miércoles, 13 de febrero de 2019

DUQUE VIAJA A RECIBIR ÓRDENES DE TRUMP.

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SOCIOLOGÍA DE LA CRISIS LATINOAMERICANA: LA CRISIS HUMANITARIA.  COLOMBIA HOY DEBE SER EL PAÍS CON MAYOR CANTIDAD DE PROBLEMAS ESTRUCTURALES E HISTÓRICOS NO RESUELTOS  POR TODOS LOS GOBIERNOS, POR LO MENOS HACE UNOS 40 AÑOS. Y que hoy se han concentrado, están todos  dentro de un mismo proceso económico-social y político,  a punto de estallar social y políticamente. Quizás el más grave y de características inhumanas es la presencia de los más de 7 millones 700 mil DESPLAZADOS internos, el país con mayor cantidad de desplazados en el mundo,- POBREZA EXTREMA, MISERIA, HAMBRE, DROGAS, PROSTITUCIÓN, MAFIAS, ASESINATOS, VIOLENCIA, FEMINICIDIOS, producto del fracaso de las Políticas Neoliberales, la Violencia Interna, Narcotráfico, Corrupción, y permanencia de problemas históricos en el escenario actual.

De la Guerra Interna, de las Mafias del Narcotráfico - muy poderosos y antiguas en territorios colombianos - de la presencia hoy de los grupos Paramilitares - que atentan contra la seguridad de millones de Campesinos; la propia existencia hoy de la Guerrilla del Ejército de Liberación Nacional ELN. - que rompió en proceso de conseguir la PAZ interna; la propia existencia aún interna como se ha denunciado que en pleno siglo XXI, del poder que hoy tienen los Latifundistas en el Agro - inmenso poder ancestral - ; la persecución y Asesinatos de cientos - creo que ya miles de Dirigentes Populares, Sindicales, Gremiales,  Maestros, Universitarios Locales, Regionales -. Hasta hoy imparable - y que persigue según ha denunciado los especialistas - barrer con el TERRITORIO en su concepto moderno - Ideas, Tradiciones, Costumbres, Culturas Locales, Identidades Locales y Regionales, Organizaciones de trabajo, representación fiestas populares, religiosas y en general todas las formas de Resistencia Cultural de las Comunidades Histórico-tradicionales que se oponen a los mega-proyectos mineros - extractivo-exportadores - (se termina la producción del petróleo colombiano) que destruyen la Naturaleza y el Gobierno responde mediante políticas de marginación social y cultural, racistas, anti… afro-descendientes, explotación, persecución, hambre, desocupación y muerte;

PERO QUIZÁS LA MÁS GRAVE POR SU CONTENIDO INHUMANO, sea la profundidad y extensión de la DESIGUALDAD SOCIAL que afecta a millones de Ciudadanos, donde los más golpeados por el hambre, la desocupación, la miseria, la pobreza extrema, son los NIÑOS. Y hay otros problemas más - como el intento de la privatización dela Educación y el Presupuesto al Sistema Universitario, pero el Presidente IVAN DUQUE - al igual que muchos Presidentes de América Latina - como los del Terrorífico GRUPO DE LIMA - más les interesa las políticas  - intervencionistas e injerencistas -  y ahora muy suelto de huesos viaja y se entrevista con TRUMP para recibir órdenes provocando desde la frontera, de cómo servir bien al señor TRUMP e intervenir en Venezuela - en crisis estructural fuertes problemas coyunturales, que no se resuelven nombrando TITERES POLÍTICOS, y menos con intervención Militar, lo mejor hoy, lo más aconsejable es el DIALOGO Democrático Interno y que resuelva sus propios problemas - pero algunos presidentes, antes de resolver sus propios problemas internos - que hoy son muy graves en relación con la seguridad interna, el hambre, la miseria, la pobreza extrema - hijas directas hoy de la explotación y saqueo de las transnacionales del capital corporativo global y la propia incapacidad política y CORRUPCIÓN de los Gobiernos, la continuidad de la Democracia y principalmente abordar el inicio, que justifique su Gobierno, generando Alternativas de Solución sobre los graves problemas estructurales e históricos de cada país.

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Recibe ordenes de su "Jefe Político"  sobre cómo intervenir Venezuela, ahora provocando desde la frontera - con los alimentos y medicinas no recibidas - con el grupo destemplado del Títere interno, el apoyo del "terrorífico" Grupo de Lima,  y cómo Colombia soluciona sus graves problemas internos que pueden explosionar social y políticamente en cualquier momento.
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DUQUE VIAJA A RECIBIR ÓRDENES DE TRUMP.
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Fernando Dorado.

Rebelión miércoles 13 de febrero del 2019.

El presidente Duque viaja hoy a Washington. Recibirá órdenes de Trump para continuar la campaña de desestabilización del gobierno de Venezuela. A cambio, los EE.UU. no sancionarán al gobierno colombiano por sus incumplimientos en las metas de erradicación de cultivos ilícitos.

Duque acude en medio de una visible debilidad. No logra consolidar la coalición de gobierno ante la rebeldía de los socios que lo ayudaron a elegir. Además, los impactos negativos causados por el traumático proyecto de Hidroituango (obra emblemática de su tutor Uribe), y las oscuras actuaciones de la ministra de Justicia y el presidente del Senado (Macías) contra la JEP, frenaron en seco el crecimiento de su imagen que venía en ascenso después del atentado del ELN.

Va a entrevistarse con Trump para oficializar su papel subordinado en la intervención imperial que avanza en Venezuela y en la región, que es su caballito de batalla y su único asidero. Pero Duque tendrá que ser muy cauto frente al grave error cometido por Guaidó que ha generado una fuerte reacción entre los demócratas estadounidenses al “autorizar” imprudentemente la intervención armada de los EE.UU. en su país. (https://goo.gl/aGvd5M).

Debo aclarar que no soy “madurista” ni fui “chavista”; siempre advertí que detrás de Chávez estaba una “burguesía emergente” que aspiraba a controlar el aparato de Estado (entre ella, la cúpula del ejército) pero, también, observaba con expectativa a un pueblo ilusionado con la “revolución bolivariana” que –infelizmente– no fue capaz de aprovechar ese período de tiempo (casi 15 años) para empezar (por lo menos) a construir una economía diversificada no dependiente del petróleo.

Muchos allá, en Venezuela, de los que hipócritamente hoy se rasgan las vestiduras no dijeron ni pío cuando tuvieron oportunidad de participar en la burocracia “chavista” o en los inmensos negocios que hicieron con la bonanza de los precios del petróleo. Hoy se suman al llamado a la intervención armada extranjera sin ningún rubor y sin responsabilizarse de nada.

Por eso las mayorías populares no les creen, aunque tampoco le creen a Maduro. La gente quiere la paz, la convivencia y soluciones reales a los problemas concretos causados tanto por el bloqueo económico y el saboteo imperial-oligárquico como por la ineficiencia y corrupción del gobierno.

Tampoco soy pro-imperio, mucho menos pro “vieja MUD” ni pro “nueva-MUD”, ésta última encabezada por Marco Rubio y Leopoldo López (Guaidó), que incita a la guerra por orden de las mafias legales e ilegales que controlan el “Estado profundo” en los EE.UU. Esas mafias globales viven su propia crisis ante la aparición de un mundo multipolar que no quieren aceptar (China, Rusia, India, Irán, etc.) y de un pueblo estadounidense que poco a poco va abriendo los ojos.

No quiero guerra para nuestra región (norte de Sudamérica y el Caribe) y espero que los venezolanos sean capaces de encontrar una salida pacífica.

En Colombia, los que quieren la guerra son los que impulsan la economía extractivista (petróleo, minería, megaproyectos, carbón, oro, agro-combustibles, etc.). Promueven la guerra con la expectativa de participar –al lado de los capitalistas gringos y europeos– de una “partecita” del botín energético, como socios menores y mendicantes. Ya preparan sus contratistas y mercenarios para hacerlo ( https://goo.gl/MXRYM2 ) y han ubicado todas sus fichas en Cúcuta, centro operativo del complot injerencista. En la actualidad utilizan la supuesta “ayuda humanitaria” para provocar un incidente fronterizo y justificar la intervención militar ( https://goo.gl/9yJA7T ).

Es tal la crisis fiscal y presupuestal del gobierno colombiano que han negociado con Trump su participación en la guerra contra Venezuela y Cuba, a cambio de que los estadounidenses no impongan sanciones ni insistan (por ahora) en la “lucha contra las drogas” que no tienen cómo financiar. Saben que ese “negocio” aporta más de 5 puntos al PIB, dinamiza la economía y engorda las arcas de banqueros. Además, quieren vender otro 10% de Ecopetrol, no saben qué otros activos públicos vender, y a corto plazo no tienen cómo aplicar más impuestos. Tienen la presión de las agencias calificadoras de riesgo a las que Duque tratará de calmar en ese viaje a EE.UU.

Quieren la guerra, desean incendiar su propia casa para ocultar la grave situación que tienen a todo nivel, y piensan que al lado de Trump tienen garantizado el “seguro contra-incendios” que pague la indemnización de la catástrofe. Y ello, porque en Colombia se les acaba el petróleo, se le cierran los mercados al carbón, y las comunidades en general, rechazan la mega-minería y los mega-proyectos depredadores de la naturaleza como Hidroituango, Santurbán, El Quimbo y otros.

Necesitan la guerra para acusar a todos los demócratas de apoyar la “dictadura” de Maduro. “Dictadura” que deja que Guaidó y los integrantes de la Asamblea Nacional anden como “pedro por su casa” con sueldos oficiales, amplia cobertura de medios de comunicación y hagan llamados al ejército a derrocar al presidente, cuando en Colombia los opositores son perseguidos y acusados de atentar contra las instituciones democráticas por denunciar la corrupción. Si pudieran, ya los habrían asesinado como matan a diario a líderes sociales en todo el territorio nacional.

La paradoja es que en Colombia son los campesinos medios y pobres los que sostienen la economía (café, panela, frutales, aguacate, piscicultura, etc.), incluyendo la “coquera”, y en las ciudades, los pequeños y medianos empresarios (y toda clase de rebuscadores creativos y trabajadores formales e informales) son los que generan empleos productivos, mientras los grandes banqueros y mafias de todos los colores siguen enriqueciéndose en medio de la corrupción más terrible.

Mientras la “emergencia humanitaria” se vive en Colombia desde hace décadas, como lo que ocurre en la Guajira con la muerte de cientos de niños por desnutrición, o en la zona noreste de Antioquia impactada por las obras de Hidroituango, o en la Costa Pacífica (Buenaventura, Tumaco, etc.) en donde la violencia y la miseria se entrelazan de forma dramática contra las comunidades pobres, el gobierno colombiano promueve la “ayuda humanitaria” con Venezuela, a fin de crear condiciones para incendiar la región.

Pero, no podrán, no lo lograrán.

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