&&&&&
FRANCIA. LAS PROTESTAS SOCIALES DE AMÉRICA DEL SUR SE TRASLADAN A
FRANCIA. HAMBRE, PENSIONES, DESIGUALDAD. EL ÉXITO DEL PARO CONTRA LA REFORMA DE
LAS PENSIONES PONE A MACRON BAJO PRESIÓN. EL PRESIDENTE BUSCA
RESPUESTAS A LA MAYOR MOVILIZACIÓN SOCIAL TRAS LOS 'CHALECOS
AMARILLOS' ALIADO CRÍTICO. La respuesta de MACRON Y
PHILIPPE consiste en esperar y ver. No quieren precipitarse y, mientras se
desarrollaban las manifestaciones y parte del país estaba en huelga, evitaron
las declaraciones. Cuentan con un aliado de peso, crítico pero decisivo: Laurent Berger, jefe del Primer Sindicato de Francia, la CFDT que no secunda las
protestas y prefiere esperar a conocer el contenido de la ley, cuyos principios
aprueba. Los sondeos desvelan una foto ambivalente: la mayoría de franceses
es favorable a la reforma, pero también simpatiza con las protestas. Sin
embargo, el gran problema es que este sábado – como meses anteriores
reaparezcan Los CHALECIOS AMARILLOS, que
llevaron al gobierno a la más grave y violenta CRISIS
FRANCIA, PAÍS DE PROTESTAS CALLEJERAS Y REVUELTAS ESPONTÁNEAS, llevaba años sin ver una movilización
social como la que este jueves ha ocupado las calles de las principales
ciudades y ha dejado la economía a medio gas. Centenares de
miles de franceses se manifestaron en contra de la REFORMA DE LAS
PENSIONES, mientras que sectores estratégicos como los TRANSPORTES
quedaban paralizados por una HUELGA que
se prolongará en los próximos días. El presidente, EMMANUEL MACRON, tocado por la revuelta de
los CHALECOS AMARILLOS hace un año, busca una respuesta a la crisis sin
renunciar a un proyecto central de su presidencia. Cuidado que las Privatizaciones,
comenzó con las PENSIONES, hasta hoy – España, Grecia, Italia, México,
Costa Rica, Brasil, Chiles, Argentina. ¿Y PERÚ como es
la NUEZ?
LAS
CIFRAS SON INSÓLITAS EN TIEMPOS RECIENTES. En todo FRANCIA
salieron a calle más de 800.000 personas, entre ellos 65.000 en París, según cifras oficiales. El seguimiento de
la huelga fue masivo en los sectores afectados. Solo un 30% de escuelas abrieron las puertas. Uno
de cada cuatro funcionarios hizo huelga. Un 90% de ferrocarriles de larga
distancia dejaron de funcionar en toda Francia, así como un 80% de los trenes
de cercanías. En la capital, 11 líneas de metro cerraron.
CON LOS SINDICATOS Y PARTIDOS DE IZQUIERDA en primer plano, parecía un regreso a los viejos tiempos,
anteriores a las erupciones populistas sin líder ni programa como la de los CHALECOS
AMARILLOS, muy minoritaria en su capacidad de convocatoria —su cifra máxima
fueron 280.000 manifestantes—, aunque de enorme impacto político y social. La
intención de MACRON de refundir los 42 sistemas de pensiones vigentes ha encendido
las alarmas de organizaciones y partidos en declive. El presidente, que tras llegar
al poder en 2017 despreció el DIÁLOGO SOCIAL, topa con una oposición amplia
—no está claro si mayoritaria— a un plan que puede marcar el quinquenio
presidencial.
LA PARADOJA DE ESTE MOVIMIENTO SOCIAL es
que se opone a una reforma cuyo contenido exacto nadie conoce y que,
además, Macron ha querido realizar escuchando a los agentes sociales. El de
ahora ya no es el Macron con aires monárquicos de hace dos años, el
presidente del ordeno y mando que impuso con su rodillo parlamentario la
reforma laboral y la de los ferrocarriles públicos. Entonces, ni los sindicatos
ni la oposición lograban aglutinar el descontento. Tuvo que ser un
movimiento imprevisto como el de los chalecos amarillos —la Francia
de las ciudades pequeñas de provincia— el que, por primera vez, hizo recular al
presidente. Pablo Raúl, jueves 5 de diciembre del
2019.
FRANCIA. será hoy el reflejo de América latina - SI en cuanto el Modelo neoliberal, se hunde hacia millones
de "los de abajo", pero "florece en el 1%) que cada día es más MILLONARIO. En Francia son las propias corporaciones del capital
corporativo global, tomando el Gobierno de Macron como instrumento político
central, entraron a la Segunda fase Neoliberal. es el de las PRIVATIZACIONES,
es más sangrienta, inhumana y criminal. Arranca con las PENSIONES,
somos las primeras víctimas del capitalismo salvaje Ya está en camino la EDUCACIÓN,
SALUD, TRANSPORTE, CULTURA-DEPORTE-COMUNICACIÓN, MEDIO-AMBIENTE, SEGURIDAD,
etc. Hoy es el "nuevo" camino de acumulación mundial del
capitalismo - y más rápida e invisible será en la era Digital. 5G.
Lo
que los chalecos amarillos no
consiguieron ahora lo intentan los sindicatos y los partidos, apoyados en la
inquietud de millones de franceses respecto al futuro de sus pensiones y en
un malestar de fondo que se proyecta en la figura del presidente de la
República. La movilización de este jueves ha sido el primer acto de un pulso
de resultado incierto. La compañía de ferrocarriles, la SNCF, y la del transporte público de la región parisina, la RATP, decidieron
prolongar las huelgas. También los controladores aéreos pararán este viernes,
lo que previsiblemente paralizará un 20% de vuelos. Está por ver qué otros
sectores —desde la educación a la policía, pasando
por hospitales y abogados, que también protestaron— mantendrán los paros.
El temor
del Gobierno y la esperanza de huelguistas y manifestantes es que se repita el
escenario de 1995. Entonces presidía Francia Jacques Chirac y
el primer ministro era Alain Juppé, que impulsó una reforma de las pensiones
parecida a la que hoy promueven Macron y su primer ministro, Édouard Philippe. El pulso duró
entonces tres semanas, con manifestaciones que superaron el millón de
asistentes y que acabaron forzando a Juppé, mentor de Philippe, a
dar marcha atrás y archivar la reforma. Los
convocantes de la protesta de este jueves eligieron el 5 de diciembre como una
conmemoración, y una invocación de 1995.
/////
La rebelión
estalla en el corazón de Europa con una huelga general por tiempo indefinido.
Las movilizaciones se extienden masivamente por todos los costados y la huelga
ha paralizado el país. Se trata del paro nacional más grande desde 1995, cuando
los trabajadores franceses derrotaron la ofensiva neoliberal.
***
FRANCIA,
CONTRA REFORMA JUBILATORIA.
Huelga general a partir del 5 de diciembre.
*****
Christian Mahieux.
A l’encontre.
Rebelión sábado 7 de diciembre del
2019.
El jueves 5 de diciembre marcó el inicio del
combate contra la contrarreforma jubilatoria que pretende imponer el gobierno
francés. Miles de escuelas y colegios cerrados, universidades ocupadas o
bloqueadas, bomberos, trabajadores de los hospitales, ferroviarios,
trabajadores del transporte, de las refinerías, policías, estudiantes,
recolectores de residuos, profesores, trabajadores de empresas privadas en las
que hacer huelga es mucho más difícil debido a la precariedad y al porcentaje
de temporarios y de precarios.
La
movilización ha sido importantísima en todas las ciudades francesas. Los
atascos mañaneros habituales a la hora de ir al trabajo, casi no existían y eso a pesar del promedio de 90%
de huelguistas en el transporte de pasajeros (trenes, autobuses). También
lo ha sido en los departamentos ultramarinos que Francia conserva aún, en
particular en La Reunión.
En París la
manifestación fue histórica, con unos 500.000 manifestantes, cifra que será seguramente más elevada una vez que
los diferentes sindicatos comparen los conteos efectuados. La represión
policial brutal y las detenciones preventivas no lograron hacer que los manifestantes
bajaran los brazos. En casi todas las ciudades de Francia, las asambleas
votaron la reconducción de la huelga.
En este
artículo, Christian Mahieux analiza la reforma
de Macron y su gobierno, plantea las reivindicaciones levantadas y analiza
también el nacimiento y la preparación de esta huelga
general por tiempo indefinido. (Redacción Correspondencia de Prensa)
Las sucesivas contrarreformas de los gobiernos de derecha
y de izquierda desde 1993
(en 1995, 2003, 2007, 2010, 2014) han aumentado la edad a la que se abren
los derechos jubilatorios, han aumentado el período de cotizaciones
para obtener jubilaciones completas, han penalizado a los que no tienen
las anualidades necesarias mediante la introducción de un descuento, han modificado
el cálculo de las pensiones y han reducido considerablemente el monto
recibido. Pero el sistema actual sigue aún funcionando sobre la base de la
consideración de las profesiones y está basado en mecanismos de solidaridad.
El cálculo de la pensión individual está previsto en la ley, su importe
se determina en función del salario y de la duración de las
cotizaciones, se denomina régimen de "prestaciones definidas".
Detrás del sistema de jubilaciones, la jungla del capitalismo.
El gobierno de Macron
quiere remplazar el sistema actual por un sistema de jubilaciones basado en
puntos. Lo hace en
nombre de la universalidad, la sencillez, la transparencia... ¡no hace
más que mentir abiertamente! El objetivo
es reducir el monto de las jubilaciones y
obligar a todos los trabajadores y trabajadoras a jubilarse más tarde, a
trabajar más años.
Hoy en día, cada persona
puede saber cuáles son sus derechos, en función de los salarios percibidos y de
la duración del período de cotización. Mañana, el valor del punto, la
situación económica, el número de jubilados, la esperanza de vida...
pasarán por alto estos derechos. La jubilación recibida dependerá del valor del punto en el
año en curso, con una fórmula matemática para equilibrar las cuentas entre
ingresos y gastos y teniendo en cuenta la esperanza de vida de cada
generación... Nos enfrentamos a lo imprevisible y a la falta total de
garantías.
El gobierno sigue diciendo
que quiere poner fin a los "regímenes especiales" para que
todos seamos tratados de la misma manera: además de que su única ambición en
esta área sea la de pisotear los derechos obtenidos por varias categorías
de trabajadores, en realidad, su sistema de puntos
significa que habrá tantos regímenes especiales como individuos.
Por otra parte, el
sistema de puntos tiene en cuenta toda la carrera, mientras que hoy sólo se
tienen en cuenta los mejores 25 años o los últimos 6 meses para el sector
público (que tiene salarios menores y congelados desde hace
años, NdT). Esto reducirá la pensión en el caso de carreras laborales
irregulares, con interrupciones o con períodos de pagos más bajos. Las mujeres son las principales afectadas, dadas las
desigualdades que persisten, desigualdades que esta contrarreforma va a
profundizar.
El sistema de
puntos es contributivo, "1 euro aportado
da los mismos derechos a todos". "Una buena carrera, una buena
jubilación"; y una mala carrera... Es la visión del mundo de la
clase dominante, de la que Macron es uno de los portavoces, la que
separa a "la gente que triunfa en la vida de la gente que no es nada
".
Reivindicaciones solidarias
La Unión
Sindical Solidaires y sus
organizaciones afiliadas han publicado argumentos, folletos, han organizado
cursos de formación y debates, han puesto a disposición material militante
(videos, pegatinas, carteles). Otras organizaciones han hecho lo mismo. Solidaires resume sus demandas de la siguiente manera:
- Justicia social. La
Seguridad Social, de
la que forman parte las jubilaciones, sirve en particular para conceder
derechos a las personas que (ya) no pueden trabajar, para satisfacer sus necesidades.
Estos derechos no deben ser vapuleados. Por eso, el sistema debe ser
redistributivo. En un momento en el que los beneficios de las grandes
empresas aumentan constantemente, en el que los dividendos alimentan a un
puñado de multimillonarios, es más que justo exigir un aumento de los salarios
y de las cotizaciones a la seguridad social, que deben utilizarse para mejorar
nuestras vidas tanto ahora como en el futuro.
- Solidaridad
intergeneracional.
Hoy, se supone que debemos trabajar hasta los 62 años, pero las personas
abandonan el trabajo a la edad media de 60 años debido a una enfermedad
o al desempleo. Al mismo tiempo, los jóvenes tardan en encontrar un verdadero
trabajo y sobre todo, un verdadero salario. Y si es cierto que vivimos más
tiempo, no lo vivimos necesariamente en buena salud. Así que decimos no a
trabajar más y más años para un patrón.
- Igualdad entre hombres
y mujeres. Las desigualdades en el trabajo y en la familia tienen un impacto en los salarios
y en el empleo de las mujeres. Esas desigualdades se incrementan al jubilarse,
dejando a muchas mujeres sin medios para vivir. No queremos limosnas,
sino un sistema de pensiones que corrija la discriminación en lugar de
profundizarla. Es lo que se llama un sistema solidario.
Para todos los regímenes jubilatorios, jubilación no
inferior a 75% del último salario o ingreso.
Ninguna jubilación por debajo del salario mínimo definido
por la ley.
37 años de cotizaciones para la obtención de una
jubilación completa.
Ningún descuento.
Para poder pagar las jubilaciones y pensiones, los aportes a la seguridad social
deben realizarse para todos los ingresos: salarios, primas no incluidas en los
salarios, participación en los beneficios, utilidades, dividendos, etc.
Edad legal de jubilación a los 60 años y 55 años para los trabajos ya reconocidos como
insalubres y/o pesados. Respeto de los derechos adquiridos en todos los
sectores profesionales.
Mantener los derechos familiares y el derecho al cuidado
de los hijos de las mujeres
-mientras no se logre la igualdad salarial- a través del aumento de
las pensiones y jubilaciones. Aumento para ellas en función de las
desigualdades salariales observadas.
Cotización a la seguridad social del empleador equivalente a un trabajo a tiempo
completo en los puestos de trabajo a tiempo parcial.
Aplicación de la licencia de maternidad y paternidad, bien remunerada y sin que implique
pérdida eventual del empleo.
Desarrollo de instalaciones (guarderías u otras formas) para
niños preescolares.
Derecho a residencia en Francia a todos los extranjeros que hayan cotizado para poder
beneficiar de su pensión.
La Seguridad Social debe cubrir el 100% de la pérdida de
autonomía.
No al sistema de puntos que reduce las pensiones, aumenta las
desigualdades y reduce la solidaridad.
Integración de los regímenes complementarios de pensiones
y jubilaciones a los
regímenes de base, convertidos en años de aportes.
Mantener los sistemas de anualidades mediante la
derogación de las reformas regresivas.
¿Cómo ganar?
La huelga de diciembre no surge de la nada. Ha sido construida, con ritmos
diferentes, en y por las organizaciones sindicales involucradas. El elemento
unificador fue el llamamiento unitario de UNSA, CGC, FO, SUD/Solidaires de la
RATP (RATP: Transportes públicos parisinos), luego apoyado por la CGT,
lanzado tras la fuerte huelga del 13 de septiembre y que se dio más de
tres meses para construir una huelga renovable indefinida.
Atreverse a tomar la
iniciativa de la ampliación de la huelga llevó más o menos tiempo, dependiendo de los grupos
militantes, pero se hizo. A nivel interprofesional y nacional, Solidaires decidió rápidamente llamar a una huelga
indefinida a partir del 5 de diciembre, haciéndose eco de los llamados ya
lanzados por algunas de sus federaciones. En octubre, el Comité Confederal
de FO (Force Ouvrière) hizo lo mismo, en términos algo más ambiguos en
cuanto a la condición de huelga indefinida; la CGT (Confédération
Générale du Travail) adoptó la misma posición en noviembre; la FSU
(Fédération Syndicale Unitaire), por su parte, guarda silencio sobre la
cuestión de la renovación del llamado a la huelga. Finalmente, se
realizó un llamado unitario, con CGT, FO, FSU,
Solidaires. En varios sectores
profesionales y departamentos franceses militan también la CNT-SO, la CNT o
la UNSA; a veces incluso la CFDT, como en la SNCF (Compañía ferroviaria),
pero no hay que descartar que la CFDT, sobre todo, se retire lo antes posible
del movimiento e intente romperlo.
Soplan vientos de lucha
como hace tiempo que no soplaban.
Los llamamientos sindicales a nivel de todas las profesiones y
gremios, además de las convocatorias interprofesionales, siempre necesarios,
pero a menudo simbólicos, dan la pauta de la importancia que va a tener esta huelga. Esas convocatorias amplían los llamados
sectoriales recientes de los trabajadores ferroviarios, de los estudiantes,
del personal de los hospitales, etc.
Allí donde la
movilización parece
ser más fuerte es porque las demandas sectoriales, locales e incluso de categorías
de trabajadores, son prioritarias. Eso no representa ningún problema: Que
las personas en huelga definan sus
demandas en base a su experiencia diaria es algo estrictamente lógico.
La huelga, con asambleas generales diarias,
ocupación de locales, discusiones informales, es el momento en el que se establece
el vínculo entre la situación concreta de cada día y la ruptura con el sistema.
¿Harto de jefes y de órdenes estúpidas? ¿A quién y para qué sirve
la jerarquía, cómo podemos desafiarla y prescindir de ella? Es más fácil hablar
de eso a partir de nuestro puesto de trabajo, con aquellos con quienes
trabajamos todos los días, juntos, que imaginarlo de una manera abstracta.
Lo mismo ocurre con muchos
otros temas: ¿qué es esta "competencia" de la que se nos habla en
las empresas? Dado que hay millones de
desempleados, ¿por qué no reducir el tiempo de trabajo de todos?
¿No podemos permitírnoslo? ¿Qué pasa con los miles de millones de
aportes a la seguridad social y con los impuestos robados por las grandes
empresas y los más ricos? ¿Qué pasa con los beneficios que recaudan los
accionistas, recompensando a los que no trabajan?
Las
jubilaciones no
son una discusión de tecnócratas.
Son una opción política que consiste en
subrayar que las pensiones de mañana se financian con las
cotizaciones de los trabajadores de hoy (y de ayer) y que, por lo
tanto, corresponde a los trabajadores decidir cómo utilizar esos fondos:
no a los empresarios, no a las instituciones que trabajan y gobiernan
para ellos. ¿El fin de los regímenes especiales? Sí, pero nivelando hacia arriba, porque se puede hacer si se
decide y si lo imponemos.
“¿Dirección del movimiento o apoyo a la autoorganización?”
La convergencia con los chalecos amarillos, más allá de algunos casos locales, sigue siendo complicada. El
innegable reflujo de este movimiento es una de las razones: pero ¿cuántas
luchas han durado tanto -más de un año- como dura la de los chalecos amarillos?
La dificultad que tiene una gran parte del movimiento sindical para situarse frente a este movimiento es
otra cosa. Tenemos que estar abiertos a lo inesperado, es una necesidad para
cualquiera que quiera inventar una nueva sociedad...
¿Cómo podemos
asegurarnos de que los miles de proletarios que se han integrado al movimiento
de los Chalecos Amarillos encuentren su lugar en lo que se está
preparando a partir del 5 de diciembre? Se trata de una cuestión importante. Por un lado, a
finales de 2018, los Chalecos Amarillos demostraron que era posible ganar
una gran batalla social de una manera probablemente demasiado limitada pero que
contrasta con las sucesivas derrotas sindicales. Por otro lado, para
volver a la cuestión de la democracia en la lucha, a la cuestión de la
necesidad de un movimiento que permita a todos participar en las discusiones,
debemos encontrar vías para que las asambleas generales de los huelguistas
en las empresas y en las rotondas de los chalecos
amarillos converjan e intercambien,
se complementen y se enriquezcan entre ellas. No se trata de vincular una de
las dos dinámicas a la otra, sino de crear una nueva, más fuerte y común.
La solución no puede estar en un simple "llamado
a unirse a la movilización sindical". No
será fácil, pero tal fusión sería decisiva. Aquí se plantea la cuestión de la
autonomía de los movimientos sociales, el papel de apoyo de las organizaciones
ya constituidas: ¿dirección del movimiento o ayuda a la auto organización?
Concretamente, desde el
inicio del movimiento, el problema se va a plantear: ¿una huelga masiva
el jueves 5, renovada el viernes 6? ¿Presencia importante en rotondas, en los
peajes u otros lugares habituales de los Chalecos
Amarillos (o manifestaciones) el
sábado 7? Porque "estamos aquí, estamos aquí... por el honor de
los trabajadores y por un mundo mejor", sigue siendo un hermoso
programa de lucha. ¿Verdad?
Como vemos, el éxito de
la lucha que se viene
depende de las iniciativas locales: no debemos dejar de lado la necesidad de
construir y de mantener una huelga indefinida; pero una de las lecciones del
movimiento de los Chalecos Amarillos es que debemos combinarla con acciones
y convergencias que sólo pueden ser decididas localmente y no a través de
instrucciones nacionales.
La movilización en Francia está lejos de ser aislada. El vínculo existe con el movimiento
de pensionistas y jubilados del Estado español,
que convoca una manifestación el 5 de diciembre, pero también con lo
que está ocurriendo en muchos países de todo el mundo.
La Red Sindical
Internacional de Solidaridad y Luchas
es una herramienta. El contexto político en Francia no puede
analizarse desconectado de la situación mundial: sin idealizar ni tomar
nuestros deseos por realidades, resulta claro que nunca, desde hace mucho
tiempo (1968...), ha habido al mismo tiempo
tantas revueltas populares, algunas de ellas de gran magnitud, en todos los
continentes.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario