QUE SON LOS FONDOS BUITRES.- Los fondos rapaces o fondos buitres son especuladores que compran
por centavos deuda de países pobres en
problemas con el propósito ilícito de entablar procedimientos judiciales a su
respecto para obtener sumas considerablemente mayores, de hasta el 400% de lo que pagaron por ellas.
Qué deudas compran: deuda
de países en situación de incumplimiento o cerca de estarlo, o que se encuentran ya en procesos de
reestructuración de deudas o de rescate que comprenden cierta quita, o bien
viejas deudas sin ningún valor de mercado próximas a vencer o a ser canceladas
en el marco de programas de alivio de la deuda.
Cómo se hacen de esas deudas: cuando
un país tiene problemas económicos y se presume que éstos pueden empeorar, sus
bonos pierden valor en el mercado secundario y muchos bonistas se asustan y corren a venderlos al precio que sea,
y es allí donde los fondos rapaces compran en masa. Si el país ya ha anunciado
una reestructuración salen a la búsqueda de bonistas con problemas de liquidez,
y recurren también a otros métodos u oportunidades, incluso ilícitos.
Hay algunos grupos
internacionales que hacen campaña contra ellos, como Jubilee Debt Campaign, y medios de prensa internacionales (BBC, The Guardian) que les siguen la
pista, advirtiendo
sobre sus prácticas deshonestas y contando quiénes son y cómo operan.
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EVASIÓN FISCAL Y FONDOS BUITRE: UNA
LEGALIDAD APARENTE.
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Renaud Vivien.
El Salto.
Rebelión miércoles 10 de enero del 2018.
La opacidad que ofrecen los paraísos fiscales son la herramienta perfecta para los fondos de
inversión que especulan y asfixian a muchos Estados.
Apenas
unos días después de que los Paradise Papers revelaran cómo las
grandes fortunas utilizan los paraísos fiscales para eludir impuestos,
los Panama Papers volvían al primer plano de la actualidad con los
registros de las sedes de Dexia SA y Belfius, llevado a cabo por la unidad
antifraude de la policía federal belga, en los que se recopilaron abundantes
datos informáticos que permitirían evaluar la magnitud de la evasión fiscal
organizada por Dexia. En 2016, los Panama Papers demostraron que una de sus
filiales, Experta, había creado más de 1.600 sociedades offshore destinadas a
que ricos clientes belgas eludieran el fisco, al tiempo que Dexia era objeto de
rescate por parte de los contribuyentes belgas, franceses y luxemburgueses.
Estas prácticas, llamadas
discretamente “de optimización fiscal”, podrían no solo ser ilegítimas, en la
medida en que atropellan el interés general, sino también ilegales. Recordemos
a este respecto que no es exacto oponer el fraude fiscal (que sigue siendo
ilegal) a la evasión fiscal, como si esta última aunque ilegítima fuera
necesariamente lícita.
Antes de llegar a una
conclusión sobre la legalidad de un paquete financiero, deben analizarse
elementos como el origen del dinero oculto en los paraísos fiscales. ¿Es un
dinero legítimo o también es producto de un fraude fiscal? A título de ejemplo:
el Banco HSBC ha cerrado un acuerdo con la Fiscalía financiera de Francia para
evitar la persecución penal por blanqueo procedente del fraude fiscal a cambio
del pago de una multa. En otro orden de cosas, este banco ha colaborado también
con cárteles de la droga de México y de Colombia en el blanqueo de capitales.
También debe verificarse
la finalidad del paquete financiero. Cuando la evasión de impuestos constituye la
razón principal del domicilio en un paraíso fiscal, estamos, como mínimo, ante
un abuso de derecho sancionable. El abuso del derecho tributario se inscribe
concretamente en el artículo 344 del Código belga de impuestos sobre
beneficios.
Esta necesidad de ir más
allá de las apariencias sirve también para las deudas públicas, el saldo de las
cuales jamás es cuestionado ya que una deuda contraída por uno de los Estados
llamados “democráticos” es, a priori, legal y legítima. Este es, por ejemplo,
el caso de las deudas procedentes de los rescates bancarios, como el de Dexia.
Sin embargo, el derecho pone diversos límites a su reembolso, algunos de los
cuales están ligados al origen y la finalidad del préstamo. En este sentido, la
Comisión de auditoría de la deuda griega demostró, por ejemplo, que gran parte
de esta deuda es ilegal e ilegítima.
Así, una auditoría de la
deuda que permita fundamentar el rechazo del pago de la parte ilegítima e
ilegal de ésta es tanto más pertinente cuanto que la evasión fiscal está
vinculada al mecanismo de endeudamiento de los Estados. Por un lado, la evasión
fiscal produce automáticamente nuevas deudas a costa de la población, puesto
que esta pérdida de beneficios por parte del Estado se compensa recurriendo al
endeudamiento. Por otro lado, los acreedores de estas deudas sueles estar
domiciliados en paraísos fiscales, como las filiales de los grandes bancos o,
también, los fondos buitre que obtienen beneficios desmesurados especulando
contra las deudas.
Los fondos
buitre son sociedades privadas que adquieren la deuda de Estados en
dificultades a precios de saldo para, acto seguido, reclamar ante los
tribunales el pago al 100% del valor de origen, incrementado en intereses y
sanciones. El fondo NML Capital, registrado en las Islas Caimán, por ejemplo,
ha obtenido un superávit del 1.270% ante Argentina, obteniendo con ello 2.426
millones de dólares por deudas adquiridas por tan solo 117 millones.
Este fondo buitre es
propiedad del multimillonario Paul Singer, citado varias veces en los Paradise
Papers a causa de sus actividades en paraísos fiscales y de la influencia que
ejerce sobre la política de Estados Unidos. Uno de los principales donantes del
Partido Republicano, Singer posee otro fondo buitre domiciliado también en las
Islas Caimán, el fondo Kensington, el mismo que, para financiarse, se ha
apropiado de parte del presupuesto belga destinado a la cooperación al
desarrollo de la República del Congo.
Los Paradise Papers
revelan también varios hechos dudosos y reprehensibles en el procedimiento que
se opone a este fondo buitre en el Congo. En primer lugar, Kensington se niega
a dar al juez los nombres de sus accionistas y de su sociedad matriz. A
continuación, en el acuerdo amistoso que firmó en 2008 con los representantes
congoleños, el fondo buitre se compromete a destruir todos los documentos sobre
este caso y a abandonar toda acusación de fraude contra el régimen corrupto de
Brazzaville. Todo ello, a condición explícita de que este último pague lo que
se le pida.
Estamos aquí, por tanto,
no solamente ante el rechazo de cooperar con la justicia sino ante la extorsión
de fondos y la opacidad más absoluta. ¿Qué contienen esos documentos para que
Kensington prometa destruirlos? ¿En qué circunstancias ha comprado este fondo
buitre la deuda congoleña? ¿Por qué el rechazo a revelar la identidad de sus
accionistas? ¿Por qué Paul Singer utiliza las sociedades domiciliadas en las
Islas Caimán para atacar la República del Congo, Argentina e incluso la ley
belga contra los fondos buitre aprobada el 12 de julio del 2015?
De hecho, Paul Singer, vía
NML Capital, solicita ahora ante el Tribunal Constitucional belga la anulación
de esta ley pionera que podría sentar un precedente a escala internacional. No
obstante, rechaza proporcionar los estatutos de su empresa y la composición del
consejo de administración. Este asunto, que enfrenta estos fondos buitre contra
el Estado belga así como contra el CADTM, el CNCD-11.11.11 y su homólogo
flamenco, podría ser juzgado en 2018. No cabe duda de que el procedimiento judicial en Bélgica
tendrá una repercusión mundial.
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Traducción
del francés de Anna A. Siscar
Renaud Vivien es
jurista en derecho internacional, miembro del Comité para la abolición de las
deudas ilegítimas (CADTM) y de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda
pública de Grecia, creada por la presidenta del Parlamento griego el 4 de abril
de 2015.
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