que tenía con la otra gran fuerza política de Cataluña, Esquerra Republicana, se
vio quebrantado. Tanto ERC como el resto de formaciones soberanistas le
demandaron al “president” que convocara elecciones anticipadas para que una
eventual candidatura conjunta en pro de la independencia tuviera la posibilidad
de gobernar Cataluña y llevar adelante el nuevo modelo de Estado.
Las
dos organizaciones que encabezaron la campaña en favor de la consulta, la
Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural, también increparon a Mas y le
dieron un plazo de tres meses para el adelanto de las elecciones autonómicas. “Escucharé a todo
el mundo a partir del día 10”, fue su respuesta.
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