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Para poder crear en París una verdadera Alianza
para el Clima, tenemos en cabeza cuatro pilares. 1.- El primer pilar, es el
nuevo marco legal, un marco universal y vinculante, para la acción internacional ante el desajuste climático. Es el corazón de nuestro
mandato y Lima será una etapa decisiva en esta vía, con los primeros elementos
del acuerdo que se discutirán allí. 2.-
El segundo pilar, son las cifras de reducción de las emisiones que
se definirán en las contribuciones, que los Estados deberían presentar al
primer trimestre de 2015. Los últimos datos científicos deben incitarnos a
poner sobre la mesa propuestas ambiciosas. Es la razón por la cual la Unión
Europea acaba de asumir el compromiso de reducir en al menos 40 % sus emisiones
en 2030 con relación a 1990. Esperamos que otros sigan muy rápidamente.
3.- El tercer pilar, son los medios de aplicación y, en particular, las financiaciones, y
las tecnologías. Son indispensables para
pasar a la acción . Es también una respuesta solidaria: podríamos por ejemplo trabajar en
reducir el coste de las energías renovables, para hacerlas competitivas ante
las energías fósiles: todo el mundo se beneficiará, y eso debería permitir
salir a millones de personas de la pobreza sin comprometer nuestro clima
futuro. 4.- El
cuarto pilar, son las acciones de los
actores no estatales, que se trate de las empresas o de las colectividades
territoriales. Será necesario encontrar una manera de capitalizar los anuncios
y los debates de Nueva York, y
ampliar la dinámica. Estas acciones pueden contribuir a reducir en parte la
divergencia entre nuestra trayectoria actual y el objetivo de los 2°C y a poner el mundo en
la vía de la neutralidad carbono. Será una verdadera novedad.
En esta Alianza para el Clima, habrá espacio para
todos. París debe conseguir un acuerdo
escrito por todos y para todos. Un acuerdo ambicioso, es también un acuerdo
equilibrado entre adaptación y atenuación, que responde a los retos que
encuentran los que hacen frente ya a los impactos del desajuste climático. Ahora
me gustaría decir algunas palabras acerca de como pensamos que hay que
seguir adelante y como ayudar a aumentar la participación de la sociedad civil
de aquí hasta París Clima 2015. París debe ser un acuerdo escrito por
todos y para todos. Esto significa que queremos asociar las diferentes
representaciones de la sociedad civil en un sentido muy amplio: todos los
grandes grupos, empresas, gobiernos locales, representantes de las mujeres,
pueblos indígenas, organizaciones de agricultores, deben participar en el éxito
de París. Francia tiene una larga
tradición en este ámbito. Por otra
parte, la ley de transición energética que adoptamos hace unos días fue construida
después de un debate nacional que involucró a todos los actores de la sociedad
civil.
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Hay que cambiar el sistema, no el clima.
Los expertos exigen cambiar el sistema, no el clima (Créditos: Carlos Ramírez)
EL CLIMA ES UN ASUNTO DE CIUDADANÍA.
París debe enviar el mensaje de “nuestra
determinación en tomar las medidas adecuadas.
El Mundo Laboral martes 11
de noviembre del 2014.
Annick Girardin - Ministra
francesa.-
A menudo, el desajuste
climático se presenta como algo que divide: sería necesario absolutamente que
al final algunos pierdan para que otros ganen. Mi experiencia política me deja
pensar que tal situación no tendrá un gran éxito frente a los ciudadanos del
planeta…
La lucha contra el
desajuste climático, sin negar nuestras
responsabilidades y nuestras diferencias, debe ser algo que nos acerca. Esto es
por otra parte el mandato de París Clima 2015: un acuerdo universal, donde cada
uno actúa según sus responsabilidades y sus capacidades, pero también un
acuerdo que refuerza nuestra solidaridad hacia los más vulnerables. El clima
es ante todo un asunto de ciudadanía. Nuestros debates a lo largo del día
lo recordaron. A todos nos involucra, por lo que está en juego en términos de
atenuación, por lo que está en juego en términos de adaptación.
Será necesario afrontar las
dificultades, debido a la amplitud de
la tarea, del cambio que está ante nosotros si queremos poder encontrar una
trayectoria hacia los 2°C. Ustedes
saben, cuando se leen las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático (Giec), la consigna que eligieron se vuelve
evidencia: Cambiando el sistema, no el
clima.
Será necesario hacerlo
sin renunciar a la confrontación de las ideas. Pero creo también que lo que
nos reúne aquí, la voluntad de construir en Lima y luego en París un acuerdo
que nos vuelva a poner sobre la trayectoria 2°C, ese objetivo no tenemos que
perderlo de vista. No estaremos de acuerdo sobre todo. Pero mantengamos
presente que ya constatamos lo mismo y que guardamos el mismo objetivo. Pienso
que es el esencial.
París clima 2015 tiene que ser un momento
de movilización ciudadana. Un momento que nos reúne, que nos da a todos la
aspiración a acceder a un mundo post carbono.
París 2015 será también un momento
que traiga tranquilidad. Que tranquilice a nuestros conciudadanos para
decirles: sí, el mundo de mañana será diferente, pero no será un mundo
menospreciado, porque si no habríamos dejado de lado nuestras aspiraciones a la
prosperidad, a la calidad de vida, al
“buen vivir”.
Será un mundo donde
lucharemos en paralelo contra la pobreza y en favor del medio ambiente. Es por
otra parte también el objetivo de los debates en curso sobre los objetivos de
desarrollo sostenible para inventar este nuevo mundo con objetivos comunes,
pero con maneras diferentes de conseguirlo.
París debe también ser un
momento que tranquilice a los que están en primera línea ante el desajuste
climático. Que les aporte respuestas concretas. La primera etapa de la equidad,
la solidaridad climática, es esta. Por eso es que la capitalización del Fondo
Verde es tan importante. Dedicará 50 % de sus financiamientos a los más
vulnerables, y, en particular, a la adaptación. Francia a través de su
herramienta AFD (Agencia Francesa de Desarrollo) ya incluye la resiliencia en
todos los proyectos de infraestructuras que apoya en África.
Por fin, París debe enviar el mensaje de nuestra determinación en tomar las medidas adecuadas y en primer lugar, el de enviar las buenas señales, para volver a poner la economía en la buena dirección. Ya que es bien sabido, y pude comprobarlo en Samoa, en la cumbre de los pequeños Estados insulares en desarrollo, que no puede haber desarrollo económico sin lucha contra el desajuste climático.
Por fin, París debe enviar el mensaje de nuestra determinación en tomar las medidas adecuadas y en primer lugar, el de enviar las buenas señales, para volver a poner la economía en la buena dirección. Ya que es bien sabido, y pude comprobarlo en Samoa, en la cumbre de los pequeños Estados insulares en desarrollo, que no puede haber desarrollo económico sin lucha contra el desajuste climático.
Lo que es inquietante, en
término de empleos, cohesión social, paz y seguridad, es la trayectoria de
recalentamiento. No es la de un mundo que encuentra la vía de una limitación
del recalentamiento por debajo de 2°C.
Para poder crear en París una verdadera Alianza para el Clima, tenemos en cabeza cuatro pilares.
Para poder crear en París una verdadera Alianza para el Clima, tenemos en cabeza cuatro pilares.
1.- El primer pilar, es el nuevo marco legal,
un marco universal y vinculante, para la acción internacional ante el desajuste climático. Es el corazón de nuestro
mandato y Lima será una etapa decisiva en esta vía, con los primeros elementos
del acuerdo que se discutirán allí.
2.- El segundo pilar, son las cifras de reducción de las emisiones que se definirán en las
contribuciones, que los Estados deberían presentar al primer trimestre de 2015.
Los últimos datos científicos deben incitarnos a poner sobre la mesa propuestas
ambiciosas. Es la razón por la cual la Unión Europea acaba de asumir el
compromiso de reducir en al menos 40 % sus emisiones en 2030 con relación a
1990. Esperamos que otros sigan muy rápidamente.
3.- El tercer pilar, son los medios de
aplicación y, en particular, las financiaciones, y las tecnologías. Son
indispensables para pasar a la acción . Es también una respuesta solidaria: podríamos por ejemplo trabajar en
reducir el coste de las energías renovables, para hacerlas competitivas ante
las energías fósiles: todo el mundo se beneficiará, y eso debería permitir
salir a millones de personas de la pobreza sin comprometer nuestro clima
futuro.
4.- El cuarto pilar, son las acciones de los actores no estatales, que se trate de las
empresas o de las colectividades territoriales. Será necesario encontrar una
manera de capitalizar los anuncios y los debates de Nueva York, y ampliar la
dinámica. Estas acciones pueden contribuir a reducir en parte la divergencia
entre nuestra trayectoria actual y el objetivo de los 2°C y a poner el mundo en
la vía de la neutralidad carbono. Será una verdadera novedad.
En esta Alianza para el
Clima, habrá espacio para todos. París debe conseguir un acuerdo escrito por
todos y para todos. Un acuerdo ambicioso, es también un acuerdo equilibrado
entre adaptación y atenuación, que responde a los retos que encuentran los que hacen
frente ya a los impactos del desajuste climático.
Ahora me gustaría decir algunas palabras acerca de como pensamos que hay que seguir adelante y como ayudar a aumentar la participación de la sociedad civil de aquí hasta París Clima 2015.
Ahora me gustaría decir algunas palabras acerca de como pensamos que hay que seguir adelante y como ayudar a aumentar la participación de la sociedad civil de aquí hasta París Clima 2015.
París debe ser un acuerdo
escrito por todos y para todos. Esto significa que queremos asociar las
diferentes representaciones de la sociedad civil en un sentido muy amplio:
todos los grandes grupos, empresas, gobiernos locales, representantes de las
mujeres, pueblos indígenas, organizaciones de agricultores, deben participar en
el éxito de París. Francia tiene una larga tradición en este ámbito. Por otra
parte, la ley de transición energética que adoptamos hace unos días fue
construida después de un debate nacional que involucró a todos los actores de
la sociedad civil.
Los intercambios, además,
han comenzado desde hace más de un año con los representantes de la sociedad
civil, nuestros equipos de negociadores, ministros e incluso el Presidente de
la República. Yo participé en la caminata por el clima en Nueva York el 23 de
septiembre.
Les necesitamos para animar
a todos los países a actuar, que cada uno, a su nivel, llegué a compromisos
concretos, complementarios de acuerdos intergubernamentales. Ustedes también
tienen palanca para cambiar el mundo. Este diálogo, queremos fortalecerlo. He
oído muchas ideas y propuestas que nutren nuestro pensamiento y de las cuales
podremos hablar nuevamente en los próximos meses.
También decidimos crear con
ustedes los términos de los espacios reservados por el país anfitrión a la
sociedad civil en el sitio de la COP en el Bourget. Ustedes tendrán sin duda
igualmente espacios en la ciudad de París. Esos espacios queremos ayudarles a
construirlos, de acuerdo con sus principios y sus valores, pero también, por
supuesto, de acuerdo con los valores de la República.
El primer eje de nuestro diálogo será probablemente el contenido del acuerdo de París. Ustedes tienen ideas, expectativas, sugerencias, elementos importantes para ustedes en referencia con los puntos claves del Acuerdo de París. Debemos poner en marcha procedimientos para dialogar.
El primer eje de nuestro diálogo será probablemente el contenido del acuerdo de París. Ustedes tienen ideas, expectativas, sugerencias, elementos importantes para ustedes en referencia con los puntos claves del Acuerdo de París. Debemos poner en marcha procedimientos para dialogar.
El segundo punto de nuestros intercambios es el de la movilización. Sí Francia tiene una responsabilidad particular, acogiendo con satisfacción
la COP21. Pero en la conferencia de París, son 195 Estados que tendrán que ponerse
de acuerdo.
La sociedad civil, movilizándose,
incentivando el diálogo, favoreciendo la educación ambiental, mucho antes de la
COP21, dispone de una formidable influencia en cada país de la Convención. Este
movimiento es necesario, indispensable, vital. París no se construirá en contra
o sin los ciudadanos.
El tercer punto es el del compromiso. Me refiero, en particular a las empresas, a los actores económicos, a las autoridades locales, pero también a todos aquellos que tienen la responsabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El tercer punto es el del compromiso. Me refiero, en particular a las empresas, a los actores económicos, a las autoridades locales, pero también a todos aquellos que tienen la responsabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En todos estos puntos, y
probablemente en otros, les escucharemos. Ustedes pueden contar con Francia - y
sin duda con Perú, querido Manuel - para promover y alentar el mayor diálogo
posible. Pero
también queremos contar con ustedes porque la responsabilidad colectiva que
tenemos es inmensa.
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Discurso pronunciado por la ministra de
Estado para el Desarrollo y la Francofonía, Annick Girardin, en la Cumbre de la
Precop Social de Cambio Climático organizada por Venezuela y realizada en
Margarita, estado Nueva Esparta.
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