ALIKA KINAN, LA ARGENTINA VÍCTIMA DE LA PROSTITUCIÓN QUE HOY ES HEROÍNA EN
ESTADOS UNIDOS. La argentina Alika Kinan,
abandonada por sus padres, quedó atrapada en una red de explotación sexual en
1996. Hasta que fue liberada en 2012 no se sentía víctima de ningún delito y
creía que se prostituía voluntariamente. Pero cuando logró entender su
realidad, se enfrentó a sus proxenetas y dio un vuelco a su vida.
DE LA PROSTITUCIÓN
SE LUCRA EL CRIMEN ORGANIZADO, NO LAS MUJERES’.- Todo indica
que la firma del acuerdo de paz ha disparado el “turismo sexual” de extranjeros. El embajador sueco contra la trata de personas y prostitución,
Per-Anders Sunesson, hace un llamado para que entendamos qué hay detrás de la
prostitución: crimen organizado, violencia y pobreza de miles de mujeres y
niñas. Reglamentar la esclavitud. Decir, por ejemplo, en adelante los
hombres y mujeres de “raza” negra,
mayores de 22 años, puede ser sometidos a un trabajo que los expone a
enfermedades y puede incluir golpes, escupitajos, burlas y menosprecio, durante
10 horas diarias, cinco días a la semana,
por una remuneración económica y algunas prestaciones sociales. No tiene
sentido, ¿no?
Nadie pensaría hoy que la esclavitud de personas con piel oscura
debe ser reglamentada,
pese a que el racismo siga presente en el mundo e incluso haya un presidente
como Donald Trump que, hablando de políticas migratorias, se pregunte: "¿Por
qué viene toda esta gente de países de mierda (shithole countries) aquí?".
Esa esclavitud, como institución
humana, buscó acabarse no reglamentarse. No ha pasado lo mismo con “el oficio más antiguo del mundo”.
La prostitución, en cambio, ha buscado reglamentarse con el apoyo de algunos
sectores poderosos, aunque mayoritariamente se realice con el cuerpo de mujeres sin
recursos y sin oportunidades, expuestas a múltiples violencias y entornos de
crimen.
La trata de personas es una de las formas más graves de crimen
organizado y una forma de esclavitud moderna.
En Colombia, la prostitución no es un delito, aunque sí lo es el proxenetismo. Solo en Bogotá, según cifras de la Secretaría de Integración Social, se
calcula que hay alrededor de 30.000
personas en situación de prostitución.
Entre el 90 y 96 por ciento son
mujeres y niñas que entraron al "negocio"
a los 14 años y tienen muy baja escolaridad. El 90 por ciento de ellas viene de otras regiones. El 90 por ciento de ellas tiene un proxeneta que se lucra de su cuerpo.
Entre el 85 y 95 por ciento fueron
abusadas sexualmente en la infancia o en la adolescencia. El 70 por ciento ha sido atacada físicamente (entiéndase mutilada,
lacerada y golpeada por "clientes") y el 50% son asesinadas entre los 20 y 40 años, es decir, en los años más activos para
"ejercer" la prostitución.
Suecia y otros países como Canadá, Noruega, Irlanda, Irlanda del
Norte, Islandia y Francia lo han entendido. Y han buscado en sus legislaciones adoptar un modelo que criminaliza a
quien compra sexo y a quien se enriquece con el cuerpo de alguien más. A la
persona que vende su cuerpo no se criminaliza, pero el Estado le ofrece alternativas
educativas, psicológicas y laborales si quiere salir de esta situación.
/////
Alika es hoy
una de las activistas más reconocidas del mundo contra la trata y la
explotación sexual.
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PROSTITUCIÓN & EXPLOTACIÓN SEXUAL.
“Las putas no nacen de un repollo, nacen de
la pobreza”
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Natalia Herrera Durán.
https://colombia2020.elespectador.com
Jueves25 de
octubre del 2018.
Entrevista con
ALIKA KINAN, la primera mujer en el mundo en ganar un fallo contra el Estado
Argentino y los proxenetas que la explotaron sexualmente durante 16 años. Habla
del impacto de la prostitución como la suma de todas las violencias de género.
Han pasado seis años desde que Alika Kinan
escapó de la prostitución y todavía dice que sus dolores son muy hondos. Conversando
con ella es difícil imaginar algún rastro de debilidad. Alika es hoy una de las activistas más reconocidas del mundo contra
la trata y la explotación sexual.
Durante 16 años
fue víctima de explotación sexual en un bar de Tierra del Fuego (Argentina) al
que llegó engañada. Y su caso es recordado en los estrados judiciales porque es
la primera sobreviviente de trata que ganó un fallo contra los proxenetas, y el
Estado ordenó una indemnización “como forma de reparación por los derechos
violados”.
En esta entrevista conversamos sobre su vida y
activismo, la razón por la que ha venido a Colombia para hablar de su
experiencia como sobreviviente de explotación sexual con magistrados y
funcionarios, a propósito del debate que se adelanta en la Corte
Constitucional para saber cómo se debe regular el uso del suelo de los
prostíbulos.
¿Por qué para usted la prostitución no se puede
desligar de la explotación sexual y la trata?
Permanentemente la gente busca establecer que son
diferentes, y sí son diferentes, pero uno es responsable del otro. Sin
prostitución no existiría explotación sexual ni trata y las conexiones que hay
entre una y otra son muy fuertes.
¿Por qué vino a Colombia a hablar de estos temas?
He venido a Colombia a propósito del debate que se
está dando en la Corte Constitucional y otras entidades del Estado para contar
mi experiencia. La prostitución es una de las peores formas de violencia de
género que sufren principalmente mujeres y niñas. Entonces, el debate para mí
no es si reglamentamos o no la prostitución.
¿Cómo llegó usted a la prostitución?
Yo llegué a Tierra del Fuego, Argentina, captada primero
por varios proxenetas porque estaba en una situación de extrema vulnerabilidad.
Y cuando hablo de eso hablo de hambre, de miseria. No es algo ficticio o
filosófico. A mí me dijeron que iba a la inauguración de un bar, un boliche,
pero yo no tenía idea de qué tenía que hacer.
¿Por qué no cree que la prostitución es un trabajo?
Las putas no nacen de un repollo, nacen de la pobreza.
¿Qué Gobierno admitiría que yo siendo pobre dijera: ya vengo, voy a vender mi
hígado, lo hago bajo mi consentimiento y necesito alimentar a mis hijos? ¿Por
qué si no podemos vender las córneas, ni el hígado, ni los pulmones sí podemos
vender nuestras vaginas? ¿Por qué son exclusivas de las mujeres?
¿Se puede hablar de decisión consentida en la
prostitución?
No, además, no se trata de decisiones, sino de
opciones reales, de circunstancias, se trata de que cuando te penetran más de
30 hombres por día no tienes deseo ni placer, porque quedas anulada. Por
eso es que las mujeres que están en prostitución se alcoholizan y drogan, porque
necesitan salir de sus cuerpos, porque es sano salir de ese cuerpo mientras
está siendo violado. El hombre no paga por sexo, paga por poder, paga para
limpiar la culpa después de saber que ha violado. El pago por sexo limpia la
consciencia.
¿Cómo recuerda esos días cuando llegó a Tierra del
Fuego?
Recuerdo que cuando llegué a Tierra del Fuego lo primero que hicieron fue llevarme a la Policía
provincial. Allí me tomaron huellas dactilares, me tomaron datos, se acercaron
muchos policías a verme. Yo pensaba en ese momento que eran muy amables. Pero
luego entendí que en realidad ellos estaban viendo en qué condiciones estaba mi
cuerpo para ser abordado.
¿Tenía controles sanitarios?
Sí, en el municipio
de Ushuaia me generaron una libreta sanitaria. Así como los controles que
se les hacen a las vacas o a los chanchos para el consumo humano. A mí me
hacían un hisopado vaginal cada mes y un análisis de sangre, cada tres meses. Vos podés decir: “Bueno la estaban
cuidando”. Pero no. No estaban cuidando mi salud, estaban cuidando la salud
de los puteros, de quienes consumen sexo, para que no se enfermen, para que no
contraigan un bicho y lo lleven a sus hogares. Porque quien consume
prostitución no es una bestia inhumana.
¿Cómo eran los hombres que compraban sexo en Tierra
del Fuego?
Eran como cualquiera de los hombres que están sentados
alrededor nuestro. Eran los padres de familia, los ejecutivos, los empresarios,
los que están en los barcos pesqueros, los que trabajan el campo, los que están
en las minas, los militares, los médicos, los jueces, los fiscales, quienes
toman decisiones importantes en el país.
ALIKA KINAN, LA ARGENTINA VÍCTIMA DE LA PROSTITUCIÓN QUE HOY ES HEROÍNA EN ESTADOS
UNIDOS. La argentina Alika Kinan,
abandonada por sus padres, quedó atrapada en una red de explotación sexual en
1996. Hasta que fue liberada en 2012 no se sentía víctima de ningún delito y
creía que se prostituía voluntariamente. Pero cuando logró entender su
realidad, se enfrentó a sus proxenetas y dio un vuelco a su vida.
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¿Siente que hubiera llegado a la prostitución sin
engaños?
No sé, porque realmente vos te ponés a pensar, ¿si no
me hubieran engañado hubiese dejado de ir? Me hubiese quedado en mi casa,
pasando hambre, con mi hermana, abandonada por mis padres. No sé, quizás por el
coraje de haber sido violada con cinco
años, con ocho, con 14, como me pasó a mí, ¿no hubieras ido tú también?
Además, era fácil pensar que de todas maneras los hombres te iban a
violar. No sé.
¿Hoy, en la orilla del activismo, interpela a los
hombres que pagan por sexo?
Sí, a menudo. Y conozco a varios que se justifican
diciendo: “Ay, pero si yo las quiero
ayudar”. Yo les respondo como le he dicho a quienes hablan así de las venezolanas que han llegado migrando a Colombia: “Si vos la querés ayudar, dale
trabajo; no le metas la pija en la boca, no le metas la pija en la vagina ni en
el ano”.
¿Qué más se puede hacer para cambiar esa realidad de
miles de mujeres en esa situación?
Los Estados deben reconocer y reparar esas vidas rotas
por la explotación sexual. El Estado
tiene la obligación de reconocer y reparar el daño, como sucedió en mi caso.
Deben ayudar a dar un trabajo real y genuino, para que estas mujeres y niñas
puedan fortalecerse y cortar de una buena vez con la explotación sexual, porque
es común que las madres, las tías, las
abuelas han estado en diferentes formas de explotación sexual y al no resolver su situación terminan condenando
a sus propias hijas a la misma
cadena de violencia. También se deben
hacer campañas que muevan cambios culturales para que se desaliente la compra
de sexo.
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