lunes, 18 de mayo de 2020

WILLIAM I. ROBINSON: “SE AVECINAN REVUELTAS SOCIALES EN EEUU”

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“Epohi: ¿Hay esperanzas de un nuevo radicalismo entre los trabajadores en Estados Unidos?  ¿Cuáles son las perspectivas del desarrollo de la lucha de clases en Estados Unidos, debido al empobrecimiento de amplios sectores de la sociedad?

“Robinson: La pandemia dejará como secuela más desigualdad, más tensión política, más militarismo, y más autoritarismo.  Si bien se vienen movilizando las fuerzas ultra-derechista y neo-fascistas, también se movilizan los sectores populares y de la clase obrera.  Aquí en Estados Unidos los trabajadores llevaron a cabo una oleada de huelgas y protestas, en tanto venía extendiéndose el virus, para exigir su seguridad.  Los inquilinos llamaron por una huelga de alquileres, los activistas para los derechos de los inmigrantes rodearon los centros de detención para exigir la liberación de los detenidos, los trabajadores de la industria automovilística entre otras montaron huelgas salvajes para obligar a las fábricas a cerrar hasta que las plantas pudieran funcionar con condiciones sépticas, la gente sin techo tomaron casas vacías, los trabajadores de la salud en la primera línea exigieron los equipos necesarios para su protección.  La crisis tiene la potencial de despertar a millones de la apatía política.  Hay una radicalización entre los trabajadores, un nuevo sentido de solidaridad.  Se trazan las líneas de batalla.  Se avecinan revueltas sociales”.

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WILLIAM I. ROBINSON: “SE AVECINAN REVUELTAS SOCIALES EN EEUU”

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Epohi.

América Latina en Movimiento-

Viernes 15 de mayo del 2020.

Entrevista de Epohi (periódico griego del Partido Syriza) con William I. Robinson, Profesor de Sociología, Universidad de California en Santa Bárbara

Epohi: ¿Como evalúas la situación en Estados Unidos?  ¿Sería una exageración hablar del fracaso total del capitalismo neoliberal?

Robinson: No es exageración decir que la pandemia ha dejado al desnudo el fracaso total del neoliberalismo en Estados Unidos y a nivel global.  Pero queremos recordar que aun antes de la pandemia, Estados Unidos estuvo en el mero centro de una creciente crisis del capitalismo global que es tanto estructural como política.  Estructuralmente, la economía global ha estado sumida en la sobreacumulación y el estancamiento.  Gran parte de América Latina y África ya estuvo en recesión en vísperas de la pandemia, mientras Estados Unidos y Europa mostraba tendencias recesivas, Asia experimentaba una prolongada baja en la tasa de crecimiento, los mercados bursátiles alrededor del mundo ya estaban tambaleándose y se presentaban numerosas burbujas de activos a punto de reventar.  La pandemia paralizó de la noche a la mañana parte importante de la economía global y apenas sirvió de detonante, intensificando por muchas veces calamidad que ya amenazaba.

Aquí en Estados Unidos la crisis ha arrojado de la noche a la mañana a decenas de millones de personas en crisis de sobrevivencia.  Treinta y tres millones de trabajadores aplicaron para prestaciones de desempleo hasta la fecha, cifra a la cual hay que agregar las decenas de millones que se encontraban en el desempleo, en el subempleo, y en el empleo precario.  Esta cifra rivaliza con la de la Gran Depresión de los años 1930.  El gobierno ha asignado varios billones de dólares a rescates y subvenciones a las grandes corporaciones, pero ha proporcionado cantidades muy inadecuadas de asistencia a los trabajadores y los pequeños negocios.  Las prestaciones de desempleo solo benefician a los que tenían empleo fijo por lo que deja sin beneficio a los millones, y de todas maneras el nivel de prestación es demasiado escaso para sobrevivir.  Aquellos que pierden su trabajo también pierden su seguro médico ya que en Estados Unidos dicho seguro se extienden por medio del empleador, para no mencionar que décadas de austeridad neoliberal y el desmantelamiento de los sistemas de bienestar social han devastado el saludo público.


Epohi: ¿Como interpretas la estrategia de Trump frente a la crisis?  ¿Sería una exageración decir que su prioridad es la rentabilidad de capital y que desprecia a las vidas humanas?



Robinson: Es cierto que Trump ha sido criminalmente inepto e insensible en manejar la emergencia sanitaria.  Pero es un error decir que es solamente Trump quien ha priorizado la rentabilidad capitalista por encima del bienestar de la mayoría trabajadora.  Eso es una estrategia de toda la clase capitalista transnacional.  A pesar de su retórica populista, Trump ha servido bien los intereses de los capitalistas y los ricos, persiguiendo un programa de neoliberalismo en esteroides, incluyendo la reforma impositiva regresiva, la amplia desregulación y privatización, la expansión de las subvenciones al capital, la represión sindical, y los recortes al gasto social.  Desde que Trump llegó a la presidencia en 2017, la riqueza de los multimillonarios ha incrementado en un 10.6 por ciento. de acuerdo con un informe reciente.

Los grupos dominantes ahora se desempeñan en trasladar la carga de la crisis a las clases trabajadores, impulsando políticas para explotar cada aspecto de la pandemia para beneficios capitalistas privados.  Trump ha revertido las regulaciones ambientales y laborales para la industria de hidrocarbonos y otras industrias, al declararlas “industrias esenciales”.  Ha impuesto recortes a los salarios de los trabajadores agrícolas, la mayoría de ellos inmigrantes, y quienes ya devengaban salarios de miseria.  Mientras tanto, la elite ultra rica en Estados Unidos, increíblemente, vio su riqueza se incrementó por $282 mil millones de dólares en apenas tres semanas de negocio con la pandemia.  El Gerente General Corporativo de Amazon, Jeff Bezos, incrementó su riqueza por $25 mil millones.  El Gerente General de Tesla y SpaceX Elon Musk – quien declaró que la cuarentena fue una “infracción fascista” a su derecho de hacer ganancias – incrementó su riqueza por $5 mil millones, el Gerente General de Zoom, Eric Yuan, por $2.58 mil millones, el ex-Gerente General de Microsoft Steve Ballmer, por $2.2, etcétera.

Por otro lado, se espera que se quiebran millones de pequeños negocios.  Estarán arrebatados por los grandes bancos y corporaciones, al igual que las casas de las familias de las clases trabajadoras y medias que no pueden pagar sus hipotecas.  Va a haber una concentración mucho mayor de la riqueza y el capital en la cima de la pirámide social.

Epohi: ¿Como vez esta enorme polarización social creada en Estados Unidos por la crisis actual, con los partidarios de Trump por un lado y sus oponentes por el otro?



Robinson:  Al igual que en otras partes del mundo, ha habido una rápida polarización política desde antes de la crisis sanitaria entre un repunte de las fuerzas populares e izquierdistas y una insurgencia de la ultra-derecha y fuerzas neo-fascistas.  Ambas fuerzas apelan a la misma base social de los millones que han sido devastados por la austeridad neoliberal, el empobrecimiento, el empleo precario, y la relegación a las filas de la humanidad superflua.

Pero ahora la pandemia está intensificando dicha polarización.  La estrategia de Trump has sido insistir en una reapertura inmediata de la economía.  Ha ordenado a los trabajadores de las plantas procesadoras de carnes y de otras industrias a regresar al trabajo sin preocuparse por su seguridad.  Esta reapertura prematura goza del pleno apoyo de los empleadores, cuya prioridad sobre cualquiera otra cosa es asegurar sus ganancias y la disciplina sobre los trabajadores.  La parálisis de la economía interrumpió momentáneamente el proceso de la acumulación de capital.  Pero el capital no puede quedarse ocio sin dejar de ser capital.  El impulso para reavivar la maquinaria capitalista lucrativa explica la ocurrencia en numerosas ciudades norteamericanos de manifestaciones públicas de la ultra-derecha para exigir el levantamiento de la cuarentena.  Si bien las protestas aparecen como espontáneas, de hecho, han sido organizadas por las agrupaciones conservadoras estadounidenses respaldadas por los lobbies corporativos.  Las milicias derechistas han concurrido fuertamente armadas a estas protestas.

La ultra derecha ha venido forjando una base social entre aquellos sectores anteriormente privilegiados de la clase trabajadora, en su mayoria blancos, quienes en años recientes han experimentado una fuerta desestabilizacion socioeconomica y una movilidad descendiente de cara la la globalización capitalista.  Trump ha logrado canalizar la mayor ansiedad social entre estos sectors, desde una crítica del capitalismo global hacia una movilización racista y jingoista contra los chivos expiatorios tales como los inmigrantes, y por tanto estos sectores llegan a servir de fuerzas de choque, de manera verdaderamente fascista, para la agenda capitalista ultra-derechista.  Trump y la ultra-derecha utilizan la deslocación en masa causada por el colapso económico para avanzar esta movilización neo-fascista.



Epohi: ¿Como ha afectado la crisis actual la elección presidencial?



Robinson: El proceso electoral está prácticamente en un estado de suspensión ya que las campañas públicas no son posibles.  Las convenciones de los partidos que suelen realizarse durante el verano probablemente se realizarán en espacio virtual.  Trump, como presidente, goza de visibilidad pública y tiene una plataforma, mientras tanto el probable candidato Demócrata Joe Biden prácticamente no tiene presencia pública en estos momentos.  No está claro si la votación puede darse en noviembre de una forma que protege la salud de los votantes.  Algunos Demócratas han llamado por una votación por correo, pero Trump y los Republicanos han resistido este llamado.  Las dificultades en emitir el voto y la baja participación electoral favorecen a los Republicanos.  Algunos han hablado incluso de la postergación de las elecciones en caso de que no haya pasado la pandemia.  Cualquier cosa puede pasar entre ahora y noviembre.

Epohi: ¿Hay esperanzas de un nuevo radicalismo entre los trabajadores en Estados Unidos?  ¿Cuáles son las perspectivas del desarrollo de la lucha de clases en Estados Unidos, debido al empobrecimiento de amplios sectores de la sociedad?



Robinson: La pandemia dejará como secuela más desigualdad, más tensión política, más militarismo, y más autoritarismo.  Si bien se vienen movilizando las fuerzas ultra-derechista y neo-fascistas, también se movilizan los sectores populares y de la clase obrera.  Aquí en Estados Unidos los trabajadores llevaron a cabo una oleada de huelgas y protestas, en tanto venía extendiéndose el virus, para exigir su seguridad.  Los inquilinos llamaron por una huelga de alquileres, los activistas para los derechos de los inmigrantes rodearon los centros de detención para exigir la liberación de los detenidos, los trabajadores de la industria automovilística entre otras montaron huelgas salvajes para obligar a las fábricas a cerrar hasta que las plantas pudieran funcionar con condiciones sépticas, la gente sin techo tomaron casas vacías, los trabajadores de la salud en la primera línea exigieron los equipos necesarios para su protección.  La crisis tiene la potencial de despertar a millones de la apatía política.  Hay una radicalización entre los trabajadores, un nuevo sentido de solidaridad.  Se trazan las líneas de batalla.  Se avecinan revueltas sociales.

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