LA
REVOLUCIÓN CUBANA PREVALECERÁ FIRME ANTE LA ESCALADA AGRESIVA DE LOS ESTADOS
UNIDOS.
Hoy 17 de abril se cumple un aniversario del inicio de la agresión militar de Playa Girón en 1961.
La decidida respuesta del pueblo cubano en defensa de la Revolución y del
socialismo, dio lugar, en solo 72 horas, a la primera derrota
militar del imperialismo en América.
Curiosamente,
es la fecha escogida por el actual gobierno de los Estados Unidos para anunciar
la adopción de nuevas medidas de agresión contra Cuba y reforzar la aplicación de la Doctrina
Monroe.
El gobierno Revolucionario rechaza en los
términos más enérgicos la decisión de permitir en lo adelante que se tome acción en tribunales estadounidenses ante demandas judiciales contra entidades
cubanas y extranjeras fuera de la jurisdicción de los
Estados Unidos, y la de endurecer los impedimentos a la entrada en los Estados
Unidos de directivos y familiares de las empresas que invierten legítimamente
en Cuba,
en propiedades que fueron nacionalizadas. Son acciones contempladas en la ley Helms-Burton que fueron rechazadas
desde hace mucho por la comunidad internacional, que la nación cubana repudió
desde su promulgación y aplicación en 1996, y cuyo fin fundamental es imponer
la tutela colonial sobre nuestro país.
Repudia también la decisión de volver a limitar las remesas que residentes
cubanos en los EE.UU. envían a sus familiares y allegados,
de restringir aún más los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba, y la de
aplicar sanciones financieras adicionales.
Rechaza
enérgicamente las referencias a que en Cuba se hayan producido ataques contra
diplomáticos estadounidenses.
Pretenden justificar sus
acciones, como ya es costumbre, con la mentira y el chantaje.
El General de Ejército Raúl Castro expresó el pasado 10 de abril: “Se culpa a Cuba de todos los
males, usando la mentira en el peor estilo de la propaganda hitleriana”.
Para
esconder y justificar el fracaso evidente de la siniestra maniobra golpista de
designar desde Washington a un
“presidente” usurpador para Venezuela, el gobierno de los Estados Unidos
acude a la calumnia.
Acusa a Cuba de ser responsable de la
solidez y firmeza que han demostrado el gobierno bolivariano y chavista, el pueblo
de ese país y la unión cívico-militar que defiende la soberanía de su nación.
Miente descaradamente al alegar que Cuba
mantiene en Venezuela a miles de efectivos militares y de seguridad,
influyendo y determinando lo que ocurre en ese país hermano.
Tiene el cinismo de culpar a Cuba por la
situación económica y social que enfrenta Venezuela
tras años de brutales sanciones económicas, concebidas y aplicadas por
Estados Unidos y varios aliados, justamente para asfixiarla económicamente y
generar sufrimiento en la población.
Washington llega al extremo de presionar a
gobiernos de terceros países para que intenten persuadir a Cuba de que retire este supuesto e inverosímil respaldo
militar y de seguridad, e incluso para que deje de prestar apoyo y solidaridad
a Venezuela.
El actual gobierno de los Estados Unidos
es reconocido, en su propio país e internacionalmente, por la inescrupulosa
tendencia a utilizar
la mentira como recurso doméstico y de política
exterior. Es un hábito que concuerda con viejas prácticas del imperialismo.
Aún
están frescas las imágenes del Presidente
George W. Bush, con el apoyo del actual asesor de Seguridad Nacional John Bolton, mintiendo indecorosamente sobre
supuestas armas de destrucción masiva en Iraq, falacia que sirvió de pretexto
para invadir a ese país del Medio Oriente.
La
historia registra también la voladura del acorazado Maine en La
Habana y el autoprovocado incidente del Golfo de Tonkin, episodios que
sirvieron de pretexto para desatar guerras de rapiña en Cuba y Vietnam.
No
debemos olvidar que Estados Unidos
utilizó insignias cubanas falsas, pintadas en los aviones que realizaron los
bombardeos en el preludio de la agresión de Playa Girón,
para esconder que realmente eran norteamericanos.
Debe
quedar claro que las calumnias de los Estados Unidos descansan en una mentira
total y deliberada. Sus servicios de inteligencia tienen evidencias
más que suficientes, seguramente más que ningún otro Estado, para conocer que Cuba no
posee tropas ni participa en operaciones militares ni de seguridad en Venezuela, si bien es un derecho
soberano de dos países independientes determinar cómo cooperar en el sector de
la defensa, lo que no le corresponde a EE.UU cuestionar.
Quien acusa mantiene más de 250 mil soldados, en
800 bases militares en el extranjero, una parte de ellas en nuestro hemisferio.
Su
gobierno sabe además que, como Cuba ha declarado
pública y reiteradamente, los cerca de 20 mil colaboradores cubanos, más del
60% mujeres, cumplen en esa nación
latinoamericana las mismas tareas que actualmente realizan
aproximadamente otros 11 mil
profesionales de nuestro país en 83 naciones: contribuir a prestar
servicios sociales básicos, fundamentalmente de salud, lo que es reconocido por
la comunidad internacional.
Debe
quedar también absolutamente claro que la firme solidaridad con la hermana República
Bolivariana de Venezuela es un derecho de Cuba como Estado
soberano y es también un deber que forma parte de la tradición y los
principios irrenunciables de política exterior de la Revolución cubana.
Ninguna amenaza de represalia contra
Cuba, ningún ultimátum ni chantaje del actual gobierno estadounidense va a
desviar la conducta internacionalista de la nación cubana, pese a los
devastadores daños humanos y económicos que el bloqueo genocida provoca a
nuestro pueblo.
Conviene
recordar que la amenaza y el ultimátum
mafiosos ya se usaron en el pasado cuando el esfuerzo internacionalista de Cuba
apoyaba los movimientos de liberación en
África mientras Estados Unidos respaldaba
al oprobioso régimen del apartheid. Se pretendía que Cuba renunciara a sus compromisos
solidarios con los pueblos africanos a cambio de promesas de perdón, como si la
Revolución tuviera que ser perdonada por
el imperialismo.
En aquel momento, Cuba rechazó el chantaje, como lo
rechaza hoy, con el mayor desprecio.
El
General de Ejército Raúl Castro recordó el pasado 10 de abril:
“En 60 años frente a las agresiones y amenazas los
cubanos hemos demostrado la férrea voluntad para resistir y vencer las más
difíciles circunstancias. A pesar de su
inmenso poder, el imperialismo no posee la capacidad de quebrar la dignidad
de un pueblo unido, orgulloso de su historia y de la libertad conquistada a
fuerza de tanto sacrificio”.
El
gobierno de Cuba hace un llamado a todos los miembros de la comunidad
internacional y a los ciudadanos estadounidenses para detener la escalada
irracional y la política de hostilidad y agresión del gobierno de Donald Trump. Los Estados Miembros de
las Naciones Unidas con toda razón
año tras año, reclaman de manera casi unánime el fin de esta guerra económica.
Los pueblos y los gobiernos de nuestra región han de hacer prevalecer, en
beneficio de todos, los principios de la Proclama
de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
El Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez
declaró el pasado 13 de abril:
“Cuba sigue confiando en sus fuerzas, en su dignidad y también en la fuerza y la dignidad de otras
naciones soberanas e independientes. Pero sigue creyendo también en el pueblo norteamericano, en la Patria de
Lincoln, que se avergüenza de quienes actúan al margen de la ley universal
en nombre de toda la nación norteamericana”.
Una
vez más, Cuba repudia la mentira y las amenazas, y reitera
que su soberanía, independencia y compromiso con la causa de los pueblos de
Latinoamérica y el Caribe no son negociables.
A dos días de conmemorar el 58 aniversario
de la victoria de Playa Girón, histórico punto de la geografía nacional donde las
fuerzas mercenarias impulsadas por el imperialismo mordieron el polvo de la
derrota, la Revolución Cubana reitera su firme determinación de
enfrentar y prevalecer ante la escalada agresiva de los Estados Unidos.
La Habana, 17 de abril de 2019
/////
Los
Presidentes Obama de Estados Unidos y Raúl Castro de Cuba, dieron pasos
seguros y positivos para restablecer las "Relaciones Diplomáticas"
entre ambos países después de más de 50 años de brutal bloqueo contra la
Histórica Revolución Cubana. Todo lo avanzado, vuelve "a cero" por la
prepotencia y "locura" del sr, TRUMP, presidente de Estados Unidos, que
se considera el "dueño del mundo". Señor los Pueblos del Mundo tienen
Dignidad y saben como defenderse contra la prepotencia del imperio.
***
ESTADOS
UNIDOS CONTRA CUBA, PARA VARIAR.
*****
Rosa Miriam Elizalde.
La Jornada sábado 20 de abril del 2019.
Aunque nadie lo creyó ni lo cree en Cuba, el fake
news del supuesto ataque a diplomáticos en La Habana con la pistola
mágica de James Bond, acertó en la opinión pública estadunidense.
En las tendencias de búsquedas de Google (Trends),
el término sonic attack (ataque sónico) no existía en el
interés de los estadunidenses hasta el 9 de agosto de 2017. Ese día el
Departamento de Estado develó la fábula de las agresiones a diplomáticos de
Estados Unidos (EU), dos funcionarios fueron expulsados sorpresivamente de la
embajada de Cuba en Washington y medios y redes se enzarzaron en demandas de
relatos conspiranoicos para intentar explicar sospechas infundadas. Pocos
después, EU cerró su consulado en La Habana.
Decenas de científicos han reclamado evidencias de
una trama que desafía las leyes de la física. Hasta hoy brillan por su
ausencia, pero Google Trends nos dice que ataque sónico sigue
asociado con noticias sobre la isla originadas en Estados Unidos y que la
mayoría de quienes siguieron los insólitos despachos sobre Cuba, no se ha
enterado de los desmentidos.
La dictadura mundial naturaliza el disparate y
adormece lo sentidos, como lo hizo en los días de las luces sobre un fondo
verde, la primera transmisión en directo por televisión de una guerra que
encubrió la matanza en Irak. Tom Johnson, presidente de CNN durante la primera
guerra del Golfo en 1991, relató a la Atlanta Magazine que Ted
Turner le dio carta blanca presupuestaria para cubrir el conflicto: Gasta
lo que creas necesario, amigo.
Como se sabe, en la era de las redes se invierte
infinitamente más de lo necesario para dominar la conversación social y
destruir la confianza o sembrar dudas, principios básicos de la intoxicación
informativa. Si así no fuera, ni Google ni Facebook serían los pulpos que son.
Lo extraordinario es que en la transmutación de la retórica de las armas
de destrucción masiva a los ataques sónicos participan los
mismos actores de antaño, pero sin una gota de la gracia que alguna vez tuvo
James Bond.
John Bolton, uno de los arquitectos de las mentiras
que condujeron a la guerra en Irak en 2003 y que inventó entonces sin éxito que
Cuba producía armas biológicas, en noviembre pasado aseguró que La Habana
había cometido ataques despiadados contra la embajada de Estados
Unidos, falsedad que ha repetido sin pudor este miércoles. Ha sido él, también,
uno de los cerebros de al menos cuatro grandes paquetazos contra Cuba en los
pasados meses. De diciembre a abril se amplió la llamada lista
restringida de empresas cubanas con las que pueden relacionarse
comercialmente los estadunidenses; castigaron a navieras que transportan
petróleo entre la isla y Venezuela, y pusieron fin a un acuerdo con las Grandes
Ligas.
Ayer, en el Hotel Biltmore de Miami, Bolton llevó a
extremos imposibles el discurso de odio contra la troika (Venezuela,
Nicaragua y Cuba) y reiteró la decisión, entre otras medidas, de dotar de
máximo alcance a la ley del bloqueo a Cuba, la Helms-Burton. Hasta ahora un
artículo secundario dentro de esta ley de 1996 había sido suspendido cada seis
meses por los presidentes de Estados Unidos, incluido Donald Trump, para evitar
el caos de litigar contra empresas de países aliados que tienen inversiones en
Cuba y ocupan inmuebles que podrían haber pertenecido hace 60 años a un
estadunidense.
A partir del 2 de mayo próximo se aplicará a
plenitud la Helms Burton no para la alegada protección de antiguos
propietarios, sino para asfixiar más al pueblo de Cuba. Quien hurgue un poco en
el pasado comprobará que cuando triunfó la Revolución, el gobierno caribeño
llegó a acuerdos de compensación con Reino Unido, Canadá, España y otros
países, salvo con Estados Unidos, porque se negó a cualquier entendimiento
mientras, en secreto, planificaba la invasión por Playa Girón en 1961.
Tras secuencia frenética de mentiras, lo que la
pandilla Bolton intenta hacer es simplemente equivocado y peligroso para los
intereses de ambos países. Tratan de presentar a Cuba como una amenaza, pero
todos saben que Cuba No Es Lo Que No Es, reaccionó en Twitter la subdirectora
de Estados Unidos de la cancillería cubana, Johana Tablada.
Aunque el nuevo latrocinio no cambiará demasiado el
panorama de dificultades que ha supuesto esta ley y otras sanciones impuestas
por décadas contra la isla, que un juececillo cualquiera pueda acusar
de tráfico con propiedades confiscadas a empresas e individuos de
Canadá y Europa, es un escandaloso monumento a la extraterritorialidad de las
políticas de Estados Unidos, no tiene antecedentes en la historia de la
jurisprudencia y sumerge toda soberanía bajo la costra tenaz del
coloniaje que exigía limpiar de una buena vez el poeta y líder
antimperialista Rubén Martínez Villena.
Estados
Unidos consagra que todo territorio ajeno es tierra propia, incluido el de sus
más incondicionales aliados, y lo hace con un coctel de
mentiras, abuso de poder, avaricia y prepotencia. Para variar.
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