SOCIOLOGÍA DE LA CRISIS LATINOAMERICANA: LA CRISIS HUMANITARIA. COLOMBIA HOY DEBE SER EL PAÍS CON MAYOR
CANTIDAD DE PROBLEMAS ESTRUCTURALES E HISTÓRICOS NO RESUELTOS POR TODOS LOS GOBIERNOS, POR LO MENOS HACE
UNOS 40 AÑOS. Y que hoy se
han concentrado, están todos dentro de
un mismo proceso económico-social y
político, a punto de estallar social y políticamente. Quizás el más
grave y de características inhumanas
es la presencia de los más de 7 millones
700 mil DESPLAZADOS internos, el país
con mayor cantidad de desplazados en el mundo,- POBREZA EXTREMA, MISERIA,
HAMBRE, DROGAS, PROSTITUCIÓN, MAFIAS, ASESINATOS, VIOLENCIA, FEMINICIDIOS, producto del fracaso de las Políticas
Neoliberales, la Violencia Interna, Narcotráfico, Corrupción, y permanencia de
problemas históricos en el escenario actual.
De
la Guerra Interna,
de las Mafias del Narcotráfico - muy
poderosos y antiguas en territorios colombianos - de la presencia hoy de los grupos Paramilitares - que atentan
contra la seguridad de millones de Campesinos; la propia existencia hoy de la Guerrilla del Ejército de Liberación
Nacional ELN. - que rompió en proceso de conseguir la PAZ interna; la propia existencia aún interna como se ha denunciado
que en pleno siglo XXI, del poder que
hoy tienen los Latifundistas en el Agro - inmenso poder ancestral - ; la persecución y Asesinatos de cientos -
creo que ya miles de Dirigentes Populares, Sindicales, Gremiales, Maestros, Universitarios Locales, Regionales
-. Hasta hoy imparable - y que
persigue según ha denunciado los especialistas - barrer con el TERRITORIO en
su concepto moderno - Ideas, Tradiciones, Costumbres, Culturas
Locales, Identidades Locales y Regionales, Organizaciones de trabajo,
representación fiestas populares, religiosas y en general todas las formas de
Resistencia Cultural de las Comunidades Histórico-tradicionales que se oponen a
los mega-proyectos mineros - extractivo-exportadores - (se termina la
producción del petróleo colombiano) que destruyen la Naturaleza y el Gobierno
responde mediante políticas de marginación social y cultural, racistas, anti… afro-descendientes, explotación, persecución,
hambre, desocupación y muerte;
PERO
QUIZÁS LA MÁS GRAVE POR SU CONTENIDO INHUMANO, sea la profundidad y extensión de la
DESIGUALDAD SOCIAL que afecta a millones de Ciudadanos, donde los más
golpeados por el hambre, la desocupación, la miseria, la pobreza extrema, son
los NIÑOS. Y hay otros problemas más
- como el intento de la privatización
dela Educación y el Presupuesto al Sistema Universitario, pero el Presidente
IVAN DUQUE - al igual que muchos Presidentes de América Latina -
como los del Terrorífico GRUPO DE LIMA
- más les interesa las políticas
- intervencionistas e injerencistas - y ahora muy suelto de huesos viaja y se
entrevista con TRUMP para recibir órdenes
provocando desde la frontera, de cómo servir bien al señor TRUMP e intervenir en Venezuela -
en crisis estructural fuertes problemas coyunturales, que no se resuelven nombrando TITERES POLÍTICOS, y
menos con intervención Militar, lo
mejor hoy, lo más aconsejable es el DIALOGO Democrático Interno y que resuelva sus propios
problemas - pero algunos presidentes, antes
de resolver sus propios problemas internos - que hoy son muy graves en
relación con la seguridad interna, el hambre, la miseria, la pobreza extrema -
hijas directas hoy de la explotación y saqueo de las transnacionales del capital corporativo global y la propia
incapacidad política y CORRUPCIÓN de los Gobiernos, la continuidad de la Democracia y principalmente abordar
el inicio, que justifique su Gobierno, generando Alternativas de Solución sobre
los graves problemas estructurales e históricos de cada país.
/////
Recibe ordenes de su "Jefe Político" sobre cómo intervenir Venezuela, ahora provocando desde la frontera - con los alimentos y medicinas no recibidas - con el grupo destemplado del Títere interno, el apoyo del "terrorífico" Grupo de Lima, y cómo Colombia soluciona sus graves problemas internos que pueden explosionar social y políticamente en cualquier momento.
***.
DUQUE VIAJA A RECIBIR ÓRDENES DE TRUMP.
*****
Fernando Dorado.
Rebelión miércoles 13 de febrero del 2019.
El
presidente Duque viaja hoy a Washington. Recibirá órdenes de Trump para continuar la campaña de
desestabilización del gobierno de Venezuela. A cambio, los EE.UU. no
sancionarán al gobierno colombiano por sus incumplimientos en las metas de
erradicación de cultivos ilícitos.
Duque acude
en medio de una visible debilidad. No logra consolidar la coalición de gobierno ante
la rebeldía de los socios que lo ayudaron a elegir. Además, los impactos negativos
causados por el traumático proyecto de Hidroituango (obra emblemática de su
tutor Uribe), y las oscuras actuaciones de la ministra de Justicia y el
presidente del Senado (Macías) contra la JEP, frenaron en seco el crecimiento
de su imagen que venía en ascenso después del atentado del ELN.
Va a
entrevistarse con Trump para oficializar su papel subordinado en la
intervención imperial que avanza en Venezuela y en la región, que es su
caballito de batalla y su único asidero. Pero Duque tendrá que ser muy cauto
frente al grave error cometido por Guaidó que ha generado una fuerte reacción
entre los demócratas estadounidenses al “autorizar” imprudentemente la
intervención armada de los EE.UU. en su país. (https://goo.gl/aGvd5M).
Debo aclarar
que no soy “madurista” ni fui “chavista”; siempre advertí que detrás de Chávez
estaba una “burguesía emergente” que aspiraba a controlar el aparato de Estado
(entre ella, la cúpula del ejército) pero, también, observaba con expectativa a
un pueblo ilusionado con la “revolución bolivariana” que
–infelizmente– no fue capaz de aprovechar ese período de tiempo (casi 15 años)
para empezar (por lo menos) a construir una economía diversificada no
dependiente del petróleo.
Muchos allá,
en Venezuela, de los que hipócritamente hoy se rasgan las
vestiduras no dijeron ni pío cuando tuvieron oportunidad de participar en la burocracia “chavista” o en los inmensos
negocios que hicieron con la bonanza de los precios del petróleo. Hoy se suman
al llamado a la intervención armada extranjera sin ningún rubor y sin
responsabilizarse de nada.
Por eso las
mayorías populares no les creen, aunque tampoco le creen a Maduro. La gente
quiere la paz, la convivencia y soluciones reales a los problemas concretos
causados tanto por el bloqueo económico y el saboteo imperial-oligárquico como
por la ineficiencia y corrupción del gobierno.
Tampoco soy
pro-imperio, mucho menos pro “vieja MUD” ni pro “nueva-MUD”, ésta última
encabezada por Marco Rubio y Leopoldo
López (Guaidó), que incita a la guerra por orden de las mafias legales e
ilegales que controlan el “Estado
profundo” en los EE.UU. Esas
mafias globales viven su propia crisis ante la aparición de un mundo multipolar
que no quieren aceptar (China, Rusia,
India, Irán, etc.) y de un pueblo estadounidense que poco a poco va
abriendo los ojos.
No quiero
guerra para nuestra región (norte de Sudamérica y el Caribe) y espero que los
venezolanos sean capaces de encontrar una salida pacífica.
En Colombia, los que
quieren la guerra son los que impulsan la economía extractivista (petróleo, minería, megaproyectos, carbón,
oro, agro-combustibles, etc.).
Promueven la guerra con la expectativa de participar –al lado de los
capitalistas gringos y europeos– de una
“partecita” del botín energético,
como socios menores y mendicantes. Ya preparan sus contratistas y mercenarios
para hacerlo ( https://goo.gl/MXRYM2 ) y han ubicado todas
sus fichas en Cúcuta, centro operativo
del complot injerencista. En la actualidad utilizan la supuesta “ayuda humanitaria” para provocar un
incidente fronterizo y justificar la intervención militar ( https://goo.gl/9yJA7T
).
Es tal la
crisis fiscal y presupuestal del gobierno colombiano que han
negociado con Trump su participación
en la guerra contra Venezuela y Cuba,
a cambio de que los estadounidenses no impongan sanciones ni insistan (por
ahora) en la “lucha contra las drogas” que no tienen cómo financiar. Saben que ese “negocio” aporta más de 5 puntos al
PIB, dinamiza la economía y engorda las arcas de banqueros. Además, quieren
vender otro 10% de Ecopetrol, no
saben qué otros activos públicos vender, y a corto plazo no tienen cómo aplicar
más impuestos. Tienen la presión de las agencias calificadoras de riesgo a las
que Duque tratará de calmar en ese
viaje a EE.UU.
Quieren la
guerra, desean incendiar su propia casa para ocultar la grave situación
que tienen a todo nivel, y piensan que al lado de Trump tienen garantizado el “seguro contra-incendios” que
pague la indemnización de la catástrofe. Y ello, porque en Colombia se les acaba el petróleo, se le cierran los mercados al carbón, y las comunidades en general, rechazan la mega-minería y
los mega-proyectos depredadores de la naturaleza como Hidroituango, Santurbán,
El Quimbo y otros.
Necesitan la
guerra para acusar a todos los demócratas de apoyar la “dictadura” de Maduro. “Dictadura” que deja que Guaidó y los
integrantes de la Asamblea Nacional
anden como “pedro por su casa” con sueldos oficiales, amplia cobertura de
medios de comunicación y hagan llamados al ejército a derrocar al presidente,
cuando en Colombia los opositores
son perseguidos y acusados de atentar contra las instituciones democráticas por denunciar la corrupción. Si
pudieran, ya los habrían asesinado como matan a diario a líderes sociales en todo el territorio nacional.
La paradoja
es que en Colombia son los campesinos
medios y pobres los que sostienen la economía (café, panela, frutales,
aguacate, piscicultura, etc.), incluyendo la “coquera”, y en las ciudades,
los pequeños y medianos empresarios
(y toda clase de rebuscadores creativos y trabajadores formales e informales)
son los que generan empleos productivos, mientras los grandes banqueros y
mafias de todos los colores siguen enriqueciéndose en medio de la corrupción
más terrible.
Mientras la
“emergencia humanitaria” se vive en Colombia desde hace décadas, como lo que
ocurre en la Guajira con la muerte de cientos de niños por desnutrición, o en la
zona noreste de Antioquia impactada
por las obras de Hidroituango, o en la Costa
Pacífica (Buenaventura, Tumaco, etc.) en donde la violencia y la miseria se
entrelazan de forma dramática contra las comunidades
pobres, el
gobierno colombiano promueve la “ayuda humanitaria” con Venezuela, a fin de
crear condiciones para incendiar la región.
Pero,
no podrán, no lo lograrán.
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