CATALUÑA QUIERE “REFERENDO O REFERENDO”. En el centro de la crisis política, la representación de
Cataluña, insiste en convocar a Referendo, con la finalidad de validar
democráticamente el proceso Independentista de Barcelona. Cataluña. Otra
problema político candente que deberá asumir, en el mismo día – sábado 29 de octubre – cuando finalmente
el sr. Rajoy, logre la Investidura como Presidente de España, gracias a la abstención - traición – de los Socialista del
PSOE. Una Presidencia – a la fuerza y en medio de un escenario de
corrupción – y la protesta de los estudiantes de la secundaria contra el
Sistema Educativo, impuesto por las políticas neoliberales del señor Rajoy, además
de las diarias movilizaciones de la Ciudadanía – juventud y sindicalistas - contra
la extrema pobreza en las ciudades, así como el desempleo y la privatización de
los servicios públicos. Escenario convulso, nada recomendable para un
Presidente conservador, que seguirá con
sus políticas neoliberales que hoy hunden y destruyen la Democracia y lo
que aún queda del “viejo” Estado de
Bienestar Social, post Segunda Guerra Mundial y en España de los tiempos de la histórica
recuperación de la Democracia y el fin de la dictadura del franquismo.
La Independencia de Cataluña. El diputado independentista catalán Joan Tardà advirtió
ayer al conservador Mariano Rajoy, que
Cataluña celebrará un referéndum de secesión con o sin autorización del Estado
español. “Referendo o referendo”, fue la
consigna con la que inició Tardà su intervención en el debate de la
investidura de Rajoy, que se celebra en el Congreso de los Diputados español.
El vocero del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que forma parte
de la coalición independentista Junts
pel Sí, que lidera el gobierno en la norteña región, defendió de esta forma
la hoja de ruta del presidente catalán, Carles Puigdemont, quien pretende
celebrar una consulta de forma unilateral para romper con España a mediados de
2017. El miércoles, al inaugurar el debate, el candidato a la reelección del
Partido Popular (PP) admitió que el desafío secesionista de Cataluña es uno de
los mayores retos que afrontará el nuevo gobierno de España. Asimismo, avanzó
que tiene intenciones de abrir negociaciones para un nuevo sistema de
financiación autonómica, una vía que podría encausar el conflicto catalán. Sin
embargo, Tardà le anticipó, citando a Puigdemont, que el gobierno catalán no va
a participar. “El sistema que nos interesa es la agencia tributaria de la
República de Cataluña, que ya estamos construyendo”, sostuvo Tardà. “Ya nos han
engañado muchas veces, no les creemos nada”, añadió el diputado independentista.
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El
presidente de Gobierno en funciones no alcanzó ayer los votos necesarios, tal
como se preveía.
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ESPAÑA: MARIANO RAJOY YA
ACARICIA LA PRESIDENCIA.
Primera Jornada del
Debate de Investidura Presidencial.
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En la votación de ayer, el actual presidente de Gobierno en funciones no
alcanzó la cantidad de votos necesaria para ser investido. Pero el sábado, en
la segunda jornada, los socialistas le allanarán el camino al abstenerse.
Flor Ragucci
Página/12 En España
Desde Barcelona
La
primera sesión del debate de investidura “definitivo” –después de casi un año
buscando un presidente con apoyos suficientes– terminó tal como estaba
previsto: con Mariano Rajoy sin la
mayoría absoluta que necesitaba para ratificarse al mando del Ejecutivo, pero a
48 horas de sí poder hacerlo. En la votación de este jueves en el Congreso, 170 diputados le dijeron “no” al líder del
Partido Popular (PP) –tal como lo habían hecho hace dos meses, en su primer
intento fallido de ser investido presidente– frente a 180 que le dieron el “sí” (de un total de 350 escaños). La
diferencia respecto del pleno de septiembre es que, esta vez, gracias a la
abstención anunciada por el Partido
Socialista (PSOE), Rajoy tiene asegurada la victoria en la segunda
votación, prevista para este sábado.
Tras
el vuelco histórico dado por el PSOE
para permitirle a Mariano Rajoy continuar al mando del gobierno, el
protagonismo del debate de ayer no lo ostentó quien estaba siendo sometido a
debate –el líder del PP– sino la bancada socialista. Todas las miradas se
dirigieron al discurso con el que el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, iba a justificar su decisión
de apoyar a su gran contrincante y la postura que con respecto a éste tendrá
durante la nueva legislatura.
“Estamos aquí para
cumplir con un deber: que acabe la política de los partidos y empiece la
política para los ciudadanos. Los socialistas somos responsables de poner fin
al bloqueo y la parálisis. Lo hacemos por coherencia. Siempre que los españoles
nos han necesitado, hemos estado ahí”, arrancó Hernando su intervención en el Parlamento.
Observado
con lupa por representar uno de los ejemplos más destacados de “cambio de bando”
dentro del PSOE –Hernando defendía tajantemente
el “no” a Rajoy y ahora es el encargado de explicar su abstención desde la
tribuna del Congreso– el portavoz socialista quiso dejar en claro que, pese a
facilitarle el gobierno al PP, permanecen firmes del lado de la oposición.
“Señor
Rajoy, no nos gusta como candidato, pero nos gusta este país. Y hoy España nos
necesita”, expresó nada más comenzar su discurso. “No tiene ni nuestra
confianza ni nuestro apoyo”, subrayó Hernando.
El PSOE se
esmeró durante todo el debate de investidura en desmarcarse de las políticas
conservadoras de los populares:
“Las razones para no confiar
en usted siguen vivas: recortes, limitación de derechos, insensibilidad, falta
de respuesta ante la corrupción”, prosiguió el portavoz socialista, insistiendo
en que el PSOE no dará estabilidad al PP porque no apoyará “sus recetas
ideológicas”.
“Yo no intento anular su labor
de oposición (...). No le pediré a nadie del PSOE que se haga del PP”, le
aseguró Mariano Rajoy cuando le tocó el turno de la
réplica. Tal como lo hizo el día anterior durante su intervención –fue el
primero en comparecer, el miércoles por la tarde– el todavía presidente en
funciones se centró en recalcar su voluntad de diálogo para “construir una mayoría para la
gobernabilidad”. Consciente de que ya no gozará de la mayoría absoluta con
la que en este mandato aprobó y derogó leyes a su antojo, el líder del PP
mostró su cara más conciliadora tanto en su discurso del miércoles como en las
réplicas que el jueves dio a los diputados opositores.
“No podemos estar en
elecciones cada seis meses, no conviene a nadie”, afirmó Rajoy. “España
necesita un gobierno, pero no cualquier gobierno, uno estable, sólido,
duradero, previsible y fiable. Y también con acuerdos para evitar una legislatura
estéril.”
El
jefe del Ejecutivo retomó en su comparecencia el pacto firmado con el partido
emergente Ciudadanos, a cuyas 150 medidas pretende sumar ahora a los
socialistas, dado el “entendimiento entre los partidos constitucionalistas”,
como dijo en la primera jornada del debate. Para atraer al PSOE, además de
agradecerle una y otra vez la abstención que el sábado le permitirá su
reelección, Rajoy anunció ya en el pleno de este jueves un primer gesto
conciliador hacia sus propuestas: la suspensión de las polémicas “reválidas”,
exámenes de fin de curso en primaria y secundaria impulsados por la reforma
educativa del PP que el mismo miércoles sacó a miles de estudiantes a la calle
en forma de protesta.
Pablo Iglesias,
por su parte, organizó su intervención parapetándose frente a lo que considera “la triple alianza” de PP, PSOE y
Ciudadanos.
“El orden reina en Madrid. Lo
que no consiguieron en las urnas lo han conseguido en los despachos. Esta
investidura es un trámite para ustedes (en referencia al PP), un trámite
desagradable para Ciudadanos, y un trámite vergonzoso para el PSOE”, manifestó
en su réplica a Rajoy este jueves en el Congreso. Desde el lugar de “la única
oposición”, el líder de Unidos Podemos atacó con dureza a los tres partidos, en
su opinión, continuistas con las políticas neoliberales que llevó adelante el
grupo popular y se esforzó en dejar bien delimitadas las diferencias. “Nosotros
sí estaremos frente a ustedes”, le dijo a Rajoy desde la tribuna del Congreso;
mientras que a los socialistas: “El PSOE hoy se parece más al PP que a
nosotros”.
La elocuencia de Iglesias
tampoco pasó por alto la corrupción que envuelve al partido de Rajoy,
lamentando
“que hagan presidente al
PP de la Gürtel (trama que en estos momentos está siendo juzgada por la
Audiencia Nacional)” y el despliegue policial previsto para este sábado, cuando
se celebrará la protesta contra la investidura de Rajoy, “Rodea el Congreso”.
“Dicen que han movilizado a 500 policías. Hay más delincuentes potenciales en
esta cámara que allá afuera”, lanzó el líder de Unidos Podemos, ganándose
fuertes abucheos de las bancadas del PP.
El
soporte de Iglesias a la manifestación convocada para el sábado también le
sirvió de arma arrojadiza a Albert
Rivera, el líder de Ciudadanos, quien dedicó la mayor parte de su discurso
en el debate para atacarlo por colocarse “detrás
de las pancartas”. El presidente del partido de centroderecha, que votará a
favor de la investidura de Rajoy, subió al estrado blandiendo una factura de
monotributo para reprocharle a Iglesias que se olvide de las
“pancartas diarias que
millones de españoles sostienen cada día”, como la del recibo que él llevaba en
la mano. “A algunos no les gusta trabajar, les gusta más gritar o lanzar tuits.
Algunos hacen populismo y otros aplicamos soluciones”, manifestó antes de
destacar el acuerdo que pactó en agosto con el PP para dar el “sí” a Rajoy.
El próximo sábado, el apoyo de Ciudadanos y de Coalición Canaria, más la
abstención del PSOE, al margen de las disidencias que puedan producirse entre
sus miembros –ya son al menos 20 los diputados que desobedecerán la disciplina
de voto– sumarán los 170 votos favorables a la investidura del candidato
conservador, recolocando
finalmente a Mariano Rajoy en su cargo de presidente de España.
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