martes, 6 de octubre de 2015

EL LOBBY MEDIÁTICO EN CONTRA DE AMÉRICA LATINA.

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Los gobiernos latinoamericanos que sigue, continúan – religiosamente –pegados como estampilla a las Políticas del Consenso de Washington – ya en su crisis final - acelerada en los últimos tiempos, con la gran crisis del capitalismo en la época de la globalización neoliberal del 2007-2008. México Colombia, Perú, por ejemplo – Unos más que otros hoy en peligro - desastre y ruina - por las consecuencias de la desaceleración del modelo extractivista, exportador de materias primas – el crecimiento económico de una década en forma continuada, fue incapaz de entrar en un nuevo proceso de diversificación productiva, de desarrollo económico-social, sustentable, la coyuntura favoreció absolutamente a una élite político financiera – nueva oligarquía exportadora, financiera, comercial - y una vez más como país y como Región perdemos una nueva oportunidad de realizar grandes reformas sociales y procesos internos de fortalecimiento del Estado. Estos países al igual que otros – pegados seguidores de las políticas de austeridad neoliberales del Consenso de Washington -, no tienen nada que exhibir o presentar en esta “extensa coyuntura” del crecimiento económico en favor de los intereses nacionales, pero sí políticas favorables – a  un grupo de “nuevos poderes facticos”, el poder de los medios, o los lobbies mediáticos, que en la práctica de la crisis de los partidos políticos, de la corrupción de la clase política, los han sustituido e imponen su propia Agenda de gobierno;  del avance incontenible de la economía criminal – con todas sus prácticas y estilos visibles e invisibles -;  el narco-trafico – la narco-política – o el avance de la inseguridad ciudadana –mafias de delincuentes armados, sicarios, etc. – que están destrozando las instituciones y ponen en grave riesgo el sistema democrático.

En grupo – como divisionistas, desde la Alianza del Pacífico – (ALPA) sus interés central está en cómo acomodar sus economías hacia los intereses de las grandes corporaciones transnacionales, asegurar la vigencia de los TLC, facilitar la gran inversión del capital corporativo global – básicamente en esta nueva década del siglo XXI , cuando los capitales transnacionales, se desplazan, salen –migran – de las finanzas, de la especulación, de los bancos, bolsas, aseguradoras – hoy todos se concentran corporativamente en la política del Consenso de los Commodities – nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo, el capitalismo de la desposesión de los recursos naturales; la maldición de nuestros países de tener una gran diversidad de recursos naturales, y como resultado altos índices de pobreza, miseria, hambre, desigualdad económico-social - ingresan hoy con la venia, aceptación, protección y seguridad de los gobiernos neoliberales – el poder de los lobbies - en la explotación, saqueo de  las materias primas y nuevos formas de explotación de la mano de obra –- minería, petróleo, gas, pesca, agro-industria y agro-exportadores; así como la biodiversidad – agua, tierras de cultivo, diversidad de pisos ecológicos, variedad de climas – y Conocimientos Ancestrales. 

En conclusión, mientras los países con gobiernos progresistas, democráticos – otros de izquierda democráticos – han avanzado en su lucha contra la pobreza, han logrado viabilizar el reconocimiento de los derechos sociales y políticos, han consolidado las instituciones de la Democracia – desgraciadamente, no ha podido superar procesos de lucha nacional, tendientes a enfrentar al enemigo más peligroso de la democracia en el siglo XXI, la Corrupción; en cambio los países fieles servidores del Consenso de Washington, “alumnos” aplicados de las políticas neoliberales, hoy sólo exhiben “orgullosos” sus éxitos estadísticos de crecimiento, de disminución de la pobreza y su gran alianza y servicio político a los organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional FMI,  y el Banco Mundial BM.– en grado máximo responsables de esta ilusión o fantasía de crecimiento económico permanente y solucionador de los problemas estructurales de nuestros países.

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EL LOBBY MEDIÁTICO EN CONTRA DE AMÉRICA LATINA.
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Emir Sader.

América Latina en Movimiento.

ALAI.- lunes 5 de octubre del 2015.

ALAI AMLATINA, 05/10/2015.-  América Latina – o por lo menos algunos de sus gobiernos – se ha puesto en contra de la corriente dominante desde hace décadas en el plano internacional. Después de sufrir duramente los efectos de esa corriente, algunos gobiernos se han rebelado en contra de ella y empezado a poner en práctica políticas que contradicen frontalmente la onda neoliberal.

Los resultados no han podido ser mejores: mientras aumenta la desigualdad, la pobreza, la miseria, la exclusión social en el mundo, un país como Brasil, que era el país más desigual del continente más desigual, ha tenido avances espectaculares en este campo a tal  punto de proyectar a Lula como líder mundial de la lucha en contra del hambre. La Bolivia de Evo Morales, ubicado antes como uno de los países más pobres del continente, junto a Haití y Honduras, ha pasado a ser un modelo de crecimiento económico y de promoción de la justicia social.  Los gobiernos de los Kirchner han logrado rescatar Argentina de la peor crisis de su historia, producida por el neoliberalismo, y hacer con que el país vuelva a crecer y a distribuir renta. Ecuador se ha vuelto uno de los países latinoamericanos que más crece, con algunos de los mejores índices sociales.

Bastaría esos ejemplos – aunque podríamos citar otros – para que nos demos cuenta que son gobiernos que incomodan a los que siguen creyendo en la prioridad de los ajustes fiscales, en las políticas de austeridad, en la centralidad del mercado. América Latina – y esos gobiernos en particular – tienen que ser descalificados, para que se afirme el pensamiento único, el Consenso de Washington, según los cuales no habría alternativas al neoliberalismo.

En la vanguardia del lobby en contra de los gobiernos que avanzan en la superación del neoliberalismo y de sus  dogmas, se encuentran algunas publicaciones de proyección internacional: Financial Times, Wall Street Journal, The Economist, El País, entre otras.

Promueven sistemáticamente campañas para intentar descalificar los avances de esos gobiernos, que chocan con sus posiciones y las de los gobiernos neoliberales.

En ellas hasta hay columnistas latinoamericanos que se prestan a esas campañas, mientras otros, se acogen al silencio frente a esos ataques sistemáticos a los gobiernos de Argentina,  Bolivia, Brasil, Venezuela, Uruguay,  Ecuador. Si esos gobiernos se consolidan, son verdaderos desmentidos a los postulados de las políticas de austeridad que hasta ahora se imponen en Europa, a los preceptos del FMI y del Banco Mundial.

Había entonces que destruir sus imágenes, decir que los avances sociales o fueron engañosos o han desaparecido frente a las crisis actuales. Que los problemas enfrentados actualmente por algunos de esos gobiernos representarían su agotamiento. Que la corrupción, el autoritarismo, el populismo, habrían condenado esos gobiernos al fracaso.

Esas publicaciones, en particular, se empecinan, en campañas en contra de esos gobiernos, de sus líderes, porque les es insoportable que ellos hayan impuesto el período más largo de estabilidad política, con gran apoyo social, en una región donde sus gobiernos – dictaduras militares y gobiernos neoliberales – han fracasado rotundamente. Mientras que los gobiernos europeos que mantienen las políticas neoliberales, a pesar de sus efectos sociales trágicos, no son condenados por esos órganos que, al contrario, los tienen como referencias, aun con su incapacidad de superar la profunda y prolongada crisis recesiva iniciada en 2008 y sin plazo para terminar.

Los lobbies de los medios de comunicación internacionales son incapaces de comprender por qué los gobiernos que descalifican tanto, son capaces de reelegir a sus líderes o elegir a sus continuadores, mientras que los gobiernos latinoamericanos que ellos intentaron promover como alternativas – como los de la Alianza del Pacifico, especialmente México y Perú – tienen gobiernos sin apoyo popular, donde se suceden líderes desprestigiados. Pero siguen con su trabajo de pésimo periodismo, que no logra dar cuenta de porqué esos países del continente son excepciones a escala mundial, frente a los retrocesos de los gobiernos que mantienen modelos neoliberales.

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- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (Uerj).


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