LLAMADO AL PUEBLO GRIEGO.
¡Debemos a las generaciones futuras adueñarnos de las calles,
ahora!
¡Ahogo!
Solo esta palabra puede
describir lo que los llamados “socios” europeos le vienen haciendo sádicamente
desde hace cuatro meses a nuestro pueblo y a nuestro gobierno junto a los
permanentes aplausos de sus aliados nacionales. Pareciera que hubiesen puesto
una bolsa de plástico en la cabeza de cada uno de los ciudadanos de este país,
desde el momento en que el pueblo griego osó levantarse y decir: ¡Basta!
Todos los días verificamos
que es una payasada que viene de arriba. Se divulgan declaraciones insidiosas
en la certeza de que solo una voz merece ser escuchada, como si fuera la voz de
un Todopoderoso (aunque corrupto) Alemán, de un venerable (aunque feliz de
vivir en un paraíso fiscal) luxemburgués, de un respetable (aunque tonto y
olvidadizo) francés o de un falsario de los Países Bajos hábil en ponerse de
rodillas ante el Todopoderoso.
¡Miren a qué se parecen
Europa y sus “instituciones”!
¿Pero que es de nosotros?
¿Qué es lo que haremos? ¿Qué es lo que quiere hacer el pueblo griego? ¿Nos
quedaremos tranquilamente en nuestras casas, mirando televisión, esperando que
la catástrofe que afecta a todo el país se mantenga lejos de nuestra propia
puerta?
Lamento estar lejos de
Grecia esta vez. Pero me voy a sentir aún más desolado sino veo a la gente
salir a la calle con toda su furiosa dignidad transformada en una acción
política dirigida contra los que planifican su aniquilación.
Ministro Finanzas de Grecia. Yanis Varufakis.
***
Debemos a las futuras
generaciones decirles a estos tiburones convertidos en acreedores que ya no nos
queda sangre para darles. Salgamos a la calle para decirle a nuestro gobierno
que estamos de su lado, siempre que no dé marcha atrás.
A principios del siglo I de
nuestra era, alguien cuyo nombre no ha registrado la historia decía: ”Mientras
el recuerdo de la libertad esté vivo en el espíritu de un pueblo esclavizado,
va a buscarla y va a resistir. Pero cuando el mal prevalezca, el pueblo ya no
creerá poder liberarse y tratará tan solo de amoldarse. La destrucción estará
entonces decretada”
Compatriotas griegos, ya es tiempo de mostrar a
todo el mundo que hemos conservado el recuerdo de la libertad, la ideología de
la resistencia.
/////
Primer Ministro de Grecia. Alexis Tsipras.
***
GRECIA HORA CERO.
*****
Antonio Cuesta.
Rebelión sábado 23 de mayo del 2015.
El gobierno de Grecia se
encuentra en la fase final de una dura negociación sobre la que, a día de hoy,
existe una enorme incertidumbre de cómo se cerrará, e incluso de si llegará a
cerrarse. El sector neoliberal más duro de la Unión Europea (UE), con Berlín a
la cabeza, sigue apostando por la salida de Grecia de la eurozona.
El ministro alemán de
Finanzas, Wolfgang Schaeuble, uno de los arquitectos de los programas de
austeridad europeos, aseguró el miércoles en una entrevista conjunta al Wall
Street Journal y al diario francés Les Echos que “no podemos excluir
la posibilidad de una quiebra de Grecia” pues, en su opinión, Atenas parece
decidida a revertir cinco años de ajuste fiscal y reformas.
Sin ninguna voluntad de
compromiso en las negociaciones, Schaeuble sigue contando con que la asfixia
financiera a la que ha sido sometida Grecia desde hace meses, acabe dando
resultado y el ejecutivo griego claudique.
De lo primero, del
agotamiento de las finanzas helenas, no parece haber duda. El portavoz del
grupo parlamentario de Syriza, Nikos Filis, reconoció este miércoles que Grecia
no cuenta con dinero para hacer frente a los pagos del Fondo Monetario
Internacional (FMI) del mes de junio, si antes no se alcanza un acuerdo con los
acreedores, que permita liberar los 7.200 millones de euros que restan por
abonar del segundo memorando. La fecha límite es el 5 de junio, ese día Grecia
tendrá que abonar la primera de las entregas, de un total de 1.500 millones de
euros, que tendría que hacer a lo largo del mes. Sin embargo, Filis advirtió
que “si no hay acuerdo, no habrá nada de dinero”, y aseguró que el gobierno
pagará antes las pensiones y los salarios que cualquier cantidad al FMI.
Lo segundo que quiere
Schaeuble, no está tan claro que vaya a suceder. El Primer Ministro griego,
Alexis Tsipras, ha reiterado en numerosas ocasiones que su gobierno no cederá
en puntos sustanciales como un objetivo bajo del superávit primario, proteger
las pensiones y los salarios, reestructurar la deuda y poner en marcha un
amplio plan de desarrollo económico. Estas cuatro directrices establecen el
marco sobre el que Atenas pretende formalizar un compromiso duradero, y así lo
aclaró Tsipras al asegurar que “el gobierno no negocia un acuerdo en dos o tres
fases para garantizar temporalmente el pago de cualquier cuota”. Al tiempo que
lanzó un aviso a “los que piensan que la resistencia griega se puede doblegar y
sus líneas rojas desvanecerse a medida que pasa el tiempo, harían bien en
olvidarse de ello”, dijo.
Agotadas todas las vías
Grecia quiere un acuerdo
que ponga fin a la austeridad, restaure la liquidez y promueva el crecimiento.
Por parte europea estas pretensiones han sido vistas como un desafío al que
había que ponerle fecha de caducidad. Al bloqueo político se sumó el económico,
y así el fin de la ayuda financiera desde agosto de 2014 se completó con la
negativa del Banco Central Europeo (BCE) de incluir a Grecia en el programa de
compra de deuda pública y permitir que ampliara su límite para la emisión de
bonos del Tesoro.
En las últimas semanas
Atenas tomó el dinero de caja de las empresas y organismos públicos con el fin
de solventar los graves problemas de liquidez de las cuentas estatales. También
requirió los fondos de las embajadas y legaciones diplomáticas en el exterior.
Por último tomó la decisión de usar los 650 millones de euros, denominados
Derechos Especiales de Giro y mantenidos en una cuenta de reserva del FMI, para
hacer frente al pago de esta institución el pasado 12 de mayo.
Pese a los importantes
pasos que se han comenzado a dar en la recuperación de las deudas tributarias o
para poner freno al fraude fiscal, las cantidades ingresadas son aún
insuficientes y no llegan a compensar los próximos vencimientos de obligaciones
de pago de la deuda. Mientras el Bundesbank pide que se retire la financiación
de emergencia a los bancos griegos, desde la Comisión Europea (CE) se insiste
en que la solución son los recortes en salarios y pensiones y también una quita
bancaria al estilo de Chipre, un corralito que afectaría a los depositos de los
ciudadanos.
Posibles salidas
El ejecutivo griego sigue
apostando por alcanzar un acuerdo in extremis en los próximos días. Tanto el
titular de Finanzas, Yanis Varufakis, como el portavoz del gobierno, Gabriel
Sakelaridis, expresaron esta semana su convencimiento de que el cierre de las
negociaciones tendrá lugar en cuestión de días. Varufakis denostó las tácticas
de los socios europeos, basadas en ultimátums y chantajes, y aseguró que “la
falta de liquidez no es ni la elección ni la responsabilidad del gobierno
griego”. A su vez Sakelaridis fue claro al decir que pese a las presiones
Grecia “no va a firmar un tercer memorando de préstamo”.
En ese clima de
incertidumbre, y ante la posibilidad de que Atenas pese a todo no claudique, la
CE comenzó esta semana a lanzar globos sonda encaminados a fraccionar el
acuerdo y también las entregas de capital a Grecia que estarían por venir. El
lunes el diario To Vima publicó un supuesto plan de su presidente, Jean-Claude
Juncker, que iría en esa línea, pero poco tiempo después la información fue
desmentida desde Bruselas. Ayer fue el periódico alemán Süddeutsche Zeitung
quien citando a “un alto miembro del Eurogrupo”, pero sin citar su nombre,
señaló que Grecia podría recibir cerca de 4.000 millones de euros si a cambio
se comprometía a modificar el régimen del IVA y determinadas cuestiones del
mercado laboral y las pensiones, cuyo valor debería superar los 5.000 millones
de euros. Una vez cumplido este paso, la negociación seguiría en otoño. Bajo
este diseño, el diario contaba con que en la cumbre extraordinaria de ministros
de Finanzas de la zona euro, prevista para antes de la primera semana de junio,
se tomara una decisión al respecto.
Existe además una tercera
vía, y es la que proponen cada vez más miembros de la dirección de Syriza:
romper las negociaciones si el resultado de las mismas no se ajustara a las
“líneas rojas” establecidas y fuera perjudicial para el pueblo griego. El
martes cinco responsables del comité central y la oficina política del partido
expusieron en un acto público las razones por las que el ejecutivo debería dar
por finalizadas las conversaciones con los acreedores e incluso abandonar el
euro. Entre los críticos se encuentran personas de relevancia dentro de la
organización, como el economista Yanis Milios o el diputado Antonis Davanelos.
El mismo día otro congresista, el profesor de economía Costas Lapavitsas,
consideró que ante la imposibilidad de llevar a cabo el programa en el ritmo y
en la forma en que les gustaría, la única opción es declarar el impago de la
deuda y establecer una moneda propia “con el objetivo de recuperar la soberanía
nacional”. Para Lapavitsas una vez adoptadas las medidas necesarias, la nueva
divisa podría estabilizar la economía “en un plazo de dos o tres meses”, con un
valor que sería un 20 o un 30% menor que el del euro. “Ha llegado el tiempo de
las grandes decisiones”, dijo en su entrevista al diario digital TPP, y por
ello se hace necesario “abrir el debate sobre esta cuestión dentro y fuera de
Syriza, para que de manera natural y franca la sociedad pueda reflejar en él su
mandato popular”.
El tiempo se acaba,
mientras las reuniones técnicas en el denominado Grupo de Bruselas (CE, BCE y
FMI) continúan hasta el sábado. Una de las últimas oportunidades para aclarar
el futuro de Grecia dio comienzo el jueves en la ciudad letona de Riga. Durante
la cumbre de jefes de gobierno de la UE Tsipras tiene previsto entrevistarse
con la Canciller alemana Ángela Merkel y con el Presidente francés François
Hollande.
Tras este encuentro solo
resta la reunión extraordinaria del Eurogrupo, prevista para finales de la
próxima semana o
en los primeros días de junio. Para entonces la decisión ya debe estar clara.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario