CIUDADANOS (AS) DEL PERÚ. Uno de los problemas estructurales o
históricos, es en realidad la DESOCUPACIÓN NO de miles sino de millones de
peruanos, en especial de la JUVENTUD,
siempre postergada, cercenada en sus DERECHOS
SOCIALES, y en ese gran mundo social” de la Juventud, hoy existen los JÓVENES NI - NI “ (Ni
trabajan Ni estudian) y su situación es realmente de urgente responsabilidad
del Estado y del Gobierno de turno, problemas sociales que hoy se profundizan y
radicalizan en el silencio - porque la mayoría de estos sectores sociales son
pues señores LOS SIN VOZ, LOS OTROS,
los que NO
tienen Voceros o quién hable por ellos, millones de peruanos en esa condición
económico-social, realidad inhumana que hoy se acentúa, se amplia y profundiza,
a medida que crece “alegre y
festivamente” - en las estadísticas nacionales
reales, la DESIGUALDAD Económico-social - pero
hoy se profundiza como consecuencia de factores
también estructurales que se
suman a lo anterior - Todo se concentra en la continuidad histórica
del Viejo Modelo Extractivo-exportador de materias primas (herencia colonial),
además, la Corrupción, migración
campo-ciudad (abandono total de la agricultura y ganadería, propio del
modelo neoliberal) No industrialización
y modernización, informalidad en todo el Perú, invasión y crecimiento desordenado de la Ciudad - con miles de
problemas - criminalidad, violencia, drogas, etc. Y de graves y profundos problemas coyunturales, como
- como la crisis que genera la CORRUPCIÓN,
la INFORMALIDAD, la parálisis de la ECONOMÍA,
el NO avance como debe ser de la RECONSTRUCCIÓN
CON CAMBIOS ( de todos los problemas originados por el Niño Costero del 2017), el abandono del Estado de la Agricultura, la Ganadería, la Artesanía - actividades principales en ocupación de la fuerza
de trabajo en el Perú-Profundo - por ello hoy vemos miles de “migrantes” en especial de la Sierra hacia la MINERÍA CRIMINAL - que está destruyendo la MADRE NATURALEZA de 14 Regiones
del Perú - siendo la parte central La AMAZONÍA -. No quiero hablar de números y estadísticas -
todo está en el Artículo de Otra Mirada
del Economista Dancourt que presentamos,
pero sí, elevar mi protesta en NOMBRE de los SIN VOZ.
Por Política nacional e Internacional - y el Perú ser miembro del “Grupo
de Lima” - que más se interesa en problemas
internos que hoy tiene VENEZUELA, -
no entiende que cada país resuelva mediante el DIÁLOGO DEMOCRATICO, sus propios problemas) que en los problemas nuestros
o los problemas propios de cada país, ( Solo un ejemplo, hoy COLOMBIA,
(el más servicial del Imperio)tiene o problemas estructurales e históricos y
coyunturales, similares o más profundos y radicales - de origen inhumano que el propio Venezuela - su
Presidente ha dicho una sola palabra sobre los 7 millones 700 mil DESPLAZADOS INTERNOS, en pobreza, miseria y
desempleo absoluto en las Ciudades, el
NARCOTRAFICO o el asesinato público
de cientos de DIRIGENTES POPULARES - todos denunciados en las Naciones Unidas -. y al final lo que
estamos buscando y preparando con esta Política Injerencista, de pleno y absoluto servicio
desde la OEA a las políticas del Imperio y el señor TRUMP, es convertir a nuestro País, en otros países similares
a realidades dramáticas e inhumanas que hoy ocurre en AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE - salida para
los corruptos y traidores Presidentes - la MIGRACIÓN
de Millones de familias, de pobres, hambrientos, sin trabajo, pensado aún en EL SUEÑO AMERICANO.
Finalmente muy concreto, quiero hablar en nombre de los Miles de
PERUANOS Y PERUANAS que en el último año han perdido su trabajo, su
empleo, aunque precario, pero sobrevivían. Hoy quién se acuerda de los SIN VOZ, de esos cientos de Jóvenes Cobradores en los Micros,
trabajadores en la Seguridad de
Urbanizaciones, (Guachimán) Vendedores de
Golosinas en el servicio público, o trabajadores en Hoteles, Restaurantes, QUIÉN HABLA por esas miles de Señoritas o Señoras que trabajaban en
iguales condiciones y en los mismos o
similares Centros de Trabajo y que han sido desplazados por los 600 mil migrantes venezolanos
que ingresaron al país - Bienvenidos, mientras NO que quites mi
trabajo - y los EMPRESARIOS
Peruanos, los más conservadores y explotadores de América latina - al momento
- cambian de explotación, pagan menos, sin Derechos sociales absolutos, pone a
un migrante y bota - como miseria humana
- al trabajar peruano. QUIÉN HABLA POR
ELLOS. Quién reclama por esos miles que se quedaron sin Trabajo. No tienen. Pero en silencio se “mascan” la INJUSTICIA
y DESIGUALDAD de un país que por 198
años de Vida Republicana nos niega los Derechos Fundamentales - Derechos Sociales y Derechos Humanos
-.FINAL así llegamos al BICENTENARIO NACIONAL.
/////
SOCIOLOGÍA DEL TRABAJO: PERÚ,
UNA MIRADA SOCIOLÓGICA AL DESEMPLEO.
NO HAY TRABAJO SEÑOR
GOBIERNO.
PRESIDENTE VIZCARRA DE UNA
MIRADA NACIONAL. SON MILLONES DE PERUANOS SIN TRABAJO.
El desempleo, una epidemia
que recorre el mundo.
*****
Oscar Dancourt.
Otra Mirada lunes 25 de febrero del 2019.
Si miramos
el mercado de trabajo actual con los ojos de las estadísticas oficiales surgen
dos imágenes antagónicas. La pesimista proviene del Ministerio de Trabajo
(MTPE) y la optimista del Banco Central (BCRP) y el Ministerio de Economía
(MEF). Los datos del Ministerio de Trabajo indican que la economía del Perú
urbano está paralizada y destruye empleos formales o modernos, desde mediados
de 2017, como si estuviéramos en una recesión, en una época de vacas flacas.
Por el contrario, los datos de la dupla BCRP-MEF corresponden a un universo
paralelo donde la economía peruana crea empleos formales con mucho vigor desde
2015, como si estuviéramos en un auge, en una época de vacas gordas.
Como se puede ver en el Grafico 1,
el crecimiento del empleo formal urbano (empresas con 10 y más trabajadores)
del MTPE ha estado estrechamente asociado con el crecimiento de la actividad
económica urbana (medida por el PBI no primario que calcula el BCRP) durante
todo el periodo 2004-2018. En los auges (2005-2008), el empleo moderno puede
crecer por encima del 8% anual, mientras que en las recesiones (2008-2009), el
empleo moderno se estanca o decrece abiertamente. Estas cifras, que el MTPE
registra desde 1997, demarcan tres recesiones o fases de destrucción del empleo
urbano moderno: 1998-02, 2008-09 y 2017-18. Si el PBI no primario se expande al
10% anual, entonces el empleo urbano moderno crece en promedio al 6% anual
durante el periodo 2004-18.
Esta fuerte asociación
entre empleo formal urbano y PBI no primario se ha debilitado curiosamente
durante 2018, como puede apreciarse en el Grafico 1, ya que el PBI no primario
retoma una expansión cercana al 4% anual pero el empleo moderno cae o se
estanca. ¿Dónde está el problema? ¿En las cifras de empleo moderno o en las de
PBI? ¿Estamos en una recesión o en un auge? Mi confianza la tienen los datos de
empleo del MTPE. Por ejemplo, el termómetro principal de la actividad económica
en Estados Unidos no es el PBI mensual, allá solo se calcula el PBI trimestral,
sino la cifra de cuantos empleos mensuales crea, o destruye, la economía
urbana, obtenida de encuestas a las empresas.
En el Grafico 2,
extraído de la presentación del último Reporte de Inflación del BCRP, se
muestra el boyante crecimiento del empleo formal en la economía peruana, a un
ritmo promedio superior al 4% anual durante 2018; la fuente de estas cifras es
la SUNAT. Esta es la imagen del mercado de trabajo que propagandiza la dupla
BCRP-MEF. La economía camina muy bien. Por tanto, esta dupla debiera seguir al
timón (aunque sea a control remoto como en el caso de Climper). Sin embargo, la
historia y la metodología de estas cifras son un misterio. Aparentemente, estas
cifras no existen antes de 2015, lo que impide saber si reflejan fielmente la
historia reciente de auges y recesiones de la economía peruana. Y solo se
utilizan en el Reporte de Inflación desde que Vizcarra ascendió al poder.
Para Lima, donde se genera el grueso
del empleo moderno o formal del Perú urbano, podemos comparar los datos del
MTPE, originados en una encuesta a empresas, con los datos del INEI,
provenientes de una encuesta a hogares. Poniendo por delante la conclusión, los
datos del INEI son consistentes con los del MTPE pero no con los utilizados por
la dupla BCRP-MEF.
De acuerdo al INEI, el
empleo en las empresas de 11 y más trabajadores de Lima Metropolitana, que
representa alrededor de un 40% de la población ocupada limeña, se contrajo un
3.4% durante el trimestre móvil noviembre 2018-enero 2019, comparado con el
mismo periodo del año anterior,. Esta caída del empleo formal limeño también se
registra en los 3 trimestres móviles previos. De acuerdo al MTPE, el empleo
limeño en las empresas de 10 y más trabajadores se contrajo ininterrumpidamente
desde mayo de 2017 hasta setiembre de 2018, comparando con el mismo mes del año
anterior; y creció apenas (menos de 1%) en octubre y noviembre del 2018.
¿Cómo percibe la gente la
situación del mercado de trabajo? El índice de confianza del consumidor limeño
elaborado por Apoyo Consultoría incluye un componente referido a la mayor o
menor dificultad que las familias tienen para encontrar empleo. Si el índice
está por encima de 50, las familias están optimistas y creen que es fácil
encontrar trabajo; y viceversa, si el índice está por debajo de 50, las
familias están pesimistas y creen que es difícil encontrar trabajo. Durante
2017-18, este índice estuvo siempre en terreno pesimista para los estratos de
bajos ingresos (NSE CDE). Y, a fines del 2018, descendió al nivel más bajo de
los últimos 7 u 8 años, como se puede ver en el Grafico 3, extraído de la
versión digital de El Comercio.
II
¿Qué hace un trabajador despedido del sector moderno? O busca otro puesto de
trabajo asalariado, o trata de vender algo en la esquina de un semáforo y se
integra así al sector informal, o se retira desalentado de la fuerza laboral al
no encontrar trabajo (cuando lo entrevistan para la Encuesta Permanente de
Empleo del INEI responde que no busca trabajo porque no hay, cosa que es
verdad, aunque está dispuesto a trabajar). En consecuencia, si se destruyen
empleos modernos, como ocurre desde hace un año y medio en Lima Metropolitana,
entonces debería aumentar el número de trabajadores desempleados (que buscan
activamente trabajo); o debería aumentar el número de los trabajadores
independientes o por cuenta propia, como los vendedores ambulantes; o, si
aumenta el número de trabajadores desalentados, debería reducirse la fuerza
laboral (la suma de los que trabajan y los que buscan trabajo).
Los trabajadores
desempleados en Lima se han reducido en 10% durante el trimestre móvil
noviembre 2018-enero 2019 comparado con el mismo periodo del año anterior,
según el INEI. Y la tasa de desempleo (los desempleados como porcentaje de la
fuerza laboral) ha caído desde 7.3% hasta 6.5% en el mismo periodo. Si hubiera
un seguro de desempleo aquí, como existe desde hace un siglo en el capitalismo
civilizado, la tasa de desempleo se elevaría, en vez de reducirse, durante las
recesiones o épocas de vacas flacas.
Sin embargo, los
trabajadores desempleados parcialmente o subempleados por horas, es decir,
aquellos que laboran menos de 35 horas a la semana pero desean trabajar más
horas, si se han incrementado en 14% durante el trimestre móvil noviembre
2018-enero 2019, comparado con el mismo periodo del año anterior. La
mitad son asalariados y la otra mitad son independientes. Estos trabajadores
subempleados por horas representaron un 13% de la fuerza laboral limeña durante
noviembre 2018-enero 2019, según el INEI. De cada 4 subempleados por horas, 3
laboran en empresas de 10 o menos trabajadores. Sumando desempleados y
subempleados por horas, dos modos de subutilización de la mano de obra, tenemos
que al 20% de la fuerza laboral de Lima Metropolitana le falta trabajo, es
decir, a uno de cada 5 trabajadores. Para un millón y pico de personas en Lima
Metropolitana, no había ningún trabajo o no había suficiente trabajo a fines
del año pasado y principios de este.
En la economía limeña,
los trabajadores independientes han aumentado en 9.5% mientras los trabajadores
asalariados han disminuido en 2.3%, durante el trimestre móvil noviembre 2018-enero
2019 comparado con el mismo periodo del año anterior. Mientras se destruyen
empleos en el sector moderno de la economía urbana, la ocupación aumenta en el
sector informal o tradicional de la economía urbana, según el INEI. Cualquier
persona que ofrece limpiar parabrisas en un semáforo y gana unos cuantos soles,
es categorizado como un trabajador ocupado por la encuesta del INEI. Una
fracción importante de la ocupación informal es, en realidad, desempleo
disfrazado. En las empresas con 10 o menos trabajadores, donde predominan las
“empresas” que solo cuentan con 1 trabajador, la ocupación se ha incrementado
en 5% durante este periodo, según el INEI. Y el 18% de los trabajadores de este
sector informal esta subempleado por horas.
Finalmente, la fuerza
laboral limeña no se ha reducido sino que ha aumentado durante este mismo
periodo. El hecho decisivo aquí es el ingreso al país de 650 mil inmigrantes
venezolanos en los últimos dos años. El destino final del 85% de estos
inmigrantes ha sido Lima, que tenía una fuerza laboral de 5.2 millones de
personas. Si todos los inmigrantes que se afincaron en Lima hubieran ingresado
al mercado de trabajo, la fuerza laboral limeña debería haber aumentado un 10%,
entre noviembre 2016-enero 2017 y noviembre 2018-enero 2019. O debería haber
aumentado en un 5%, si solo hubieran ingresado al mercado de trabajo la mitad
de estos inmigrantes. Sin embargo, la fuerza laboral limeña aumento apenas un
1.3% durante este periodo; cifra inferior al crecimiento promedio anual de los
4 años previos. Así, que vemos a los trabajadores venezolanos en las
calles pero no en las encuestas.
Este notable incremento de la fuerza
laboral limeña, entre un 5% y un 10%, que coincide justo con una reducción
prolongada del empleo en el sector moderno de la economía urbana, ¿no ha dejado
ninguna huella en el mercado de trabajo limeño? Cualquier libro de texto de
macroeconomía convencional, como el Blanchard, diría que los salarios en soles
(y los ingresos de los trabajadores independientes) deben bajar si la fuerza
laboral aumenta y los puestos de trabajo modernos disminuyen.
Para la fuerza laboral
limeña en su conjunto, el ingreso mensual promedio proveniente del trabajo ha
caído 1.7% entre noviembre 2017-enero 2018 y noviembre 2018-enero 2019, según
el INEI. Por niveles de educación, el ingreso mensual promedio por trabajo ha
caído para los que tienen educación primaria (-3%), educación superior (-3%),
educación secundaria (-1.2%) y técnica no universitaria (-0.5%), durante este
mismo periodo. Por ramas de actividad, el ingreso mensual promedio por trabajo
ha caído en manufactura (-7%), comercio (-1.3%) y servicios (-2.6%), excepto en
construcción donde ha aumentado (1.4%).
Esto parece consistente
con el hecho de que el 45% de los inmigrantes venezolanos gane menos del
salario mínimo, según la Dirección de Migraciones. Son los efectos de la
competencia exacerbada en el mercado de trabajo. No existen cifras, sin
embargo, de la magnitud del reemplazo de trabajadores peruanos por trabajadores
venezolanos, aunque la experiencia cotidiana muestra que es un fenómeno
relevante.
III
En resumen, no hay trabajo desde hace un par de años y los salarios caen como
pocas veces hemos visto. Hay un enorme exceso de oferta en el mercado de
trabajo urbano. Pero, la dupla BCR-MEF habita en un universo paralelo y se
niega a usar la política monetaria (más crédito, abundante y barato) y la
política fiscal (más inversión pública) para reactivar la economía urbana y
crear así suficientes empleos modernos o formales. Ni Vizcarra ni Villanueva
saben que las políticas monetaria y fiscal son el único instrumento que su
gobierno posee para generar estos empleos. Peor aún, el gobierno de Vizcarra ha
decidido apostar todo su capital político, ganado en la lucha anticorrupción, a
la magia inútil de otra ronda de reformas estructurales neoliberales, envueltas
esta vez en el manto de la competitividad, para revivir la economía urbana y la
generación de empleo decente. Y, para colmo de males, en el centro de esta
política suicida han colocado a la reforma laboral, como si el efecto conjunto de la recesión y los
inmigrantes venezolanos, no hubiese flexibilizado ya el mercado de trabajo
hasta su tuétano.
*****
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