lunes, 16 de septiembre de 2019

LULA DA SILVA: "ELLOS PENSABAN QUE LA MENTIRA IBA A VENCER".

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LOS DESEOS DE LULA DA SILVA.
El ex presidente pasa sus días encerrado en una celda de 15 metros cuadrados. Una cama, una pequeña mesa que oficia la mayoría de la vez de escritorio, una tele en la que mira poca televisión, pero sigue la realidad de lo que pasa y los debates de su partido y está a tanto del mundo por medio del pendrive que le acercan todos los días sus abogados. No tiene comunicación con el exterior de ningún tipo porque está incomunicado. Pasa el tiempo leyendo, a veces sale a caminar y tomar aire en un patio de uso exclusivo para él y donde nadie lo vigila, es en el único lugar que sólo por un rato dejan de observarlo; escribe cartas y planea su futuro fuera de la cárcel. Su primer plan en cuanto recupere su libertad es casarse. Confiesa estar enamorado “como un chico de 20”.
.- Paso los días tal vez mejor que Pepe Mujica cuando estaba en la celda solitaria en Uruguay. Estoy en una celda solitaria, recibo a mis abogados que vienen todos los días y a la familia que viene… Un hermano y sus hijos una vez por semana. Miro mucho pendrive que recibo de mis amigos sobre las novedades políticas de Brasil y del mundo. Aunque no esté presente, participo de las reuniones que pasan en todo Brasil, en las que participa el PT, en las que la CUT participa. Leo más de lo que ya leí en toda mi vida.
.- ¿Está leyendo algo particular?
.- Estoy leyendo mucho sobre Brasil, mucho sobre economía. Me interesa mucho leer sobre la relación Brasil-África, sobre la esclavitud en Brasil. Y leo otros tipos de libros. Tengo muchos libros, quedo impactado con algunas cosas. La esclavitud me impresiona demasiado, lo que sucedió en este continente durante más de 300 años y el desprecio que la elite latinoamericana tiene por los negros que hicieron tantos servicios por este país. Es por eso que cuando estaba en el gobierno, tenía preferencia por América del Sur y por África, porque creía que Brasil debería crear nuevos mercados, nuevos socios. No hay ningún país altamente desarrollado de Estados Unidos hacia abajo, toda América Central, todo el Caribe, toda América Latina es pobre. Sólo los Estados Unidos y Canadá son ricos y me parece que ellos trabajan para que nosotros continuemos pobres. ¿Será posible que en 500 años nosotros no pudiéramos crear una Holanda, una Dinamarca, una Noruega, una Nueva Zelanda en América Latina? ¿Será posible? Hay un trabajo de no permitir que América Latina tenga algún tipo de gobierno progresista que trabaje por el ascenso del pueblo pobre. En verdad, a ellos no les interesa. ¿Durante cuántos centenares de años la teoría de América Latina era que Brasil era el enemigo de todos los países fronterizos, que era necesario tenerle miedo a Brasil? Tengo nostalgias de la relación que teníamos con Kirchner y con Cristina.
.- ¿Qué es lo primero que va a hacer cuando recupere la libertad?
--Salir de acá, salir de acá. Cuando salga de acá yo pretendo casarme y pretendo volver a hacer política, a andar por Brasil, por América Latina, haciendo lo que sé hacer: política.
.- ¿Está enamorado?
-Sí. Es gracioso, ¿no? Estoy con 73 años, voy a cumplir 74 y estoy como si fuera un jovencito de 20 años. Yo digo todos los días: yo tengo 74 años, energía de un joven de 30 y ganas de casarme de un joven de 20. Yo iba a decir otra cosa. Soy muy agradecido a la Argentina, primero que mi relación con el movimiento sindical argentino es extraordinaria. Tengo, creo, 12 títulos de Doctor Honoris Causa en Argentina. Solo lamento nunca haber ido a la Argentina a pasear. Solo fui a trabajar. No aprendí a bailar tango y tengo cuerpo de bailarín de tango.

.- ¿Quién le gustaría que lo venga a visitar que todavía no haya venido?
.- Es difícil decir a quien me gustaría, porque la visita a un preso político no tiene invitación. El preso no hace una lista de invitados como si fuera un matrimonio. O sea, acá las personas vienen porque quieren venir. Les confieso que me quedé muy contento con la visita de (Alberto) Fernández. Muy contento, muy, muy. Creo que esa actitud hizo crecer aún más mi respeto por él. Yo ya lo tenía y creció mucho más por su coraje. La visita de Pepe Mujica, con más de 80 años, siempre interesante. Duhalde vino acá también, ya un poco enfermo, a visitarme. Entonces estoy muy agradecido, pero no puedo decirlo. En la próxima semana voy a recibir a Chico Buarque, él viene acá junto con Esquivel. Es siempre muy bueno. Es poco tiempo, es solo una hora de visita y yo hablo mucho.
.- ¿Cómo procesa la muerte de su esposa Marisa y la de su nieto Arthur acá desde la prisión?
.- (Leonel) Brizola (Compañero de fórmula de Lula en 1998) me decía que no hay que tener apuro con la muerte. O sea, una persona va disminuyendo su presencia en la medida que pasa el tiempo. Yo viví 43 años con Marisa, entonces no la quiero olvidar. Uno no se olvida nunca del nieto. Toda la vida uno se va a acordar de su nieto, de sus hermanos. Lo importante es que uno tenga la claridad que, a pesar de la muerte, es necesario acordarse de las cosas buenas y seguir adelante con la vida. Yo soy un hombre a quien le gusta mucho la vida y aunque tenga 73 años, todavía quiero vivirla intensamente. Me gusta vivir, me gusta hacer política y es eso lo que sé hacer. Y si uno está de novio y está enamorado, va a hacer política de un modo mucho más placentero. Uno va a estar siempre con una sonrisa en el rostro mientras está charlando con las personas.
.-¿El amor ocupó y ocupa un lugar central en su vida?
.-Sinceramente no sé si el ser humano es capaz de sobrevivir sin amor, sinceramente no sé. Creo que el ser humano necesita amor para vivir, para tener fuerza, para estar motivado. Porque no es solo el amor en su relación personal, es amor a su pueblo, a su país, a la causa, o sea, cuanto más leo sobre la historia de Brasil, cuanto más veo las injusticias que se hicieron en este país más tengo ganas de luchar. Creo que si todo lo que yo conozco hoy de historia lo hubiera sabido hace 50 años, me hubiera transformado en revolucionario. Por no conocer, me transformé en un político demócrata. Por Gisela Marziotta y Nicolás Trotta. Fuente Página/12 domingo 15 de setiembre del 2019.

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LULA DA SILVA: "ELLOS PENSABAN QUE LA MENTIRA IBA A VENCER".
Entrevista exclusiva.
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El ex presidente de Brasil lleva 526 días preso y desafía con su optimismo y convicción. "No porque un juez haya sido un canalla, tenés que juzgar a toda la justicia por causa de ese error", señala.

Por Gisela Marziotta y Nicolás Trotta.

Página/12 domingo de setiembre del 2019.

“Voy a cumplir 73 años, pero tengo la energía de un pibe de 20”, dijo el ex presidente Lula Da Silva durante la primera entrevista que le dio a un medio argentino desde que fue detenido hace ya 526 días. Sentado detrás de un pequeño escritorio, escoltado por un policía y a cuatro metros de distancia de los periodistas, Lula confesó que tiene previsto vivir “hasta los 120 años” y que, para eso, agregó, necesita tener “mucha fuerza” porque si no “la vida se transforma en algo aburrido”.

Lula está en la cárcel de Curitiba que, paradojas de la vida, él mismo inauguró en el 2007 con el objetivo de mejorar la calidad del servicio penitenciario brasileño y solamente para detenidos en tránsito, de hecho, en ese moderno bloque de cemento se alojan 20 presos, pero el ex presidente es el único que está en forma permanente y aislado, y que pasa en soledad 22 de las 24 horas del día.

Los preparativos para la entrevista arrancaron cinco meses atrás cuando comenzó el primer intercambio de mensajes con los abogados defensores del ex presidente y después de muchas idas y venidas y frustrados intentos, sorpresivamente la semana pasada llegó la confirmación: Lula esperaba a Página/12 el miércoles 11 de septiembre a las 9.30 de la mañana en la cárcel de Curitiba, estado de Paraná, para un reportaje de 60 minutos.

 

Después de una hora de preparativos en la sala asignada para la entrevista, donde había un pequeño escritorio ubicado exactamente en el medio de la habitación y a su vez rodeado de una especie de candado que formaban otros escritorios y detrás del que estaban los camarógrafos, fotógrafos y Página/12, comenzaron a desplegarse las medias de seguridad para que ingresara el ex presidente.

A las 9.30 policías con pasamontañas y biombos que aislaban a Lula de cualquier contacto con el exterior escoltaron al ex presidente durante todo el recorrido desde su celda hasta el tercer piso del bloque de cemento, donde estaba la sala donde se realizó el reportaje.

De impecable traje oscuro y corbata bordó, ingresó con paso firme, íntegro y saludó alegremente a cada uno de los presentes y la emoción invadió cada milímetro de ese espacio frío, opresivo e impersonal, pero que con su presencia se cargó de energía y de dignidad.

Antes de sentarse y mientras acomodaba los papeles y un libro atlas que llevaba en sus manos para graficar algunas cuestiones durante la nota, preguntó: “¿Hay algún hincha de Racing en la sala?”, como para distender y seguramente para hacerlo presente a Néstor Kirchner.

El día que deje de creer en la justicia, me pregunto qué es lo que voy a hacer. No porque un juez haya sido un canalla, no porque un fiscal haya sido un canalla, vos tenés que juzgar a toda la justicia por causa de ese error. El problema es que espero, con mucha tranquilidad, que la Suprema Corte tome una decisión. Tengo dos Habeas Corpus que se tienen que votar”, respondió cuando Página 12 le consultó sobre su libertad.

Su equipo de abogados, encabezado por Cristiano Zanin Martin, es optimista y espera que pronto haya noticias favorables para el ex presidente y que en los próximos meses recupere la libertad o que al menos le concedan arresto domiciliario.





Lula Da Silva y el futuro "No están gobernando Brasil, están vendiendo Brasil" La destitución de Dilma Rousseff se comenzó a gestar horas después de su ajustada victoria sobre el tucano Aécio Neves. Eso fue el comienzo de un proceso que incluyó el encarcelamiento y proscripción de Lula Da Silva. Solo queda en el recuerdo el Brasil que sorprendía al mundo y se codeaba de igual a igual con las principales potencias globales. “Tristeza não tem fim, felicidade sim”, dicen los versos de Antonio Carlos Jobim y Vinicius De Moraes.

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Durante la entrevista, Lula recorrió varios temas, desde la actualidad brasileña que la comparó con los peores años económicos del menemismo. Le agradeció públicamente la vista al candidato presidencial del Frente de Todos Alberto Fernández y le aconsejó que cuando asuma el próximo 10 de diciembre gobierne “para el pueblo pobre” y “no” le mienta “nunca”.

“No aceptar el terrorismo que el mercado crea. Al mercado no le interesa el pueblo argentino, el mercado tiene interés en ganar dinero. Al mercado no le preocupa si las personas pasan hambre, si las personas viven en las calles. El mercado quiere saber si hay rentabilidad. Y Fernández tiene que tener un compromiso con Dios y con el pueblo: no mentirle nunca al pueblo y gobernar prioritariamente para el pueblo trabajador y para el pueblo pobre argentino. Ese es el consejo que podría darle al compañero Fernández y a la compañera Cristina”, enfatizó Lula.

.- ¿Qué le da fuerza para empezar cada día?

.- Primero tengo ganas de vivir mucho. No sé por qué, pero creo que voy a vivir 120 años, entonces alguien que va a vivir mucho necesita tener mucha fuerza porque si no la vida se transforma en algo aburrido. Y sé porque estoy acá. Estoy acá condenado por un ex juez mentiroso (Sergio Moro); por un fiscal mentiroso y canalla (Dealtan Dallagnol) y por algunos comisarios que me armaron causas mentirosas en mi contra. Podría no estar acá, podría haberme ido de Brasil. Pero vine acá porque tengo a cuatro personas que saben la verdad sobre estos juicios en mi contra: yo, Dios, el juez y los fiscales. Ellos saben que mienten. Y Dios y yo sabemos que estoy con la verdad. Es por eso que estoy acá. Estoy acá para probar mi inocencia. Es más, ya probé mi inocencia, lo que quiero es que ellos prueben mi culpabilidad. Quiero y continúo esperando que me señalen alguna culpa de algo. Estoy esperando que me señalen un dólar mal habido en mi vida. Es decir, en verdad, el delito que cometí en este país, fue probarle a una elite brasileña políticamente canalla, que es posible que el pueblo coma lomo y bife de chorizo, que es posible que el pueblo pobre viaje a Bariloche, a Buenos Aires, a Miami en avión, que es posible que una persona tenga una casa, que es posible que una persona entre en una universidad, que es posible que una persona vaya a una escuela técnica y que es posible que una persona tenga acceso a la cultura, al esparcimiento, al teatro, al cine, a un restaurante. Ese fue el delito que cometí. Generar 22 millones de empleos en blanco. Aumentar en un 75% el salario mínimo. Poner a disposición 52 millones de hectáreas de tierra para hacer la reforma agraria. Hacer el mayor programa nacional de historia de Brasil y de entablar amistad con todos los países de América del Sur. Fue el momento de la cordialidad. Fue el momento en que nosotros no teníamos contiendas. Fue el momento en que soñamos: Kirchner, Lula, Chávez, Rafael Correa, Tabaré, Pepe Mujica soñábamos en construir un bloque económico fuerte, desarrollado tecnológicamente para que nosotros pudiéramos disputar la exportación de productos con valor agregado y no solo commodities.

.- ¿Y qué pasó con ese sueño?

.- Y todavía sigo con este sueño y es por eso que tengo fuerza. Porque todavía quiero estar vivo y quiero ayudar a derrotar a todas estas personas malvadas, a quienes no les gustan los pobres, que solo gobiernan para el mercado. Acá en Brasil hace un año que no se habla de empleo, que no se habla de sueldos, que no se habla de ganancias. Sólo se habla de privatización y reducción de la máquina pública. Entonces, mi voluntad para la lucha es como si tuviera 20 años. Acá y fuera del país. Y creo que ellos tienen miedo de soltarme, porque saben que cuando me suelten, voy a la calle. Voy a la calle. Tengo ganas de ir a la puerta de la Rede Globo de Televisión y desmentirla. Hace diez años que cuenta mentiras sobre mí. Tengo ganas de hacer un debate con el canalla del juez que me juzgó y con el fiscal que me acusó. Entonces, es por eso que tengo fuerza, porque quien tiene la verdad, no tiene que tener miedo.

.- Su libertad depende de la justicia ¿confía en la justicia brasileña y en las instituciones en general?

.- Podría hacerles una pregunta y es una pregunta que me hago todos los días. El día que deje de creer en la justicia, me pregunto qué es lo que voy a hacer. No porque un juez haya sido un canalla, no porque un fiscal haya sido un canalla, vos tenés que juzgar a toda la justicia por causa de ese error. El problema es que espero, con mucha tranquilidad, que la Suprema Corte tome una decisión. Tengo dos habeas corpus que se tienen que votar. Hay una presión muy grande de la prensa brasileña, sobretodo de la Rede Globo de televisión para que Lula no salga de prisión. Porque el gran problema de la operación Lavajato es que dejó de ser una operación de investigación de la corrupción y se transformó en un partido político. Es decir, hay un pacto entre los medios de comunicación y la operación Lava-Jato. Todas las mentiras que la Lava-jato cuenta, se transforman en verdad en la prensa brasileña. En las tres revistas nacionales, en los grandes diarios, la Lava-Jato tenía a un periodista en cada diario, en cada revista que recibía preferencialmente la información antes que los abogados de la defensa. Y esto todavía continúa. Estarán siguiendo en la Argentina la divulgación del blog Intercept que descubrió todo lo podrido de la Lava jato. Para la gran prensa brasileña, no existe Intercept. Ninguna denuncia hecha por Glenn (Greendwayld, periodista de Intercept) se divulga en la gran prensa. Ahora, el domingo, hubo una denuncia muy seria de mentiras de los fiscales, del comisario de policía, del juez Moro con relación al hecho que yo acepté ser ministro de Dilma. La mentira es la cosa más grave hasta ahora y la Rede Globo de televisión no dijo nada. La emisora Record no dijo nada. La emisora SBT no dijo nada. Es decir, la prensa no consigue desvincularse de la Lava-Jato porque cuando se libere a Lula, una parte de la Lava-Jato habrá perdido credibilidad. Porque hasta ahora solo contaron mentiras. Y estoy con mucha sed, con ganas de, en libertad, cuestionar la credibilidad de estas personas. Por eso es que creo en la justicia.

.-¿En qué siente que se equivocó si tuviera que hacer una autocrítica de su gestión? ¿y qué repararía de eso?

.-Acá en Brasil hay algo que está de moda, todos quieren que el PT haga una autocrítica. Es impresionante. Ellos gobernaron durante 500 años, el PT solamente 13 años, solo el PT hizo más que ellos. Para que tengas una idea, en ocho años de gobierno, fui el Presidente que creo más universidades en la historia de Brasil. Pusimos más alumnos en la universidad, en 12 años, más alumnos que ellos pusieron en un siglo. Entonces, si tuviera que hacer una autocrítica, me iba a mirar al espejo y decirme:

“Lula, ¿por qué no hiciste más? ¿Por qué no mejoraste más el sueldo del pueblo? ¿Por qué no hiciste más universidades? ¿Por qué no generaste más empleos? ¿Por qué no hiciste más por la reforma agraria?” Era esta la autocrítica que haría. Hacer más, cada vez más, porque solamente así es que vamos a hacer crear un pueblo con un estándar de vida decente.

.- ¿Cómo se puede desarticular esa connivencia entre los medios y la justicia para generar ese tipo de golpes institucionales?

.- Nunca fui a almorzar o desayunar con el dueño de un periódico, de una emisora de televisión para pedir un favor. La única cosa que quiero y exijo es que ellos existan para informar bien a la sociedad, no para mentirle, no para construir mentiras. Y en Brasil se construyeron muchas mentiras. Si tenés en cuenta que el principal noticiero de Brasil de la televisión, según una encuesta hecha por una profesora de la Universidad Federal de Minas Gerais, en tan solo un poco más de un año, hay 80 horas, en el principal noticiero de esta televisora, hablando mal de Lula. Y al mismo tiempo tiene más de 100 horas, transformando un juez mentiroso en héroe. O sea, ellos pensaban que la mentira iba a vencer. Y estoy aquí para decirles a ustedes: la verdad vencerá, cueste lo que cueste, tarde lo que tarde, pero el pueblo brasileño va a saber la verdad y que esas personas que me acusaron no tienen moral. Hicieron uso de la justicia para hacer política y el principal objetivo era impedir que Lula volviera a ser presidente de la República de este país. Y que el PT ya no pueda ganar más las elecciones. Es eso, el mismo odio que ellos tenían a Kirchner y que tenían a Cristina.

.- ¿Se ve nuevamente Presidente?

.- Tengo conciencia que mi rol ahora es contribuir para que otras personas, más jóvenes que yo, con más energía que yo, con más ganas que yo... Con más ganas no creo. Pero otras personas, Brasil tiene muy buenas personas. Hay varios gobernantes interesantes, hay gente nueva en la política. Yo espero que Brasil no me necesite. Espero que tengamos nuevos cuadros, nuevas mujeres, nuevos hombres para poder participar de un proceso electoral.

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