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La ciudad estadounidense de Detroit, cuna de la industria automotriz
local, se convirtió este jueves en la mayor ciudad
norteamericana en declararse en quiebra y pedir amparo legal ante esta
situación, según documentos judiciales. Esta ciudad que llegó a ser la cuarta
mayor del país, perdió la mitad de su
población desde 1950, expulsada por el crimen, la partida a hacia los
suburbios y los problemas de la industria automotriz que socavaron sus cimientos
económicos. “Los habitantes de Detroit,
merecen un plan que les permita salir del espiral que los arrastra hacia
servicios públicos cada vez peores” argumentó el Gobernador del Estado de Michigan, Rick Snyder, en una Carta que
acompaña el expediente presentado ante la Justicia. La quiebra es la única
solución que permitirá a Detroit volver a ser estable y viable” señaló. El mes
pasado la ciudad había anunciado que entraría en moratoria sobre una parte de los $ 18,500
millones de dólares que debe. La quiebra o bancarrota le permitirá, de ser enfrentada por la
justicia, buscar acuerdos con sus acreedores. El Gobernador
Snyder nombró a un Administrador de emergencia en bancarrota este año, para
reestructurar las finanzas de la ciudad. Snyder indicó que habría “deseado
mucho” que esa medida ayudara a la ciudad a evitar la bancarrota. Pero ahora es tiempo de enfrentar el hecho
de que la ciudad no puede cumplir con sus obligaciones con sus ciudadanos. Las
personas deben esperar una media de 58
minutos para que la policía responda a sus llamados, comparado con un promedio de 11 minutos en el respeto del
país. La falta de fondos para el mantenimiento y reparaciones significa que
sólo un techo de las ambulancias de la
ciudad funcionan y los coches de policía y carros de bomberos también están
en mal estado. Hay 78 mil edificios
abandonados en la ciudad, y el 40%
de los servicios de iluminación no funcionan. La ciudad también alcanzó su
límite máximo legal de impuestos a los ciudadanos, e incluso considerando
que podía
aumentarlos todavía más, los residentes no podrán pagar un volumen mayor de
tributos, remarcó Snyder.
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La actual Ciudad de Detroit, declarada en quiebra total, con una deuda superior a los 18,500 millones de dólares. Ese es el capitalismo salvaje que no respeta absolutamente nada.
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La bancarrota
de Detroit y el futuro de Estados Unidos: Robots, raza, globalización y el 1%.
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Juan Ricardo Cole.
KAOS en la RED lunes 22 de julio del 2013.
La gran
pregunta es si la quiebra de Detroit y su probable declive es una casualidad o
si nos dice algo acerca de la distopía en la que Estados Unidos se está convirtiendo.
Me parece
que los problemas de la ciudad son las dificultades del país en su conjunto,
espacialmente las cuestiones de desindustrialización, robotización, el desempleo
estructural, el aumento de las comunidades cerradas y exclusivas de los ricos
(el 1%) y la división racial. El Alcalde ha pedido a las familias que viven en
el oeste, la parte más despoblada de la ciudad de venir hacia el centro, para
que puedan ser atendidos. Me pareció post-apocalíptico. A veces los barrios
abandonados accidentalmente se incendian y 30 edificios son convertidos en
humo.
Detroit tuvo
casi dos millones de habitantes, en su apogeo, en la década del 50’, cuando me
mudé al sureste de Michigan en 1984 la ciudad todavía tenía más de un millón.
Recuerdo que en el momento del censo de 1990, sus dirigentes estaban dispuestos
a mantener una Ciudad de un millón de personas, ya que había fondos federales
adicionales para una zona urbana de ese tamaño y contaron con absolutamente
todos los que pudieron encontrar. Apenas se lograron. Sin embargo, en el 2,000
la ciudad cayó por debajo del millón. En el 2010 eran 714,000 aproximadamente
Google cree que ahora tiene 706,000 habitantes. No hay ninguna razón para creer
que no se reducirá hasta desaparecer.
El principal
historiador de la moderna Detroit, Thomas J. Sugrue, ha explicado el declive de
la ciudad. En primer lugar Detroit pasó de 400,000 a 1’840,000 millones de habitantes
de 1910 a 1950 debido principalmente a la industria automovilística y otras
industrias que alimentaba (máquinas, herramientas, repuestos servicios, etc.) Desde
1950 hasta ahora, dos grandes cosas han llevado a la ruina de la ciudad con
respecto a la industria. La primera fue
la robotización. La automatización de muchos procesos en las fábricas llevó
a prescindir de un mayor número de trabajadores y produjo desempleo. (Fue un truco sucio que le jugó el capitalismo tardío a
la población áfrica-norteamericana que acudió a Detroit en la década de 1940
para evitar que fueran inquilinos de tierras en Georgia o en cualquier otro
lugar del sur profundo y según se acomodaban, los trabajos comenzaron a
desaparecer). Entonces, la industria
automotriz comenzó a ubicarse en otros lugares, junto con sus industrias de
apoyo para ahorrar dinero en costes de mano de obra o de producción y para
escapar a la regulación.
El rechazo
de la población blanca a que los inmigrantes afro-americanos se integraran
produjo una fuerte división racial además
e una vivienda y educación inadecuadas. A lo largo de las décadas de 1950,
1960, hubo una fuga importante de población blanca, después de que los disturbios
de 1967. Las clases medias blancas y los negocios se llevaron sus riquezas con
ellos a los suburbios y así agravaron la crisis fiscal de la ciudad. Esa
disminución de los ingresos fiscales vino a sumarse a la deslocalización de las fábricas. La disminución de impuestos, hizo que servicios
públicos empeoraran, y que más personas emigraran. La clase media negra comenzó
a salir en 1980 y ahora ha desaparecido en su mayoría.
Otros
observadores han sugerido otras concomitancias de la decadencia, como la mala planificación de la ciudad o de la
incapacidad para atraer suficientes inmigrantes extranjeros. Yo sospecho que el declive de Detroit como Puerto es de alguna manera importante
en esta historia (sólo una de las cuatro viejas compuertas en Sault St. Marie
permite a los grandes barcos llegar hasta los Grandes Lagos inferiores y por lo
tanto a Detroit). Una nueva y moderna compuerta se está construyendo para dar
cabida a buques de mayor tamaño, pero tendrá que pasar una década antes de que
se pueda abrir. Algunos observadores señalan que Detroit tendría sentido como Puerto de nexo del Medio Oeste de los
contenedores de transporte marítimo internacional si su puerto fuera ampliado y
conectado por ferrocarril a las ciudades de la Región, pero sospecho que la
nueva esclusa en el Soo es un requisito previo.
Después de
estas décadas de esperanzas frustradas, me es difícil tomar demasiado en serio las afirmaciones de que la
ciudad está a punto de doblar la esquina o que algún proyecto de renovación
está a punto de tener éxito. En este punto me parece una cuestión previa
conservar parte de la población de que otra manera se iría. Particularmente me
parece probable la idea de que la agricultura
urbana es parte de la solución. Suena bonito, pero los agricultores ganan aún
menos que los trabajadores industriales urbanos, y esta fue la razón porque la
mayoría de fueron de las ciudades. No se puede poner dinero en una ciudad así.
Mientras que
otras ciudades han evitado el destino extremo de Detroit, creo que la nación en su conjunto se enfrenta a algunos de
los problemas insolubles que la ciudad crea y yo no creo que tengamos una
solución para ellos.
Tenemos por ejemplo los robots (y me refiero
sólo a la producción altamente mecanizada e informatizada de materias primas).
Cada vez más trabajo en la fábrica está automatizado y los avances en la
tecnología informática podrían hacer posible un aumento sustancial de la
productividad. Este aumento de los
robots viola el acuerdo que los capitalistas realizaron con los
consumidores estadounidenses después de la gran depresión y es que ellos
proporcionarían a la gente puestos de trabajo bien remunerados y los
trabajadores a su vez comprarían los productos que las fábricas producían, en
un ciclo de consumo. Si las mercancías se pueden producir sin muchos
trabajadores y si los trabajadores terminan sufriendo desempleo a lo largo (
como ocurre en Detroit) entones ,¿quién va a comprar los bienes de consumo?. El
capitalismo puede sobrevivir en Detroit, pero ¿ qué pasa si esta situación se
generaliza?.
La actual ciudad de Detroit, otrora deslumbrante urbe de cerca de dos millones de habitantes. Lo mató la racismo violento, el proceso de deslocalización empresarial interna y externa (hacia el sudoeste asiático) y fundamentalmente la robotización de la producción,creando un desempleo masivo y descomposición de la ciudad. Hoy es simplemente una urbe en quiebra total.
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Me parece
que tenemos que abandonar el capitalismo según avance la producción y se desprenda del trabajo humano. Creo que
todo trabajo de los robots debe ser nacionalizado y situado en el sector
público, y todos los ciudadanos deben recibir una remuneración básica del
mismo. Entonces sí los robots hacen un automóvil, los beneficios no sólo irán a
una corporación que es propietaria de los robots, sino a todos los ciudadanos.
¿No será práctico de todos modos que los robots trabajasen para los
desempleados o personas sin recursos?. Tal vez necesitamos una versión del
siglo XXI de “que cada cual según sus capacidades, a todos según sus
necesidades”.
Una producción
mecanizada y computarizada de propiedad común también ayudaría a resolver el
problema del aumento de la desigualdad de ingresos en los Estados Unidos, El 1%
está llevándose a casa el 20% de la renta nacional cada mes, en comparación al
10% de hace unas décadas. A ese 1% le fue especialmente bien en el sureste de
Michigan, con sus derivados y mercados hipotecarios no regulados. La crisis el
2008 afectó a la región con fuerza y ya había sido golpeada duramente. El área
de Detroit es un ejemplo típico de las consecuencias de tener a la vez una
extrema riqueza (Bloomfiel Hills, Grosse Pointe) y una pobreza extrema (la
mayoría de Detroit) que coexisten en el área urbana metropolitana. No funciona.
Los ricos no tienen lugar para moverse en la ciudad y la ciudad no tiene la
capacidad de sacar impuestos o beneficios de los ricos locales en los
suburbios. Estos problemas de hecho se ven agravados por la segregación racial,
de manera que los afro-americanos tiene más probabilidades de estar
desempleados que los blancos, de vivir en el deterioro urbano y no en
agradables suburbios.
La crisis
del capitalismo se está retrasando en parte por el crecimiento de Asia y el
surgimiento de nuevos mercados de consumo en lugares con poblaciones en rápido
crecimiento. Las empresas estadounidenses se han trasladado a estos lugares con
un número creciente de personas y de mano de obra barata, dejando a las
comunidades trabajadoras como Detroit abandonadas. La empresas estadounidenses
fabrican mercancías en Vietnam para vender a la clase media china e india. Sin
embargo, la población mundial se estabilizará en el 2050 y probablemente se
reducirá a partir de entonces. En ese momento el consumismo habrá llegado
a su límite, y habrá un menor número de
consumidores cada año a partir de entonces. (Además de que el modelo clásico de
consumismo de los años 40 y 50 es ambientalmente sostenible).
Con el
trabajo del robot, el viento y la energía solar barata y una población global
en disminución, los seres humanos post-2050 podrían disfrutar universalmente de
altos niveles de vida. Podrían utilizar sus energías en la creación de software,
la biotecnología y la creatividad artística que son sostenibles. El estipendio
creado por el robot de trabajo sería una renta básica para todos, pero todos
ellos serían libres para generar ingresos adicionales a partir de la iniciativa
empresarial y la creatividad. Y que todo el mundo tenga un nivel de renta
básica aseguraría de que hubiese compradores para los productos o servicios
adicionales. El futuro dependerá de algo así como el consumismo robotizado y el abandono del racismo, de modo que todos
los miembros de la comuna sean iguales e integrados en nuevos espacios urbanos
sostenibles.
La
insistencia de una economía política del
siglo XIX, como es el capitalismo de barracudas, frente al aumento del
trabajo inteligente mecanizado y el declive de la industria basada en trabajo
humano, producen los Detroit de hoy. La segregación racial y los prejuicios
producen los Detroit. Un gobierno menguante y hambriento, recortando los
servicios mientras se obliga a los trabajadores a producir por salarios cada
vez más reducidos (o incluso forzándolos a salir del mercado del trabajo)
produce los Detroit. En esencia, Detroit es la consecuencia natural de los
principios fundamentales del Partido Republicano, un partido dominado por el “tea-party”. No funciona, y no es el
futuro.
El futuro no
es Detroit ni la mayoría republicana en la Legislatura estatal Lansing. Es otra
cosa. El lento y doloroso declive de Michigan está tratando de decirnos algo, y
es a saber que los robots, la raza y las formas insostenibles de la globalización
implican la
muerte de las ciudades bajo el dominio de los barones ladrones. Que necesitamos
nuevas reglas.
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Juan Ricardo Cole es Profesor de la Cátedra Richard P.
Mitchell de Historia en la Universidad de Michigan.
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