lunes, 3 de marzo de 2025

TRUMP 2.0: NOSTALGIA SOCIAL Y REVOLUCIÓN POLÍTICA.

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“Así, la revolución no puede ser solo nacional, debe ser global. El trostkismo techy. Aparece una confluencia tácita de líderes providenciales: Putin, Modi, Xi, NetanyahuLaissez-faire ahora significa algo distinto:  ya no una relación con bienes sino con las personas. Y los países. Cada poder regional se relame ante los territorios (y sus recursos) por confiscar en esta nueva época en que las naciones chicas de pronto reconocen que el zoológico se transformó en jungla (la metáfora es del periodista Simón Kuper). Ucrania es la víctima de esta semana: debe aceptar una guerra perpetua o cederle a Putin parte de su territorio y a Trump la mitad de sus minerales. La situación recuerda a quienes bolsiquean atropellados. O a Barzini y Corleone.

“¿Podrán Trump, los technobros y la internacional autoritaria revolucionar el mundo? Por cada Lenin hubo centenas de revolucionarios fracasados. Quizás mañana Trump desata el caos, compuesto de una crisis económica norteamericana e inestabilidad global y termina fuera de escena pronto. Quizás. Sin embargo, algo fundamental ya se ha movido en el mundo. Un problema central es que en campaña Trump fue muy transparente sobre sus ambiciones: está cumpliendo su mandato. Y las dos fuerzas de resistencia más importantes siguen groguis: los Demócratas en EE. UU y, en el mundo, los europeos. Sin embargo, más allá de las estrategias que puedan adoptar, lo grave es, en realidad, que en el mundo se agotó la emoción democrática. La esperanza de una “sociedad abierta” ya no le sube la bilirrubina a nadie.

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TRUMP 2.0: NOSTALGIA SOCIAL Y REVOLUCIÓN POLÍTICA.

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Por Alberto Vergara. Politólogo.

Fuente. La República domingo 2 de marzo del 2025.


Es sabido que Karl Marx aseguró que la historia suele repetirse dos veces; la primera en forma de tragedia, la segunda como farsa. La frase me vino a la mente cuando Pedro Castillo ejecutaba su propia versión del autogolpe de Fujimori y probaba que en el Perú cuando la historia se repite aparece primero como tragedia y luego como episodio de Al fondo hay sitio.

Esto viene a cuento porque desde un lugar completamente distinto, Donald Trump desafía e invierte el viejo dictum marxista: su primera presidencia se nos aparece hoy como un reality show de mal gusto y, esta segunda, como una tragedia en plena forma. Durante su primer mandato, recuerdo una caricatura en The New yorker en la que unas personas comentaban algo así como “¿y qué tal si este presidente simplemente nos asegura la diversión cotidiana?”. Hoy ya nadie haría ese chiste. Como le dijo don Barzini a Vito Corleone, “times have changed”

Trump versión 2.0 es otra cosa. ¿Pero qué es? Estas semanas han aparecido una multitud de caracterizaciones del personaje, sus creencias y ambiciones. Quisiera utilizar este artículo para desbrozar mis propias confusiones y proponer una caracterización política que resulta casi un oxímoron: Trump como reaccionario revolucionario.



El reaccionario es la antítesis del progresista. No es un conservador preocupado por defender el statu quo sino alguien que desprecia los avances que produjeron el statu quo (de ahí la frase de Riva-Agüero a Luis Alberto Sánchez “no soy un conservador, soy un reaccionario”). El sueño del reaccionario es, en términos sociales, restaurar las jerarquías estamentales (en detrimento de los ciudadanos), y, en el plano político, regresar a un sistema donde el poder reside en pocas manos.  

Ese ha sido siempre el marco ideológico de Trump. No que lo haya hecho explícito ni que todas sus decisiones se expliquen por esto (muchas son simplemente estupideces, como cuando consideró que beber legía podía ser efectivo contra el covid-19), pero ese es, llamémosle, su reflejo ideológico.

En cuanto a su afán por reestablecer las jerarquías podríamos listar infinidad de ejemplos. Su aparición en la política se fundó en el disgusto que expresaba por Obama y diseminó el embuste según el cual no había nacido en EEUU (¿cómo un afro iba a ser norteamericano y presidente?); luego, lanzó su candidatura denigrando a mexicanos de forma genérica – malas personas, violadores--, y durante su presidencia, por ejemplo, conminó a un grupo de congresistas mujeres con orígenes familiares diversos a que “regresaran a su país”. Es decir, Trump rechaza consistentemente la idea de una ciudadanía fundada en la igual dignidad y capacidad de los individuos; la ciudadanía debería estar restringida a un solo tipo de personas: un hombre blanco, y mejor si es millonario.

Un ejemplo más: tras un accidente aéreo reciente en Washington DC en que murieron 64 personas, aseguró que las políticas de diversidad eran culpables del accidente. Con pilotos hombres y blancos no ocurrirían accidentes. Y, recientemente, Trump ha purgado muchos de los rangos altos de las Fuerzas Armadas, descartando a afroamericanos y mujeres. En síntesis, es un proyecto que anhela, cada vez con menos disimulo, la restauración de un orden social marcado por jerarquías adquiridas esencialmente al momento de nacer y que establecen quién está hecho para mandar y quién para obedecer; quién con el derecho a participar de la esfera pública y quién para permanecer en el ámbito privado.



Luego está la cuestión de la concentración del poder. Durante su primera presidencia siempre guardó más elogios para Kim Jong Un, Putin o Xi que para cualquier líder democrático (a Ángela Merkel siempre intentaba hacerle notar que no la consideraba una igual); al final del mandato, comandó un intento de golpe de Estado y como candidato anunció que le gustaría ser dictador; ya como presidente ha afirmado que quien está salvando a su patria no puede quebrar la ley. Busca, entonces, la concentración del poder y su ejercicio ilimitado.

Y aunque en su primer mandato probablemente deseaba lo mismo, ahora tiene los medios para lograrlo: mayoría en ambas cámaras, una corte suprema a la medida, un vicepresidente consagrado a la franela, el aparato burocrático purgado de resistencias y el FBI y el comando de las Fuerzas Armadas encabezados por fieles del culto trumpista (“Lo amo, señor. Pienso que Usted es “great”, señor. Yo mataría por Usted, señor.” Es lo que Trump asegura le dijo el nuevo jefe de las Fuerzas Armadas norteamericanas.)

Sin embargo, si en términos sociales Trump busca restaurar un orden jerárquico, en términos políticos no quiere rebobinar la historia sino un orden nuevo. Por eso es un reaccionario paradójico: el reaccionario revolucionario. Busca rupturas drásticas: con la tradición democrática y republicana norteamericana al jugar con la idea del monarca, su dinastía y corte patrimonialista; y, de otro lado, reorganizar el tablero internacional desde las más crudas relaciones de poder. Como proponen Iván Krastev y Stephen Holmes, con Trump EE. UU. reniega de su pretendida condición de “faro de libertad para el mundo” y admite que solo es otra nación egoísta.

Sus primeros pasos son los de todo revolucionario: demoler lo existente para intentar reconstruir de cero. En este camino Elon Musk resulta crucial y es, probablemente, la novedad más relevante respecto de su primer mandato. Ha quedado a cargo de una oficina abocada a destazar la burocracia estatal y así poder erigirla nuevamente. (Por cierto, con los mismos métodos, modales y hasta frases de cuando deshizo y rehízo Twitter). Además, proporciona un presupuesto inagotable para presionar focos de resistencia.

Musk también es crucial en este ímpetu revolucionario porque trae un proyecto global nuevo. Las ambiciones tecno-políticas de Musk y de muchos de los technobros --no technosisters— son de escala planetaria. En primer lugar, tienen la convicción de poder desechar a las democracias y reemplazarlas por alguna forma tecno-gerencial que sería más “eficiente” (el vicepresidente Vance, por ejemplo, suele citar al intelectual de internet Curtis Yarvin quien defiende un gobierno liderado por un monarca-CEO).

Además, de manera perturbadoramente reveladora, Musk y otros encumbrados líderes de esta movida crecieron en la Sudáfrica del apartheid lo cual conecta con lo reaccionario. Y en segundo lugar, está la parte más tecnológica del negocio que va desde reducir las regulaciones sobre sus empresas en el mundo hasta preparar la migración hacia Marte para quienes puedan salvarse de la destrucción climática del planeta.  

Así, aquí hay otra novedad: aparece un proyecto reaccionario que, a diferencia de lo usual, además de una pata nacionalista, contiene una ambición planetaria. Una internacional reaccionaria, digamos. El desmantelamiento de USAID, por ejemplo, busca ahogar a la sociedad civil global frente a gobiernos autoritarios. Esta política puede tener manifestaciones económicas diferentes, pero coincide en el desprecio por la democracia. Por eso el enemigo principal de este cosmopolitismo reaccionario es Europa. (Putin y Trump ruegan que Europa decida sostener la guerra en Ucrania por sí sola y que en ese transe colapse).

La propuesta internacional es la de un mundo multipolar y sin ley. El mundo cartelizado entre poderes regionales.



Los hegemones regionales autoritarios facilitan la nueva utopía global de reingienería social. Y también, por supuesto, la vieja costumbre del pillaje y la corrupción. En cualquier caso, el proyecto requiere pasar por encima de la voluntad de las personas y descartarlas como a hormigueros destruidos cuando se hace una carretera (la imagen es de Musk, según una periodista del New York Times). Con democracias esto es imposible. O mucho más difícil.

Así, la revolución no puede ser solo nacional, debe ser global. El trostkismo techy. Aparece una confluencia tácita de líderes providenciales: Putin, Modi, Xi, NetanyahuLaissez-faire ahora significa algo distinto:  ya no una relación con bienes sino con las personas. Y los países. Cada poder regional se relame ante los territorios (y sus recursos) por confiscar en esta nueva época en que las naciones chicas de pronto reconocen que el zoológico se transformó en jungla (la metáfora es del periodista Simón Kuper). Ucrania es la víctima de esta semana: debe aceptar una guerra perpetua o cederle a Putin parte de su territorio y a Trump la mitad de sus minerales. La situación recuerda a quienes bolsiquean atropellados. O a Barzini y Corleone.

¿Podrán Trump, los technobros y la internacional autoritaria revolucionar el mundo? Por cada Lenin hubo centenas de revolucionarios fracasados. Quizás mañana Trump desata el caos, compuesto de una crisis económica norteamericana e inestabilidad global y termina fuera de escena pronto. Quizás. Sin embargo, algo fundamental ya se ha movido en el mundo. Un problema central es que en campaña Trump fue muy transparente sobre sus ambiciones: está cumpliendo su mandato. Y las dos fuerzas de resistencia más importantes siguen groguis: los Demócratas en EE. UU y, en el mundo, los europeos. Sin embargo, más allá de las estrategias que puedan adoptar, lo grave es, en realidad, que en el mundo se agotó la emoción democrática. La esperanza de una “sociedad abierta” ya no le sube la bilirrubina a nadie.

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domingo, 2 de marzo de 2025

EL FRENTE AMPLIO YA GOBIERNA Y TUVO SU FIESTA POPULAR EN URUGUAY. Yamandú Orsi asumió la presidencia marcando el retorno de la izquierda.

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Presentamos a todos ustedes Amigos y Amigas, Ciudadanos y Ciudadanas, dos artículos sucesivos del 1 y 2 de marzo de la Toma de Gobierno, Acto de Compromiso Constitucional del nuevo Presidente y Vice presidenta de la República Oriental del Uruguay, Yamandú Orsi y Carolina Cose, militantes del Frente Amplio FA., que regresa al gobierno, después del periodo presidencial del derechista La Calle Pou. Lo importante e histórico, no solamente es la gran cantidad de mandatarios de varios países del mundo, así como Delegaciones Oficiales. Ha sido la presencia - en silla de ruedas, pero presente, por razones de salud – del Gran Líder Político y ex presidente del Uruguay, JOSÉ “EL PEPE” MUJICA también como el Maestro de nuevo presidente Yamandú Orsi.  Todos a trabajar Políticamente con su Programa de Gobierno y su Proyecto País, que tienen grandes e históricas responsabilidades en favor y beneficio del pueblo uruguayo, que los eligió y confió en ustedes como Frente Amplio. Pablo Raúl.

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Yamandú Orsi y Carolina Cosse saludaron desde el balcón del Palacio Estévez. Imagen: AFP

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EL FRENTE AMPLIO YA GOBIERNA Y TUVO SU FIESTA POPULAR EN URUGUAY.

Yamandú Orsi asumió la presidencia marcando el retorno de la izquierda.

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La militancia canalizó en las calles de Montevideo la bronca contenida por 5 años de mandato de Lacalle Pou. La lucha por los desaparecidos, uno de los grandes desafíos del nuevo mandatario.

Por Gustavo Veiga.

 

Fuente. Página /.12. domingo 2 de marzo del 2025.

 

Desde Montevideo

Enviado especial

La militancia del Frente Amplio (FA) ganó las calles montevideanas y las convirtió en una postal tricolor. Le dio la bienvenida a su presidente y vice Yamandú Orsi y Carolina Cosse, rodeándolos de afecto cercano y apoyo popular. La tradicional avenida 18 de julio desde la Plaza del Entrevero hasta el corazón de esta capital, donde conviven el Palacio Salvo, la Torre Ejecutiva y la estatua del héroe Nacional, Artigas, era un desfile de banderas rojas, azules y blancas hermanadas con las de Uruguay y una algazara acompañada de bocinazos y gritos de felicidad. 

La misma multitud le hizo saber también cuál era su espíritu a la derecha en retirada. Canalizó su bronca contenida por cinco años de mandato en el propio Luis Lacalle Pou. "El Cuqui ya se va, el cuqui ya se va…", le gritaban los más fervorosos seguidores del FA apretados contra las vallas en la Plaza Independencia, donde se cerraron los actos del día. Había sido una jornada húmeda, pero soportable. Sin la lluvia que hubiera mudado los festejos al auditorio del SODRE.



"La esperanza de un país libre"

"Esto que nos pasa es la esperanza de tener un país libre, un país digno y que tenga igualdad de oportunidades para todos. Que se sepa de los desaparecidos y empiecen a decir dónde están", comentó Marina, una mujer acompañada por su pareja. "Para nosotros es muy importante porque es el primer gobierno del Frente con nuestros hijos. Porque siempre peleamos por y para ellos", dijo él, Diego, quien vestía una remera con la inscripción "Somos todos familiares". Sus pequeños debutaban en una fiesta de traspaso presidencial.

A pesar de las vuvuzelas que sonaban sin parar, otros militantes se aproximaron a este cronista y pidieron la palabra en una esquina. Con respeto y sin estridencias explicaron cómo se mantiene la unidad en el FA:

"No es fácil, pero es la clave del Frente Amplio y eso sería bueno que se trasladara a otros países. Yamandú logró alinear a todo el mundo y vio lo que nos había pasado cinco años antes. Este pienso que va a ser un gobierno que va a tomar en cuenta los errores del pasado. Entramos en la tercera era progresista en Uruguay", comentó Silvia Rodríguez.

Las opiniones de los ciudadanos de a pie no difieren demasiado de los legisladores que representan al Frente en la Asamblea Nacional. Gabriel Otero, representante en la Cámara Baja por el MPP de José "Pepe" Mujica comentó:

"Pudimos salir adelante gracias a la autocrítica de la militancia. Ahí se salió a resistir en las calles con el pueblo. Entonces volver inmediatamente después que se perdió con un candidato fuerte, sólido y con un Frente Amplio muy unido significa aprendizaje. Significa que no es un período de gobierno más. No es el cuarto gobierno del FrenteEs un nuevo gobierno del Frente donde tenemos que volver mejores y diferentes, y lo vamos a lograr".



Los detalles de la ceremonia

El auto que trasladaba al binomio presidencial se detuvo a pocos metros de la base del monumento a Artigas. Orsi lucía traje azul y Cosse un vestido rosa. Ahí se levantó el palco con un atril desde donde habló el presidente -mucho menos tiempo que en el Palacio Legislativo-, la escribana de gobierno guardó las formas protocolares del acto y los ministros del gabinete firmaron el libro que los acredita.

Los presidentes y presidentas extranjeros esperaban sentados en unas sillas rojas, donde Lula se llevó más miradas que el resto. El líder del PT, el más veterano y tres veces elegido por el pueblo del poderoso vecino, había organizado la noche anterior un asado. Sus invitados fueron el chileno Gabriel Boric y el propio Yamandú. Hablaron de la integración regional, un tema que le preocupa muchoLuis Arce de Bolivia, Santiago Peña de Paraguay, Gustavo Petro de Colombia y los centroamericanos Xiomara Castro de Honduras, Bernardo Arévalo de Guatemala, Luis Abinader de Republica Dominicana y José Mulino de Panamá llegaron todos en sus autos oficiales hasta Plaza Independencia. En cambio, los integrantes del gabinete de Orsi viajaron desde la Legislatura en un ómnibus turístico descapotable.

Los 14 ministros del flamante presidente más el secretario general de la Presidencia, Alejandro "Pacha" Sánchez, quien le tomó el juramento, componen un mosaico de las distintas identidades partidarias que unidas conviven en el FrenteSeis de los quince funcionarios pertenecen al Movimiento de Participación Popular, la fuerza que sacó más votos del FA. Pero conviven con el ex afiliado socialista y ministro de Economía Gabriel Oddone; el comunista y ministro de Trabajo, Juan Castillo; el integrante de Asamblea Uruguay, José Mahía, a cargo de Educación y Cultura y la responsable del área de Salud, Cristina Lustemberg, del PAR, otro de las piezas del gran mecano que es el FA

Incluso el Frente tendrá en el Ministerio de Ambiente a Edgardo Ortuño; el primer legislador afro-uruguayo que integró el Parlamento y militante de la Vertiente ArtiguistaEs posible que desentone en el gabinete la mirada de mano dura del ex fiscal Carlos Negro a quien Yamandú colocó al frente del Ministerio del Interior. Es un funcionario de perfil técnico, de buenas relaciones con la policía y que en una declaración pública confesó: "La lucha contra el narcotráfico está perdida".



La deuda con la memoria, verdad y justicia

En el escenario del traspaso del mando hubo dos rechiflas ostensibles. La primera más fuerte que la segundaEl blanco de la primera fue el presidente saliente, Lacalle Pou, quien le colocó la banda a su sucesor. La otra sonó cuando comenzó el desfile militar. Una consigna sobre los desaparecidos sonó desde las primeras filas de la multitud bajo una resolana que impedía ver con nitidez el palco. 

En Uruguay se cuentan 197 desaparecidos, y la inmensa mayoría de ellos fueron secuestrados en la Argentina en el marco del Plan Cóndor. Apenas 31 fueron identificados y seis de ellos aquí. Uno de ellos, el campeón panamericano de boxeo de 1963, Gualberto Floreal García, fue un militante social secuestrado en Buenos Aires en 1974. Su cadáver apareció acribillado en Canelones cuando la dictadura argentina lo entregó al régimen uruguayo.

La trascendencia de la vista de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, marca el camino de las luchas de organismos de Derechos Humanos a un lado y otro del Río de La Plata. Su compromiso consecuente representa un estímulo que la militancia del Frente Amplio reconoció en Uruguay. También fue homenajeada en la Intendencia de Canelones y se encontró con Mujica en su chacra, de quien dijo que "va a resistir bastante" pese a sus problemas de salud.

Cuando el acto en Plaza Independencia terminó, Orsi y Cosse caminaron hacia el viejo Palacio Estévez, la vieja sede del gobierno y salieron al balcón a saludar. Abajo la gente los ovacionó porque cree en el proyecto del Frente y está pendiente de que se pueda modificar la correlación de fuerzas con los males endémicos que afectan a Uruguay y toda la región. 

Con la salida de Lacalle Pou del gobierno y la entente conservadora que lo acompañó hasta el último día de febrero, queda un dato que explica la dimensión del problema40 mil niños más en los últimos cinco años pasaron a vivir en la pobreza, le comentó a este cronista el nuevo ministro de Trabajo Juan Castillo. A mayo del año pasado el 44 por ciento de los 350 mil pobres uruguayos eran niños y adolescentes.

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YAMANDÚ ORSI ASUMIÓ LA PRESIDENCIA DE URUGUAY

Volvió el Frente Amplio y desplazó a la derecha del poder

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Fuente. Página /12, sábado 1 de marzo del 2025.

Yamandú Orsi y su vice, Carolina Cosse.. Imagen: Imagen web

 

Yamandú Orsi asumió este sábado como presidente de Uruguay, recogiendo la antorcha de su mentor y padrino político, el popular exmandatario José "Pepe" Mujica, en el retorno de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno de derecha.

Orsi, de 57 años, se comprometió ante el Parlamento a "guardar y defender" la Constitución, en una solemne ceremonia antes de trasladarse a la Plaza Independencia, en el centro de Montevideo, para recibir la banda presidencial de Luis Lacalle Pou para gobernar hasta 2030.

"Yo, Yamandú Orsi, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado ya guardar y defender la Constitución de la República", declaró el nuevo gobernante y recibió un cerrado aplauso de legisladores e invitados.

El juramento lo tomó el presidente interino del Senado, Alejandro Sánchez, quien pasará a ocupar el cargo de secretario de la Presidencia en este período de Gobierno.



Luego, expresó el mismo compromiso de lealtad constitucional la vicepresidenta Carolina Cosse, de 63 años, transformándose en la segunda mujer que asume ese cargo elegido en las urnas. Como parte del protocolo, Orsi ofreció un discurso ante los legisladores, delegaciones extranjeras, autoridades nacionales e invitados especiales.

En tanto, la ceremonia de traspaso de mando presidencial se realizó luego al aire libre en la emblemática Plaza Independencia, en cuya circunvalación se asientan la Torre Ejecutiva (sede del gobierno) y el Palacio Estévez (antigua sede presidencial).

Orsi y Cosse recorrieron en un automóvil eléctrico el trayecto de 2,5 kilómetros entre el Palacio Legislativo y la Plaza Independencia, ante miles de ciudadanos y militantes del FA que esperaban sobre la Avenida Libertador y Avenida 18 de Julio para saludar al nuevo jefe de Estado en una tarde cálida y nublada tras las lluvias registradas en las horas previas, cuando el verano austral entra en la recta final.

Durante el trayecto, el binomio presidencial rompió el protocolo y pidió frenar el auto para bajarse a saludar a los integrantes de la agrupación Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, que estaba apostada al costado de la avenida.

En el acto en la Plaza Independencia, el presidente saliente Luis Lacalle Pou entregó la banda presidencial a Orsi.

Ante la previsión de lluvias, el miércoles, la organización había trasladado la ceremonia al Auditorio Nacional del Sodre, pero frente a la actualización de los pronósticos, el viernes se volvió al plan original. En la plaza también tendrá lugar la firma de actas de los ministros entrantes, el discurso de asunción de Orsi y un desfile militar.

Acompañado por el nuevo canciller Mario Lubetkin, Orsi saludaba en el Palacio Estévez a las delegaciones extranjeras, autoridades nacionales e invitados especiales.



Para la noche estaba programado un festival con artistas populares en el escenario ubicado en la Plaza Independencia, al que el flamante mandatario tiene previsto asistir.

Entre los asistentes a la investidura figuran los presidentes de Alemania, Frank-Walter Steinmeier; de Armenia, Vahagn Jachaturián; de Bolivia, Luis Arce; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Paraguay, Santiago Peña; de Colombia, Gustavo Petro; de Honduras, Xiomara Castro; de Panamá, José Raúl Mulino; de Guatemala, Bernardo Arévalo; de República Dominicana, Luis Abinader, así como el Rey de España, Felipe VI, y decenas de delegaciones de países y organismos internacionales.

Orsi, un docente de historia que gobernó la última década el departamento de Canelones (sur) caracterizado por sus rivales políticos como un dirigente de diálogo, lideró el regreso del FA al Gobierno, que ya ostentó entre 2005 y 2020, después de cinco años en la oposición.

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sábado, 1 de marzo de 2025

GRETA THUNBERG Y ACTIVISTAS CLIMÁTICOS BLOQUEAN SEDE DE NAVIERA MAERSK CONTRA EL ENVÍO DE ARMAS A ISRAEL.

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Resistamos.» A esta altura, hablar de «activismo climático» queda corto. La acción de Copenhague se inscribe en la emergencia, desde el inicio del genocidio sionista, de una juventud que se levanta en todo el planeta denunciando la atrocidad imperialista, desde los campus y las calles de Estados Unidos hasta las principales Universidades de países como Francia, España, Países Bajos y otros de Europa. La figura de Greta Thunberg simboliza la radicalización de un sector de la juventud mundial que, partiendo de la militancia climática y ecologista, va tomando posiciones anticapitalistas y antiimperialistas, denunciando fuertemente el genocidio sionista en Gaza e incluso llamandono caer en la trampa del «mal menor» en las elecciones norteamericanas, en las que tanto el partido demócrata como el republicano tienen las manos manchadas de sangre por su guerrerismo y complicidad genocida. Recientemente Greta planteó la necesidad de una alianza entre ecologistas y trabajadores, desde la planta bajo control obrero GKN, que lucha por su reconversión ecológica«El territorio defiende la fábrica, la fábrica defiende el territorio», planteó allí. «El fin del mundo y el fin de mes son una sola batalla. Hacemos un llamado al movimiento climático internacional para que apoye la idea de la reindustrialización desde abajo.»

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                                   Fuentes: La izquierda diario.

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GRETA THUNBERG Y ACTIVISTAS CLIMÁTICOS BLOQUEAN SEDE DE NAVIERA MAERSK CONTRA EL ENVÍO DE ARMAS A ISRAEL.

Reapareció ella y cientos de miles de Ecologistas y Ambientalistas.  

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Por Redacción Ecología y Ambiente | 01/03/2025 | Ecología social.

Fuente. Revista Rebelión sábado 1 de marzo del 2025.


Cientos de jóvenes bloquearon durante cuatro horas la sede de la multinacional danesa a pesar de un fuerte operativo represivo que incluyó el encarcelamiento de unos 20 activistas, incluida Greta. Una muestra más de una juventud que denuncia el genocidio sionista y une la lucha climática, anticapitalista y antiimperialista.

“Estamos aquí frente a la sede de Maersk, una de las compañías navieras más grandes del mundo, que el año pasado, solamente el año pasado, envió miles de toneladas de equipamiento militar a Israel para facilitar su genocidio en Gaza. Y estamos aquí para exigir que Maersk detenga todo transporte de armas y componentes de armas hacia Israel. [La compañía] tiene que rescindir todos los contratos e inversiones que apoyen el genocidio y la ocupación de Palestina”. Así explicaba la activista climática Greta Thunberg la acción que junto a varios cientos de activistas climáticos bloquearon este lunes la sede de la multinacional naviera Maersk en Copenhague (Suecia).



Greta Thunberg y activistas climáticos bloquean la sede Naviera Maersk contra el envío de armas a Israel.

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A principios de febrero, el medio independiente danés especializado en periodismo de investigación Danwatch había revelado que 14 buques portacontenedores diferentes, propiedad de Maersk habían transportado miles de toneladas de equipo militar a Israel 43 veces entre octubre de 2023 y septiembre de 2024. Frente a esto, la multinacional escribió:

“El transporte de carga en nombre del gobierno de los EE. UU. no contiene armas ni municiones. Estos envíos están relacionados con la política estadounidense en virtud del Programa de Cooperación de Seguridad entre los EE. UU. e Israel. La carga ha sido examinada y es legal y cumple con las leyes aplicables”.

Demasiado burdo para Greta y la juventud danesa que pelea contra la destrucción del planeta desde los inicios de Friday for future (Los viernes por el futuro), que viene manifestándose denunciando el genocidio que lleva adelante el Estado de Israel en Gaza con la promoción del imperialismo norteamericano. Por lo que, continuando con acciones que vienen llevando adelante desde el inicio del genocidio, organizaron el bloqueo.


Activistas bloquean el acceso a la sede de la Naviera MAERSK Dinamarca para protestar contra el envío de armas a Israel
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Los bastonazos y gases de la policía danesa no se hicieron esperar y finalmente unos 20 activistas, entre ellos la propia Thunberg, fueron encarcelados. No era la primera vez, a principios de septiembre del año pasado habían sido detenidos en una acción similar en el campus de la Universidad de Copenhague«No hay justicia climática en territorio ocupado», plantearon en su momento sintetizando la unidad de la lucha antiimperialista y climática.

Pero a pesar de la represión, la acción y el mensaje de denuncia antiimperialista y de solidaridad con el pueblo palestino recorrió en pocas horas el planeta vía redes. El martes, un nuevo posteo de la cuenta de Thunberg señalaba:

«¡COMPARTE ESTO! ¡Más de 1000 activistas OCUPARON la sede de Maersk en Copenhague! Maersk ha estado enviando MILLONES de kilogramos de equipo militar, incluidos vehículos blindados, al ejército de Israel desde el comienzo de su guerra genocida contra Palestina.

A pesar de la fuerte represión policial, las porras y los gases lacrimógenos, los manifestantes ROMPIERON las barricadas y CERRARON la sede de Maersk durante más de 4 horas.
¡Somos más que ellos!

Resistamos.»

A esta altura, hablar de «activismo climático» queda corto. La acción de Copenhague se inscribe en la emergencia, desde el inicio del genocidio sionista, de una juventud que se levanta en todo el planeta denunciando la atrocidad imperialista, desde los campus y las calles de Estados Unidos hasta las principales Universidades de países como Francia, España, Países Bajos y otros de Europa.



La figura de Greta Thunberg simboliza la radicalización de un sector de la juventud mundial que, partiendo de la militancia climática y ecologista, va tomando posiciones anticapitalistas y antiimperialistas, denunciando fuertemente el genocidio sionista en Gaza e incluso llamandono caer en la trampa del «mal menor» en las elecciones norteamericanas, en las que tanto el partido demócrata como el republicano tienen las manos manchadas de sangre por su guerrerismo y complicidad genocida.

Recientemente Greta planteó la necesidad de una alianza entre ecologistas y trabajadores, desde la planta bajo control obrero GKN, que lucha por su reconversión ecológica

«El territorio defiende la fábrica, la fábrica defiende el territorio», planteó allí. «El fin del mundo y el fin de mes son una sola batalla. Hacemos un llamado al movimiento climático internacional para que apoye la idea de la reindustrialización desde abajo.»

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