“ES UN PRECIO MUY ALTO, INGLATERRA O LA MUERTE”.
Testimonio de un
Joven Oriundo de Sudán Ismat Amir, desde la Ciudad de Calais.
Mientras descansaba bajo
un árbol después de otra noche de poner en riesgo su vida en las vías del túnel
de la Mancha, Ismat Amir se encogió de hombros cuando se le preguntó por qué él
y las decenas de compatriotas migrantes que lo rodeaban estaban preparados para
saltar a los trenes bala en busca de una nueva vida. El dijo: “Es un juego.
Pero con un precio muy alto. Es Inglaterra o es la muerte”.
Un estacionamiento del
supermercado Leader Price sirvió ayer como patio de operaciones para el sombrío
deporte que al anochecer ve a cientos de desposeídos del mundo tirarse contra
las cercas, los perros, la policía antidisturbios (foto) y el amenazante
tráfico. El objetivo es tratar de completar el último tramo de 35 kilómetros de
un viaje que le ha costado a sus participantes miles de dólares y muy
frecuentemente está marcado por la tragedia.
Ismat, un joven de 22
años, que huye de los conflictos étnicos en su país natal Sudán, pasó la última
semana durmiendo al aire libre en una zona descampada detrás del supermercado
Leader Price de Calais. El, y al menos otras 150 personas, lo hacen porque
estos alojamientos miserables están a 500 metros de los 20 kilómetros de muro
que rodea la entrada francesa al Eurotúnel del Canal: el objetivo de los 3000
inmigrantes en el puerto que buscan un pasaje a Gran Bretaña.
El estacionamiento y el
terreno descampado tienen la ventaja de estar considerablemente más cerca del
túnel que la “nueva jungla”, el barrio de villas en las dunas de arena del otro
lado de Calais, que se ha convertido en la base para la población transitoria
de eritreos, sirios, afganos, sudaneses, egipcios y otros miles. En lugar de
caminar los cuatro kilómetros y medio de regreso cada mañana, los migrantes
prefieren quedarse a la vista de su objetivo, incluso si esto significa vivir
en condiciones que hacen que la “nueva jungla” parezca un lujo.
Ismat dijo: “Hace dos
semanas, estaba con un amigo, Ahmed, cuando tratamos de saltar a un tren en el
túnel. No vio que venía otro tren. Se rompió el cuello. Murió en el acto. Otro
hombre se rompió la pierna hace un mes o algo así. Se fue al hospital, pero ahora
está de vuelta con nosotros”.
El joven sudanés es
consciente del peligro. “Sabemos el riesgo que estamos tomando. Pero no tenemos
otra opción para pasar, el túnel es la única manera. Cada noche, algunos tienen
éxito. La mayoría no, pero para mí Inglaterra es el único país al que vale la
pena tratar de llegar. Sufriremos si debemos hacerlo. ¿Te gustaría quedarte aquí?”.
* De The Independent de
Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción:
Celita Doyhambéhère. Cahal Milmo.
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Migrantes que llegan a las costas italianas en barcazas que partieron especialmente de Libia.
CRISIS HUMANITARIA:
SOBREVIVIENTES DEL MEDITERRÁNEO.
La ONU estima que este año 137 mil personas
cruzaron el mar.
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A Italia llegaron ayer 453 migrantes salvados por
una nave irlandesa: la barcaza llevaba 70 mujeres, 9 de ellas embarazadas, y 60
niños, además de 14 personas fallecidas. El negocio de los traficantes de seres
humanos
Elena Llorente.
Página/12
En Italia
Desde Roma jueves 30 de
julio del 2015.
Mientras más de 1500
inmigrantes –algunos medios franceses hablan de 2200– asaltaron el martes por
la noche el túnel que atraviesa el canal de La Mancha de Francia a Inglaterra,
y el día antes otros tantos habían intentado pasar con el resultado de 200 arrestados
y un muerto, la llegada a Europa por mar de desesperados provenientes de Medio
Oriente y Africa no tiene fin, al menos durante el verano europeo. Y sobre todo
la llegada a Italia, primer destino de una gran mayoría de ellos, según los
acuerdos internacionales, hasta tanto se decide su condición o no de refugiado.
A Italia llegaron ayer 453 migrantes salvados por una nave irlandesa que luego
los condujo a Messina, en Sicilia. La barcaza salvada incluía 70 mujeres, 9 de
ellas embarazadas, y 60 niños, además de 14 personas fallecidas, muy
posiblemente por deshidratación dadas las altísimas temperaturas por las que
atraviesa Europa en este momento.
Hace dos días, 1810
personas habían sido rescatadas en el mar por las naves de socorro de la
Guardia Costera italiana y de la operación europea llamada Tritón. Pocos días
antes habían desembarcado 400 prófugos en Taranto, 800 en Palermo, 468 a
Pozzallo, todas localidades de Sicilia y el sur de Italia. Y la cuenta no
termina. Según la agencia para los Refugiados de la ONU, 137.000 personas
–75.000 en el mismo período del año pasado– atravesaron el Mediterráneo en los
primeros seis meses de 2015, la mayor parte de ellos sirios, seguidos de
afganos y eritreos. Principalmente en barcazas que partieron de Libia. Pero hay
quien habla ya de 200.000 , y dadas las condiciones de pobreza y de conflictos
existentes en Medio Oriente y Africa, todo hace suponer que seguirán llegando.
Esta semana al menos
tres presuntos traficantes de seres humanos fueron detenidos por la policía en
todo esta multitud de llegadas. Entre ellos un tunecino de 21 años al que se le
encontró un bolsillo secreto en el pantalón donde, dijo la policía, escondía
unos cuantos dólares. Generalmente no se trata de los verdaderos traficantes
sino de jóvenes inmigrantes que se prestan a colaborar con los traficantes
manejando los botes, con tal de que se le baje el precio del “pasaje”
–habitualmente de varios miles de dólares– y que luego tratan de pasar como un
inmigrante más. Pero a menudo son denunciados por sus propios compañeros de
viaje.
Las reacciones de la
derecha italiana, como la Liga Norte, pero también de los superderechistas de
Casa Pound, no se hicieron esperar. No sólo han hecho agresivas manifestaciones
en estas últimas semanas en lugares asignados para el alojamiento provisorio de
los migrantes, tirándoles piedras e insultándolos, sino que ayer, por ejemplo,
el jefe del grupo de la Liga Norte de la Cámara de Diputados, Massimo Fedriga,
dijo convencido que los inmigrantes que rechazan la comida (siendo muchos de
ellos musulmanes tal vez rechazan todo lo que contiene cerdo), “deben quedarse
en ayunas y ser repatriados inmediatamente a patadas en el trasero” . La
reacción de la gente en cambio es variada. Y tal vez valen como ejemplos el de
un vendedor ambulante africano en una playa de Bari (sur de Italia) golpeado y
asaltado por una banda de italianos ante los ojos de la gente que tomaba sol y
que nada hizo por defenderlo, y el de otro africano que vendía chucherías en
una calle de otra ciudad del sur y que al ser agredido por algunos matoncitos,
fue defendido por la gente que pasaba.
Curiosamente los
inmigrantes mismos están comenzando a reaccionar”. Unos 15 prófugos de
Afganistán y de Pakistán en el centro de Udine (norte de Italia) protestaron
contra la Cruz Roja italiana que, dijeron en un cartel, “nos trata como
animales”. En Nápoles, otro grupo de inmigrantes de Nigeria, Gambia y Zambia,
bloquearon algunas calles en protesta por la falta de distribución de algunos
insumos imprescindibles previstos en los alojamientos para inmigrantes.
Paralelamente a todo
esto, organizaciones de solidaridad como Todo Cambia y Nuevos Desaparecidos,
cumplieron como cada jueves, una manifestación de protesta en el centro de
Milán, para que “la migración sea un derecho”. Y la organización católica
Caritas, bajó el lema “en agosto la solidaridad no se va de vacaciones” (agosto
en Italia es como enero en Argentina) invitó a los italianos a agregar un lugar
a la mesa del 15 de agosto, celebración muy respetada en todo el país que
conmemora la Asunción de la virgen María, invitando a un migrante a comer con la
propia familia.
Sobre
el tema inmigración el gobierno del primer ministro Matteo Renzi, que considera
que Europa podría hacer mucho más, ha comenzado por su parte a tomar contacto
directo con gobiernos africanos. En su reciente visita a Mozambique, Angola,
República del Congo y Eritrea, Renzi no sólo habló de cuestiones económicas de
mutuo interés sino también de migraciones, tratando de entender qué se puede
hacer en cada caso para evitar movimientos masivos de gente hacia Europa. Los
expertos hablan de dos puntos fundamentales en este sentido: acabar con las
guerras y conflictos internos y ayudar a esos países a que se desarrollen
económicamente. Dos
objetivos que los mismos expertos consideran que no se podrán lograr –en el
caso de que sea posible– inmediatamente.
*****
Miles de migrantes
intentan pasar cada día hacia el Reino Unido; hoy existe un conflicto entre el
Eurotúnel, París y Londres.
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DRAMA Y MUERTE EN LA TRAVESÍA DEL EUROTÚNEL.
La Crisis migratoria se desplazó del Mediterráneo
al Canal de la Mancha.
*****
En los últimos dos meses unas
1500 personas ingresaron clandestinamente al predio del túnel con la meta de
atravesar el canal rumbo al Reino Unido. Ayer un joven sudanés murió en el
intento y un migrante egipcio falleció en París.
Eduardo Febbro
Página/12
En Francia
Desde París jueves 30 de
julio del 2015.
La crisis migratoria
europea se desplazó del Mediterráneo al Canal de la Mancha. El foco se sitúa
hoy en la ciudad de Calais, al noroeste de Francia, en las costas del Canal de
la Mancha donde se encuentran los accesos a la plataforma del Eurotúnel que une
Francia con Gran Bretaña por vía ferroviaria. Miles de migrantes intentan pasar
cada día hacia el Reino Unido. La situación se ha ido agravando en los últimos
dos meses con unas 1500 personas que ingresan cada día clandestinamente al
predio de Eurotúnel con la meta de atravesar el canal a través del túnel. Ayer,
un joven sudanés de 30 años murió en la travesía y otro, un egipcio de la misma
edad, perdió la vida en París cuando intentó saltar de un tren para subirse al
que atraviesa la Mancha con rumbo a Londres. Desde junio hasta ahora unas nueve
personas murieron en circunstancias similares. Eurotúnel reveló que en lo que
va del año procedió a la intercepción de una 37.000 personas que buscaron
ingresar a sus dependencias de forma ilegal.
Eurotúnel interpeló a
las autoridades francesas para que incrementaran la seguridad en torno del
inmenso espacio de 20 kilómetros cuadrados que ocupan sus instalaciones, de los
cuales 650 hectáreas necesitan de una vigilancia permanente. Las incursiones de
los candidatos a atravesar el túnel son constantes. A veces lo hacen solos,
otras en grupos compuestos por 10 o cien personas. Los intentos se repiten varias
veces, sobre todo de noche. La ministra británica de Interior, Theresa May,
reconoció que “un cierto número” de migrantes habían podido entrar en Gran
Bretaña de esa manera. La responsable no facilitó ninguna cifra precisa. En
Francia, el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, anunció el despliegue de
fuerzas de seguridad suplementarias. Unos 120 policías y gendarmes se unirán a
los 350 que ya están presentes en el lugar. De hecho, hoy existe un conflicto
abierto entre Eurotúnel, el Estado francés y el británico.
La empresa que explota
el túnel bajo la Mancha llamó a los Estados concernidos a elaborar “una
reacción apropiada” y alega que la situación “sobrepasa lo que un concesionario
puede hacer razonablemente”. El titular francés de la cartera de Interior
respondió diciendo que Eurotúnel también debía “asumir sus responsabilidades”.
La semana pasada, el ministro afirmó que la empresa no “había hecho los
esfuerzos necesarios para luchar contra la intrusión de los migrantes”.
Eurotúnel les reprocha a Francia y Gran Bretaña su escasa implicación en la
resolución de este drama que se cobra muchas vidas al mes, provoca atrasos
enormes en la circulación de los trenes y un caos absoluto en toda la región de
Kent (Gran Bretaña) donde están las instalaciones de la terminal de Eurotúnel.
En Reino Unido el primer ministro, David Cameron, indicó que su país aportaría
10 millones de euros suplementarios que serán destinados a mejorar el sistema
de vallas que protegen las vías. Eurotúnel le exige al gobierno inglés y al
francés el pago de cerca de 10 millones de euros en indemnizaciones.
La suma corresponde,
según la empresa, al dinero perdido desde enero de 2015 hasta la fecha debido a
la masiva presencia de inmigrantes y los atrasos que sus intentos de pasar bajo
el túnel acarrean. El conflicto tiene más de un protagonista: una empresa
privada, varias comunas de la región, dos Estados y miles de clandestinos.
La utilización del túnel
bajo el Canal de la Mancha conoció un incremento espectacular luego de que los
accesos al puerto de Calais fueron reforzados con inmensas vallas. Sin entrada
posible al puerto y, por consiguiente, a los barcos que atraviesan el canal,
los migrantes optaron por la única vía que quedaba: el túnel. Muchos mueren
cuando saltan a los trenes en marcha que transportan camiones y autos hacia
Gran Bretaña. Los que no tienen dinero para abonar el costo de una travesía
“segura” (entre 1500 y 6000 euros) lo hacen por otros medios, muy expuestos. A
los muertos de este año y de 2014 (16) hay que agregarle los accidentados, los
amputados de piernas o manos porque se cayeron de un camión o fueron arrollados
por el tren.
Unos
3000 inmigrantes sin papeles oriundos de Sudán, Egipto, Afganistán, Etiopía o
Eritrea viven en condiciones infrahumanas en la ciudad de Calais. Los migrantes
residen en una zona descampada situada en las afueras de la ciudad conocida
como “la nueva jungla” (ver aparte). Las ONG Médicos del Mundo o Solidarité
Internationale les aportan un mínimo de atención médica o productos de primera
necesidad. Al igual que lo que ocurre con los migrantes que llegan a las costas
italianas, estos
pagan enormes sumas de dinero para llegar a Europa y escapar de países a menudo
azotados por guerras terribles.
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