Paramilitares,
los grupos chavistas, son los que atacan a los “angelitos” democráticos que
están armados en las calles y plazas públicas. Ayer han
realizado su simulacro de Elecciones Democráticas y se siguen quejando y lo
mejor para conocer su origen han traído a verdaderos “símbolos” de la política
latinoamericana, “políticos” que como, presidentes hicieron verdaderos trabajos
al servicio de los intereses del imperio – como fue el ex presidente Fox de
México – con que moral se presenta a reforzar dizque la democracia – la señora
Chinchilla de Costa Rica, el ex presidente interino de Bolivia y otros
verdaderos cuadros de la política latinoamericana – con seguridad hubiera
estado en esa comitiva el sr. Toledo – porque era uno de los políticos enemigos
de Venezuela. Y el Sr. Almagro, secretario general de la OEA vino o no – es un
verdadero enemigo de Venezuela, como es el Presidente de España – Y los chilenos,
cuantos peruanos fueron, y el sr. Macri y el sr. Temer debieron ir para
reforzar y consolidar la lucha de la oposición por la “democracia”, porque
ellos son hoy verdaderos adalides de la Democracia.
Y el imperio
a cuantos representantes envió para verificar como el “dictador” Maduro ha
destruido la Democracia, hay persecución política, crisis continuada y
profunda, etc. Y alguien señores de los “demócratas” asistentes, por casualidad
habló del ”bloqueo criminal” de las
corporaciones comerciales, económicas, financieras contra Venezuela” No eso es
un pecado, lo conocen pero no lo pueden expresar públicamente. Y al final debe
comprenderse que el Problema interno de Venezuela debe ser resuelto,
solucionado por la propia Ciudadanía Venezolana, sin injerencia política externa.
Son lo suficientes responsables, para defender su Revolución Bolivariana frente
a la ofensiva general y armada de la oposición conservadora y reaccionaria. Finalmente lo de
Venezuela es una LUCHA POLÍTICA, o triunfa la Revolución Bolivariana, o se
restituye el “viejo” neoliberalismo conservador al servicio del imperio.
/////
Quién financia a la oposición "democrática", con semejante violencia en las calles.
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VENEZUELA: LA OPOSICIÓN REDOBLA LA
APUESTA.
*****
Atilio A. Boron.
Rebelión lunes 17 de julio del 2017.
Sólo espíritus ingenuos pueden desconocer que la
oposición venezolana está instrumentando una estrategia a dos puntas para
derrocar al presidente constitucional de ese país. Un sector optó por desatar
la violencia en sus variantes más aberrantes como forma de instalar la imagen
de una “crisis humanitaria” -producto del desabastecimiento planificado de
productos de primera necesidad y la orgía de ataques, saqueos, “guarimbas”,
incendios a personas vivas y atentados con “bombas molotov” a escuelas y
hospitales- que sirva como preludio a una invasión no menos “humanitaria” del
Comando Sur y, aplicando la receta utilizada en Libia para derrocar y linchar a
Gadafi, producir el ansiado “cambio de régimen” en Venezuela. Hay un sector de
la oposición que no concuerda con esa metodología porque barrunta que el final
puede ser una guerra civil en donde las masas chavistas, quietas por ahora,
salgan a dar batalla y pongan fin al enfrentamiento infligiendo una aplastante
derrota a los golpistas. Pero esta ala de la oposición, llamémosla
institucional o dialoguista (aunque en realidad no sea ni lo uno ni lo otro)
estuvo durante estos meses sometida a la intimidación o lisa y llana extorsión
de la fracción violentista que juzgaba como una incalificable traición el sólo
hecho de sentarse a negociar con el gobierno una salida no violenta a la
crisis.
Pero ahora las cosas parecen cambiar, y para mal.
¿Por qué? Porque al parecer las estrategias de ambas fracciones se han
unificado bajo la batuta que desde Estados Unidos lleva el Comando Sur (el
binomio terrorista formado por el Almirante Kurt Tidd y la ex embajadora en
Paraguay y Brasil en tiempos de golpe de estado Liliana Ayalde). Debido a ello
los sectores “dialoguista” han convocado, para este próximo domingo 16 de
Julio, a un plebiscito o "consulta soberana" que no es otra cosa que
la antesala de un golpe de estado porque en dicho ejercicio se le preguntará a
la ciudadanía si quiere o no un cambio total e inmediato de gobierno y,
simultáneamente, decretar la ilegitimidad de la legal y legítima convocatoria a
una Asamblea Nacional Constituyente programada para el día 30 de Julio y que ha
registrado ya más de cincuenta y cinco mil candidaturas en todo el país. Pero
la oposición no quiere esperar todo ese tiempo y mucho menos competir en una
elección con todas las reglas. Por eso montó este ejercicio absolutamente
informal, sin ningún tipo de garantías ni registros; ni padrones electorales ni
normas de recuento y fiscalización pública, en un país en donde, según lo
asegurara el ex presidente James Carter, el sistema electoral es más
transparente y confiable que el de Estados Unidos. Es más, según lo afirmara
Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, una vez que las improvisadas
mesas receptoras de votos terminaran su recuento y se proclamara el resultado
del plebiscito –que obviamente darían el triunfo a quienes votaron derogar de
inmediato al gobierno de Maduro - las actas serían quemadas para evitar futuras
represalias del chavismo y, de paso, cualquier tipo de verificación
independiente. Además, dijo que “el único requisito para poder emitir su
opinión en la consulta popular es presentar su cédula de identidad, vencida o
no, en cualquiera de los puntos soberanos” y, sin decirlo, dejó entrever que
los ciudadanos podrán votar cuántas veces quieran y donde deseen. [1] Va de suyo que el gobierno
bolivariano, como cualquier otro, desconocerá esta patética pantomima lo cual
provocará la furiosa protesta de los antichavistas que, atizados por la
propaganda de la derecha golpista, se sentirán estafados en su voluntad
escalando a nuevos niveles de violencia la confrontación que ya azota al
país. [2]
Los autoproclamados defensores de la democracia y
la república en nuestros países (así como el impresentable Secretario General
de la OEA) han expresado su simpatía ante este estallido anómico que celebran
como si fuera un venturoso florecimiento del protagonismo de la sociedad civil
en Venezuela siendo que no es más que una siniestra maniobra para desatar una
crisis que abra la puerta a una invasión del Comando Sur, eventualidad que es
reconocida explícitamente por algunos personajes más moderados de la MUD, como
el ya mencionado Ochoa Antich. Habrá que ver qué sucede este próximo
domingo [nota escrita antes del 16 de julio] en Venezuela, y
también cuál podría ser la repercusión en nuestros países. Quienes han
manifestado su complacencia con esta iniciativa golpista de la oposición
antichavista –políticos del establishment latinoamericano y la
“prensa corrupta”, como la designara el ex presidente Rafael Correa- harían
bien en pensarlo dos veces. No vaya a ser que aparezcan quienes, inspirados en
el ejemplo venezolano, decidan también ellos convocar a una “consulta soberana”
para preguntarle a la ciudadanía, ante la grave crisis que afecta a nuestros
países, si Mauricio Macri, Michel Temer o Enrique Peña Nieto deben o no
continuar ejerciendo la presidencia.
Si los sempiternos custodios de la democracia y las
instituciones republicanas en Argentina, Brasil o México convalidan –sea
abiertamente o con su silencio cómplice- la payasada que se escenificará este
próximo domingo en Venezuela no deberían sorprenderse si al cabo de un tiempo
una iniciativa similar fuese propuesta para ser llevada a la práctica en estos
países. Para nadie es un misterio que la legitimidad de sus gobiernos está
profundamente cuestionada –la estafa post electoral del macrismo, el golpe de
la cleptocracia en el Brasil, la abismal crisis política y social en México- y
que la crisis económica y las políticas de ajuste han intensificado a tal
extremo la explotación y los padecimientos de las masas populares que sería
temerario descartar una violenta irrupción de rebeldía plebeya, misma que
encontraría en una “consulta soberana” como la que próximamente se realizará en Venezuela, el
pretexto ideal para tratar de poner fin, antes de tiempo, a gobiernos
repudiados por la gran mayoría de sus ciudadanos.
Notas:
[1] Ver
las declaraciones de Borges #
[2] Esto
motivó la reacción de un dirigente de la MUD, Enrique Ochoa Antich, quien hizo
pública su negativa a participar de la consulta porque, según sus palabras,
desencadenaría “más fractura y más violencia, incluso una guerra civil,
financiada desde el exterior e incluso con una intervención extranjera.” Ver su
reveladora nota titulada “Por qué no votaré el 16” en
http://puntodecorte.com/no-votare-16/
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