lunes, 13 de abril de 2015

LA SOCIEDAD CIVIL CUBANA. (La Sociedad Civil latinoamericana).

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La sociedad Civil, Real en América Latina, hoy a excepción de la Sociedad Civil Cubana, es un “mundo en ebullición”, emergente, popular, plural, participativo, autónomo y democrático. Es el nuevo Poder Local Popular, que (in)surge en las calles y Plazas Públicas, en la toma de tierras, puentes, carreteras o en las mesetas alto-andinas o en los territorios de los pueblos originarios. Tiene nuevos Actores sociales – Nuevos Sujetos Sociales Históricos – no es el obrero de la fábrica, el empleado de la corporación, el proletario de la gran industria – NO. Es el estudiante, la juventud que recorre hoy todo el territorio geográfico-regional-sur en lucha diaria y permanente por una Nueva Educación gratuita y de calidad, es la juventud que se moviliza en calles y plazas públicas – los nuevos indignados – en defensa de los Derechos Humanos y lucha frontal contra la corrupción, en especial en la política. Es el migrante, el desempleado, el informal, la madre ama de casa, las madres migrantes, trabajadoras y ubicadas en los sectores populares y “cinturones de miseria urbana”, es el Maestro de Aula – postergado profesionalmente, son los pequeños y micro-empresarios, así como también están las “Nuevas Clases Medias” emergentes que luchan por conseguir mejores condiciones de vida y trabajo; pero también son los campesinos de las comunidades históricas, como  las minorías nacionales de los pueblos originarios, que se organizan , luchan se movilizan y desarrollan “Nuevas formas de hacer política”,


La Cumbre de los Pueblos. Panamá abril del 2015.- Una manifestación real y concreta de la Sociedad Civil en América Latina, su participación en los procesos políticos democráticos, los movimientos sociales y la lucha por la Integración de Nuestra América. La Patria Grande.
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La Sociedad Civil, Real, es en concreto el escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases. Contextos múltiples, turbulentos, (Mundo Multipolar) donde hoy se forjan los Nuevo Líderes Comunitarios, la Nueva Ciudadanía Intercultural así como el empoderamiento de las formas históricas de comunicación intercultural, por lo general en un conjunto de contextos originarios, históricos de la Democracia Asociacionista (redes sociales, locales de parentesco, migración, cultura, identidad cultural colectiva, fiestas populares, y religiosas, formas de trabajo comunitario, barrios tradicionales como formas de organización familiar, etc.). Una mirada dialéctica hacia el escenario latinoamericano – Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Nicaragua  - la sociedad civil hoy está inmersa, concatenada con los Movimientos Sociales (anti-globalización) pero con mayor presencia y lucha, como parte integrante de los nuevos procesos políticos de izquierda progresista y democrática. Es el verdadero Poder Popular Local. En otros contextos encontramos a la Sociedad Civil en países como Argentina, Chile, Brasil. – hoy es una verdadera lucha de clases – La derecha golpista y pro-militarista – se juega sus tiempos suplementarios y los sectores democráticos y populares también están presentes en la lucha. Sin embargo, la corrupción que nos trajo el neoliberalismo – está en su esencia, en su estructura – hoy ha sido contagiada a muchos de los movimientos políticos democráticos. Cuidado nos están disputando la calle, la plaza pública. (Solo ver ayer domingo 12 de abril, el escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases, y las clases dominantes como piden la renuncia de Dilma).


Panamá. Abril del 2015. Cumbre de la Juventud Latinoamericana. Otra manifestación democrática, libre, autónoma, progresista de la Sociedad Civil y las grandes tareas y responsabilidades sociales y políticas que asumió la juventud, en los procesos políticos por una “nueva” Democracia Ciudadana, Participativa; la lucha por la Integración latinoamericana y la defensa de la Soberanía Nacional y la Dignidad de los Pueblos de Nuestra América.

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En cambio en países como Perú, Colombia, México, Costa Rica, Paraguay, etc, la situación política es absolutamente diferente: El escenario principal central de lucha de la Nueva Sociedad Civil, está en los Movimientos Sociales, en los llamados Conflictos Sociales- Volcanes sociales en erupción y otros cientos a punto de erupción, organización, movilización y lucha de los Nuevos Sujetos Sociales Históricos, en protección y defensa de sus Patrimonios Territoriales.  Las clases dominantes en el Poder, ejerciendo una verdadera dictadura de clases – aplicando a extremos intolerables las políticas del neoliberalismo – pero la lucha política está encaminada desde la Sociedad Civil – local, emergente, popular, democrática – El Poder Local Popular – está dirigida en primer lugar contra el Poder. El Poder de las clases dominantes que concentra y sistematiza todo el Poder Político, hoy manchado y cubierto de formas distintas de corrupción – la economía  criminal – lo está destrozando, derruyendo con sus propias “armas” y sus propias herramientas del poder dominante (las democracias fallidas, los estados inviables y los narco-estados). La Sociedad Civil – hoy como en la Europa de la –zona-euro – está en las calles, en la Plaza Pública – El Ágora Griega – después de 25 siglos está retornando entre nosotros, los Ciudadanos Políticos somos los protagonistas centrales y democráticos, nuestras “trincheras” de lucha democrática como los años 50 al 70 del siglo XX, hoy están en las Calles y la Plaza Pública. Nuestra Sociedad Civil Real, emergente, popular, plural, autónoma, participativa y democrática, constituye y representa – es copia ni calco, es creación heroica de nuestros pueblos- es  la fortaleza democrática, principal en la forja y construcción de Nuestra América, la Patria Grande.

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“La sociedad civil cubana es el resultado de una revolución autóctona que la potenció y desarrolló con la participación del pueblo”

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LA SOCIEDAD CIVIL CUBANA.
"La Sociedad Latinoamericana".

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Autor.- Lissette Pérez Hernández.

Granma Internacional 2 de abril de 2015

Aunque el propósito de este breve análisis es abordar la sociedad cubana, partir de responder algunas preguntas básicas puede facilitar la comprensión y ayudar a organizar las ideas, de manera que las respuestas a las siguientes interrogantes: ¿cómo definir la sociedad civil? ¿cómo asumir su esencia?, ¿cómo se conforma la sociedad civil en Cuba? y ¿de qué forma la sociedad civil se articula con los mecanismos democráticos?, se erijan como guías para el entendimiento.

La sociedad civil es un término con una gran historia en el pensamiento político, filosófico y jurídico, cuyo significado ha discurrido por dos vertientes principales: es entendida como referente de la comunidad política, el estado o el sistema político; o desde otro punto de vista, como estadio social superior, que se distancia de sociedades salvajes anteriores.

En el primer caso la sociedad es definida por exclusión y por antagonismo con respecto al Estado y la política, conceptua­lizada como civil en franca dicotomía con el aspecto estructural del sistema político de la sociedad; en otros términos más simples, puede considerarse civil desde este primer punto de vista, todo aquello que se aleje o distancie del contenido polí­tico que de forma organizativa conforma al Estado, concepto que cuenta con marcada raigambre liberal, de forma pragmática extendido y aplicado en distintas sociedades, con los fundamentos ideológicos más diversos.

Desde una concepción más progresista, entendemos que la sociedad civil puede distinguirse del Estado, pero no necesariamente contraponerse; al contrario, pueden complementarse ambos, si el Estado y el sistema político en su conjunto, se convierten en reflejo práctico de la sociedad civil a la que representan y sobre la cual se erigen, a través de las políticas públicas, las normas jurídicas y las decisiones políticas. Son fenómenos concatenados, en tanto, la sociedad civil es la sociedad que ha dejado de ser primitiva y se organiza como sociedad política, con un Estado que la ordena y la regula.

En el segundo caso la sociedad puede considerarse civil en su dinámica social, en tanto los individuos que la conforman se articulan y organizan de tal forma, que el ser humano eleva su condición como ser social superior y gana en civilidad en la misma medida en que, de forma activa, se involucra y se em­podera en la sociedad.

Precisamente, teniendo como fundamento el caudal cien­tífico existente sobre el tema y en particular esta última acepción del término, quisiéramos centrar la atención de este bre­ve análisis en el aspecto que consideramos, distingue su esencia. Desde nuestro punto de vista, la sociedad se supera, trans­forma y desarrolla en correspondencia con los grados de civi­lidad que puede mostrar como marco potencial de la activi­dad ciudadana, que solo puede manifestarse en sociedad. Es decir, lo que otorga contenido esencial a la sociedad civil es el gra­­do de participación ciudadana, que a nuestro juicio crece en correspondencia con el espíritu solidario, que permite complementar los intereses individuales con los colectivos.

De conformidad con lo dicho anteriormente la sociedad se civiliza cuando los individuos concientizan su carácter social y son capaces de encauzar sus intereses individuales a través de los canales que la sociedad democrática les proporciona, no solo vinculada a la política electoral, a las formas de llegar a ocupar los cargos de elección popular, sino también en el control y en la gestión pública en general. Se puede participar haciendo seguimiento y control de la labor que desempeñan las autoridades públicas, incluso controlando a los contralores. De manera que está estrechamente vinculada con la toma de decisiones, generando cre­cimiento de responsabilidad, derecho de los implicados, nuevas facultades y capacidades de los individuos, en tanto constituye un proceso de carácter activo y emancipador.

Dando respuesta a la tercera de las interrogantes, de forma universal, la sociedad civil moderna se expresa tanto a través de vías formales como por vías informales, que contribuyen de conjunto a su mejor realización. En el caso particular cubano, la dinámica de la sociedad civil puede analizarse metodológicamente a partir de tres planos:

Primero: se realiza a partir del conjunto de las individualidades que se expresan de forma activa como ciudadanos con derechos y obligaciones; en un caso como electores, en los cuales recae la responsabilidad primera y de base de conformar el poder político a partir de su voto, y en otro caso, como trabajadores, entes que producen bienes y servicios vitales para la sociedad, a través de lo cual constituyen la fuerza propulsora de su avance y transformación.

Segundo: en un plano colectivo, la sociedad civil se manifiesta, primero, en las familias, células fundamentales de la sociedad, que tienen la gran responsabilidad civil de educar y formar a niños y jóvenes, como entes sociales activos, y en segundo lugar se manifiesta también en los colectivos laborales, donde los individuos a través del trabajo disfrutan de derechos y contraen deberes sociales y ciudadanos. Ambos, la familia y el colectivo laboral, constituyen los espacios naturales e indispensables donde deben formarse y realizarse los valores sociales esenciales que fomentan la civilidad; el pleno ejercicio de expresar, valorar y razonar con juicio propio, sobre distintos aspectos de la vida en sociedad.

Tercero: resulta el plano de análisis más común de la sociedad civil, su expresión asociativa, a través del cual en Cuba los trabajadores, campesinos, los estudiantes, las mujeres y los distintos sectores de la sociedad se agrupan. Puede darse a partir de varias tipologías básicas: a través de organizaciones profesionales, como en el caso cubano pueden ser la organizaciones nacionales que agrupan a juristas, economistas, ingenieros y arquitectos, entre otros, o a través de las organizaciones de masas y sociales, que surgidas en el proceso histórico, representan determinados intereses y una vía de incorporar a sus miembros a la edificación y defensa de la sociedad socialista.

Las organizaciones a través de las cuales se agrupan los ciudadanos en una sociedad dada, activan y vertebran a la sociedad civil. De forma descriptiva, en relación con este último particular, en la actualidad algunas de las organizaciones que conforman la sociedad civil cubana son: la Central de Trabajado­res de Cuba, los Comité de Defensa de la Revolución, la Fe­deración de Mu­jeres Cubanas, la Federación de Estudiantes de la Ense­ñan­za Media, la Federación Estudiantil Universitaria, la Aso­ciación Na­cional de Agricultores Pequeños; de la mis­ma for­ma también se puede organizar la sociedad civil a través de aso­ciaciones eclesiásticas, científicas o técnicas, culturales y ar­tís­ticas, deportivas, de amistad y solidaridad, entre otras.

Al mismo tiempo, el aspecto más controversial de la sociedad civil en el plano teórico y también en el práctico, es su consideración como receptáculo y garante de la democracia, en tanto de ella dimana el poder y hacia ella va dirigido, motivo por el cual su conformación y los canales a través de los cuales se expresan los intereses sociales, pueden ser elementos democráticos determinantes.

En Cuba, relacionado con la posibilidad de intervención en los tres planos analizados, la participación más que un programa político y conjunto de normas destinadas a propiciarla, está concebida jurídicamente como la fuente más directa de legitimación de los representantes políticos.

Por su parte, son precisamente representantes de las organizaciones de masas y sociales los que en representación de la sociedad civil, integran las Comisiones de Candidaturas, que elaboran y presentan los proyectos de candidaturas de delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y de Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

La concepción integral del Poder Popular, encuentra en la participación ciudadana el atributo que las normas exigen para su realización, que demanda para su conformación, control y transformación de un ciudadano activo.

Por esta razón, de forma individual y colectiva los ciudadanos deben ser expresión de la soberanía popular consagrada constitucionalmente, a través de las vías y mecanismos que re­gulados jurídicamente propicien la realización del mandato imperativo, en especial en el nivel territorial de base, de la ma­no con instituciones coherentes con ese postulado: la elección de los representantes, la rendición de cuenta obligatoria de los elegidos y funcionarios, y el control popular que puede llegar hasta la revocación de mandato de aquellos que no cumplan con las expectativas que motivaron su elección. En ese sentido solo mirada a través del prisma del carácter activo de sus ciudadanos partícipes, cobra sentido y se fortalece la sociedad civil cubana.

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* Profesora de Teoría General del Estado y Derecho Cons­ti­tu­cional  de la Facultad de Derecho de la  Universidad de La Habana.


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