LA POLÍTICA Y EL MUNDO EMPRESARIAL.- IMPORTANTE. ES OBLIGACIÓN
NUESTRA LEER, ESTE Y OTROS Artículos,
como el “mundo de los Empresarios” entran, ingresan, a la Política, con el
argumento de que los “Outsiders”
políticos – es decir, hombres, empresarios, independientes, a-políticos, y “mil”
nombres más – que viene de fuera de la Política, constituyen en parte la “solución”
a los males y fracasos de los Políticos
y las Políticas Asistencialistas, Paternalistas, Reformistas y Populistas. –
que fueron un gigantesco fracaso político en la década de los 80’ del siglo XX, - la “famosa” década perdida
– Y en 1990, con la imposición
de las Políticas
de Consenso del Washington –los independientes, los empresarios, presentes
en la política eran “garantía” de “éxito” en las políticas neoliberales –
tiempos del “Fin de la Historia”-
Hoy 25 años después, de haber estado presentes en la Política, en distintos
tiempos y países, por ejemplo los señores Fox
en México, Piñera en Chile, Martinelli en Panamá y hoy Macri en Argentina,
Cartes en Paraguay, etc. –Su “sermón
y pregón” de los 90’ se centró en desaparecer la corrupción, la pobreza y la
extrema pobreza, la informalidad, el contrabando – estos puntos “ganan
importancia” a raíz, en esos tiempos
eran “nuevos” los Paraísos Fiscales en el Caribe y Centro América -.
Y hoy solamente dos casos, primero la Presidencia del señor Trump en
Estados Unidos – multimillonario de
la industria inmobiliaria – representa los intereses de la ultra-derecha – y hoy
vemos el carácter de sus políticas – y segundo
el caso de Perú, el nuestro, como la
burguesía político-empresarial – la tecnocracia
neoliberal – hoy está en el gobierno, solo han transcurrido unos meses de “gobierno”
y miremos hacia donde están dirigidas
sus Políticas. Ejm. Mayúsculo de “torpeza tecnocrática” es la firma del Aeropuerto Chinchero
del Cusco, que después de 30 días de
haber firmado el Documento para su ejecución, hoy alcanzamos a comprender en toda
su dimensión, como la CORRUPCIÓN se “arropa”
muy protegida en las llamadas obras “PÚBLICO PRIVADAS” -
y cómo el Estado es “demolido” y
utilizado para beneficio de los “grupos
de poder” de la propia burguesía político-empresarial y a todo ello suman
las “famosas”
ADENDAS, que son utilizadas por
estos y otros grupos empresariales – el peso de los extranjeros y sus grandes
beneficios -. Están presentes en estas formas
diversificadas, ilegales y mafiosas como estafan al Estado, y al estafar al Estado, nos están estafando a
los 31 millones de peruanos, que al
final tenemos que pagar – primero con
préstamos, bancos y Agencias extranjeras, (sigue el endeudamiento) – y segundo con
nuestros impuestos. Mejor debemos echarle una lectura al presente Artículo.
/////
Los bolsillos empresariales en los 90' - tiempos de imposición de las políticas del Consenso de Washington - bolsillos vacíos, que ingresan a la política con el "fin supremo" de modernizar el sistema, eliminar la corrupción metida "en el centro" del reformismo, del populismo, fracasado en los 80' en América latina. Después de 25 años, esos bolsillos empresariales han crecido, engordado, se han multiplicado en su diversidad de crecimiento y hoy son el mejor testimonio de lo que en realidad es la Corrupción y su "mundo" pestilente de coimas, pagos ilegales, de farsantes, mentirosos, corruptos y coimeadores visibles e invisibles, con distinto y diferente Poder.
***
AMÉRICA LATINA. EMPRESARIALIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA. VOTOS, DINERO Y PODER.
*****
Esteban De Gori, Ava Gómez, y
Bárbara Ester.
ALAI. Martes 28 de febrero del 2017.
Los años
´90 fueron cruciales para asociar de manera virtuosa la empresa y la política.
La caída del muro y la mundialización de las finanzas y el comercio permitieron
a la empresa y a los empresarios construir un nuevo lugar en la escena
política. Lo que en décadas anteriores hubiese despertado sospechas,
contrariedades y rechazos se transformó en una virtud. Allí había una
experticia de cómo entender el desarrollo de la economía y cómo hacer del
Estado una maquinaria “sin derroches”. El neoconservadurismo reactualizó la
asociación virtuosa entre empresario y gestión política eficiente. ¿Quién mejor
sabría cómo cuidar los ingresos y como transformarlos en rentabilidades?
El
neoconservadurismo se empresarializó en las últimas décadas. Amplió la clase
política con nuevos actores, los sacó del “lobby” y los colocó como posibles
gestores de la vida estatal y pública.
Pese a
este nuevo imaginario debemos indicar que la mayoría de los presidentes de los
años ´90 no provenían del ámbito empresarial (Cardoso, Menem, Fujimori, Salinas
de Gortari, etc.), tendríamos que esperar hasta inicios del siglo XXI para ver
la realización de este proceso. Tal vez, podríamos decir que este proceso de
empresarialización del espacio público comenzó en los clubes de fútbol, los
cuales sirvieron de plataforma para lanzarse a la política europea y
latinoamericana: Berlusconi (dueño del Milan), Macri (Presidente de Boca
Juniors), Cartes (Presidente de Libertad) y Piñera (dueño del Colo Colo)
En la
actualidad, un conjunto de presidentes –la mayoría pertenecientes al universo
conservador- proviene del ámbito empresarial. Trump no inició este camino, lo
comenzó Vicente Fox en México en el año 2000, iniciando un proceso de
ampliación y de acceso de empresarios-presidentes a los gobiernos
latinoamericanos.
La
empresarialización de la política comenzó a desembarcar en la administración
pública, en el Gabinete Ministerial y el poder Legislativo. Empresarios que
buscaban “influir” por fuera del aparato institucional estatal comenzaron a
sentirse legitimados para acceder a los mismos, para presentarse a elecciones.
Salieron del closet y se animaron a la política. No solo eso, su procedencia
empresarial les abrió un mundo de posibilidades, parte de las sociedades actuales
y posmodernas observaron a estos actores como portadores de ciertas virtudes.
Empresarios
del espectáculo, de la construcción, de los sistemas más dinámicos del
capitalismo globalizado o vinculados a los commodities o a los recursos naturales
comenzaron a instalarse en los poderes ejecutivos. De hecho, muchos tuvieron
que establecer formas para “separar” sus negocios con los recursos públicos.
Por
momentos se vieron preservados por discursos como “si tienen dinero para que
van a robar al Estado”, como si la corrupción tuviera como único destino
cambiar la condición económica de los funcionarios. En el caso de los
empresarios latinoamericanos, el acceso al Estado es una gran posibilidad de
ampliar sus rentabilidades y mejorar sus posiciones de poder en la política y
en el mercado. Pese a este imaginario que los posibilita como “homo politicus”,
los casos de corrupción o de tráfico de influencias no se han reducido, sino
todo lo contrario.
No hay
garantía de “prolijidad administrativa” en manos de los empresarios o CEOS
gestionadores de los bienes públicos, sino que la dinámica empresarial en el
Estado ha ampliado la frontera de la empresarialización de lo público. En
muchos casos ha traído graves consecuencias, inclusive para las propias
derechas políticas, como el caso de Panamá, donde Roberto Martinelli recibe una
relevante impugnación de su ex socio, el conservador Partido Panameñista, quien
termina armando una fórmula propia y su triunfo expresa el retorno de la clase
política por sobre la lógica de los CEOS. Lo mismo ocurrió los últimos tiempos
con Cartes, quien había colocado parte de los CEOS de sus empresas en su
Gabinete y lentamente fue desplazándolo o equilibrándolo con actores
procedentes del Partido Colorado. Estas tensiones también se producen entre ex
CEOS y dirigentes políticos en el Gobierno de Macri.
La
empresarializacion de las derechas abre contradicciones al interior de ellas
mismas, la lógica de la clase política (que puede hacer concesiones para mantener
el poder) a veces choca con una dinámica empresarial más decidida a enfrentarse
a la sociedad. Por ahora, el fenómeno en ascenso va ganando algunas adhesiones.
El mismo ha suscitado otras contradicciones al interior de sus espacios, en
especial, cuando se enfrentan a procesos electorales donde se evalúa la gestión
económica y su capacidad de ampliar consumo y legitimidad.
La
biografía empresarial de los presidentes es importante a efectos de entender de
qué sectores productivos provienen y cómo esta condición termina o no
aumentando su patrimonio.
II
Vicente Fox inauguró
la década del 2000 aterrizando en Los Pinos, de la mano de su formación
política, Partido Acción Nacional (PAN). Heredero del rancho San Cristóbal,
dedicado a la agroexportación, Fox (1942) desarrolló la mayor parte de su
carrera empresarial vinculado a la firma Coca Cola, donde desde 1965 llegó a
desempeñarse en la Dirección Nacional de Operaciones y en la Presidencia de la
División de América Latina. Fue en su trabajo con Coca Cola donde se acercó a
Sergio Zyman, director general de marketing y accionista de la empresa, que se
convertiría en un gran aliado durante su carrera a la presidencia.
En los
años 80, tras a su salida de Coca Cola, Fox se dedicó a apuntalar las bases de
su carrera política, en el PAN fue secretario del Ramo Agropecuario en el
Gabinete Alternativo, lo que le permitiría, ya a finales de los años 80, ser
diputado federal por el Estado de Guanajuato y en 1995 erigirse gobernador del
mismo Estado, cargo que usó como plataforma política para saltar a las
federales del 2000.
Para
llegar al Gobierno de México, además del nada desdeñable apoyo de una de las
multinacionales con mayores intereses de la región, se configuró la estructura
financiera, Amigos de Fox –hoy cuestionada por los métodos de financiación
ilegal-
para amalgamar su candidatura. En su campaña Alianza por el Cambio, el peculiar
líder, que alardeaba de no tener pelos en la lengua, fue presentado como el
exitoso empresario con perfil tecnocrático, capaz de sacar al país de la crisis
social e institucional. En efecto, el tecnócrata “eficaz”, que consiguió su
título universitario después de 35 años de haberse inscrito en la institución
(justo en 1999, antes de ser elegido presidente) consolidó durante su sexenio en el Gobierno la continuación de las políticas
del Consenso de Washington, orientando su trabajo hacia el beneficio del sector
empresarial en detrimento de la ciudadanía.
La
desangrada Pemex, afectada por con el desvío de fondos (que se estima en 1.500
millones de pesos) para apoyar a Francisco Labastida Ochoa –Pemexgate-,
no reflotó durante el gobierno de Fox, y, aunque durante su periodo, con los
precios en alza del petróleo, se estimaran las ganancias en 180 mil millones de
pesos promedio anual, estas se invirtieron en ampliación de la burocracia
empresarial y en concesiones a empresas privadas de obra exploración y
extracción, más no en proyectos para mejorar la competitividad.
Sus
prolongadas relaciones con Coca Cola dieron sus frutos para la compañía cuando
se convirtió en una de las grandes concesionarias (con Nestlé) para embotellar
agua en el país, donde la dificultad de acceso al líquido y su pésima calidad
son factores que convierten a México en el segundo país del mundo consumidor de
agua embotellada.
Sus años
en Los Pinos replicaron algunas de sus acciones en la Gobernación de
Guanajuato: como gobernador expropió a 900 ejidatarios gunajuatenses para facilitar el desarrollo de zonas industriales, con tierras pagadas a muy
bajos costos. De la misma manera actuó en el Ejecutivo, con el proyecto del
nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México emitió un decreto que expropiaba 4.550
hectáreas y afectaba a un amplio grupo de campesinos quienes iniciaron una
protesta en San Salvador de Atenco, la cual fue reprimida violentamente,
cesando el conflicto cuando Gobierno decidió aplazar el proyecto en disputa.
Actualmente
Fox es uno de los políticos más cuestionados de México, el crecimiento
exponencial del patrimonio familiar que no concuerda con sus consecutivas
declaraciones de renta,
el incremento y concentración de propiedades añadidas al rancho familiar San
Cristóbal por medio del despojo de tierras a ejidatarios, la remodelación de la casa
principal a costa del erario público y la creación del Centro Fox, una institución que define como “una asociación
civil sin fines de lucro, sin motivos partidistas y religiosos” son en este
momento los principales ejes de críticas que ponen en una encrucijada al
empresario-político mexicano.
Empresarios presentes en la Política. Poder, votos, millones. Piñera en Chile, Macri en Argentina, Cartes en Paraguay, Fox en México. Fueron - y hoy - son real y objetivamente una alternativa en la Política y dieron - dan - solución a los grandes e históricos problemas nacionales. O simplemente fueron al gobierno - o están - para ampliar su riqueza y ded las elites empresariales que los acompañan.
***
III
En el
caso argentino el nexo entre empresas multimillonarias y política estaría
vinculado al mundo del deporte. El primer gran salto a lo público de Mauricio
Macri fue su lanzamiento a la presidencia de Boca Juniors en
1995, cargo en el que se desempeñaría durante 12 años y que operaría como
trampolín político. Sin embargo, su ejercicio empresarial data de mucho antes.
El secreto del exponencial incremento de la fortuna del Grupo Macri fue su
influencia política. Durante la última dictadura cívico-militar, el “Proceso”,
también significó una “reorganización” empresarial de la economía de los Macri
–pasando de 7 empresas en 1976 a 47 en 1983-. Los seguros de cambio
implementados por el entonces funcionario Domingo Cavallo, permitieron al Grupo
Macri traspasar su deuda privada al Estado, por un monto de nada menos que 180
millones de dólares.
Ya en los
‘90, el Grupo Macri invirtió un millón de dólares para la campaña de Carlos
Menem, gracias a los que se beneficiaron capitalizando su inversión política
por medio de concesiones millonarias, entre ellas: Autopistas del Sol y Correo
Argentino.
Como
empresario durante la década menemista Macri protagonizó varias denuncias
judiciales en su contra. Las que alcanzaron mayor relevancia mediática fueron
las presuntas coimas de Manliba, la empresa de recolección de basura. Para su
concesión los concejales que le extendieran el contrato habrían recibido un
soborno. Entre los involucrados por la denuncia figuraba Federico Pinedo,
actual presidente provisional del Senado por Cambiemos, quien negó los cargos.
La alianza
con FIAT permitió a los Macri tomar el control de Sevel Argentina, encargada de
la producción de FIAT y Peugeot en el país. En 1992 Mauricio fue nombrado
vicepresidente de la sociedad y posteriormente presidente en 1994. En 1993 la
Dirección General Impositiva (DGI) denunció la evasión de impuestos de Sevel
por una suma de 360 millones de dólares, más tarde sus acciones fueron
absorbidas por Peugeot. En 1997 hubo más denuncias, en este caso por parte de
la Aduana.
La ex
Sevel fue acusada de vender autopartes haciéndolas figurar como producto final
para luego volver a comprar el producto terminado, un mecanismo que le permitía
hacerse con incentivos estatales a la exportación. Tanto Franco como Mauricio
fueron embargados y procesados por contrabando agravado, no obstante otro
mecanismo no ya empresarial sino judicial (“la Corte de la mayoría
automática”), truncaría los intentos de la Fiscalía por esclarecer los hechos.
En 2001,
en el contexto de una acuciante crisis política y social, Franco –como un deja vú -
pedía públicamente “estatizar toda la deuda privada”.
Un año después, con Mauricio ya lanzando su campaña a la Jefatura de Gobierno
porteño, afirmaba en sus discursos: “los cartoneros tienen una actitud delictiva porque se roban la basura. Además, no pagan
impuestos…”.
En 2003 perdió la elección frente a Aníbal Ibarra, sin embargo, ganaría en
2007.
Como no
sólo de la familia se trata, el entonces Jefe de Gobierno porteño, otorgó a su
ex socio y amigo, Nicolás Caputo, contratos por casi 1400 millones de pesos, de
los cuales 61 millones fueron en carácter de “contratos de urgencia”. Además de
las licitaciones su ex socio se benefició con un “préstamo” de casi 20 millones
de pesos que Mauricio le facilitó –alrededor del 30% de su patrimonio según su
declaración jurada presentada a fines de septiembre de 2015-.
Luego de
dos mandatos consecutivos de gestión en la Ciudad de Buenos Aires (2007-2015),
Macri se lanzó a la presidencia. Al poco tiempo de haber asumido el cargo
máximo, el escándalo de los Panama Papers irrumpió
en la escena política. Fleg Trading fue la primera sociedad offshore
que salió a la luz y directamente vinculada a Mauricio, quien figuraba como
director. El actual presidente también fue asociado al directorio de Kagemusha.
A raíz de la declaración en tribunales de Hugo Alconada Mon, periodista de La
Nación, apareció una tercera empresa ligada al mandatario: Macri Group Panamá,
a nombre de Franco Macri. Curiosamente, el pasado año Macri emitió por decreto
la modificación a la Ley 27.260, también llamada ley de “Blanqueo de capitales” Mauricio habilitó de este modo que familiares de quienes hayan ocupado cargos
de funcionarios públicos entre el 2010 y el presente, puedan acceder al
blanqueo, lo cual había sido unánime y expresamente prohibido por el
Parlamento.
El último
escándalo en el que se vio envuelto el Presidente se vincula a Correo
Argentino. En los ´90 el Grupo Macri adquirió la concesión del correo, administrándola
por medio de su empresa Sideco Argentina. La familia presidencial dirigió el
mismo hasta 2003, cuando Néstor Kirchner lo estatizó nuevamente debido a la
morosidad desde marzo del 2000 del canon previsto. Ahora bien, la empresa de
los Macri se declaró en quiebra ese mismo año. De esa fecha data la causa que
no se resolvería hasta la actualidad. Sistemáticamente el Estado rechazó cada
una de las propuestas de pago formuladas por presentar quitas irrisorias. Con
Mauricio en el Gobierno el Estado aceptó recibir el 1,18% de lo adeudado en un
plazo de 15 años. La suma es nada menos que de 4.000 millones de pesos y
alcanza la cifra de 70.000 millones en la proyección a 15 años.
IV
El caso
del chileno Sebastián Piñera también refleja otro de los liderazgos
empresariales que tuvieron lugar iniciado el siglo XXI. En efecto el que fuera
presidente de Chile entre 2010 y 2014, ocupó en 2016 el puesto número 737 de
los hombres más ricos según la revista Forbes. Economista, graduado de Harvard,
Piñera se desempeñó en el ámbito internacional y en el sector bancario.
Primero, en entidades como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, posteriormente, como gerente del Banco Talca y de Citicorp.
Su
participación política ha estado ligada a Renovación Nacional, partido por el
que resultó electo senador entre 1990 y 1998, llegando en 2009 a ser presidente
de Chile en el marco de la alianza de derechas “Coalición por el Cambio”. La
faceta de empresario “resolutivo” fue efectiva durante la campaña electoral,
sin embargo, la evidencia de una gestión dudosa de sus inversiones se ha
convertido en la sombra que opaca su candidatura para los comicios de 2017.
Piñera
tiene un largo prontuario de escándalos, que parece acrecentarse conforme
avanzan los meses en la carrera al Palacio de La Moneda. Antes de llegar a la
presidencia fue investigado por la quiebra del Banco Talca y las irregularidades en la adquisición del negocio de las tarjetas de crédito.
Durante sus años en el Legislativo presuntamente accedió a información
privilegiada para obtener un total de tres millones de acciones de LAN.
Las
prácticas corruptas se hicieron más evidentes en 2014 con el Pentagate
o caso Penta que refiere un escándalo vinculado al fraude fiscal de las
Empresas Penta por la emisión de facturas falsas. Un ilícito en el que
estuvieron involucrados buena parte de sus colaboradores y sobre el que no se
escapan referencias al gobierno del exmandatario.
El ex presidente
y su familia son propietarios de una amplia gama de negocios. Sus intereses
pasan por los medios de comunicación (Chilevisión), las aerolíneas (Latam), el
sector financiero (Bancard), entre otros. Y es precisamente en el marco de
desarrollo de los mismos, donde se han evidenciado algunos de los principales
escándalos de corrupción al interior del país. Pero ni los negocios, así como
tampoco los escándalos se han quedado en las fronteras chilenas. Los Panama
Papers hicieron de la familia Piñera una vez más diana de críticas.
La filtración evidenció que la familia del expresidente ostentaba dos empresas
en el país centroamericano: Chine Investments e International Card Systems,
ambas creadas en los años 1984 y 1985.
Los
intereses personales y empresariales del expresidente determinaron todo su
mandato y lo acompañaron también en las decisiones de organismos
internacionales. El último escándalo tuvo lugar por la compra de acciones en la
Empresa Pesquera Exalmar –una de las más grandes del Perú- que tuvo lugar
coincidiendo con el juicio de Perú contra Chile por los límites marítimos ante
la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En dicho proceso resultó ganador
Perú, favoreciendo los intereses de la empresa pesquera de la que ya era
accionista Piñera, quien fue criticado por usufructuar de forma oculta la
pérdida del país ante el tribunal internacional. La salida a la luz pública de
este caso reflejó una vez más que los intereses de los políticos empresarios no
solo atraviesan fronteras, también sirven para entablar relaciones
interempresariales con políticos-empresarios de otros países. Así, el caso de
Exalmar reflejó los nexos e intereses cruzados entre Piñera y quien poco tiempo
después ostentaría la Presidencia del Perú: Pedro Pablo Kuczysnki.
V
Desde el
inicio el actual presidente Pedro Pablo Kuczynski ha tenido
vínculos con empresas extranjeras a las que benefició notoriamente. En 1968
como funcionario de Banco Central de Reservas (BCR) –y a pesar de la
expropiación de Alvarado- la International Petroleum Company (IPC) pudo retirar
115 milllones de dólares. Kuczynski era uno de los seis gerentes del Banco.
Previo al golpe militar aconteció el escándalo por la pérdida de la página 11.
Dicha página comprometía a la IPC a pagar cierto monto por barril de petróleo
explotado, sin embargo, el gobierno no podía probar que la IPC había incumplido
el contrato ya que la página que expresamente señalaba el monto del acuerdo
nunca fue hallada. Las pesquisas de la época señalaron a PPK intermediario al
facilitar tributos y exoneraciones indebidas a favor del Standard
Oil, empresa ligada a la IPC. El hecho le valdría su exilio
en los Estados Unidos. Allí se desempeñó como jefe de Planificación y
Política en el Banco Mundial, luego fungió como presidente del First Boston
International y como director del First Boston Corporation. Anteriormente, fue
socio de Kuhn, Loeb & Co. International y presidente de Halco Mining, Inc.
en Pittsburgh.
En sus
declaraciones afirma contar con tan solo una empresa pequeña –como dato
estimativo Latin America Enterprise Fund Managers ha movilizado hasta US$ 450
millones- y haber participado como miembro de directorios de mineras. Sin
embargo, en 2011 La División Estatal de Compañías de Florida consignó a su
nombre siete empresas, de las cuales cuatro se encuentran en actividad. Ellas
son: Westfield Capital y Westfield Financial Advisors, constituidas por Kuczynski
en 1995; Latin America Enterprise Fund Managers, en 1998; y Florida Bayshore
Properties, en 2006.
De cara a
su campaña presidencial del 2011, Kuczynski las omitió en sus declaraciones
patrimoniales. No obstante, el reporte anual que PPK entregó al Estado de
Florida el 18 de febrero de 2010, aseveró que se desempeña como presidente de
Westfield Capital y de Westfield Financial Advisors, mientras que cumple el
papel de directivo de Latin America Enterprise Fund Managers y Florida Bayshore
Properties.
Poco
después de que Sebastián Piñera concluyera su mandato presidencial en 2014, y
ya con un porcentaje relevante de acciones de Exalmar en sus manos,
Pedro Pablo Kuczynski se sumaría al directorio en representación del
administrador de activos estadounidense The Rohatyn Group (TRG). Aunque la
relación entre Piñera y Kuczysnki no es un secreto, hasta entonces se
desconocía un vínculo directo entre sus negocios.
El
escándalo internacional de los Panama Papers reveló
las relaciones que tenía la firma panameña Mossack Fonseca con políticos y
personajes polémicos del Perú, entre los que destaca el actual presidente.
VI
El
presidente interino de Brasil, Michel Temer, abogado de profesión
y presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) –el
cual retiró su apoyo al Gobierno de Rousseff- no está exento de sus propios
escándalos de corrupción. Durante su corta gestión ha trascendido que miembros
de los partidos de oposición financiaron el Movimiento Brasil Libre (MBL),
activo promotor del golpe de Estado. El MBL data del 2014 y aunque su objetivo
declarado es la lucha contra la corrupción, recibió financiación del Partido
del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el Partido de la Social Democracia
de Brasil (PSDB), Solidaridad y los Demócratas (DEM).
A pesar
de la instrumentalización del escándalo de corrupción en Petrobras,
popularizada como Lava Jato, los propios miembros de PMDB han sido acusados por
la Fiscalía General de Brasil de querer poner un coto a la investigación. Temer
mismo acarrea una solicitud de juicio político presentada por el exgobernador
de Ceará, Ciro Gomes. La solicitada detalla su implicación en seis delitos que
Temer habría cometido “como persona física y jurídica”.
Las
acusaciones de corrupción se han vuelto moneda corriente, sin embargo, el
revuelo volvió a instalarse a raíz de las declaraciones del expresidente de la
distribuidora Transpetro, Sergio Machado. En sus alocuciones Machado afirma que
Temer le solicitó 700 mil dólares a modo de soborno a cambio de contratos con
Petrobras. Por su parte Marcelo Odebrecht, ex presidente de la empresa de
construcción, manifestó que el actual presidente de Brasil recibió el cobro
ilegal de 3 millones de dólares. El ex CEO de la constructora confirmó su
participación en una cena en el Palacio Jaburu en mayo de 2014, donde se acordó
el pago de 10 millones de reales (3 millones de dólares) para la campaña del
PMDB.
Mientras
cae su aprobación se suceden uno a uno los ministros salpicados por denuncias
en torno al Lava Jato. En relación a su par argentino, con quien ha mostrado un
fuerte vínculo, la prensa brasileña ha levantado suspicacias que sugieren la
falta de colaboración ante los pedidos diplomáticos enviados por la Justicia
argentina, quien busca investigar al holding Socma propiedad de la familia
Macri. La falta de colaboración con la Justicia argentina por parte del
Gobierno que encabeza Temer se explica por los intereses –tanto comerciales
como políticos- que el mandatario mantiene con su par argentino.
VII
De los
liderazgos relacionados con el ámbito empresarial que se perfilan para los
próximos procesos electorales en América Latina, el de German
Vargas Lleras (1962), viene posicionándose desde la plataforma
vicepresidencial colombiana hace ya varios años. Vargas Lleras está vinculado a
una de las familias más acaudaladas del país, que además está ancada a la
tradicional élite política liberal.
A lo
largo de 2016, Vargas Lleras estuvo en campaña, una campaña prolongada en el
marco de diversas inauguraciones de proyectos viales o de interés social, que a
su vez le permitió mantener una necesaria cercanía liderazgos regionales. Si
bien Vargas Lleras es discreto en cuanto a sus intereses comerciales, los
vínculos de su círculo de confianza con el sector de la salud, el sector
energético, las infraestructuras, aguas y alcantarillado y los puertos,
prometen varios ejes de interés que pueden persistir en un eventual gobierno
del líder de Cambio Radical.
De los
más recientes escándalos de corrupción asociados precisamente al sector que más
promociona y que se ha convertido en su particular trampolín de ascenso en
territorios, los vínculos del oficialismo con la firma Odebrecht, comienzan a
afear su candidatura, sin embargo, Vargas Lleras, responde contundente a la
oposición: “Nada tengo que ver con crédito otorgado por el Banco Agrario a
Navelena, consorcio que tiene participación de Odebrecht”.
Las
candidaturas de la derecha que están vinculadas al empresariado regional y a
las élites políticas comienzan el andamiaje de su carrera política para los
comicios que tendrán lugar en los próximos dos años. Los elementos centrales de
sus discursos se acercan a una concepción que prioriza la efectividad de sus
mandatos por su origen vinculado a la gestión y la administración. La deriva de
estos liderazgos que se presentan como desideologizados marcan un paso
acelerado, que empieza a tener calado al interior de diversos países de la
región. Los próximos pasos de la política ‘empresarial’, serán sin lugar a duda
los ejes de las nuevas dinámicas mercantiles de la región, las cuales, desde el
fortalecimiento de la Alianza del Pacífico, comienzan a marcar una nueva
tendencia.
Esteban De Gori, Ava Gómez y
Bárbara Ester / Investigadores CELAG
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