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El “mejor
éxito y reconocimiento extraordinario” sobre la globalización – multidimensional, profundamente concatenada
en su estructura, Polisémica en su
concepto y características asimétricas,
injustas, violentas, corruptas y salvajes, en estos 30 años de vigencia hegemónica en el
sistema mundo actual, es sin duda la “globalización de la desigualdad económico-social”. Fuente,
camino y fortaleza del 1% de la
población-élite mundial, de los 7 mil
millones de seres humanos en el sistema mundo. La desigualdad hoy se manifiesta en: mundialización de la extrema pobreza; inseguridad de trabajo y salarios; inseguridad y destrucción medio-ambiental, derecho sociales eliminados o privatizados, servicios públicos inexistentes, de pésima calidad o privatizados; inseguridad ciudadana – violencia,
corrupción, sicarios (asesinos a sueldo) sicariato moral (destrucción de la vida y dignidad
del ser humano), crecimiento y copamiento de nuevos escenarios por la economía de la guerra y la propia economía criminal. Conclusión
vigencia de una democracia fallida,
de papel, sorda y ciega con los derechos de “los de abajo” , violenta, salvaje
y fascista en defensa de los derechos de “los
de arriba”. Medios de comunicación forman una “dictadura” en plena democracia delegativa, censitaria,
mediática y novelada. Estado inviable, camino hacia el
narco-estado.
En el presente tiempo histórico y político, académicos,
centros de investigación y algunos políticos ilustrados, convenimos
que la globalización neoliberal, - primera fase del capital transnacional ( la era de la transnacionalización de los
monopolios imperialistas), el modelo del capitalismo financiero-especulativo El “dios” mercado es único y universal;
empresas, corporaciones, bancos, bolsas, aseguradoras, etc. la globalización tiene una ideología y una
política: el neoliberalismo, que emerge de los “santos lugares” (barro, estiércol
y corrupción) dejado por el fraude político de. “El Fin de la Historia y el último hombre”, “El fin de las ideologías”
y “El fin de la Sociedad del Trabajo”,
hipótesis teóricas y falsedades políticas que prometían llegar al “Paraíso Celestial”. “Cambio de época,
histórica” que se traduce en crisis de las ideologías y la política
y la caída de los grandes Paradigmas Históricos. La imposición de las políticas globales del Consenso de Washington, la “deslocalización
empresarial”, primero – decenas y
después centenas de empresas de
Occidente se trasladan hacia el sudeste asiático – China, India, Hong-Kong, Tailandia, Singapur, Taiwán, - escenarios de economías emergentes donde
es cero derechos sociales, cero responsabilidades frente al Estado – están surgiendo
los nuevos esclavos asalariados del
siglo XXI - y escenario de las futuras.
Economías BRICS, portadoras de un Nuevo Multilateralismo –
multidimensional – y constructoras de un Nuevo Orden Mundial, que desafía el poder del viejo
imperio y a los poderes facticos, de “los
amos del mundo”.
Sectores sociales - las clases medias - víctimas directas del desempleo absoluto y del abandono del Estado, en ciudades de la Unión Europea, se pelean - entran con fuerza - por un "plato de comida" o por un poco de comida embazada para sus hijos. Esa es la globalización neoliberal. La "justicia" esta incrustada en su estructura?.
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Solo como conclusión adelantada, la globalización
neoliberal “es padre y madre”, porque han salido de sus entrañas: la poli-crisis sistémica vigente desde
el 2008, recesión y crisis hoy mundializada; globalización del desempleo – millones pierden el trabajo en las
tres últimas décadas de vigencia absoluta; globalización
de la guerra y la “creación” de nuevos escenarios de guerra; globalización de las industrias culturales,
las innovaciones tecnológicas y las redes sociales; mundialización de la flexibilización social ( despidos, eliminación
de la estabilidad laboral, liquidación de la organización sindical, el derecho
de huelga y la negociación colectiva); globalización de la indiferencia, como política
criminal de los gobiernos frente a la migración humana y migración como tráfico
de personas; globalización de la
economía criminal: narcotráfico, paraísos fiscales, evasión de impuestos,
lavado de activos, minería criminal; mundialización
de la corrupción: el neoliberalismo lleva en sus entrañas la corrupción
como parte de sus políticas globales; globalización
de la inseguridad ciudadana: mafias, extorsión, sicarios (asesinos a
sueldo), sicariato moral; mundialización de bandas armadas de
criminales; mafias, sicarios, secuestro, terrorismo, etc; globalización de la “dictadura de los
medios” en plena democracia; pero también de sus entrañas está “pariendo” algo
nuevo, diferente y superior: La Mundialización de la Insurgencia Ciudadana
(subsunción dialéctica de tres escenarios globales, espacios públicos de
protesta, movilización y lucha Ciudadana a nivel mundial: La calle, la plaza pública, las grandes avenidas del siglo XXI, son
copadas totalmente por millones de Ciudadanos
del Mundo, en las comunidades históricas y en los pueblos originarios,
todos conjuntamente en unidad social y cohesión política contra las políticas
inhumanas de austeridad absoluta, políticas salvajes, violentas, de la troika europeo, el imperio o los “nuevos”
imperios emergentes, que destruyen las instituciones democráticas, generan con su codicia
ilimitada, todos al unísono: banqueros, bolsas, cajas, la City, aseguradoras,
corporaciones y mega corporaciones transnacionales, la decadencia histórica de Occidente y
movilizan a los Ciudadanos del Mundo por la forja y construcción de una Nueva
Civilización Humana.
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"Como él, "Alberto" millones de jóvenes, son víctimas del desempleo mundial. Buscan trabajo: lo que sea. Hoy la crisis sistémica a expulsado a otros millones .así como miles de jóvenes profesionales - o no - salen de Europa, con dirección al mundo en desarrollo, en busca de trabajo. Esa es la justicia de la globalización neoliberal que a millones de jóvenes les quita el derecho al futuro.
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¿GLOBALIZACIÓN JUSTA?
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Tatiana Fausto González.
SDP Noticias.com sábado 29 de
noviembre del 2014.
En la mayoría de los
países desarrollados, los ricos día a día se hacen más ricos y los pobres a
menudo ni siquiera pueden mantener su nivel de renta; así, la globalización
puede estar creando países ricos con población pobre. La globalización prioriza
los valores materiales sobre otros valores, como la preocupación por el medio
ambiente o la vida misma.
El mundo se encuentra
inmerso en una carrera entre el crecimiento económico y el crecimiento de la
población, y hasta ahora, es el crecimiento demográfico el que está ganando. El
Banco Mundial define la pobreza como vivir con menos de dos dólares al día;
pobreza extrema o absoluta es vivir con menos de un dólar al día.
La globalización ha
desempeñado un papel tanto en los mayores éxitos, como en algunos de los
fracasos que se han producido. El crecimiento económico de China, se basó en
las exportaciones, y consiguió sacar de la pobreza a cientos de millones de
personas. Sin embargo, la triste realidad es que salvo en algunos escasos
casos, la pobreza se ha incrementado a lo largo de las dos últimas décadas en
los países en vías de desarrollo. Alrededor del 40% de los 6,500 millones de
habitantes del mundo vive en la pobreza, y 1/6 vive en pobreza extrema.
África, por ejemplo, ha
sido la región más explotada por la globalización, durante la época del
colonialismo, el mundo aprovechó sus recursos pero le dio muy poco a cambio.
Un equipo formado por
economistas e investigadores, entrevistó a unos 60,000 hombres y mujeres de
bajos recursos de sesenta países con el fin de saber cómo se sentían con
respecto a su situación, ellos destacaron no solo sus ingresos inadecuados,
sino su sensación de inseguridad e impotencia. Para aquellos que sí tenían
trabajo, su inseguridad surgía del riesgo de ser despedidos o de que los
sueldos cayeran en picado.
La globalización ha
expuesto a los países en vía de desarrollo a mayores riesgos, pero los mercados
que deberían dar garantías frente a estos riesgos, brillan por su ausencia. En
países más avanzados, se suele resolver la situación a través de
pensiones para la gente mayor, subsidios para los discapacitados, seguros
médicos, servicios sociales y seguros de desempleo. Mientras que en países en
vías de desarrollo, el Estado no suele tener “suficientes” recursos para poner
en marcha este tipo de programas, pues es más probable que utilicen el dinero
en infraestructuras, educación o sanidad, y dejan que los de menos recursos se
las arreglen solos. Los pobres tienen pocas posibilidades de ser escuchados, y
cuando alguien los escucha, la respuesta es que no se puede hacer nada. El modo
en que suele gestionarse la globalización no es coherente con los principios
democráticos, pues se le da poca relevancia a las voces e inquietudes de los
países en vías de desarrollo.
La pobreza se ha
convertido en una preocupación global, no solo se trata de una renta
inadecuada, sino también un acceso inadecuado a la sanidad y el agua. A estas
alturas, ha quedado claro que la apertura de mercados no va a resolver por sí
sola el problema de la pobreza, sino que puede llegar a empeorarlo, lo que se
necesita es un régimen comercial más justo. Muchos países en vías de desarrollo
afrontan una carga enorme de deuda; el desarrollo de por sí es difícil, y con
la carga de la deuda se hace en realidad imposible.
Los países industriales
avanzados, pueden imponer aranceles sobre mercancías producidas por los países
en vías de desarrollo que pueden llegar a ser 4 veces más elevados, que los
impuestos sobre bienes producidos por otros países desarrollados.
En la década de 1990, las
políticas de liberalización no consiguieron dar resultados prometidos; si la
liberación comercial no había producido crecimiento era porque los países no se
habían libertado lo suficiente, o porque la corrupción generaba un clima
desfavorable para los negocios. El FMI llegó a reconocer para los países en
vías de desarrollo, que la liberación del mercado de capitales no ha conducido
a aumentar el crecimiento, sino a una mayor inestabilidad.
El mundo se enfrenta a un
peligro aún mayor a largo plazo, el de la sostenibilidad medioambiental, a
menos que disminuyamos los daños al medio ambiente, reduzcamos el gasto de
energía y de otros recursos naturales e intentemos reducir el calentamiento de
la Tierra, nos espera el desastre.
En la actualidad, existe
el consenso de que algo va mal en el modo en que se toman las decisiones a
escala global. El colonialismo ha muerto, sin embargo los países en vías de
desarrollo no cuentan con la representación que se merecen.
En la primera mitad del
siglo XX con el recuerdo fresco de la Gran Depresión de la década de 1930, se
crearon dos nuevas instituciones económicas: el Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial; sin embargo, el FMI fracasó en su misión principal de
garantizar la estabilidad financiera global. Este parecía concentrarse más en
salvar a los acreedores occidentales que en ayudar a los países de crisis y a
su población.
La globalización ha
desatado fuerzas mercantiles tan poderosas que los Estados sobre todo los que
se encuentran en vías de desarrollo con frecuencia no pueden controlarlas.
Podemos continuar por preocuparnos solo por lo que pasa en nuestro “pequeño
mundo”, sin embargo, cada día más tendremos que pensar en términos más globales, y considerarnos como parte de una
comunidad global.
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