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“Conscientes están
de que las desigualdades
se han pronunciado,
la cesantía incrementado tanto como
las listas de espera en los hospitales y
el enorme déficit de viviendas. Lo cierto es que para las patronales habría
sido preferible la elección de un nuevo
gobierno de centro-izquierda o de centro-derecha, pero ya no hay nada que hacer al respecto con las actuales
inclinaciones políticas del electorado.
En este sentido, es patético lo ocurrido
con la Democracia Cristiana, partido que
parece profundamente escindido entre los que se sumaron a la candidatura oficialista y los que quedaron a la deriva sin contar con
un candidato propio. En los últimos
días, varios próceres de la Falange,
como Andrés Zaldívar y prácticamente todos los ex presidentes de la colectividad, han anunciado que no votarán por
la candidata comunista. Insinuando que
en la primera vuelta preferirán dejar en
blanco o anular su voto, así como que en la segunda ronda apoyarán incluso al mismo Kast.
“El
propio ex presidente Eduardo Frei se ha declarado en rebeldía respecto
de la decisión de su partido de sumarse
al comando de la candidata del oficialismo. Su renuencia a irrumpir con una candidatura presidencial propia ha
desatado que muchas figuras de derecha a izquierda lamenten su decisión al hacer inevitable el triunfo de uno de los candidatos de los extremos
del arcoíris político nacional. Lo
positivo de todo esto son justamente los desacuerdos que han prevalecido en
la conformación de las listas
parlamentarias, lo que hace posible que varios referentes pegados como amebas de los partidos mayores desaparezcan, por fin, ante sus magros resultados.
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CHILE. LAS ELECCIONES NACIONALES. LOS CANDIDATOS DE LOS EXTREMOS POLITICOS,
DERECHA E IZQUIERDA DEMOCRÁTICA.
La ventaja de los candidatos extremos.
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Por
Juan Pablo Cárdenas S.*
Fuente
Firmas Selectas.
Prensa Latina. domingo 21 de agosto del 2025.
Si
tomamos en consideración
lo que dicen las encuestas, las candidaturas presidenciales que tienen
mejor opción de triunfo son las de la comunista
Jeannette Jara y la del republicano
José Antonio Kast.
El
resultado de las primarias
oficialistas sepultó las opciones de la centro-izquierda o del llamado socialismo democrático. Por el
otro lado, son ahora los mismos sondeos los que nos indican que la candidata de
la centro-derecha, Evelyn Matthei,
no logra repuntar en intención de voto.
Sin embargo, todavía quedan varias
semanas de campaña y las otras opciones podrían ganar adherentes.
Es
el caso del candidato Franco Parisi, del Partido de la Gente, que en muy poco tiempo se ha empinado a los primeros lugares de esta contienda.
Por
más que Jeannette Jara
procure soslayar su militancia comunista,
y se desdiga de varias de sus radicales afirmaciones del pasado, la campaña anticomunista ejercida en su contra ha sido efectiva, aunque a pesar de
ello mantiene aún un lugar de privilegio en los sondeos.
Asimismo,
las acusaciones contra Kast,
por su afinidad con el Golpe Militar de
1973, lo que han logrado es avivar el
pinochetismo que se encontraba dormido en toda la derecha y en millones de
chilenos. Incluso en algunas
concentraciones políticas han empezado a lucir afiches y pancartas en pro del
ex Dictador.
Los
intentos de los partidos
por conformar sus listas de candidatos
al Parlamento han resentido a los referentes menores, tanto así que dentro del
oficialismo ya no parece posible una lista única. El ex presidenciable Jaime Mulet como Acción Humanista han decidido
competir por separado, lo que ha remecido al oficialismo y al propio Primer Mandatario. Veremos en los
próximos días cuánto afectará esto a Jeannette
Jara, quien varias veces auguró que
sus partidarios serían capaces de ponerse de acuerdo en la conformación de una
plantilla única.
En
la derecha ya existen dos grandes postulaciones parlamentarias
y se supone que al menos otras dos se
sumaran a la competencia.
Tampoco aquí se logró la lista única,
aunque esto poco le ha importado a José
Antonio Kast quien declaró que no será tan importante asegurar una mayoría de diputados y senadores en su
favor. De resultar elegido, dice que
podrá recurrir a decretos leyes para
imponer las reformas que se propone. Un anuncio
que le ha permitido a sus detractores acusarlo de anti democrático, como de imitar al presidente salvadoreño Nayib
Bukele.
Fueron
muchas las expresiones de lado y lado
en favor de las posturas de centro, pero sin duda no lograron prender en un
electorado que se ha radicalizado y es muy crítico de los gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría. Al
mismo tiempo que de las tibias posiciones del centro derecha, gracias a la
cuales el gobierno de Gabriel Boric
ha logrado obtener mayoría legislativa
para varias de sus iniciativas, especialmente
en materia previsional y de seguridad.
No
hay duda que el factor “corrupción”
incidirá mucho en los resultados
electorales. Especialmente, debiera
afectar la candidatura presidencial del oficialismo, aunque es evidente que
este fenómeno ha ensuciado
transversalmente a la política, si se consideran
los miles de millones derivados, solo en el caso “fundaciones”, a los bolsillos de operadores políticos y partidos de lado y lado.
Sin
embargo, lo que más
influirá en los resultados de noviembre próximo será la
lacra de la inseguridad y esa
seguidilla cotidiana de secuestros,
asaltos y muertes provocados por el crimen organizado y la penetración del
narcotráfico en las instituciones de
Estado, la propia judicatura, las policías y cárceles.
*****
Los
chilenos no salen de su estupor al conocer de delitos criminales que
muy pocas veces se manifestaron en la historia
policial chilena. Una situación que todos los sectores políticos prometen
encarar, pero que afecta especialmente
la credibilidad de los referentes
oficialistas y del propio gobierno
de Gabriel Boric.
Aunque
para algunos parezca
una nimiedad, el jefe de estado y sus
ministros siguen renuentes a someterse a los test de drogas mandatados por ley, lo que lleva a la oposición a declararlos incapaces de enfrentar a
las bandas de narcotraficantes “debido
a sus eventuales adicciones”.
Contrario
a lo que tanto se prometió, la verdad
es que hasta aquí tenemos varios candidatos
presidenciales sin que ninguno haya presentado al país su programa de gobierno. Algo que preocupa especialmente a las
organizaciones empresariales que, simpatizando como siempre con las opciones de
derecha, hoy están inquietas por
la posibilidad de que se instale en La
Moneda la candidata comunista. Al mismo tiempo temen que un presidente de ultraderecha pueda avivar
las convulsiones sociales, incluso la
posibilidad de un nuevo estallido
social.
Conscientes están de que las desigualdades se han pronunciado, la cesantía incrementado tanto como las
listas de espera en los
hospitales y el enorme déficit de
viviendas.
Lo
cierto es que para las patronales
habría sido preferible la elección de un nuevo
gobierno de centro-izquierda o de centro-derecha, pero ya no hay nada que hacer al respecto con las actuales
inclinaciones políticas del electorado.
En
este sentido,
es patético lo ocurrido con la
Democracia Cristiana, partido que
parece profundamente escindido entre los que se sumaron a la candidatura oficialista y los que quedaron a la deriva sin contar con
un candidato propio.
En
los últimos días,
varios próceres de la Falange, como
Andrés Zaldívar y prácticamente todos los ex presidentes de la colectividad, han anunciado que no votarán por
la candidata comunista. Insinuando que
en la primera vuelta preferirán dejar en
blanco o anular su voto, así como que en la segunda ronda apoyarán incluso al mismo Kast.
El
propio ex presidente Eduardo Frei
se ha declarado en rebeldía respecto de la decisión de su partido de sumarse al comando de la candidata del
oficialismo. Su renuencia a
irrumpir con una candidatura presidencial propia ha desatado que muchas figuras
de derecha a izquierda lamenten su decisión al hacer inevitable el triunfo de uno
de los candidatos de los extremos del arcoíris
político nacional.
Lo
positivo de todo esto son justamente
los desacuerdos que han prevalecido en la conformación
de las listas parlamentarias, lo que hace posible que varios referentes pegados como amebas de los partidos mayores desaparezcan, por fin, ante sus magros resultados.
Veinte
son las colectividades
que tienen representación en el Congreso
Nacional, muchos de ellos no por el
voto ciudadano, sino por sus
continuas divisiones.
Además
de lo anterior,
hay que consignar que al menos un 20 por
ciento de los encuestados declara
no tener preferencia electoral, entre los cuales se debe considerar a
los que anularán su voto en señal de
repudio a todas las opciones.
Especialmente
en el extranjero,
llama la atención que siempre tengamos tantos
candidatos para todos los cargos de representación
ciudadana. Esto se explica en otra de las indecencias políticas que es la obligación que tiene nuestro Servicio Electoral de otorgar ingentes
sumas de dinero a los candidatos para cubrir sus gastos de campaña, así como otra gran cantidad para quienes resulten electos.
Un
enorme “incentivo”
que comprueba aquello de que la política, lejos de constituir un
servicio público en nuestro país, es uno de los mejores negocios que, entre otras impudicias, lleva a varios de los más añosos parlamentarios a
postularse una y otra vez a sus cargos.
Porque
mientras en las cortes de justicia
se le pone término a los magistrados y jueces al cumplir los 75 años, en la política no hay límite de edad. Aunque
algunos de ellos claramente sufran los
estragos inclementes del tiempo.
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Juan Pablo Cárdenas S.*. Juan Pablo Cárdenas
Squella es un periodista y profesor universitario de vasta trayectoria. En el
2005 recibió en premio nacional de Periodismo y, antes, la Pluma de Oro de la
Libertad, otorgada por la Federación Mundial de la Prensa. También obtuvo el
Premio Latinoamericano de Periodismo, la Houten Cámara de Holanda (1989) entre
otras múltiples distinciones nacionales y extranjeras. Forma parte de los
sesenta periodistas del mundo considerados Héroes de la Libertad de Expresión,
reconocimiento hecho por la Federación Internacional de Periodistas.
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