POLÍTICAS ECONÓMICAS DE IZQUIERDAS Y DERECHAS, Existen otras políticas económicas que no se suelen identificar con la derecha o con la izquierda y que sí
deberían ser consideradas como de izquierdas
o de derechas, ya que tienen una mayor repercusión en las clases populares o en las adineradas.
TIPOS DE INTERÉS.
A través principalmente de los bancos,
lo habitual es que las clases más favorecidas presten dinero a las más
necesitadas. Cuanto más bajo sea el tipo de interés menos tendrán que pagar en intereses estas clases populares. Una
política de tipos de intereses bajos, se puede decir, es de izquierdas.
INFLACIÓN.
El precio de los productos de consumo afecta principalmente a las clases
más pobres, si se mantienen los precios bajos, éstas se verán favorecidas. De
nuevo, una inflación baja es en realidad una
política de izquierdas.
DÉFICIT PÚBLICO.
Normalmente la existencia de un alto
déficit es considerada como una política de izquierdas. Pero si lo analizamos en detalle
vemos que no es así, ya que en realidad conlleva que el estado (todos los ciudadanos) tome prestado, para financiarlo, de clases más adineradas,
en el caso de España principalmente
extranjeras, dinero en forma de deuda pública, favoreciendo de esta manera a
las clases más privilegiadas. Un
endeudamiento excesivo, además, en casos extremos, podría llevar a la
insolvencia del propio estado, que, como dijimos anteriormente, es claramente
redistributivo.
La Revolución Francesa. La Toma de la bastilla. 14 de julio de 1789. La Ubicación de las Representaciones: La Gironda- Girondinos-Derecha - . La Montaña Jacobinos-Izquierda y el Centro - La Marisma o el Llano -.
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POLÍTICAS DE IZQUIERDA Y DERECHA; MITOS, MENTIRAS Y VERDADES.
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Francisco
José Bustos Serrano.
El
Captor. España.
Miércoles
13 de marzo del 2019.
El término “izquierda” y el término “derecha” en
su significado político tienen
su origen en el marco de la Revolución
Francesa. Tras la toma de la
Bastilla (14 de julio de 1789), se conforma en Francia la Asamblea Nacional Constituyente. En ella
se reúnen diputados divididos en 2 zonas en función de su ideología, a la derecha
del presidente se situó el grupo de la Gironda
(Los Girondinos) y a la izquierda el grupo de la Montaña (Jacobinos). Los Girondinos apostaban por una monarquía parlamentaria y derecho de sufragio no universal
(eliminando el derecho a las clases no propietarias); tenían el apoyo de una
parte de la nobleza, de la burguesía
y de los propietarios. Los Jacobinos en
cambio eran partidarios de una república y de un sufragio universal, y es por
ello que tenían el favor de las clases populares.
Se puede
decir, pues, que las políticas de izquierda defienden los intereses de las clases más
populares, mientras que las políticas de derecha defienden los
intereses de las clases más acomodadas. Esto, claro, sin quitar que ambas defiendan el bien común. Pero,
¿qué ideas económicas favorecen los unos y los otros?
LA VISIÓN DE LA IZQUIERDA Y LA DERECHA SOBRE EL
ESTADO
En primer lugar, se puede
afirmar que promover un estado
grande es una política de izquierdas. Las
principales funciones, entre otras, del estado son las de organizar las pensiones,
la sanidad y la educación. Estas, claro, se financian con los impuestos
de los ciudadanos.
Estos impuestos son en su mayoría progresivos, pagando más los que más tienen.
Por tanto, algunos, los más ricos, pagaran más de lo que reciben del Estado, y los más pobres pagarán menos
de lo que reciben del Estado.
Sin embargo, esto no es siempre así. Uno de los principales impuestos, el del IVA, no es progresivo.
Todo el mundo paga el mismo porcentaje y los más pobres consumen más proporcionalmente que los más acaudalados.
Además, en muchos casos, gracias a complejas estructuras societarias y paraísos fiscales, grandes bolsas de capital
eluden el pago de impuestos.
La
derecha siempre defenderá un estado
pequeño y menores impuestos, pues al ser estos progresivos
perjudican principalmente a las clases
altas, independientemente de que se pueda considerar que el dinero es mejor
gestionado por el sector privado que por el público.
POLÍTICAS ECONÓMICAS DE IZQUIERDAS Y DERECHAS
Existen otras políticas económicas que no se suelen identificar con la derecha o con la izquierda y que sí
deberían ser consideradas como de izquierdas
o de derechas, ya que tienen una mayor repercusión en las clases populares o en las adineradas.
TIPOS DE INTERÉS.
A través principalmente de los bancos,
lo habitual es que las clases más favorecidas presten dinero a las más
necesitadas. Cuanto más bajo sea el tipo de interés menos tendrán que pagar en intereses estas clases populares. Una
política de tipos de intereses bajos, se puede decir, es de izquierdas.
INFLACIÓN.
El precio de los productos de consumo afecta principalmente a las clases
más pobres, si se mantienen los precios bajos, éstas se verán favorecidas. De
nuevo, una inflación baja es en realidad una
política de izquierdas.
DÉFICIT PÚBLICO.
Normalmente la existencia de un alto
déficit es considerada como una política de izquierdas. Pero si lo analizamos en detalle
vemos que no es así, ya que en realidad conlleva que el estado (todos los ciudadanos) tome prestado, para financiarlo, de clases más adineradas,
en el caso de España principalmente
extranjeras, dinero en forma de deuda pública, favoreciendo de esta manera a
las clases más privilegiadas. Un
endeudamiento excesivo, además, en casos extremos, podría llevar a la
insolvencia del propio estado, que, como dijimos anteriormente, es claramente
redistributivo.
LAS POLÍTICAS DE CENTRO.
Pero en la Asamblea Nacional
Constituyente de la Revolución Francesa también había diputados que no se identificaban necesariamente con
la izquierda y con la derecha y que se situaban en el centro,
conocidos como la marisma o el llano.
Para algunos, los políticos de centro buscarán una especie de bien común, que no sirvieses para apoyar unas clases sociales con exclusión de las otras. Para otros, los políticos de centro, carentes de
preferencia por una clase u otra, no tendrían una influencia real en el
gobierno del país.
En cuanto a la economía, hay políticas de izquierdas
y derechas que realmente no pueden
considerarse como tal. Mejorar la productividad, aumentar las exportaciones, incrementar el i + d,
tener empresas más competitivas, mejorar el modelo productivo, incrementar la
industrialización, etc. beneficia a
todas las clases sociales.
Como suele ser el caso, en el término medio esta la virtud. Las luchas políticas de clase deben aumentar o disminuir la igualdad entre
los ciudadanos
y mejorar o empeorar la eficiencia de la
economía, pero nunca se debería perder de vista el bien
común para la mejora global de toda la sociedad.
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