CRECIMIENTO. (PERÚ. POLÉMICA NACIONAL). EDUARDO
DARGENT.- La
República, sábado 18 de abril del 2015.- Eduardo
de acuerdo en tu mirada global sobre el sistema mundo y el peso determinante
que tiene en nuestras economías los precios de los Commodities en relación
directa con el carácter de nuestro sistema “productivo”. Subscribo tu visión
global en cuanto a la responsabilidad que gira en torno a la caída del
crecimiento –paralización de la economía – responsabilidad que gira, como
absoluta dependencia, los precios de los recursos naturales – petróleo, minería, gas, pesca,
agro-exportación, etc – sobre todo en mercados donde, años anteriores los
precios “eran deslumbrantes”, situación que generó internamente en varios
países latinoamericanos que se consolidará el proceso tradicional extractivo
exportador de materias primas (China, India – parte de las economías
BRICS nuestros compradores, se encuentran en una etapa de “reestructuración
interna” con relación a los miles de movimientos sociales ambientales y
culturales, (campesinos, minorías culturales, laborales, autonomías, etc.), reclaman dentro del proceso de ser
emergentes, alternativas y solución a
sus múltiples, complejos y turbulentos problemas internos.
Pero también hay una responsabilidad interna del
gobierno de turno (y los gobiernos anteriores (Toledo y García), y los grupos económicos y élites
político-financieras – beneficiadas absolutas del crecimiento macro-económico
por una década – de centrar y enclaustrar el crecimiento económico – sabiendo
ellos de que en la otra orilla, había una terrible y desastrosa pendiente, que
señalaba que el camino del crecimiento era de riesgo muy grave y peligroso. Han desechado por su voracidad
fundamentalista y su codicia diaria, cruel y extrema, caminos muy
interesantes que se les presentó en las coyunturas internas y externas, para
entrar en los contextos productivos de
un escenario regional-nacional altamente positivo de impulsar las economías
locales y regionales, empoderar
productivamente empresas altamente competitivas en la economía global – como Petro-Perú –
o incluso su actual alternativa el “Año de la Diversificación Productiva….”,
pero se resistieron de ingresar al mundo del desarrollo económico-social,
impulsando áreas productivas altamente competitivas – agricultura, ganadería, Turismo, Agro-exportación, Gastronomía,
Transporte, pesca, Café, Cacao, etc.- Pero No, prefieren lo fácil rentable
inmediato y tradicional, para seguir teniendo la mano de obra del “cholo
barato”, hoy ser parte del capitalismo del desastre global, y los “nuevos esclavos asalariados del siglo
XXI”. Acaso esa no era su estrategia con la terrible, injusta, inhumana y
explotadora Ley
Pulpín.
Dr. Pablo Raúl Fernández
Llerena. Considera que aspectos
externos e internos son los grandes responsables de la parálisis de la economía
peruana. Es decir, el crecimiento económico de la última década hoy se
encuentra en una encrucijada: la caída por una pendiente difícil de controlar o
la de ingresar a un nuevo proceso productivo: la diversificación productiva. El desarrollo económico-social
***
Si verdaderamente deseamos que los volcanes sociales y políticos
actuales, en el Perú y América Latina del siglo XXI, no explosiones en cadena – unos en ebullición y otros ya en explosión –
es decir los cientos de “conflictos sociales” no estallen, por su naturaleza,
tenemos – ambientales, culturales, laborales, límites geográfico-territoriales,
debemos asumir tres grandes tareas como
Políticas de Estado:
1.- Revisemos en profundidad si verdaderamente en
América Latina, como países tenemos Políticas de Estado en relación a la gran inversión
del capital corporativo global, es decir: su relación política actual con el
Nuevo Consenso como la Gran Inversión: el
Consenso de los Commoditties. En Nuestra América, somos tres de los 7
países mega-diversos del mundo, hoy en la coyuntura continuada (“W”), de la gran crisis
del capitalismo global, (Poli-crisis) representamos para el “nuevo proceso de
acumulación mundial del capitalismo de la desposesión de los recursos naturales, biodiversidad y
conocimientos ancestrales – las “minas del Rey Salomón” como parte de su
fácil y comible jamón a su disposición y sin protección política alguna.
2.- Desterremos como compromiso nacional la corrupción, impulsemos la
legitimidad Institucional, recuperemos la Confianza Social
de nuestro pueblo., de la Ciudadanía, superemos desde lo local la crisis
estructural de la política, entremos al mundo de la diversificación productiva
– somos uno de los 7 países del mundo mega-diversos
-, parte del “Tesoro de la Reina”, un
país milenario de riquezas imperiales aún no descubiertas, escogido y
“bendecido” por la gran inversión corporativa, pero a su vez potenciemos
internamente el Ordenamiento Territorial
y la Ley de la Licencia Social, pero como Políticas de Estado como procesos
sociales y políticos nacionales de fortalecer nuestra Ciudadanía, recuperar la
confianza en la Política y fortalecer el
camino hacia una Nueva Democracia..
3.- Proceso nacional, participativo, Ciudadano,
solidario, descentralizado, intercultural, que impulse desde los
contextos locales-regionales la Nueva Democracia – salir de los terribles y
crueles espacios fallidos, procedimentales, mediáticos impositivos – valorando
las grandes potencialidades de nuestros pueblos – somos una sociedad de las
habilidades – sinergias personales y colectivas, redes sociales tradicionales,
asociacionismo histórico, tradicional, fundamenta desde sus raíces una Democracia Participativa, Ciudadana, Cívica
y Republicana. Ingresar al “inmenso, complejo, turbulento mundo” de
cambiar, reformar e innovar procesos de
transformación política de nuestra Democracia es ubicarnos como Ciudadanos Políticos en las
responsabilidades sociales y compromisos políticos del Nuevo Milenio.
Nuestro proceso social y
político, de forja y construcción de una
Nueva Democracia – no es copia, ni calco, es creación
heroica de nuestro pueblo – un Perú Nuevo en un
Mundo Nuevo.
/////
Salimos o no del modelo tradicional extractivo exportador de materias primas - el sólo crecimiento macro económico, "bueno" por una década para una élite financiero-comercial-exportadora, hoy en fuertes problemas ante la baja de los precios de los commodities en el mercado mundial. O entramos al desarrollo económico social, sobre la base de la diversificación productiva........)
***
PERÚ. CRECIMIENTO.
*****
La República sábado 18 de abril del 2015.
Eduardo Dargent.
Dr. en Ciencia Política.
Sorprende la facilidad con
la que en el debate actual sobre la caída del crecimiento económico se minimiza
la importancia de los factores externos. Con ello, se pretende cargar la culpa
del actual gobierno en el resultado. No pretendo defender a este gobierno, que
deberá debatir con sus críticos si sus medidas fueron adecuadas. Tampoco entrar
a la discusión de las recetas de mediano o largo plazo para enfrentar la
vulnerabilidad externa. Mi objetivo en este artículo es más simple: señalar que
minimizar el contexto externo es jugar con fuego e impide hacer docencia
política para lo que pueden ser años complicados.
Minimizar lo externo es
objetivamente falso. Son claras las tendencias históricas de crecimiento de la
región y su vínculo con los precios de las materias primas. Crecemos y caemos
al ritmo de los commodities aun con distintos regímenes políticos o modelos
económicos. Incluso cuando usted escuche que algunos países crecieron más en
estos años pregúntese por las diferencias de precios de sus productos y su
relación con el mercado internacional.
La historia de la región,
tan marcada por estampitas de héroes y villanos, puede ser leída en clave de
recursos. Autoritarismos derrotados por valientes republicanos en realidad
cayeron cuando los gobiernos perdieron recursos para comprar legitimidad.
Demócratas progresistas
que quiebran el país por su incapacidad de gestión son, en realidad,
gobernantes en malos años económicos. No es casual que muchos países de la
región tengan en presidentes de fines del siglo XIX a sus grandes gobernantes,
años en que los recursos abundaron. Y que los malos gobernantes sean muchos de
los ochenta. Una mirada externa ayuda a ponderar las evaluaciones.
Lo que uno observa en la
discusión actual es la idea de que si algo está fallando es lo interno. Un
gobierno contrario a este nuevo Perú emprendedor anda estropeando nuestro
crecimiento. Algo positivo hay en esta narrativa. Demanda responsabilidad en el
gobierno por el manejo económico. Refuerza la idea de que los gobiernos también
pueden hacer desastres económicos, incluso en tiempos de riqueza. Los años
ochenta peruanos fueron la combinación de dos males terribles: mal entorno
internacional y gobiernos con mala política económica. Nos fue peor que al
resto.
Pero hay también un elemento
negativo y creo que quienes esgrimen estos argumentos voluntaristas no lo
consideran. Si levantamos las expectativas con la idea de que solo de nosotros
depende el crecimiento, estamos preparando un cocktail de insatisfacción que
reventará cuando la economía se desacelere en buena cuenta por razones
externas. Insatisfacción que seguramente no solo alcanzará a los políticos,
dicho sea de paso, sino a quienes se acusará de beneficiarse en años pasados de
crecimiento y no hacer nada para sostenerlo.
Más bien, la discusión
sobre el crecimiento en años externos negativos debería servir para la docencia
política, no solo para mostrar nuestra vulnerabilidad y pensar la mejor forma
de enfrentarla con políticas de Estado, sino para bajar las expectativas de lo
que se puede lograr. En esos terribles años ochenta, por ejemplo, Colombia
apenas creció, pero se le consideró un caso de éxito en medio de la crisis. Más
interesante, el país logró construir una memoria de buena gestión que se
mantiene hasta el día de hoy.
Bienvenido entonces el
debate sobre las medidas de corto y largo plazo adecuadas o inadecuadas para
enfrentar la caída de los commodities. Pero cuidado con hacer creer que todo es
cuestión de voluntad. Si esta idea pega, les puede reventar en la cara a quienes
gobiernen los próximos años.
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