miércoles, 5 de octubre de 2016

UN MERCOSUR EN CRISIS. Venezuela rechaza “agresiones” de Argentina y Brasil.

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BUSCAN DINAMITAR EL MERCOSUR.- “El objetivo es cada vez más claro: detrás de las intenciones de los gobiernos de Paraguay y Brasil de que Venezuela no asuma la presidencia pro témpore del Mercosur hay mucho más que un posicionamiento sobre la situación interna del país caribeño. La finalidad del tándem de cancilleres Loizaga-Serra sobrepasa con creces a Maduro, más allá de efectivamente que busquen su salida durante el año en curso: el realineamiento conservador intenta además congelar el funcionamiento cotidiano de esta instancia regional que, con origen estrictamente comercial en la década del 90, se movió a un accionar político -y con conducciones posneoliberales- a raíz de la última década y media regional. El objetivo de fondo para dinamitar el Mercosur es uno sólo: esta instancia es hoy la barrera principal para que Brasil y Paraguay giren hacia el Pacífico. Sin el Mercosur, o con esta instancia en agonía, será mucho más fácil justificar el abrupto giro hacia el arco de países que han firmado el Acuerdo Transpacífico (TPP). Argentina fue pionera en esta estrategia: ya se integró como observadora de la Alianza del Pacífico, llenando de elogios a esta instancia en todas las entrevistas y discursos donde esto sea posible. Los recientes viajes de Macri a Chile y Perú, y la efusiva recepción a Peña Nieto -“esta es tu casa” refirió el presidente al cuestionado mandatario esta semana en la Casa Rosada- ilustran con creces que la cancillería de Malcorra busca esa nueva orientación. Pero Argentina se topa con la misma barrera: para ingresar a la AP/TPP debería implosionar el Mercosur, bajo la figura de “flexibilizarlo”, y luego firmar al menos dos TLC para buscar ser miembro pleno”.

“Cuando los gobiernos de izquierda, nacional-populares y progresistas tuvieron una nítida hegemonía en la conducción de las instancias de integración fueron cuidadosos por el equilibrio de fuerzas a nivel regional. A pesar de los berrinches de cierta prensa hegemónica, estos gobiernos no abusaron de esta condición para confrontar a otros modelos: el conservador Sebastián Piñera, que organizó la cumbre de la CELAC en Chile luego de la realizada en Venezuela por Hugo Chávez y antes de la conducida por Raúl Castro en Cuba, puede dar cuenta de ello. Había una “unidad en la diversidad”, que no solo era un discurso sino que se verificaba en la práctica. Pero los recién llegados Cartes, Macri y Temer comenzaron a cambiar esas reglas. Asistimos, entonces, a una especie de “empate catastrófico” entre ambos bloques (posneoliberal y conservador) que pone en riesgo severo el funcionamiento cotidiano no sólo del Mercosur: también de UNASUR y CELAC. De acuerdo con esta perspectiva, estas nuevas administraciones van por todas las instancias que intentaron (y aún lo hacen, a pesar del pantano temporal) un ordenamiento autónomo de nuestras sociedades, sin injerencia del hegemón de turno. La búsqueda de dinamitar el Mercosur es sólo un primer paso en ese objetivo: realizar una reconfiguración conservadora no solo al interior de nuestras sociedades, sino también en torno a los procesos de unidad que América Latina y el Caribe se ha dado en los últimos quince años. El “no hay alternativa” que se aduce fronteras adentro, buscando reimplantar el neoliberalismo a gran escala, también intenta ser el mensaje en relación a la política exterior: el viraje hacia la AP/TPP sería la única opción posible ante la proliferación global de acuerdos de “libre comercio”. Se aduce no quedar afuera del mundo. Como la historia demostró -y probablemente seguirá demostrando- es un argumento falaz, que busca desterrar creativas experiencias para retornar al “status quo” de una integración monitoreada (y capitaneada) desde el norte, con asimetrías que tienen gran impacto posterior fronteras adentro, y que nos han conducido a las crisis económicas y políticas más grandes de la historia de nuestro continente”. Juan Manuel Karg. Politólogo de la UBA.


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Delcy Rodríguez, titular de la Cancillería venezolana. Mujer con extraordinario talento político y claras y bien posicionadas ideas Políticas de la Revolución Bolivariana y digna heredera del pensamiento político del Comandante Hugo Chávez.
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UN MERCOSUR EN CRISIS.
Venezuela rechaza “agresiones” de Argentina y Brasil.
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La Cancillería venezolana emitió una declaración asumiéndose en la presidencia del Mercosur, cuestión que rechazan Argentina, Brasil y Paraguay. Criticó al gobierno de Macri y el “de facto” de Brasil.

Página /123 miércoles 5 de octubre del 2016.
El gobierno de Venezuela rechazó en duros términos las “amenazas y agresiones” de los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Brasil, Michel Temer, sobre su permanencia en el Mercado Común del Sur (Mercosur).
La Cancillería venezolana emitió una declaración asumiéndose al frente de la presidencia pro témpore del Mercosur, cuestión que rechaza Argentina, Brasil y Paraguay. Señaló que en ejercicio legítimo de la presidencia pro témpore de Mercosur, Venezuela rechaza las amenazas y agresiones proferidas por el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y del presidente “de facto” de Brasil, Michel Temer, quienes persisten en su acción para implosionar y destruir el bloque de integración.
“La Triple Alianza, conformada por los gobiernos de Argentina, Paraguay y de facto de Brasil, atenta contra la estabilidad de este bloque de integración económica, comercial y social, desestima y vulnera las potencialidades productivas de nuestros países, destruyendo las matrices sociolaborales de sus trabajadores, y afecta la proyección de este bloque en los mercados internacionales”, sentenció el Ejecutivo venezolano.
Asimismo, rechazó las exigencias de Argentina y Brasil para que Venezuela asuma los tratados que le permitan ser considerado miembro pleno. La declaración recalcó que Venezuela incorporó el acervo normativo de Mercosur con mucha mayor eficacia y eficiencia, en apenas cuatro años, que lo arrojado por los demás países durante 25 años desde su fundación. “La intolerancia política e ideológica de estos gobiernos de derecha pretende atacar a la revolución bolivariana, a su gobierno y a su pueblo, para justificar mediante artimañas antijurídicas su proceder antidemocrático destructivo”, subrayó.
Agregó además que la presidencia pro témpore de Mercosur exige respeto al gobierno de facto de Brasil y al argentino, para que ajusten su comportamiento al estricto apego de los tratados fundacionales de este organismo regional, así como al desarrollo histórico de los pueblos.
Macri y Temer se reunieron el lunes en Buenos Aires, donde expresaron su “preocupación por la violación” de los derechos humanos en Venezuela e instaron a su mandatario, Nicolás Maduro, a cumplir los requisitos necesarios para mantener su condición de miembro del Mercosur. Coincidieron en que Argentina y Brasil deben contribuir a fortalecer el Mercosur y en ser inflexibles con los pasos legales que debe dar Venezuela si quiere integrarse como miembro pleno a ese espacio.
Macri, tras reunirse con Temer en Olivos, afirmó: “Argentina y Brasil, en el marco de la globalización que hay en estos tiempos, comparten una agenda ambiciosa de cara al futuro y también el objetivo de potenciar y ampliar la relación comercial en el Mercosur. Estamos muy cerca del Brasil, más allá de la rivalidad futbolística”, definió el presidente argentino en clave futbolera. Temer, por su parte, remarcó que éste era su primer viaje a un país de Latinoamérica y era precisamente a Argentina, recordó los lazos históricos que unen a ambos países y dejó en claro que entre él y Macri hay una identidad de posiciones. Por eso, habló de fortalecer el Mercosur y dijo: “Hay una construcción de unidad con el resto de países integrantes del bloque”.
Respecto de Venezuela, tanto Macri como Temer fueron inflexibles en que ese país debe cumplir con todos los pasos formales que no cumplió hasta ahora para la integración definitiva, explicó el presidente de Brasil. Macri, por su parte, recordó que a Venezuela le han dado un plazo en ese sentido y enfatizó que su preocupación prioritaria con el país caribeño es acerca de la falta de cumplimiento por parte del gobierno de Venezuela de cosas como el referéndum revocatorio. Temer, a su vez, expresó su preocupación por las faltas a los derechos políticos y humanos en esa nación. Mientras que Macri insistió: “El camino de integrarnos al mundo es desde el Mercosur y ese es el camino que hay que recorrer”.
La polémica surgió cuando Uruguay finalizó la presidencia pro témpore, y era el turno de Venezuela de estar al mando, como indica el reglamento del bloque, cuya presidencia es rotatoria y se accede a ella por orden alfabético. Paraguay fue el primer país en oponerse, y luego continuaron Argentina y Brasil, quienes niegan que Caracas, inmersa en una profunda crisis política y económica, dirija el Mercosur.

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