Energía renovable, energía que utiliza los recursos
inagotables de la naturaleza, como la biomasa, las
radiaciones solares o el viento. Es la energías que se obtiene de fuentes
naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía
que contienen o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Las energías renovables son la
alternativa más limpia para el medio
ambiente. Se encuentran en la naturaleza en una cantidad ilimitada y una vez consumidas
se puede regenerar de manera natural o artificial. Las energías renovables son recursos limpios cuyo impacto es prácticamente
nulo y siempre renovable. Entre las energías renovables tenemos la eólica – la energía de los vientos -, hidráulica – producida por la caída
del agua - geotérmica, - se
encuentra almacenada bajo la superficie terrestre en forma de calor y ligada a
los volcanes, aguas termales, fumarolas, etc - hidroeléctrica, mareomotriz, - el movimiento de las mareas y corrientes marinas,
son capaces de producir energía eléctrica en una forma limpia - solar, - producida por el sol en forma
de radiación electromagnética (luz, calor y rayos ultravioletas
principalmente), undimotriz, la biomasa – es la procedente del
aprovechamiento de la materia orgánica animal, vegetal y los residuos
agroindustriales - y los bio-combustibles.
El
girasol,
icono de las energías renovables por su enorme aprovechamiento de la luz solar,
su uso para fabricar biodiésel y su "parecido" con el Sol.
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Las
energías renovables son recursos abundantes y limpios que no producen gases de efecto invernadero ni
otras emisiones dañinas para el medio ambiente, como las emisiones del CO2,
algo que si ocurre con las energías no renovables, como son los combustibles
fósiles. Una de las principales desventajas es que la producción de algunas energías
renovables es intermitente ya que dependen de las condiciones climatológicas,
como ocurre por ejemplo con la energía eólica. Con todo el IDAE (Instituto
para la Diversificación y Ahorro de Energía), apunta que por su carácter
autóctono, este tipo de energías “verdes”
contribuyen a disminuir la dependencia de nuestro país de los suministros
externos, aminoran el riesgo de un abastecimiento
poco diversificado y favorecen el desarrollo tecnológico y la creación del
empleo.
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Hellisheiðarvirkjun
es la segunda mayor planta de energía geotérmica del mundo. Islandia encabeza
el sector, aunque la han empezado a imitar otros países. Crédito: Jesús
Rodríguez Fernández/cc by 2.0
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EL RÁPIDO CRECIMIENTO DE LOS BONOS VERDES.
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Desmond Brown.
Banco Interamericano de
Desarrollo.
Lima viernes 12 de
diciembre del 2014.
LIMA, 1e dic 2014 (IPS) - La mayoría de los países
que se han sumado a la lista creciente de los interesados en usar la energía
geotérmica debieron afrontar grandes desafíos económicos.
El director general de la
Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena), Adnan Z. Amin, dijo que los
esfuerzos de su organización para “duplicar la energía renovable” y alentar a
los inversores han dado frutos, como el esfuerzo para promover la alternativa
geotérmica en América Latina.
"Lo que ocurre es que
el negocio de las energías renovables está totalmente establecido en muchos de
esos países, se pusieron en marcha fuentes de financiación y se realizan
esfuerzos ambiciosos para reformar el marco legislativo y político, abriendo
así el mercado de las alternativas renovables”.
“Tenemos nuevos modelos de
financiación que son inversiones de reducción de riesgo y disminución del costo
de capital, históricamente una barrera para las energías renovables”, explicó
Amin a IPS, refiriéndose a la financiación a través de bonos verde como una de
las últimas innovaciones en materia de inversión en las alternativas limpias.
Los bonos verdes llegaron a
14.000 millones de dólares en 2013 y se estima que asciendan a 40.000 millones
de dólares este año y hasta 100.000 millones, el que viene.
“Eso cambia las expectativas
respecto del modelo tradicional de inversión, en el que siempre se esperaba que
los países en desarrollo pidieran fondos multilaterales baratos para
desarrollar su sector energético”, explicó Amin.
“Ya no es así. Lo que
ocurre es que el negocio de las energías renovables está totalmente establecido
en muchos de esos países, se pusieron en marcha fuentes de financiación y se
realizan esfuerzos ambiciosos para reformar el marco legislativo y político,
abriendo así el mercado de las alternativas renovables”, añadió.
La propuesta para crear una
agencia internacional especial para este sector surgió en 1981 en la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Nuevas Fuentes Renovables de Energía,
en Nairobi.
Irena se fundó oficialmente
en Bonn el 26 de enero de 2009. Fue un logro significativo para el mundo que se
difundieran las energías renovables y una clara señal de que el paradigma
global en la materia estaba cambiando a raíz del creciente compromiso de los
gobiernos.
“La razón por la cual
estamos mucho más integrados en la discusión climática ahora es porque la
energía será una gran parte de la solución a las emisiones de carbono en el
futuro”, precisó Amin.
“Sabemos que el actual
sistema de producción de energía es responsable de 80 por ciento de las emisiones
de carbono globales. Solo la generación eléctrica representa 40 por ciento de
ellas y vivimos en un mundo que experimenta cambios drásticos”, explicó.
Irena fijó 2030, cuando se
estima que el planeta tendrá unos 8.000 millones de habitantes, como punto de
referencia para el despliegue total de la energía renovable.
“Esas 8.000 millones de
personas necesitarán alrededor de 60 por ciento más de energía actualmente
disponible, y con el actual nivel de emisiones si no pasa nada, tendremos 450
partes por millón de CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera, más allá de lo
cual es probable que el cambio climático sea catastrófico para 2040”, detalló
Amin.
“Tenemos esta pequeña
ventana de oportunidades para hacer un duro esfuerzo para controlar las
emisiones de los sistemas de energía”, añadió.
Un nuevo programa diseñado
para respaldar el desarrollo de la energía geotérmica en América Latina fue
lanzado el martes en la capital de Perú en el marco de la 20 Conferencia de las
Partes (COP 20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUC), que comenzó el 1 de este mes y terminará este viernes 12 o
más probablemente el sábado 13.
La participación de Perú en
la Entidad de Desarrollo Geotérmico forma parte de su plan de que 60 por ciento
de la generación eléctrica proceda de alternativas renovables para 2025.
A principios de este año,
el gobierno peruano e Irena realizaron una evaluación sobre la preparación del
país para las energías renovables. El documento identifica medidas necesarias
para ampliar la participación de este sector en Perú, así como complementar
mejor la electrificación rural y mejorar los esfuerzos actuales para
desarrollar biocombustibles.
La evaluación determinó que
los vastos recursos renovables sin explotar de Perú podrían desempeñar un papel
clave en garantizar la energía necesaria para incentivar la expansión
económica, al tiempo que se preserva el ambiente.
También subrayó la
necesidad de preparar la incorporación de la energía renovable en los planes de
ampliación de la red de suministro, en especial porque fuentes como la solar y
la eólica podrían cubrir la futura demanda de electricidad.
Con la actual participación
de las alternativas limpias en la matriz global en 18 por ciento, Irena espera
que este se duplique para 2030.
Pero un análisis de los
planes que las grandes compañías tienen entre manos para ver cuál es la
trayectoria de las inversiones renovables y la descarbonización concluirá que
seguirán haciendo lo mismo, con un aumento de entre tres a 21 por ciento para
fines de 2030.
Amin se reunió con la
costarricense Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la CMNUCC, para
discutir el papel clave de las energías renovables en la lucha contra el cambio
climático
En las conversaciones se
señaló que más de 80 por ciento de las emisiones de CO2, derivadas de las
actividades humanas, proceden de la quema de combustibles fósiles. De las
cuales 44 por ciento, derivan del carbón, 36 por ciento del petróleo y 20 por
ciento del gas natural.
“La energía debe ser
nuestra prioridad para disminuir las emisiones de CO2”, remarcó Amin.
Ryan Gilchrist, director
adjunto de desarrollo empresarial en UGE International, una empresa de energías
renovables, dijo que los países caribeños pueden mejorar sus atribuladas
economías persiguiendo la energía limpia.
“La mayoría de los países
del Caribe dependen de la importación de gasóleo para generar electricidad, que
es caro, sus precios son volátiles y produce emisiones de CO2 que contribuyen
al cambio climático”, dijo Gilchrist a IPS.
“La energía solar puede
resolver esos desafíos en el Caribe, ofreciendo una alternativa más barata y
limpia. Las islas caribeñas están particularmente amenazadas por el cambio
climático y el aumento del nivel del mar, pero también tienen mucho para ganar,
pues tienen abundante luz solar y viento que puede ofrecerles alternativas
limpias”, añadió.
Gilchrist dijo que el costo
elevado de la energía en las islas, sumado a la caída del precio de la
tecnología solar, significa que la energía renovable ya es competitiva en la
mayoría de los países del Caribe.
Hay numerosos mecanismos de financiación que
eliminan el costo inicial de la tecnología, permitiendo ahorros desde el primer
día.
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Editado por Kitty Stapp / Traducido por Verónica Firme
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