jueves, 24 de julio de 2014

“El mayor problema que tiene Europa no es España, Italia ni Grecia, es Francia”. Pero la desigualdad económico-social se ha mundializado.

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Amigos, los invito a leer el presente artículo, “El mayor problema que tiene Europa no es España, Italia ni Grecia, es Francia”, de un Señor Economista defensor a ultranza de la globalización neoliberal, porque para él, explica, que “La idea principal que quiero transmitir con mi libro es que el mercado lo que hace es crear prosperidad y sacar a los países de la pobreza y llevarlos en muchos casos a la dignidad y a esa prosperidad. Increíble, por primera vez, estoy leyendo, con semejante desparpajo, que el “mercado lo que hace es crear prosperidad”, realmente quisiéramos leer su Libro; mucho más allá cuando aborda el campo de la política, manifiesta:“puede ser políticamente incorrecto, pero a mí no me preocupa tanto la desigualdad como la pobreza. No tengo la sensación de que todo el mundo queramos ser como nuestro vecino. Lo que me importa de verdad es la pobreza y la manera de atacarla, de acabar con ella. Este distinguido Profesional, no se enteró que hoy el problema principal, que por su complejidad se mundializado es la “desigualdad económico social”, estructura histórica donde está presente: la pobreza en todas sus manifestaciones, desempleo,  subempleo, informalidad, la pésima educación, los malos servicios en las asistencias de salud, la inexistencia de servicios públicos – agua, luz, desague, - pésimos servicios de comunicación, transporte, desnutrición crónica niños y enfermedades en madres gestantes; fuertes manifestaciones de exclusión cultural, marginación social; altos índices de economía criminal – paraísos fiscales, lavado de activos, terrorismo, secuestros, narcotráfico, corrupción, migración ilegal, transcontinental, prostitución de menores, violación de niños, tráfico de órganos, etc. – la inseguridad ciudadana,- como sicariato, bandas criminales mundializadas, secuestros, extorsión, chantajes, feminicidio y  violencia familiar; - se sintetizan en una sociedad que marcha hacia la anomia social, Estados inviables y narco-estados.. Toda esta realidad hiriente, cruel, violenta, lacerante, no es producto de la imaginación de los anti-sistema o críticos de la globalización. Señor es el resultado, más objetivo, evidente e indiscutible de 30 años de globalización neoliberal y la aplicación vertical, asimétrica y violenta de sus políticas salvajes, ayer – década del 90’ del siglo XX – lo hizo, desde el Consenso de Washington, en América Latina, y hoy lo ejecuta e impone desde la Cumbre de Bruselas, en la Unión Europea, y sus mejor resultado hoy son los países de la euro-zona, que “jalan” a toda la U.E. hacia la crisis “final” del sistema y el colapso de Occidente..


Pobreza extrema, abandono moral de la niñez, es el mejor resultado objetivo de la globalización neoliberal entre décadas de violencia, salvajismo y prepotencia.
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Además nuestro distinguido autor, economista, ahora se las ingenia para observar al Sr. Piketty – no es un santo, y menos su libro “El Capitalismo del Siglo XXI”, es la máxima investigación científica del capitalismo, pero sí existe hoy, unanimidad de criterios que su trabajo es un buen estudio sobre la desigualdad que genera el capitalismo, la cual ha crecido y hoy se ha convertido en el problema más importante, complejo y polarizado, en tiempos del neoliberalismo -. Expresa:”Piketty y otros autores están partiendo de una premisa equivocada. Aluden a que en un mundo que ellos creen que está gobernado por una globalización neoliberal salvaje cada vez hay más desigualdad y cada vez hay más pobres, pero los datos no nos dicen eso. Lo que nos dicen es que en los últimos 200 años, y especialmente en los últimos 50 años, la pobreza y las desigualdades se han reducido como nunca antes. Señor donde ha leído, o se ha inventado esta falsificada información, que ni los editorialistas del New York Times, críticos del economista Piketty, pero si han reconocido como lo han hecho a su turno varios economistas Premio Nobel, que la investigación sobre la desigualdad que genera el capitalismo – hoy mundializada –es el mejor aporte que se ha realizado en los últimos tiempos.

Continua su explicación, se fiel y absoluta defensa de la globalización neoliberal, expresa que “Los países que han abogado más por la apertura, por la globalización, han conseguido resultados. Ahí está el caso de Asia, que, con todos los problemas que ha superado o puede seguir teniendo, ha prosperado mucho.”. Muy bien, es el proceso se que abre políticamente en el mundo de la globalización en la década del 90’.”La Deslocalización Empresarial”, primero cientos y después miles de empresas, corporaciones y mega corporaciones – salen del mundo globalizado de las empresas multinacionales, e ingresan a la era de la transnacionalización de los monopolios imperialistas: China, India, Corea el Sur, Taiwán, Tailandia, Singapur, Hong Kong son los “paraísos” escogidos, preferidos por los capitales transnacionales. Pregunto: al final quién es el beneficiado los miles de millones de trabajadores sin derechos sociales, laborales y políticos, sometidos a nuevas formas de explotación, los llamados “nuevos esclavos asalariados”, o los imperios, las corporaciones, los bancos transnacionales – al extremo de la opinión del economista que dice: ”los bancos centrales, si deben seguir existiendo, deben ser más eficaces en disciplinar a los gobiernos y a la economía” (Señor esto es, o no el gobierno del capital financiero-especulativo, lo que usted manifiesta es la ”bancocracia”, o la descomposición institucional de la democracia). Señor el gobierno de los bancos, y la elites financiero especulativas) - y mega-corporaciones que globalizan la economía – el mercado neoliberal – de libre mercado (que de libre no tiene absolutamente nada, pero sí de imposición, fundamentalismo, hegemonía y dictadura del gran capital, las élites financiero-especulativas, los poderes facticos globales )- y la salvaje aplicación de las políticas del Consenso de Washington.


Finalmente sus declaraciones son de espanto y vergüenza, expresa; “No se puede negar que España va mejor” y que “el mayor problema que tiene en estos momentos Europa es su conjunto no es España, no es Italia, tampoco es Grecia. El mayor problema se llama Francia. Tiene que hacer reformas muy importantes, pero existe mucha resistencia política para encarar las. A España, le va mejor, cómo con el mayor desempleo de Europa, con una juventud la más desempleada y una generación asesinada políticamente por las políticas neoliberales, derechos sociales de los trabajadores totalmente destruidos, los adultos mayores y pensionistas los más desprotegidos y donde se ha centrado todo el “odio” del neoliberalismo, y sería bueno que escuche a la Directora General del F.M.I. (cómplice directo de este salvajismo neoliberal), que expresa con toda “soltura” que “España sufre la crisis con la más amplia desigualdad social de todo Europa”. Que Francia es el problema más grande, si es cierto, pero no en la dirección que plantea el entrevistado, sino por responsabilidad política plena y absoluta del Presidente Hollande, que cambió totalmente su política que ofreció en las elecciones, por las políticas de la Troika, impuestas y al final es y seguirá siendo fiel servidor  de las políticas de la Canciller de Alemania, Sra Merkel. La corrupción el desempleo gigantesco, la migración transcontinental y los sin: papeles, sin techo y sin trabajo; la oposición política de la derecha más cavernaria y conservadora – xenofóbica en su esencia – así como los grupos sociales organizados, religiosos, derechistas,  conservadores y sus políticas homofóbicas, por esa complejidad política hoy Francia es una verdadero “barril de pólvora”, a estallar al más mínimo choque de intereses, - lucha de clases -. Por eso el economista piensa que los cambios sociales y políticos deben: " en todo esto hay un aspecto clave. El cambio debe venir desde abajo, desde la sociedad civil. Si entiende que el gasto público hay que restringirlo y que hay que controlar el gasto público”. Hoy la Sociedad Civil, en todo Europa, es un verdadero poder local emergente, democrático, plural, es el escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases, tal como lo demuestran los diversos Movimientos Sociales Anti-crisis, Anti-globalización, que luchan por una nueva Democracia y la construcción de una Nueva Civilización Humana.

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Economista Álvaro Lodares, el entrevistado, el de las declaraciones en defensa de la globalización neoliberal, llega hasta el extremo, de expresar que ”los bancos centrales, si deben seguir existiendo, deben ser más eficaces en disciplinar a los gobiernos y a la economía”. Señor esto es, o no el gobierno del capital financiero-especulativo, lo que usted manifiesta es la ”bancocracia”, o la descomposición institucional de la democracia), es decir, en “cristiano” el gobierno de los bancos y la elites financiero especulativas. Parte de los Poderes facticos globales)
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“El mayor problema que tiene Europa no es España, Italia ni Grecia, es Francia”
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Entrevista al Economista Álvaro Lodales.

El Confidencial martes 22 de julio del 2014.

En su último libro, Pobreza y mercado, el economista Álvaro Lodares hace un alegato en favor de la globalización y la libertad. Critica el uso fraudulento que, a su juicio, se realiza de conceptos como la desigualdad o la solidaridad. Partidario del euro, considera que el mayor peligro en estos momentos para la Eurozona es Francia. 

Pregunta: En el título de su último libro utiliza los conceptos pobreza y mercado. ¿Qué puede hacer el mercado para erradicar la pobreza?

Respuesta: Precisamente la idea principal que quiero transmitir con mi libro es que el mercado lo que hace es crear prosperidad y sacar a los países de la pobreza y llevarlos en muchos casos a la dignidad y a esa prosperidad. La historia no es ningún secreto para quien la quiera juzgar con un mínimo de objetividad y hay ejemplos muy claros que demuestran que cuando se amplía la libertad económica se genera riqueza. Uno de ellos es España. Nuestro país tardó un siglo en doblar su Producto Interior Bruto (PIB), entre 1850 y 1950; pues bien, desde entonces, y conforme España va abriendo su economía y se abre al mercado global, el PIB se multiplicó por siete hasta el año 2000.

P.: ¿Y qué hay de la desigualdad? Todo este debate que está surgiendo, ¿es una moda pasajera o tiene un fundamento auténtico?

R.: Puede ser políticamente incorrecto, pero a mí no me preocupa tanto la desigualdad como la pobreza. No tengo la sensación de que todo el mundo queramos ser como nuestro vecino. Lo que me importa de verdad es la pobreza y la manera de atacarla, de acabar con ella. Cuba es una sociedad igualitaria, pero igualitaria en la pobreza. No creo en ese tipo de sociedades igualitarias. Lo que hay que reducir es la pobreza y para eso hay que abogar por auténticas políticas solidarias, y para ello no se necesita al Estado. No creo en la igualdad mediante la ley, sino en la igualdad ante la ley. La virtud necesita de la libertad, no de la coerción.

Piketty y otros autores están partiendo de una premisa equivocada. Aluden a que en un mundo que ellos creen que está gobernado por una globalización neoliberal salvaje cada vez hay más desigualdad y cada vez hay más pobres, pero los datos no nos dicen eso. Lo que nos dicen es que en los últimos 200 años, y especialmente en los últimos 50 años, la pobreza y las desigualdades se han reducido como nunca antes. ¿Que sigue habiendo problemas en el mundo? Obviamente. ¿Que hay que hacer todo lo posible para solucionarlos? Evidentemente. Pero que el mundo no va tan catastróficamente mal como algunos nos quieren hacer ver, pues también.

P.: ¿En qué medida ha ayudado la globalización a reducir esa pobreza y generar prosperidad?

R.: En mi opinión ha contribuido mucho. Los países que han abogado más por la apertura, por la globalización, han conseguido resultados. Ahí está el caso de Asia, que, con todos los problemas que ha superado o puede seguir teniendo, ha prosperado mucho. Hace más de 200 años, Adam Smith ya nos dijo que las naciones no pueden ser ricas sin paz, justicia y libertad. Yendo mucho más allá, un marco institucional también resulta clave. Pero unas instituciones que aseguren los contratos voluntarios, la propiedad privada, la inversión... Los países que han hecho énfasis en ese tipo de políticas han prosperado.

P.: Pero la crisis iniciada en 2007 ha puesto en entredicho la economía de mercado y el sistema capitalista. ¿Están en peligro?

R.: No puede estar en peligro lo que no ha existido, porque no hemos tenido esa supuesta economía de libre mercado. Nos han vendido que todo es culpa de la desregulación y del dominio de unos mercados y la desaparición de los estados. Pero en mi opinión no es así. Si analizamos de verdad lo que ha ocurrido en esta crisis vemos absolutamente lo contrario. Tenemos el comportamiento de unas autoridades monetarias que inflaron la burbuja con unos muy bajos tipos de interés. Uno de los grandes culpables, Alan Greenspan, llegó a ser liberal, pero dejó de serlo hace mucho tiempo. Y ya con la crisis en marcha, hemos visto a los gobiernos con planes de salvamento mastodónticos, auxiliando a ineficientes y dejando que acapararan recursos y que siguieran existiendo. Miremos por donde miremos, lo que hay es intervención pública por todos los lados.


P.: Pues los bancos centrales se están empleando ahora más a fondo que nunca... ¿Qué peligros acechan con estas políticas monetarias tan expansivas?

R.: Precisamente lo que debemos tener presente es lo que ha ocurrido antes, hace bien poco. Cuando se producen ciclos de expansión monetaria como los actuales, los primeros síntomas es cierto que suelen ser de alegría y optimismo. Pero cuando esos síntomas se disuaden, las cosas vuelven a su cauce. Y cuando la marea baja, empiezan los peligros. Y ya hemos visto dónde nos han llevado antes las expansiones monetarias.

P.: ¿Pero hay alternativas a corto plazo para los estímulos monetarios?

R.: Claro. Los gobiernos deben aplicar políticas que estimulen la productividad y reducir la presión sobre el ciudadano. Se deberían rebajar los impuestos y recortar el gasto público. En definitiva, reducir la asfixia que han sufrido los contribuyentes durante todo este tiempo.

P.: ¿Son necesarios los bancos centrales?

R.: Desde luego, si dejaran de existir yo no los echaría de menos. Una y otra vez vemos que, a pesar de lo que nos venden, figuran entre los grandes culpables de las crisis. De la actual y ya incluso de la Gran Depresión. Si deben seguir existiendo, deben ser más eficaces en disciplinar a los gobiernos y a la economía. Pueden ser un mal menor para que no sean los Estados directamente los que manejen el dinero, pero desde luego deben cambiar su actuación de los últimos tiempos.

El euro ha sido bastante bueno para nosotros. No me quiero ni imaginar la situación en la que hubiera estado España en esta crisis si no hubiéramos estado en el euro y hubiéramos estado en la peseta

P.: ¿Cómo valora la evolución de la economía española? ¿Existe el riesgo de caer en la complacencia?

R.: No se puede negar que España va mejor. Se han hecho varias reformas que han ido bien encaminadas, aunque algunas se han quedado cortas y habrá que volvérselas a mirar, como la reforma laboral. Pero la situación macro-económica va mejor. Hemos salido técnicamente de la recesión, estamos creciendo y creo que con el tiempo vamos a crecer incluso más de lo que se prevé. Pero hay que implementar más reformas, ampliar algunas de las que se han realizado y hay que dar el paso de verdad, el de acometer una verdadera bajada de impuestos. Es el momento de una bajada de impuestos clara que venga acompañada de una reducción del gasto público. Y explicar esa reducción, decirle a la gente de dónde se puede reducir porque tenemos una Administración que permite hacerlo. Sin olvidar, claro está, el problema de la deuda. Hay que corregirlo, porque de lo contrario en un momento dado puede explotar.

P.: ¿Y qué hay de la crisis del euro? ¿Ha pasado lo peor para la Eurozona?

R.: El mayor problema que tiene en estos momentos Europa es su conjunto no es España, no es Italia, tampoco es Grecia. El mayor problema se llama Francia. Tiene que hacer reformas muy importantes, pero existe mucha resistencia política para encararlas. Si no las emprende y Francia estornuda, ojo porque habrá muchos problemas para España y Europa con Francia

P.: ¿Es una buena idea el euro?

R.: Para mí sí. Es una buena idea. El euro ha sido bastante bueno para nosotros. No me quiero ni imaginar la situación en la que hubiera estado España en esta crisis si no hubiéramos estado en el euro y hubiéramos estado en la peseta. No imagino cuántas devaluaciones hubiéramos vivido ni en que situación nos encontraríamos. Creo que el euro ha sido un mecanismo que ha obligado a los gobiernos a parar sus planes expansionistas y sus programas de gastos mastodónticos en cuanto han caído los ingresos. Si devaluar fuera la solución, Argentina sería el país más rico del mundo. Las devaluaciones no son la solución y yo soy un firme partidario del euro.

P.: ¿Aprenderemos las lecciones de esta crisis?

R.: Me cuesta mucho creerlo. Me temo lo peor. En cuanto crezcamos más, va a ser muy difícil que el político no empiece con sus promesas y otras cosas similares. Pero en todo esto hay un aspecto clave. El cambio debe venir desde abajo, desde la sociedad civil. Si entiende que el gasto público hay que restringirlo y que hay que controlar el gasto público, será mucho más difícil volver a ver algunas de las cosas que vimos antes de la crisis.

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