OPOSICIÓN CENSURA A PRIMER MINISTRA. ¿QUIÉN
DEBIÓ SER CENSURADO?.- El Presidente Humala es el gran responsable de este
desastre político, Primero envió a
un “matadero político” a una de sus mejores y últimos cuadros políticos, para
ser censurada a pedido de quién por favor: de
fujimoristas y apristas (seguido por todo una “tropa” de oportunistas,
acusados la mayoría de corrupción en sus diferentes manifestaciones). Segundo, si señor Humala, usted es el gran responsable político de este
desastre nacional, porque si usted hubiera cumplido solo una de las Políticas Centrales de la Gran Transformación, cual
es salir del dominio, dependencia y chantaje de los poderes facticos locales –
léase CONFIEP y Medios Concentrados,
Mineros, Constructores -. Usted lo
primero que hizo fue ratificar a los mismos de siempre – los responsables
de la debacle nacional e histórica en el
Banco Central de Reserva y jubiloso le entregó a sus “enemigos” políticos
el Ministerio de Economía y Finanzas.
Tercero en Cajamarca y aquí en Arequipa (sólo como ejemplo) – recuerde en la
Av. La Marina – en su discurso de campaña ofreció, seguridad política, defensa
del AGUA, la licencia social como mecanismo democrático de defensa de los
pueblos del Perú por su Patrimonio Territorial. No. todo eso se fue al tacho de la basura y como tenía mayoría en
el Congreso, lo peor de lo peor que significa una traición al pueblo peruano cambio el Agua por
el Oro.
Cuarto,
usted con sus políticas mediatizadas y siempre con
grandes concesiones a los intereses de los poderes facticos, es el gran
responsable de que “fujimoristas”,
hoy aparezcan como “santos” políticos, verdaderos “angelitos de la política”.
Usted con sus políticas a favor de sus enemigos políticos de ayer – o no se
acuerda la posición de las corporaciones mineras, medios de comunicación,
constructores, pesqueros – la feroz y terrible campaña que le hicieron en
especial en la segunda vuelta. Estas escorias y buitres que destruyeron el país
y se llevaron en maletas la riqueza del
Perú, hoy todos en conjunto – elites político-financiero-empresariales –
nos presentan una
imagen de verdaderos angelitos y líderes políticos. Quinto, usted y su círculo político
familiar, prefirió sacrificar a sus mejores cuadros políticos (las renuncias
eran progresivas y no hizo absolutamente, y reflexionar un momento, como se
destruía su partido y como los 5 millones de ciudadanos que votamos por usted,
se perdían en el escenario del desconcierto ante la traición en la política,
una vez más en la historia) y no implementó una política nacional contra la corrupción y el mejor resultado es hoy
que fujimoristas, apristas, solidarios,
y demás oportunistas se lleven el “triunfo”
y a usted y su círculo lo hagan morder el sello de la derrota. Si hubieran
procesado los resultados de la Mega-Comisión
hoy muchos de los farsantes y falsos “líderes” políticos – ladrones, coimeros,
corruptos, farsantes – debieron estar en la cárcel. Puede ser fundamento central la situación del "espionaje interno" de la DINI, "políticos" y politiqueros no se hagan los inocentes, espionaje, seguimiento siempre ha habido en todos los gobiernos. En el presente gobierno que se hayan excedido, ahí viene el problema a investigarse, pero ahora se va la Sra Jara y todo queda nuevamente en el limbo y no sabremos quien realmente autorizo este abuso de poder. Felices apristas y fujimoristas los "campeones del espionaje y seguimiento interno. Reflexionemos un momento todo lo que hizo Fujimori y su fiel servidor y socio Montesinos, eso si es para la historia de la descomposición moral, corrupción y un poco más - si no los botamos del gobierno el año 2,000 - se llevan al país en las maletas. Y ahora todos bien gracias, capítulo político e histórico cerrado, pero cerrado por la anti-política. Pero no por los
Ciudadanos, decentes, políticos y democráticos de nuestro país.
El
Congreso votó la censura de la primera ministra Ana Jara; no sucedía una
destitución así desde 1963. La historia se repite hoy como comedia y farsa – 52
años después- Dr. Trelles fue censurado por la alianza de apristas y odriístas,
en el primer gobierno del Arq. Belaúnde y hoy apristas, fujimoristas,
solidarios, pepecistas y “cientos” de independientes y tránsfugas (Pero también
unos cuantos políticos decentes), censuran a la Sra Ana Jara, presidenta del
Consejo de Ministros. Pagó los grandes errores políticos del Presidente Humala
y su entrega política a la extrema derecha: élites político-financieras.
***
Obviamente,
Señor Humala, realmente me faltarían hojas y tiempo para enumerar el conjunto de graves errores políticos
(todavía veo como errores) cometidos en estos 4 años de gobierno. Sabe cuál es
lo peor, haber perdido, dilapidado su poderoso capital político (más de 5 millones
de ciudadanos CONFIAMOS en usted).
Señor cuando se pierde la confianza –
se pierde absolutamente todo: política,
partido político, representación, credibilidad, legitimidad institucional –
Perder la confianza personal, social
e institucional – el mal social y político de mayor importancia en el siglo XXI
– es dramático y destructivo, es realmente devastador de credibilidad y
derechos sociales y políticos. Recuperar
La Confianza, es el gran desafió político de nuestro tiempo, y eso es
patrimonio político de la Ciudadanía. Sacrificó políticamente a la Sra Jara, ahora debe recurrir a
otro personaje – de fuera de su círculo político-familiar – con seguridad será
alguien quien le impongan sus enemigos
políticos de ayer y sus aliados de hoy (aliados por sus intereses su
codicia y ser verdaderos buitres y vampiros del capital corporativo global).
Realmente
es un desastre político nacional, sacrificar sus
programas sociales – sin lugar a dudas
lo “mejor” de su gobierno – y hoy entregar, conceder toda la iniciativa y
responsabilidad política a los verdaderos enemigos del Perú a los que siempre
han usufructuado de la riqueza nacional. Señor
Presidente, reflexione un momento, llame a sus “verdaderos amigos y
militantes” que aún le quedan en el escenario político, revise su portafolio
político cómo y que ofreció al Pueblo Peruano – escuche a su Señor Padre un momento – son
buenos y únicos consejeros – retome el camino de la Política – fuera la anti-política,
la corrupción y los oportunistas y vividores de siempre – y de paso a un Gabinete de Concertación Nacional (
pero no con sus enemigos y vampiros políticos) con gente honesta,
representativa, que asuman compromiso nacional de país y sabe donde están, Señor en el
Perú Profundo. Y dirija y oriente todas las políticas de Estado (debe tener unas cuantas) hacia el Bicentenario
Nacional. Reflexione sobre el Perú hacia el Bicentenario Nacional y
deje en el camino a la cantidad – piense
que son unos cuantos buitres, vampiros, oportunistas, farsantes, corruptos y
sinvergüenzas – ellos están acabados en la política. Escuche la Voz de los Pueblos
del Perú Profundo, cuyo compromiso social y responsabilidad política es forjar y
construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo. Ahí está el mejor homenaje al
Bicentenario Nacional.
/////
Presidente Humala, usted es el gran responsable político
de este desastre nacional. Reflexione un momento sobre el conjunto de graves
errores políticos que sigue cometiendo para “felicidad” de la derecha y la
extrema derecha, las élites político-financieras locales.
***
PERÚ: CAEN LA PRIMERA MINISTRA Y EL
GABINETE.
Duro golpe para el gobierno peruano de
Ollanta Humala, por un escándalo de espionaje.
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La oposición peruana votó la destitución de Ana
Jara a causa de las denuncias de que los servicios de Inteligencia espiaban a
políticos, periodistas, dirigentes sociales, activistas de derechos humanos y
empresarios.
Carlos Noriega.
Página/12 En Perú
Desde Lima miércoles 1 de abril del 2015.
El gobierno del
presidente Ollanta Humala pasa por su hora más difícil. El lunes, al borde de
la medianoche, sufrió una dura derrota en el Congreso: la oposición
parlamentaria logró los votos necesarios para censurar a la primera ministra,
Ana Jara, con lo cual cae todo el gabinete ministerial. La censura a la primera
ministra fue aprobada con 72 votos en el Congreso unicameral de 130 bancas. La
oposición, dividida y dispersa en intereses opuestos, esta vez coincidió para
destituir a la presidenta del Consejo de Ministros a causa de las denuncias de
que los servicios de Inteligencia espiaban a políticos, incluidos miembros del
propio gobierno, periodistas, dirigentes sociales, activistas de derechos
humanos, empresarios. Eran miles las personas espiadas.
Humala tiene 72 horas
para nombrar un nuevo gabinete ministerial, que deberá recibir el visto bueno
de un Congreso en el cual el oficialismo, que ha sufrido varias deserciones en
su bancada, ha perdido la mayoría. Si el nuevo primer ministro no recibe la luz
verde del Congreso, el presidente Humala queda constitucionalmente habilitado
para cerrar el Parlamento –la censura de dos gabinetes le da esa facultad– y
llamar a nuevas elecciones parlamentarias para cubrir el año de gobierno que le
queda. Esta facultad constitucional nunca ha sido usada. Es la primera vez en
más de 50 años que un primer ministro es censurado por el Congreso; la última
ocasión que ello ocurrió se remonta a 1963. (Durante el primer Gobierno del
Presidente Belaunde, el Congreso – la Cámara de Diputados) alianza de Apristas
y Odriístas (Que tal matrimonio), censuró al Gabinete presidido por el Dr. Óscar
Trelles, en relación a sucesos de violencia política, cuyo epicentro fue el
departamento del Cuzco).
La caída del gabinete
ministerial ha abierto la peor crisis política en los cuatro años del régimen
humalista. El presidente Humala denunció un intento desestabilizador detrás de
la censura a su gabinete. Su esposa, Nadine Heredia, primera dama de alto
protagonismo político y presidenta del oficialista Partido Nacionalista, habló
de “chantaje político” de la oposición y de “aprovechamiento electoral” con la
mira puesta en las elecciones generales de 2016. Después de su censura, Ana
Jara se refugió en su cuenta de Twitter para responder y disparar contra el
Parlamento: “Es un honor haber sido censurada por este Congreso”, escribió la
ex primera ministra, quien también es congresista. El Nobel de Literatura Mario
Vargas Llosa salió en apoyo de la destituida primera ministra. En una carta
pública le dijo que la censura del Congreso era “un homenaje” y la felicitó por
ello.
El escándalo de los
servicios de Inteligencia estalló cuando se supo que la Dirección Nacional de
Inteligencia (DINI) había recopilado información sobre los bienes de miles de
personas. Los investigados no eran solamente opositores, también lo fueron
miembros del gobierno, entre ellos la propia Ana Jara, de cuya oficina depende
la DINI, censurada por este caso. En esos archivos de la DINI se juntaban miles
de expedientes. También se han denunciado espionaje telefónico y seguimiento a
una serie de personalidades, entre ellas la vicepresidenta de la República,
Marisol Espinoza, distanciada del presidente Humala, así como a dirigentes
opositores. Jara aseguró ante el Congreso que desconocía las cuestionadas
prácticas de la DINI y ofreció una investigación y la reestructuración de los
servicios de Inteligencia, pero eso no fue suficiente para salvarla de la
censura.
Esta práctica de
espionaje político, muy activa en el gobierno de Fujimori (1990-2000), comenzó
nuevamente durante el régimen de Alan García (2006-2011) y el de Humala la
continuó. Pero que durante el gobierno del Partido Aprista de García se haya
organizado y practicado este espionaje masivo desde la DINI –el actual
presidente Humala fue ampliamente espiado en ese gobierno– no impidió que los
dirigentes apristas se pongan en primera fila para denunciar el espionaje y
acusar a Humala, escandalizándose públicamente por esa práctica a la que ellos
también recurrieron.
Pero ésa no fue la única
ironía histórica durante el debate parlamentario que culminó en la censura de
Ana Jara. Como si una amnesia colectiva hubiera hecho olvidar la dictadura
fujimorista y el uso que hizo de los servicios de Inteligencia para espiar,
amenazar, chantajear e incluso asesinar a opositores, los parlamentarios de la
bancada fujimorista, la principal del Congreso con 35 miembros, criticaron con
aparente indignación el uso de los servicios de Inteligencia para espiar
opositores y sin ruborizarse pretendieron dar lecciones de democracia.
Fujimoristas
y apristas, olvidando, y tratando de hacer olvidar, sus propias culpas en el
espionaje político, impulsaron de la mano esta censura –a la que se sumaron
agrupaciones menores, algunas de ellas legítimamente indignadas por el
escandaloso espionaje descubierto– y han usado el escándalo del espionaje y la
censura del gabinete para buscar fortalecerse, y también para distraer a la
opinión pública de las acusaciones de corrupción contra sus líderes, Keiko
Fujimori y Alan García, que el Congreso investiga. El gobierno, que ha
evidenciado, una vez más, su poca habilidad política y su carencia de cuadros para defenderse, queda
aún más debilitado y aislado de lo que ya estaba.
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