VELASCO. ”SU REVOLUCIÓN NO CAPITALISTA, NO COMUNISTA”. EL HOMBRE DE
LAS “HISTÓRICAS REFORMAS SOCIALES Y POLÍTICAS”. A 3 años del bicentenario de la independencia y 50 del golpe militar del 3 de
octubre, se puede decir sin temor a equivocarse que VELASCO hizo las reformas más importantes del Perú republicano. Si hubiera triunfado la revolución
liberal de 1854 de CASTILLA y de los hermanos GÁLVEZ que liberó a los esclavos y eliminó la servidumbre,
hubiera sido quizás innecesario el golpe de VELASCO o hubiera tenido otro sentido, pero CASTILLA, una vez consolidado en el gobierno en 1856, mantuvo la libertad de los
esclavos, pero retrocedió en la eliminación de la servidumbre campesina.
VELASCO ORGANIZÓ UNA DICTADURA MILITAR INSTITUCIONALISTA, ANTIOLIGÁRQUICA,
ANTIFEUDAL, DE CORPORATIVISMO INCLUSIVO que llevó a cabo las reformas que
todas las fuerzas progresistas habían planteado de 1930 en adelante,
pero que habían terminado traicionando.
Esas reformas, realizadas con audacia, energía y rapidez, cambiaron, como ha
dicho Luis Pásara (si no me
equivoco), la dirección social del miedo en el Perú.
LOS DE ARRIBA que siempre habían mandado
con mano dura y los señores de horca y
cuchillo se asustaron y comenzaron a temblar Y LOS DE ABAJO se envalentonaron. En el Perú conservador de hoy el
miedo se ha convertido en odio a Velasco.
LA
MÁS IMPORTANTE DE TODAS ELLAS FUE LA REFORMA AGRARIA (RA) por varias razones.
1. La RA acabó con el dominio de las clases retardatarias que,
desde siempre, trabaron el progreso del Perú: la oligarquía y el gamonalismo.
2. LIQUIDÓ el
feudalismo y la servidumbre que, desde
la colonia, eran la forma de explotación predominante en la agricultura y en la
minería.
3. AL
LIBERAR A LOS SIERVOS, la dictadura
velasquista produjo más CIUDADANOS que cualquier democracia posterior y
limpió el terreno para una amplia participación
ciudadana sin restricciones. Sin reforma agraria no hubiera sido posible
el sufragio universal en 1980.
4. LA CIUDADANÍA MASIVA Y EL SUFRAGIO UNIVERSAL permitieron pasar de una democracia restringida que se
desarrollaba dentro del Estado
oligárquico a la democracia ampliada del Estado post-oligárquico.
5. AL
LIQUIDAR EL GAMONALISMO, la RA destruyó
uno de los principales obstáculos estructurales que impidieron la construcción de un estado nacional. El
otro fue la incapacidad de las élites
de formar coaliciones sociopolíticas
duraderas. Por eso tenemos un estado
enclenque y mal hecho. Chile no tuvo estos obstáculos y pudo construir un
Estado en forma.
6. LOS GAMONALES no solo
fueron un obstáculo estructural sino también pésimos actores en la construcción del Estado. Las élites de AL que tuvieron un proyecto
de construcción del estado
desplegaron dos maneras de construirlo hacia adentro en el territorio. Las de Méjico y Chile, por ejemplo,
apostaron a los deployed
(funcionarios extraños al lugar) mientras la oligarquía peruana apostó a los delegated (la élite local, o sea a los gamonales). Seguimos
sufriendo sus resultados desastrosos
7. VELASCO destruyó el Estado
oligárquico de carácter patrimonial
y organizó la
centralidad de la autoridad estatal en todo el territorio. Fuente. Sinesio
López. La República.
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Velasco. El Hombre de las Históricas Reformas Sociales y Políticas del Perú Republicano.
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VELASCO: LAS MÁQUINAS QUE
HACEN MÁQUINAS.
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Por:
Gonzalo García
Núñez.
Otra Mirada
miércoles 3 de octubre del 2018.
¿Qué industria
tendría el Perú si hubiese mantenido el rumbo hacia la
industrialización iniciado el tres de
octubre de 1968 y después de
cancelar el laudo de la Brea y Pariñas?
Sin duda y de
acuerdo a las prioridades de la propuesta industrialista de Velasco, ya existiría un eje
petroquímico en el centro sur peruano. El
gas de Camisea y de los otros pozos habría dado nacimiento a una potente
red de acumulación productiva sustentada en la industria química básica, la
química del etano.
Una suerte de gran Cachimayo cuzqueño, hecho de
fertilizantes y explosivos. Que sería un exitoso conglomerado industrializador
de la agricultura, recién liberada de sus relaciones feudales por la profunda reforma agraria y la ley de aguas
dictadas por el gobierno del chino
Velasco.
El
gas por reducción directa del hierro de Apurímac habría valorizado los
inmensos yacimientos del mineral.
De Las fábricas y
acerías el metal madre se habría convertido en arrabio, insumido y
exportado, luego, en acero en láminas, barras, planchones, ítems
fabricados con aceros especiales y en hornos electromagnéticos. Como en las SIDER del planeta.
Los
insumos de acero valorizados por las fábricas situadas a lo largo de los ejes costeños del sur
y el norte habrían sido llevados como productos al mercado internacional
y a la demanda privada, incluyendo del fabricante de barcos como el SIMA.
Los
insumos de la petroquímica fina, los fertilizantes nitrogenados y fosfatados
como los de Piura,
la metalurgia física no ferrosa,
junto con la siderurgia más moderna
estarían produciendo los insumos para una poderosa industria de la mecánica de
producción, la necesaria para las maestranzas y las maquinas herramientas, las maquinas que hacen maquinas.
Una igualmente poderosa industria de ensamblaje de vehículos de
transporte pesado, liviano y automotriz
que estaría en funcionamiento, uniendo con ferrocarriles
modernos, sistemas de metros y trenes públicos, barcos, autos y motocicletas, a
la gente, a los pueblos de la Nación peruana y de los países
adyacentes.
Por supuesto defendiendo nuestras fronteras, construyendo
nuestros medios de defensa.
La
minería alimentada
por la modernización de los procesos de producción de insumos
industriales habría creado los circuitos productivos articulados, por ejemplo
del mineral de cobre hacia los cables eléctricos, pero también los circuitos
nuevos del ande viniendo de la explotación racional de sus
extraordinarios recursos geológicos, energéticos y mineros.
La
industrialización hacia los insumos
y productos finales de la actividad minera tendría sentido entonces en la
necesidad de darle el máximo valor agregado a nuestra paleta de metales y de nuestros recursos naturales, hidro-biológicos
y energéticos en los corredores mineros y auríferos del sur y norte
amazónico. No tendríamos frio en los hogares del ande. El
Estado hispano hablaría quechua y aimara
INDUPERU
era la empresa
encargada de formular los proyectos de inversión de iniciativas
industrializadoras, creada por Velasco. Junto con la Corporación Financiera del Estado COFIDE, las empresas nacionales e
internacionales, públicas y privadas, mixtas y de cualquiera de las modalidades
del pluralismo empresarial y financiero, INDUPERU
tendría una cartera extraordinariamente atractiva de proyectos para
lograr retornos económicos y financieros que habrían dinamizado los proyectos
incentivados para el mercado interior, descentralizando y balanceando- dentro
de una perspectiva integradora- a los mercados del exterior, desde
adentro y hacia afuera, desde el Perú
hacia Sudamérica y el Asia. Para eso la CAN y la política exterior independiente.
En suma la prioridad a la industria productora de capital técnico y
físico, la industria básica, la construcción, el cemento, los materiales de
construcción, el papel, la metalurgia y la forestal, la eléctrica y la electrónica
habría sido la chispa industrializaste que pudo haber incendiado-como la CECA en la Unión Europea- la pradera de
iniciativas dinámicas locales y regionales. Impulsando las productoras de
bienes esenciales para el consumo privado y la exportación no tradicional de
nuestros campos modernizados por las
tecnologías del riego, empleos
decentes y la producción de semillas especializadas.
Esta dinámica habría creado también
la respuesta al crecimiento de la
infraestructura física, educativa, sanitaria y la edificación de las viviendas que requieren las mayorías
poblacionales y sus familias. Como en la Europa Nórdica.
Una
burguesía modernizada
y un proletariado especializado
habrían izado el conflicto distributivo a la categoría de normas
arbitrales y civilizadas propias a la negociación colectiva y de rama.
Recordando que el salario llego a su punto más alto de la historia del proletariado
peruano en 1974.
El rumbo que abandono el Perú después de Velasco fue el
que asumió Corea del Sur.
Ella nos inunda hoy con carros de sus fábricas. Tailandia moderna. La China de Jinping que nos compra minerales y nos devuelve los
productos terminados de sus imbatibles talleres. O los celulares tel de
los herederos hacendosos de la indomable tradición independentista de la República socialista de Vietnam.
Sociedades que se dieron como norte alcanzar la alta distinción de homus
Faber.
Si
Velasco hubiese podido continuar
su tarea tal vez habrían prosperado las comunidades de trabajadores en las
empresas industriales, pesqueras, mineras, telecomunicaciones coexistencia
con sus azorados propietarios muchos de los que miraban desconfiados la
hora en que, creían, sería expropiado.
Lo
que la comunidad
era, en realidad, un ejercicio de la participación y capacitación de los
trabajadores en las decisiones de producción y acumulación.
Esto sugería un horizonte compartido de la comunidad de productores en
los beneficios de la actividad.
Estas iniciativas eran
experiencias de innovadora participación
obrera en las iniciativas económicas. Estas se vinculaban a la
promesa de las comunidades campesinas,
las cooperativas agrarias, las
empresas de propiedad social y otras que buscaron nuevas relaciones sociales
de producción, en especial en el mundo rural, liquidados como
estuvieron el gamonalismo y el esclavismo, la informalidad y otras formas
provenientes de la vieja herencia colonial.
Así
lo entendió Velasco en uno de sus mensajes a la Nación:
“El desarrollo, entendido como
proceso transformador y revolucionario, tiene un precio que debe ser pagado y
que, en gran parte, consiste en la liquidación de todos los privilegios que los
pocos tuvieron a expensas de los muchos. Bien poco valdría esta revolución si ella simplemente
aspirara a modernizar el país, a introducir cambios secundarios en sus
instituciones tradicionales”
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