VENEZUELA: POR NUESTRO DERECHO A LA INFORMACIÓN VERAZ Y NO
INTERESADA. HOY LA “OFICIAL” REPRESENTA LOS INTERESES DE UNA DERECHA GOLPISTA Y
SEUDO-DEMOCRÁTICA.- Con la finalidad de estar bien informados sobre los
acontecimientos Políticos en Venezuela y el proceso electoral del Día de ayer
Domingo, la Elección de más de 500 representantes a la ASAMBLEA CONSTITUYENTE, es importante para nosotros conocer
que opinan otras fuentes de Información
Internacional. Lo importante de este
acontecimiento Político - no representa y menos constituye que el día de ayer
con las elecciones se consolida la PAZ
- muy por el contrario, será un Día Histórico, donde los Ciudadanos Venezolanos
- sí ellos son los ÚNICOS responsables de forjar y construir un verdadero
camino hacia la PAZ- . NO a la injerencia Política de la Derecha Política
neoliberal de América latina en los asuntos internos de otro país. Que México,
Argentina, Brasil y Perú a la cabeza de esta Alianza Político-empresarial, pero
primero señores, resuelvan a la situación interna de sus ciudadanos. Nos guste
o no, la responsabilidad Política es de los Ciudadanos Venezolanos. El imperio amenaza con más sanciones y el Perú
convoca a todos los enemigos de Venezuela a una Reunión de Cancilleres, dizque,
para desconocer las elecciones. Que dirá la OEA - con seguridad estará presente
-para acordar el aislamiento total del Pueblo. Más sanciones económicas,
comerciales, financieras, comunicacionales, sociales, políticas, al final quién
pierde el Dictador Maduro o el Pueblo que dicen Defender y por el cual dicen
entregar su vida.
EXCANCILLER DE VENEZUELA
DELCY RODRÍGUEZ ASUMNE LA GRAN RESPONSABILIDAD POLÍTICA EN LA ASAMBLEA
CONSTITUYENTE.- Mujer
de extraordinaria capacidad y compromiso Político, militante Socialista de la Revolución
Bolivariana, “la tigra” de la “Revolución chavista”, la Abogada DELCY RODRÍGUEZ, encabeza esta difícil responsabilidad
política de forjar un “nuevo” camino social y político hacia la PAZ en
Venezuela. Responsabilidad y compromiso que comienza a construirse desde dentro
del proceso bolivariano, y ella lo demostró en “mil combates” Políticos a nivel
internacional en defensa de ”SU” Revolución. Nuevamente expresamos en forma
clara y contundente, lo que hoy sucede en VENEZUELA, debe ser resuelto por los
propios ciudadanos Venezolanos. Nosotros como país, como sociedad - al igual
que México, Argentina, Brasil, Paraguay - tenemos grandes e históricos problemas NO resueltos desde los
tiempos de la Independencia Nacional -(200 años). Y cada país, en forma
autónoma, democrática, debe construir los caminos sociales y políticos -
rescatando la CONFIANZA de la población
- para trabajar por las alternativas que sean SOLUCIÓN a nuestros problemas estructurales.
Uno de ellos es precisamente la participación de la MUJER, Militante, Profesional,
Ama de casa. Trabajadora, Maestra, - empoderada en la Política - de ser ACTOR SOCIAL
Y PROTAGONISTA POLÍTICA de las grandes acciones sociales y decisiones Políticas.
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VENEZUELA: POR LA CONSTITUYENTE
SÍ, PERO TAMBIÉN CONTRA TRUMP Y EL INTERVENCIONISMO.
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Aram Aharonian.
Rebelión lunes 31 de julio del 2017.
El mundo no se acabó el 30 de julio, y Venezuela
tampoco, pese a que la campaña contra la Asamblea Nacional Constituyente tuvo
en el presidente estadounidense Donald Trump a su comandante en jefe, secundado
por varios injerencistas e intervencionistas regionales y mundiales de segunda
línea. Y posiblemente esta elección abra la posibilidad de construir un acuerdo
negociado entre gobierno y oposición con una visión de coexistencia entre las
partes.
A pesar del rechazo por parte de la oposición
venezolana, de la exigencia de 13 de los 34 países de la Organización de los
Estados Americanos (OEA) de suspenderla, de las advertencias hechas por la
Unión Europea que este proceso aumentaría el riesgo de confrontación en el
país, de las recientes sanciones concretadas por Washington y de la intensa
campaña de terror mediático internacional, los miembros de la Constituyente se
eligieron este domingo en una fiesta cívica a la venezolana.
El apoyo a esta elección de constituyentes en
Venezuela –y así a la continuidad del gobierno bolivariano- llega tras el
triunfo de Daniel Ortega y el sandinismo en Nicaragua y de Lenín Moreno en
Ecuador, junto al debilitamiento de gobiernos neoliberales como el golpista
brasileño de Michel Temer y el de Mauricio Macri en Argentina, y el
posicionamiento de la oposición progresista en Honduras y Paraguay.
La masiva concurrencia demuestra el nivel de
conciencia alcanzado por el pueblo desde 1999. La gente salió a derrotar la
violencia, el terror, asumió su épica de manera personal (cruzando arroyos y
ríos, calles bloqueadas, evadiendo paramilitares y malandros), haciendo lo
imposible para cumplir con su deber cívico, político, ético, moral... superando
las amenazas de adentro y de afuera. Haciendo recordar aquel 13 de abril de
2002 cuando ese mismo "pueblo bravío" salió a las calles,
constitución en manos, a demandar el retorno de su presidente constitucional
Hugo Chávez, derrocado brevemente por un golpe cívico-militar.
Pero ese apoyo recibido por el gobierno de Maduro
incluye un necesario golpe de timón, que incluya las transformaciones
políticas, económicas, sociales y culturales para el fortalecimiento de un
estado socialista, basado en las comunidades, en los intereses populares.
También habrá que lidiar con los que desde adentro destruyen el legado de
Chávez, y con los apátridas dispuestos a entregar Venezuela -y sus frecursos
naturales- a los intereses de Estados Unidos y las corporaciones
trasnacionales.
Es difícil para EEUU y sus repetidoras aceptar la
realidad. La verdad-real se impuso a la verdad-mediática, a la posverdad, lo
que no significa que no continúen en su intento de condenar, demonizar, aislar
a Venezuela bolivariana, locomotora del renacimiento del ideal de integración
regional. Es difícil que los líderes de la oposición varíen su rumbo, a pesar
de su falta de credibilidad y sus fracasos en cadena: la violencia no da
réditos.
Despertar de golpe a la realidad.
Habitualmente, cuando la oposición venezolana trata
de dar un golpe de Estado (hace tres lustros que lo intenta) el chavismo se
reagrupa y crece, y ahora más en el marco del rechazo a las declaraciones y
amenazas a granel de Trump (quizá convertido sin quererlo, en el mejor apoyo a
Nicolás Maduro) y la injerencia extranjera en los asuntos de Venezuela. Pocos
esperaban esta movilización popular, esta afluencia de votos.
Parroquia Padre Barral,
Delta Amacuro: el pueblo warao se moviliza para votar.
Hubo otras acciones que
contribuyeron a que muchos votaran, como el aumento sustancial de la
distribución de alimentos y la práctica eliminación de las colas de horas para
abastecerse; los periódicos reajustes de los sueldos y las pensiones; el
rechazo de muchos opositores a las acciones violentas financiadas por sus
dirigentes a delincuentes y paramilitares, y la organización de las bases
chavistas para orientar a los votantes.
Sería irreal pensar que un
acto electoral daría por terminado el conflicto político, pero hay una pieza
nueva en el tablero de ajedrez: la existencia de una Asamblea Constituyente que
bien puede profundizar el conflicto, o ayudar a superarlo con un llamado a un
proceso de negociaciones, quizá con acompañamiento internacional. Las bases del
acuerdo al que se arribe pudieran incluso constitucionalizarse de mutuo acuerdo
y someterse a una consulta consensual antes de la elección presidencial.
La oposición, insuflada
por el terrorismo mediático internacional que trató de invisibilizar el acto
cívico, declaró (como desde hace 18 años) el fraude antes incluso del acto
electoral; señaló que no fue concurrido, que no vale y no es legal. Seguirán
los argumentos enfrentados y contrastantes sobre lo acontecido.
El problema de fondo sigue
siendo el económico. Mientras no mejore la economía, habrá malestar social y
político. Para algunos analistas, agosto parece ser momento para que el
gobierno se anime a modificar la política cambiaria y permitir que el
empresariado comience a manejar sus propias divisas.
La semana anterior a la
elección de constituyentes, y protagonizada por la Mesa de la Unidad
“Democrática” (MUD), la cúpula empresarial y por la oposición política que
siempre ha representado un papel antidemocrático, una nueva versión de paro
cívico de julio de 2017, pretendió superar el rotundo fracaso de la puesta en
escena en 2002-2003.
Esta vez intentaron una
paralización ya no mediante el sabotaje de la empresa petrolera y la privación
de la gasolina a los transportistas sino impidiendo la movilización de personas
y de bienes; colocando obstáculos en las calles y promoviendo actos de
violencia copiados de películas gringas: explosiones, incendios, violencia,
armas, terror, fuego, y hasta héroes enmascarados con capas y escudos, a los
que solo les falta volar.
“La lucha no solo va a
continuar, sino que se va a profundizar con toda la fuerza y dignidad”, señaló
el dirigente opositor Julio Borges. “Es un momento dramático y peligroso pero
no la batalla final”, concluyó el exfuncionario chavista y ahora opositor
Vladimir Villegas.
“La oposición está
esperando el momento en que se establezca la ANC para anunciar un Gobierno
paralelo. Esto será caldo de cultivo para la intensificación del clima de
guerra y corremos el terrible riesgo de que se genere una guerra civil”, señaló
Felipe Pachano Azuaje, profesor de la Universidad de los Andes
Mientras, la Iglesia Católica
sigue respaldando el terrorismo y a la oposición, por todos los medios, pese a
lo que diga el Papa. Es repugnante la utilización de las misas para imponer un
punto de vista partidista, así como el uso supersticioso que hacen sacerdotes
de versículos de la Biblia, como el que refiere al 666. Catolicismo no es
cábala, señala el politólogo Puchi.
Hablando de cifras.
Según la encuestadora
Datanálisis, guionista habitual de la MUD, el 72,2% de los ciudadanos rechaza
la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La mayoría de los dirigentes de la
oposición dicen que el chavismo ha desaparecido, que el 80 % de la población se
opone al gobierno. Si el 80% es opositor no se entiende el porqué de todo el
esfuerzo y la violencia desatada para impedir que los ciudadanos concurran a
votar.
Maira, Mérida:
Ciudadanos cruzan el río Torbes para ir a votar, eludiendo el amedrentamiento
de paramilitares.
La oposición especulaba
que el miedo que lograron infundir en episodios en los que han quemado vivos
ciudadanos, acciones violentas (más de 110 muertos y 1.500 heridos), como la
destrucción de máquinas electorales en las fronterizas Táchira y Mérida,
pudiera reducir la votación. Junto a ello sumaban las dificultades para
transitar libremente a causa de las barricadas instaladas y el temor a ser
baleado en el camino al centro electoral y de que marquen las casas de quienes
voten, como hacían los nazis con las casas de los judíos.
No fue casualidad que la
oposición haya “inventado” la cifra de 7.676.894 votos en el “plebiscito”
interno realizado el domingo 16 (con escasa participación y actas quemadas ipso
facto, sin que las revisara nadie). El Registro Electoral contiene unos 19
millones de ciudadanos. En las 20 elecciones realizadas desde 1999 se ha
producido una abstención media del 20 al 25% (de 3.800.000 a 4.750.000
electores).
El chavismo ha logrado en
promedio un 55% de los votos (que serían en esta elección entre 7.837.000 a
8.360.000 votos). De no alcanzar esa cifra “mágica” manejada por la oposición
dos semanas atrás, podrían hablar de fracaso gubernamental.
EEUU tomó el mando.
El pasado 13 de julio tuvo
lugar una reunión secreta en la misión estadounidense de la OEA en Washington,
presidida por el exrepresentante permanente de EEUU ante este organismo,
Michael Fitzpatrick, y el director para América Latina del Consejo de Seguridad
Nacional, Juan Cruz, con selectos invitados diplomáticos de Latinoamérica, el
Caribe, Europa y Asia, a quienes instruyeron para iniciar una fuerte campaña
mediática en contra de la Asamblea Constituyente y anunciaron sanciones contra
Venezuela y los chantajearon para que sus gobiernos impusieran sanciones
bilaterales, similares a las operadas por Estados Unidos.
Conscientes del fracaso de
la OEA, avanzan con quienes pueden chantejear. Fitzpatrick y Cruz entregaron en
la reunión copias de dos artículos que delinean la táctica político-ideológica
del actual Departamento de Estado en su lucha contra el gobierno bolivariano:
Un texto publicado el 23 de junio en The Wall Street Journal (“La última
batalla por la democracia en Venezuela”) y “La bomba de hidrógeno de Maduro”
publicado por “Caracas Capital Markets”, en la cual se llama a evitar la
“cubanización” de Venezuela.
Las órdenes fueron
respetadas: El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, tuiteó el 16 de julio
que “suspender la constituyente” (…) “es el único camino para lograr la paz en
Venezuela”; el colombiano Juan Manuel Santos, pidió el 17 de julio “desmontar
la constituyente”, el mismo día que Trump dijo que “Estados Unidos tomará
fuertes y rápidas medidas económicas”, palabras repetidas por los portavoces
del Departamento de Estado Heather Nauert y Sean Spicer. Brasil, Argentina,
Costa Rica, Puerto Rico, Perú y México, se han sumado a la línea dictada por
EEUU.
En completa concordancia
con el “grupo de amigos” (injerencistas, golpistas) de Kirkpatrik y Cruz, la
alta representante de la Unión Europea para la política exterior, Federica
Mogherini, instó a Maduro a suspender la Constituyente y amenazó con que todas
las opciones, incluidas las sanciones, “están sobre la mesa”.
¿Alguien a estas alturas
le quedan dudas sobre los planes de Washington para Venezuela, a la sazón,
dueña de la reserva petrolera certificada más grande del mundo, también de oro,
y la cuarta más grande de gas? El problema de Washington es que la oposición ha
fracasado en cada intentona (por las buenas, por las malas y las peores
también), al igual que el “ministerio de las colonias” en el que intentan
convertir nuevamente a la OEA.
La desvergüenza de los
intervencionistas
Los grandes poderes de
Occidente ya mostraron su voluntad de terminar con el actual gobierno de origen
chavista. El viejo y corrupto líder del socialismo español, Felipe González,
pide que las Fuerzas Armadas de Venezuela intervengan y den la solución; Luis
Almagro, el uruguayo Secretario General de la OEA, convoca a su amigo, el
argentino Luis Moreno Ocampo –ex Fiscal del Tribunal Penal Internacional-, para
que analice la posible existencia de delitos de lesa humanidad y se pueda
llevar a Tribunales Internacionales a autoridades venezolanas.
Mike Pompeo, Jefe de la
CIA reconoce estar visitando a los gobernantes de Colombia y México para buscar
un gobierno “estable y democrático” en Venezuela, dado que allí Estados Unidos
tiene "profundos intereses".
Esta injerencia es un
avance de la campaña de prensa (terrorismo mediático) que ya vienen
desarrollando sobre la violencia existente en Venezuela. La mayor parte de los
más de 110 muertos que lleva esa violencia tiene que ver con hechos provocados
por sectores vinculados a la oposición y financiados por EEUU, España y
Colombia, que crecen en el ejercicio de la violencia, mientras pierden en
capacidad de movilización.
Quizá no sea correcto
calificar todos los actos de violencia de calle como terrorismo. Pero el
impedir por la fuerza y bajo amenaza que la gente salga de su casa sí tiene las
características propias del terrorismo: es una acción contra la población
civil, que se basa en la violencia y genera miedo o terror.
El semanario financiero The
Economist en su edición del 29 de julio (un día antes del acto electoral)
tituló: “Venezuela en el caos – Lo que el mundo debiera hacer”. ¿En nombre de
quién, o de qué, “el mundo” debiese intervenir, hacer algo, inmiscuirse en lo
que las reglas de la convivencia internacional suelen llamar ‘asuntos
internos’?, pregunta Louis Casado. El “mundo” en este caso quiere decir los
EEUU, agitador en jefe y financista de lo que ocurre en Venezuela, preconiza
muros contra la inmigración, no contra sus intervenciones militares.
Hablan de caos, de guerra
civil, cuando en 2014, según el FBI, hubo en EEUU 8 mil 124 muertes por
disparos de armas de fuego, sin que nadie se conmoviese. Según el New York
Times, en EEUU “la tasa de homicidios cometidos con armas de fuego es de 31
por cada millón de habitantes, el equivalente de 27 personas asesinadas cada
día”. En México se produjeron 1.938 homicidios solo en el mes de enero, parte
de las decenas de miles de asesinatos cometidos por narcotraficantes y
paramilitares. Pero, The Economist mira para otro lado, claro.
“Dar vuelta” esa información,
al igual que ocultar las horrendas muertes -por el fuego- de gente del pueblo,
producidas por los provocadores, no son errores, ni casualidades, son políticas
pensadas en laboratorios inhumanos, destinadas a sembrar el terror y convencer
a la opinión pública. Algo semejante ya se vino practicando en la guerra de
Siria.
Desde una radio chilena
que me entrevistaba me reclamaron que dijera que el domingo “no va a pasar
nada”. “¿Pero usted no lee los diarios, no ve televisión?”, me espetó la
periodista. Precisamente por ello, le respondí. Y le recordé que una de las
pocas veces que Estados
Unidos y la Unión Soviética se pusieron de acuerdo en la ONU fue para aprobar
el reconocimiento del derecho de los pueblos a decidir su propio destino.
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