Leonardo Boff: “62 familias tienen un patrimonio igual al de la mitad más pobre de la
población de la Tierra. Ese sistema es homicida, biocida, ecocida y geocida”.
Los datos presentados por
estas fuentes son sorprendentes: *el 1% más rico* controla más de la
mitad de la riqueza del mundo. 62 familias tienen un patrimonio igual al de la
mitad más pobre de la población de la Tierra. 16 grupos controlan casi todo el
comercio de materias primas (cereales, minerales, energía, tierra y agua).
Debido a que toda la comida obedece las leyes del mercado, sus precios suben y
bajan a merced de la especulación, quitando a vastas poblaciones pobres el
derecho a tener acceso a una alimentación suficiente y saludable.
/////
Leonardo Boff, (Genesio Darcí; Concordia, 1938) Teólogo brasileño. Fraile franciscano,
estudió teología en el instituto de su orden en Petrópolis y en varias Universidades,
doctorándose en Munich (1972) bajo dirección de K. Rahner. Actualmente ex
sacerdote franciscano, Filósofo, muy cercano a la Teología de la Liberación y del
pensamiento crítico latinoamericano.
***
«EL ORDEN POLÍTICO-ECONÓMICO MUNDIAL ES HOMICIDA, BIOCIDA, ECOCIDA Y
GEOCIDA».
Donde está hoy el Poder?.
*****
Leonardo Boff.
Hay un hecho que debe preocupar a todos
los ciudadanos del mundo: el desplazamiento del poder de los estados-nación
hacia el de unos pocos conglomerados financieros que operan a nivel global,
cuyo poder es mayor que el de cualquiera de los Estados tomados
individualmente. Estos realmente detentan el poder real en todas sus ramas:
financiera, política, tecnológica, comercial, medios de comunicación y militar.
Este hecho ha sido estudiado y seguido
por uno de nuestros mejores economistas, profesor del posgrado de la PUC-SP con
amplia experiencia internacional: “Ladislau Dowbor”. Dos estudios de su autoría
resumen la vasta literatura sobre el tema: "La red de poder corporativo
mundial", del 04.01.2012, y el más reciente de septiembre de 2016:
"Gobierno corporativo: el poder caótico de los gigantes financieros".
Es difícil condensar el cúmulo de
informaciones que parece aterrador. Dowbor sintetiza:
"El poder mundial realmente
existente está en gran parte en manos de gigantes que nadie eligió, y sobre los
cuales cada vez hay menos control. Son billones de dólares en manos de grupos
privados cuyo campo de acción es el planeta, mientras que las capacidades de
regulación global van a gatas. Investigaciones recientes muestran que 147
grupos controlan el 40% del sistema corporativo mundial, siendo el 75% de
ellos, bancos. Cada uno de los 29 gigantes financieros genera un promedio de
1,8 billones de dólares, más que el PIB de Brasil, octava potencia económica
mundial. El poder ahora se ha desplazado radicalmente" (cf.
"Gobierno corporativo", op. cit)
Además de a la literatura específica,
Dowbor se refiere a los datos de dos grandes instituciones que sistemáticamente
a lo largo de los años se ocupan de los mecanismos de los gigantes
corporativos: el «Instituto Federal Suizo de Investigación Tecnológica»
(rivaliza con el famoso MIT de EE.UU.) y el «Credit Suisse»,
el banco que dirige las grandes fortunas del mundo y, por lo tanto, sabe
de estas cosas.
Los datos presentados por estas fuentes
son sorprendentes: *el 1% más rico* controla más de la mitad de la
riqueza del mundo. 62 familias tienen un patrimonio igual al de la mitad más
pobre de la población de la Tierra. 16 grupos controlan casi todo el comercio
de materias primas (cereales, minerales, energía, tierra y agua). Debido a que
toda la comida obedece las leyes del mercado, sus precios suben y bajan a
merced de la especulación, quitando a vastas poblaciones pobres el derecho a
tener acceso a una alimentación suficiente y saludable.
«Los 29 gigantes planetarios»,
de los cuales el «75%» son bancos, empezando por el Bank
of America (Usa) y terminando con el Deutsche Bank,(Alemania)
son considerados "sistémicamente importantes", pues su
eventual quiebra (no olvidemos que el más grande, los Lehamn Brothers de
América del Norte, se declaró en quiebra) llevaría a todo el sistema al abismo
o muy cerca, con consecuencias nefastas para toda la humanidad.
Lo más grave es que no hay regulación para su funcionamiento, ni puede haberla, porque las regulaciones son siempre nacionales y ellos actúan planetariamente. No hay todavía una gobernanza mundial que cuide no sólo de las finanzas sino del destino social y ecológico de la vida y del propio sistema-Tierra.
Nuestros conceptos se evaporan cuando,
nos recuerda Dowbor, se lee en la portada de The Economist que la
facturación de la empresa Black Rock es de «14 billones de dólares»,
mientras que el PIB de los EE.UU. es de 15 billones de
dólares y el del “pobre Brasil! escasamente llega a 1,6
billones de dólares.
«Estos gigantes planetarios manejan
alrededor de 50 billones de dólares, el equivalente a la deuda pública total
del planeta.»
Lo importante es conocer su propósito y
su lógica: “buscan simplemente ganancias ilimitadas”. Una
compañía de alimentos compra una mina sin ningún tipo de experiencia en el
ramo, sólo porque da beneficios. No hay ningún sentido humanitario, como
por ejemplo, tomar una pequeña porción de las ganancias para un fondo contra el
hambre o para disminuir la mortalidad infantil. Para ellos, eso es tarea del
estado y no para los accionistas que sólo quieren ganancias y más ganancias.
Por estas razones entendemos la iracundia
( Indignación) sagrada del Papa Francisco contra un sistema que sólo
quiere acumular a costa de la pobreza de las grandes mayorías y de la
degradación de la naturaleza. Una economía, dice, "que está centrada en el
dios dinero y no en la persona: este es el terrorismo fundamental contra toda
la humanidad" (en el avión de regreso de Polonia en septiembre). En
su encíclica ecológica lo llama un sistema anti-vida y con tendencia suicida
(nº 55).
Ese sistema es homicida, biocida, ecocida y
geocida. ¿Cómo puede prosperar tal inhumanidad en la faz de la
Tierra y todavía decir que no hay alternativa (TINA = There Is No Alternative)?
La vida es sagrada. Y cuando es sistemáticamente agredida, llegará el día en
que puede tomar represalias destruyendo a quien la quiere destruir. Este sistema está
buscando su propio fin trágico. Ojalá la especie humana sobreviva.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario