CHILE REFORMA O CAMBIO
ESTRUCTURAL EN LA EDUCACIÓN.- El problema
estructural con respecto a la Educación en Chile, y el conjunto de secuelas que
ha originado en cerca de medio siglo (dictadura y gobiernos democráticos) es no
solo la “supervivencia” por más de 25 años (1990 terminó la dictadura más
sangrienta y corrupta), han transcurrido cinco Gobierno Democráticos, y la “gran
traba institucional” continua siendo la Constitución heredada de la dictadura y
además como en tiempos de la Democracia sectores de la derecha han ampliado y
profundizado sus inversiones mercantilistas en el sector Educación dándoles
extraordinarios beneficios. Tal como denuncian Camila Vallejo – ayer extraordinaria dirigente estudiantil y Presidente a la Federación Universitaria y hoy Diputada Comunista – la propia
supervivencia de la constitución de marras ha servido de escalera o callejón “legal”,
para que muchos de los políticos en estos 25 años se conviertan en “prósperos”
empresarios y comerciantes de la Educación.
Una
de las salidas constitucionales, legales en la presente Legislatura sería una
Nueva Constitución – parece ya presentada algunos avances por la Presidenta Bachelet
y de lo cual comenta Vallejo en sentido positivo, pero aún es poco en relación
al gasto que demanda para un padre de familia la privatización actual de la
educación. Desde mediados de la década anterior, 2005 – 2006, cuando irrumpió
en el escenario nacional el movimiento estudiantil de los Pingüinos – los escolares de la secundaria en la calle y
posteriormente los estudiantes universitarios, Maestros en general y padres de
familia, el gran problema estructural de Chile sigue y continúa siendo el
sistema privatizado de la Educación. Salir de esta realidad, como expresaba la dirigente estudiantil Vallejo en
pleno conflicto universitario, tiempos primero de la presidenta Bachelet y
posteriormente en tiempos del Presidente Piñera, es y se resume en lo
siguiente: “No basta cambiar la Educación, sino hay que cambiar el sistema
político”. “Entonces es democratizar el sistema en su conjunto porque creemos
que hoy en día, por lo menos la Educación Superior, tienen que ser la antesala
de la Democracia; no queremos formar solamente profesionales y técnicos, sino
que Ciudadanos responsables, preparados para el ejercicio de la Democracia por los menos,
si queremos ser un país democrático”.
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CAMILA VALLEJO: “EN
CHILE PRIMA LA LÓGICA MERCANTILISTA”.
Entrevista a Diputada Comunista y referente del
Movimiento Estudiantil.
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La reconocida dirigente
estudiantil señala que el cambio educativo choca con la Constitución heredada
del pinochetismo. En la Carta Magna prevalece la libertad de enseñanza
entendida como libertad de empresa.
Página
/12 lunes 12 de octubre del 2015.
Camila Vallejo no se deja engañar por los indicadores. El último Informe
de Desarrollo Humano de Naciones Unidas podrá situar a Chile dentro del grupo
de estados con “desarrollo humano muy alto” en el ámbito educativo. Pero para
ella, la educación en su país sigue estando atravesada por una lógica
mercantilista que se refleja en el alto costo económico que deben afrontar los
estudiantes y sus familias. En el camarín del Centro Cultural Kirchner, minutos después de concluir su
conferencia “Política Lucha y Hegemonía” que disertó de memoria, casi sin mirar
sus apuntes, en un homenaje a Ernesto
Laclau, la reconocida dirigente estudiantil, hoy diputada comunista, habló
con Página/12, sobre los escollos que impiden una educación de calidad para las
mayorías en Chile.
“Cuando hubo voluntad de cambio no fue mayoritaria, y quizás cuando se
logró generar un poco mayor de consenso dentro del mundo político, a propósito
de las presiones de los movimientos sociales, primaron muchas veces los
acomodos al sistema y la carga ideológica que tienen encima”, señaló.
Para
Vallejo, en los últimos 15 años los gobiernos que siguieron a la dictadura
pinochetista no quisieron o no pudieron reformar el sistema educativo debido a
la influencia de la ideología neoliberal dentro de la política chilena.
“Permeó en algunos sectores de
la Concertación (coalición política que gobernó el país desde 1990 a 2010) a
través de un convencimiento ideológico, pero también a través de un acomodo a
los privilegios y beneficios que generó la mercantilización”, señaló. “Muchos
se hicieron sostenedores de escuelas, o dueños o accionistas de universidades,
por lo que forman parte del negocio, lo cual impide que se haga un cambio
radical en este sector.”
Ahora
bien, en algunos casos se generaron mesas de trabajo con académicos, políticos
e incluso estudiantes, como ocurrió tras la “revolución pingüina” (nombre con el que se denominó a la
movilización estudiantil nacional de 2006), matiza Vallejo. Pero lo que derivó
de ese trabajo, al llegar al Parlamento, fue negociado con la derecha.
“De
ahí devino una ley (en el 2009, durante el primer gobierno de Michelle
Bachelet) que no representaba lo que se había acordado. Esa fue la gran
traición al movimiento estudiantil, el cual todavía la resiente”, aclaró la
diputada, entonces presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad
de Chile.
El
Partido Comunista chileno, cuya representación Vallejo ejerce en el Congreso,
forma parte de Nueva Mayoría, la
coalición que gobierna el país.
“A lo que estamos haciendo
ahora para plantear el cambio, se interpone la cuestión de la constitución”,
explicó. “Podemos hacer muchas cosas pero estamos siempre al filo de las
inconstitucionalidades, ya que en la constitución prima la libertad de
enseñanza entendida como libertad de empresa. Y para cambiar (la Constitución),
necesitamos de un quórum mucho más alto de lo que podemos lograr con las
mayorías que tenemos en el Parlamento”, se quejó.
A
fines del mes pasado Bachelet
presentó ante el Congreso el proyecto de ley de Presupuesto para el año que viene.
de aprobarse financiaría la educación gratuita para un millón y medio de
escolares y de más de 200.000 alumnos de nivel terciario pertenecientes al 50
por ciento más vulnerable del país. Así, Educación pasaría a ser la cartera que
más fondos recibiría respecto al ejercicio anterior. Vallejo valora el proyecto, pero considera que será insuficiente,
dado que los cambios estructurales que reclama requiere una inversión mucho
mayor.
“Hay una deuda histórica tan
grande con la educación pública que para lograr la calidad que queremos hay que
invertir en muchas cosas”, se quejó.
“Necesitamos innovar en
investigación, desarrollar ciencia y tecnología, poner en vínculo mayor las
instituciones de educación superior con el territorio donde se desenvuelven.
Con lo que está comprometido estamos financiando el fin del lucro, selección y
copago, y además se darán los primeros pasos en gratuidad en la educación
superior. Pero todavía se sabe muy poco de aquellos fondos que irán a recuperar
la educación pública”, opinó Vallejo,
recibida hace dos años de Licenciada en Geografía en la Universidad de Chile.
“El discurso de tener el
Producto Bruto Interno y el crecimiento más alto de América latina ha sido
bastante falaz, porque no ha generado necesariamente mejores condiciones de
vida para la población”, sentenció. “Con los gobiernos de la transición se
institucionalizó la separación entre pueblo y estado”, puntualizó. “La
persecución a las organizaciones sindicales, al mundo de la cultura, profesores
y estudiantes generó una brutal herida que se refleja hoy en día en el temor de
nuestros padres a que los jóvenes participemos en política”, agregó.
Para
la diputada, el apoliticismo fue instaurado a través de los medios de
comunicación e incluso dentro del sistema educativo. Y para reconciliar al
pueblo y la política hay que radicalizar la democracia.
“No puede restringirse al voto
cada cuatro años, sino que el Estado debe forjar instancias más locales o
comunitarias. Pero a la vez, la sociedad
civil debe tomar dimensión de la importancia de la disputa del Estado y no
de simplemente aislarse y decir ‘Esto está tan podrido que mejor me quedo en mi casa’.”
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Informe: Gustavo Gerrtner.
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