“Los estrategas del gobierno basaron su
campaña en un deliberado ocultamiento del debate económico, haciendo foco en la demonización de los rivales de la coalición kirchnerista-peronista
(especialmente en la figura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y del “marxista”Axel Kicillof), planteó el eje pasado-futuro como línea
divisoria con la oposición; y pidió el voto “sin argumentos”. Pero los argumentos estaban a la vista de todos: crisis económica y social, pauperización,
miseria”.
“Desde una segunda línea, sin apariciones públicas, Cristina dejó el protagonismo y delegó la candidatura presidencial en Alberto Fernández y posibilitó el frente de unidad opositor, que logró
sumar a Sergio Massa -un actor
importante en la provincia de Buenos
Aires- y luego el apoyo de gobernadores e intendentes peronistas de todo el
país. Cristina acompañó con la
presentación de su libro en los distritos donde el FRENTE DE TODOS, cosecha más
adhesiones. También con dos apariciones -al principio y final de la campaña-
con su compañero de fórmula: el acto fundacional de Merlo y el cierre
multitudinario en la ciudad de Rosario”.
“En las últimas semanas, Alberto Fernández, un candidato
inesperado, interpretó la realidad y puso a la economía en primer plano, con
algunas propuestas concretas bajo la consigna ‘vamos a prender la economía´, en su búsqueda de conglomerar
a los millones de desencantados y víctimas de la experiencia neoliberal y
depredadora del macrismo. El Gobierno apeló al manual probado con
éxito: mensajes hipersegmentados para capturar la atención de cada ´tribu´ ciudadana, estudiadas
apariciones públicas en distritos adversos y aliados, y el manual de uso de las
redes sociales que, sobre el final, dejó una bizarra falla en los bots que
multiplicaron el hashtag “YovotoMM”
con insólitas frases de respaldo al Presidente. La efectividad del aparato comunicacional de
Cambiemos y sus asesores extranjeros, esta vez falló”.
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Junto a la derrota aplastante de Macri y su programa neoliberal, el día de ayer se derrumban los mercados en la Argentina.. No lo salvó ni su marcado servilismo y dependencia del Fondo Monetario Internacional.
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UNA DERROTA APABULLANTE, IMPACTANTE,
ABRUMADORA DEL NEOLIBERALISMO MACRISTA.
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Claudio della Croce.
Estrategia.
Rebelión martes 13 de agosto del 2019.
Los candidatos presidenciales del Frente de Todos,
Alberto y Cristina Fernández, vencieron por paliza, con una diferencia de 16
por ciento de los votos, a la dupla Mauricio Macri y Miguel Pichetto de la
alianza oficialista Juntos por el Cambio, en las elecciones primarias,
abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), de cara a los comicios del 27 de
octubre.
En un escenario hiperpolarizado, donde las dos
fuerzas mayoritarias concentran casi el 80
por ciento de las adhesiones, y sin competencia interna en ninguno de los
diez partidos en disputa por las categorías de presidente y vice, los
resultados tuvieron el impacto de una enorme encuesta nacional, donde las dos
terceras partes de la población repudió las políticas neoliberales de la
alianza Cambiemos y del aún presidente Macri.
Alberto Fernández, exjefe de gabinete de Néstor Kirchner, afirmó que el Macri
debe tomar nota del resultado y "ordenar
el desorden que ha creado antes de terminar su mandato", tras dejar en
claro que lo que ocurra de aquí a diciembre “es responsabilidad” exclusiva de su gobierno. Al día siguiente de
las PASO, el dólar pegó un salto de 43 a 53 pesos.
En las elecciones generales de octubre, ganará en
primera vuelta el candidato que obtenga el 45%
de los votos o supere el 40% con una diferencia de diez puntos sobre su contrincante. De lo contrario, habrá ballottage el 24 de noviembre.
Los números del conteo final de las PASO derrumbaron estrepitosamente los
pronósticos que manejaba la Casa Rosada
y las encuestadoras, en su estrategia para construir un clima virtual de
paridad que no pudieron sostener pese al respaldo de la prensa hegemónica y de
la manipulación en las redes sociales. La única verdad es la realidad, y ésta
se vio en las urnas: el macrismo sólo
ganó en la capital y en la provincia de Córdoba.
El voto de estas PASO,
que para muchos parecía una sobreactuación republicanista ya que apenas definía
a los candidatos que participarían en las elecciones del 27 de octubre, se
convirtió en la gran encuesta nacional que el poder fáctico temía y que salió a
la luz pública entre las manipulaciones
de Smartmatic, Cambridge Analytica, los trolls del jefe de gabinete Marcos Peña y las fake-news de los
autoproclamados “grandes periodistas argentinos” de los medios hegemónicos.
La mira del gobierno estuvo puesta en los dos millones
de electores que hace cuatro años no votaron en las PASO, pero sí lo hicieron en las generales; y en los adultos
mayores que no tienen obligación de sufragar, sector que también acumuló la
frustración por el ajuste, la falta de resultados económicos, la desocupación y
klos altos niveles de pobreza en el otrora llamado granero del mundo.
Su incapacidad política y la debacle de su programa neoliberal, lo llevó a un mayor entreguismo y servilismo político con el Fondo Monetario Internacional. Una alianza contra el Pueblo, que deja Pobreza y miseria en amplios sectores de la población en especial los Niños y los Jubilados.
***
La tercera vía representada por las ofertas de los
derechistas Roberto Lavagna y José Luis
Espert no consiguieron remontar vuelo frente a la hiperpolarización,
mientras que la izquierda,
fragmentada, no conservó siquiera los guarismos de cuatro años atrás. Si bien
entonces, Cambiemos remontó casi nueve puntos de desventaja en las PASO, quedó a cuatro de Daniel Scioli en la primera vuelta y
forzó el balotaje que finalmente lo llevó al poder. Hoy la situación no es ni
remotamente similar.
Los estrategas del gobierno basaron su campaña en un
deliberado ocultamiento del debate económico, haciendo foco en la demonización
de los rivales de la coalición
kirchnerista-peronista (especialmente en la figura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y del “marxista”Axel Kicillof), planteó el
eje pasado-futuro como línea divisoria con la oposición; y pidió el voto “sin argumentos”. Pero los argumentos
estaban a la vista de todos: crisis económica y social, pauperización, miseria.
Desde una segunda línea, sin apariciones públicas, Cristina dejó el protagonismo y delegó
la candidatura presidencial en Alberto
Fernández y posibilitó el frente de unidad opositor, que logró sumar a Sergio Massa -un actor importante en la
provincia de Buenos Aires- y luego
el apoyo de gobernadores e intendentes peronistas de todo el país.
Cristina acompañó con la presentación de su libro en
los distritos donde el FRENTE DE TODOS,
cosecha más adhesiones. También con dos apariciones -al principio y final de la
campaña- con su compañero de fórmula: el acto fundacional de Merlo y el cierre
multitudinario en la ciudad de Rosario.
En las últimas semanas, Alberto Fernández, un candidato inesperado, interpretó la realidad
y puso a la economía en primer plano, con algunas propuestas concretas bajo la
consigna ‘vamos a prender la economía´,
en su búsqueda de conglomerar a los millones de desencantados y víctimas de la
experiencia neoliberal y depredadora del macrismo.
El Gobierno apeló al manual probado con éxito:
mensajes hipersegmentados para capturar la atención de cada ´tribu´ ciudadana, estudiadas
apariciones públicas en distritos adversos y aliados, y el manual de uso de las
redes sociales que, sobre el final, dejó una bizarra falla en los bots que
multiplicaron el hashtag “YovotoMM”
con insólitas frases de respaldo al Presidente. La efectividad del aparato
comunicacional de Cambiemos y sus asesores extranjeros, esta vez falló.
Una
diferencia abismal
La diferencia del FRENTE
DE TODOS sobre la alianza macrista
Juntos por el Cambio superó en 15
puntos porcentuales el margen de tolerancia que había construido el
gobierno (un revés menor a los cinco puntos), reversible –según sus asesores de
imagen- en las elecciones del último domingo de octubre.
Más allá de la contienda nacional, la atención de
estas primarias estuvo concentrada en el futuro
de la macrista gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que peleaba por
su reelección en la provincia que concentra el 37% del electorado nacional y no tiene segunda vuelta. Pero su
fracaso fue mayor que el de Macri: el
kirchnerista exministro de Economía Axel
Kicilof arañó el 50 por ciento de
los votos y superó en 16% a Vidal.
Para equilibrar un posible revés en la Provincia de
Buenos Aires, el gobierno confiaba en la acumulación en las otras dos
provincias más importantes de la zona centro: Santa Fe y Córdoba. Pero en Santa
Fe, Fernández obtuvo el 43,62% y
le sacó casi diez puntos de ventaja a Macri,
que llegó al 33,88%. El único lugar
donde se confirmaron los pronósticos de la Casa Rosada fue en Córdoba, donde Macri sumó el 48,18% y
le sacó casi 20 puntos al peronismo, que
llegó al 31%.
Los Resultados oficiales - perdió a nivel nacional - sólo ganó en la Provincia de Córdoba. El Candidato Peronista Alberto Fernández del FRENTE DE TODOS, recuperó la CONFIANZA de la población. A trabajar con mayor conexión y servicio con los Derechos del Pueblo para las elecciones de Octubre.
***
Los analistas señalan que el derechista Consenso Federal, que sumó el 8,37% de los sufragios, para convertirse en la tercera fuerza
nacional, podrá tener un valor determinante para una victoria del FRENTE DE TODOS en primera vuelta en
octubre, salvo que decida apoyar al macrismo,
lo que sería un suicidio de una experiencia recién nacida.
¿Cómo
llegar a octubre?
Está claro que la fórmula de “les Fernández” (Alberto y Cristina), como la dupla triunfante en
la provincia de Buenos Aires
(Kicilof-Magario), tendrán que sortear lo que será un camino lleno de
dificultades y acechanzas hasta el 27 de octubre, en medio de la agudización de
la crisis que pone en riesgo, incluso, que Macri
pueda terminar su mandato.
Macri pierde gobernabilidad y hace recordar al expresidente Fernando De la Rúa, que tuvo que huir
en helicóptero antes de terminar su mandato. La llegada del proyecto macrista
había sido mostrada como modelo ejemplar contra el progresismo. Fue el
héroe de la primera cumbre de Davos a
la que asistió, pero jamás invirtieron en la producción, sino que desembarcaron
para especular y endeudar.
Y aconsejaron al Fondo
Monetario Internacional que endeudara al país hasta las pestañas para
controlar cualquier acto futuro de rebeldía contra las políticas neoliberales
de saqueo y dependencia. Y el FMI transgredió todas sus normas para
darle el 62% de toda su capacidad de préstamo a un solo país,
empréstito que –además- no tenía la aprobación parlamentaria. Una deuda ilegal
cuyo objetivo fue sostener la campaña para la reelección de Macri o, en su defecto, condicionar al
gobierno que lo sucediera.
Lo
que vendrá.
“Argentina hoy
está pariendo otro país; en ese país del que hablaba Cristina (Fernández de
Kirchner), el único trabajo que tenemos es que los argentinos recuperen la
felicidad”, dijo el candidato a presidente del FRENTE DE TODOS, Alberto
Fernández, quien llamó a
la unidad y a acabar con la venganza y la grieta.
Más temprano, cuatro horas y media después de que
cerraron las urnas, sin que hubiera ningún resultado oficial, el presidente Mauricio Macri llegó a su
comando de campaña y sus primeras palabras fueron: hemos tenido una mala elección;
aún no había cifras en la pizarra del centro de cómputos, lo que creaba fuerte
incertidumbre y dudas.
Desde Santa Cruz, donde estaba la aspirante a vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, envió un mensaje,
recibido con gritos y cánticos por la multitud que fue creciendo al paso de las
horas. Habló con serenidad sobre la importancia de la unidad que se había logrado y la esperanza de encontrarse todos
juntos, después de los comicios del 27
de octubre.
Pero también remarcó:
“estamos absolutamente conscientes de la crisis que está atravesando
Argentina, y al referirse a los desocupados y a la pobreza, sostuvo que lejos
de ponernos felices por el triunfo, estamos pensando en la responsabilidad
sobre lo que vamos a enfrentar a partir de ahora.
Poco antes, debido a la demora del centro de cómputo para brindar
resultados de la contienda, los partidos opositores comenzaron a dar a conocer
los datos que tenían en sus conteos paralelos, después de haber denunciado ante
la justicia electoral las
irregularidades del gobierno al mantener a la empresa Smartmatic a pesar de todas a las advertencias y que terminó
cometiendo errores graves y sin dar resultados concretos llegando a la
medianoche.
El gobierno intentó retrasar los resultados para ver si podía
incidir en algunos, pero debieron rendirse ante la realidad y especialmente lo
sucedido en la provincia de Buenos
Aires, que tiene 37 por ciento del electorado de todo el país.
Triste, solitario, final, el de Mauricio Macri y de su modelo
neoliberal, quien quizá
haya comprendido que no se puede gobernar contra el pueblo, como si éste no
existiera, a pesar del respaldo de las grandes corporaciones de medios y del capital
concentrado. Envió a vivir a la calle a los más vulnerables y transfirió a los paraísos
fiscales los dineros de los especuladores argentinos y trasnacionales. El
pueblo no lo perdonó.
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CLAUDIO DELLA CROCE, Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro
Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).
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